Bucky's P.O.V

Caminé hasta el final del pasillo para poder pararme frente al aula del profesor Pym. Ese hombre liberaba a los estudiantes hasta diez minutos después de que la campana sonara, y no es como que me importe, pero los Martes siempre era el periodo antes del almuerzo para Tony.

Malditos maestros y su abuso de poder.

Recostado de la pared, esperé varios minutos tonteando en mi teléfono hasta que por fin la puerta se abrió. Bajé el móvil, en busca de mi pequeño novio, pero no había señales de que saliera. Cuando todos estaban fuera, miré hacia dentro y pude ver a Anthony charlando con un chico. Tony estaba de espaldas a la puerta, así que no notó cuando me paré en el marco para poder escuchar mejor.

"Entonces, ¿en tu casa a las 7?" Preguntó aquel rubio sujeto. Creo que lo había visto en las pruebas físicas para entrar al equipo la semana pasada.

"Sí." Asintió Tony, por la manera en que su cabeza se inclinó, supe que estaba regalándole una sonrisa. Se dió la vuelta y cuando me vio, prácticamente corrió.

Sonreí y abrí mis brazos. "Hola, muñeca."

Salimos del salón. Tony se volteó de repente y se despidió con la mano del chico.

"¡Nos vemos Steve!"

El chico —cuyo nombre era Steve, aparentemente.— sonrió con la boca cerrada e imitó el gesto.

Empezamos a caminar a la cafetería tomados de manos. Anthony tarareaba lo que por un momento parecía el intro de Back in Black mientras apretaba y suavizaba intermitentemente el agarre de sus dedos entre los míos.

"¿Qué tal te fue con el reporte de biología?"

Lo miré y asentí.

"Creo que bien. La maestra Cho dijo algo sobre lo suertudo que era de tener un novio tan inteligente y lindo que me ayude con las tareas."

Me codeó rodando los ojos. "Estoy seguro de que Cho no dijo eso."

"No, pero igual es cierto." Le guiñé un ojo. "Y...¿Quién es tu amigo?"

Traté de sonar casual. De igual forma, él arqueó una ceja y relamió sus labios.

"Steve Rogers. Quiere que lo ayude con algunos ejercicios de física." Explicó. "¿Por?"

"Nada, yo solo me preguntaba por qué debe ir a tu casa. ¿Por qué no aquí en la escuela?"

"Oh Dios, ¿acaso son celos eso que escucho?" Se burló.

"Ugh, no puedes responder una pregunta con otra. Pero en todo caso, no estoy celoso."

"Ay ajá."

"¡Y si lo estuviera—!" levanté mi dedo, haciéndolo callar. "Estoy en todo mi derecho porque acabas de invitar a un completo extraño, para mí, a tu casa."

Su risa inundó mis oídos y no pude evitar rodar los ojos. Se puso de puntitas y besó mi mejilla a la vez que entrábamos en el area de la cafetería.

"No trates de seducirme, Milashka*" dije, mi tono de voz no iba acorde con la sonrisa socarrona que tenía.

"El que trata de seducirme eres tú, sabiendo como me pongo cuando me llamas cosas en ruso." Contraatacó. "Además, eres un pequeño dramático."

Se sentó en una mesa, poniendo su bolsa al frente, me senté a su lado, haciendo lo mismo. Tomé su mano y apreté, me miró  con curiosidad y sacó la lengua.

"Eres lindo." Reí. Por inercia miré al frente.

Que casualidad que el amigo rubio de Tony estuviese sentado varías mesas más adelante.

"Deja de mirar, le vas a hacer un hoyo en la frente al pobre chico." Río y besó castamente mi boca, solo pa fijar la mirada en él.

"Yo no lo obligo, él mira porque quiere." Un encogimiento de hombros fue lo único que Tony vió antes de que yo besara de verdad sus labios.

Correspondió gustoso por varios segundos, y luego se separó. Inconscientemente, ambos miramos al frente. Steve miraba. Cuando se dio cuenta de que también lo hacíamos, desvío sus ojos.

Escuché a Tony soltar una risilla por lo bajo.

"¿No crees que es tierno?"

"Sí—espera, ¿qué?"

Un puchero. Tony estaba haciendo un maldito puchero.

"Es un niño bastante lindo, Buck."

Pestañeé varias veces, asimilando sus palabras. Estaba consiente de que a Tony le iban las relaciones poli-amorosas, solo no creí que quisiera una segunda pareja ahora.

"¿Y t-te gusta?"

"¿A ti no?"

Volví a mirar en su dirección. Hablaba con una de las personas que se sentaban con él. Debía admitir que tenía muy buen perfil, y que sus ojos eran bastante lindos. Steve verdaderamente era un joven atractivo.

"Eh, sí está lindo." Admití.

"¿Tú crees que sería mucho pedir si vas hoy a mi casa a las 7?"

Fruncí el entrecejo. "Pero hoy debes estudiar a las 7."

"Exacto." Su mano viajó a posarse debajo de su barbilla, una sonrisa con todos los dientes se asomó en su cara. "¿Qué dices? ¿Quieres conocer al chico?"

Jamás había estado en un relación múltiple. Sí había salido con todo tipo de personas, después de todo en ese sentido no tenía ninguna preferencia. Sin embargo, no estaba desglosando bien toda la información que recibía por parte de Tony.

Y puede que haya durado mucho tiempo en silencio, porque de un momento a otro su cara mostró preocupación y terror puro.

"No debes hacerlo. Dios soy un idiota." Murmuró. "Discúlpame, amor, ni siquiera pregunté si estabas cómodo con eso, es que, simplemente lo pensé."

Negué y agarré sus manos.

"Tranquilo, muñeca." Besé su nariz y luego sus labios. "Sabes que estoy abierto a todas las experiencias, en especial si estás tú." Quité un bucle de su rostro y pasé la mano por su cabello. "Tu casa a las 7. Ahí estaré."

Inclinó la cabeza y entrecerró los ojos. Después de un o dos segundos, sonrió y asintió.

"Bien, me alegra escuchar eso." Empezó a sacar unos apuntes de su bolso. Y como si fuese la hora, soltó;

"Porque le gustamos a Steve."

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*Milashka: Cutie= Lindura