Capítulo 22. Espontáneo

«No sé de dónde provino este
sentimientos. Solo sé de este pequeño
temblor. Estoy atrapado en un castillo de
arena que me hice a mí mismo, como un
niño. Todavía estoy perdido, buscando
ese sueño. ¿Vamos soñar juntos ahora?
Tú y yo.

Kim JongWan — You&I».

KyungSoo.

Últimamente andaba muy pendiente de mi teléfono, y aunque no era capaz de aceptarlo en voz alta —mucho menos a BaekHyun—, era debido a ChanYeol. Quería que me llamara o que al menos me enviara un mensaje, pero no hacía ninguna de las dos cosas y eso me ponía ansioso. ¿Y si yo malinterprete todo y en realidad no está pasando nada entre nosotros? Pero, no, no podía estar equivocado, no ahora que empiezo a aceptar mis sentimientos, a los que aún no quiero ponerle nombre.

Si sólo es una atracción, gusto o algo más...

El ringtone de mi teléfono rompió el silencio de la oficina y me lance sobre el aparato, contestando sin ni siquiera verificar el contacto. Yo quería que fuera ChanYeol, no tan en el fondo.

— ¿Diga? —HakYeon me miro sugestivamente desde su escritorio a unos metros del mío y tal vez me había escuchado demasiado desesperado.

— ¡Hijo!

— Mamá... —lleve mi mano libre hasta mi boca, dándome pequeños golpes y maldiciendo—. ¿Cómo has estado?

La razón por la que había dejado de frecuentar a mis padres era porque no tenía cara para hacerlo. En mi último año en la universidad no tenía tiempo para respirar, fueron meses difíciles y yo deje de ir a casa de mis padres para celebrar fechas importantes, tales como sus cumpleaños o navidad, ignore sus llamadas y mensajes, demasiado enfocado en sacar mi título y conseguir un trabajo. Cuando me estabilicé, sentía tanta vergüenza por haber echado a mis padres de mi vida de esa manera tan abrupta que seguí sin ir a verlos, porque suponía que les había hecho mucho daño en ese tiempo. No tenía derecho de disculparme y no había justificación válida para lo que les había hecho.

— ¿Cómo has estado tú, hijo? ¿Todo bien en el trabajo? —dije un pequeño «sí»—. KyungSoo-ah, sé que en los últimos años nos hemos descuidado un poco el uno del otro y...

— Yo lo siento por eso, mamá. Es mi culpa. —despeine mi cabello, mirando por la pequeña ventana en esas cuatro paredes llenas de cosas referentes a mi carrera—. En serio lo siento...

— No llame para escuchar tus disculpas, mi niño. —la escuché suspirar y yo retuve mi propio suspiro. Empecé a mover mi pierna de arriba a abajo con rapidez, llevando la uña de mi pulgar hasta mi boca—. El cumpleaños de tú padre es el mes que viene y se le ha metido en esa cabeza suya que quiere a su familia completa celebrándolo. Así que llame para avisarte y ver si tenías tiempo de asistir...

— Sí, mamá. Claro que iré. —apreté el teléfono en mi mano, ¿qué imagen de mí le había dado a mi propia familia?—. Estaré ahí sí o sí. ¿A qué hora?

— A las 10 am. Vamos a celebrarlo por la mañana en la casa ya que JungSoo quiere viajar a Goyang por la tarde para visitar a la abuela y seguir siendo el niñito de mamá que es.

Sonreí, porque mi padre era demasiado consentido por la abuela.

— Sí, no hay problema, mamá.

— Bueno, yo te dejo que de seguro debes de estar en el trabajo. Nos vemos dentro de un mes, hijo. Te amo, lo sabes ¿no?

— Lo sé. Yo también, mamá...

— Me alivia saberlo. —colgó, impidiéndome disculparme una vez más. Ni siquiera sabía si habían pasado necesidades mientras yo los tuve despreocupados, aumentándoles una carga más al peso de sus espaldas al no saber si yo me encontraba bien o mal.

[☁]

El sábado me rendí, si ChanYeol no daba el primer paso, lo haría yo.

Con eso en mente pasé comprando comida por un restaurante chino y conduje hasta su casa, con los nervios haciéndome sudar las manos, sintiéndome como un adolescente. Ni siquiera le había avisado y si la suerte no estaba de mi lado podía pasar cualquier cosa, como que él no se encontrara en su casa.

¡Maldición, KyungSoo! ¡Eres un tonto!

Apagué el motor del auto frente a su casa y hundí mi cabeza en el volante, lamentándome, porque ¿desde cuándo era tan lamentable? Nunca había sido así, tan inseguro e impulsivo. Era como una persona diferente. ¿Qué estaba haciendo Park ChanYeol conmigo? Siempre me había gustado tener mi vida planeada, pero desde que lo conocí, todo ha llevado un ritmo más espontáneo. Mentiría si dijera que aquello no me emociona un poco, el no saber qué será lo siguiente que pasará.

"¿Estás en tú casa?"

"Sí... ¿por qué?"

"Nada~ Una sorpresa."

"¿Viniste?"

"Ven a abrirme la puerta, gigante."

Di una profunda respiración esperando a que viniera a abrirme la puerta, aunque no era necesario puesto que yo tenía una copia de la llave. Tan sólo quería que lo hiciera. Intente poner mi mejor sonrisa, pero mi rostro se deformo al escucharlo cerca de la puerta.

— ¿No tienes una copia de la llave, KyungSoo-ah? —fue lo primero que me dijo al abrir y yo rodé los ojos.

— La olvide en mi departamento. —mentí, aunque no sé si me creyó, tampoco es que hubiera dicho algo. Él simplemente se hizo a un lado con dificultad por sus muletas para dejarme pasar—. Traje comida china, ¿está bien o ya comiste?

— Estaba por hacer ramen, así que me has salvado de hacerlo. —me siguió hasta la mesa, donde deje lo que había comprado—. ¿A qué viniste...?

— ¿Tengo que tener una razón? —voltee a verlo, cruzándome de brazos y fingiendo que su pregunta me había ofendido. En realidad, sólo me había hecho sentir tonto y raro, porque era anormal la forma en la que me estaba comportando y siendo sincero, cada vez me importaba menos—. ¡Agradece que traje comida, Park ChanYeol!

— Sólo me sorprendiste... —me miro con una mueca en sus labios y se sentó en una de las sillas, hurgando en las bolsas de comida—. ¿Podemos comer? Estoy hambriento, KyungSoo.

Me senté a su lado y empezamos a comer.

Quería que hubiera algún acercamiento entre nosotros, pero ChanYeol lucía demasiado concentrado devorando su comida, mientras que yo no podía parar de mirarlo hasta que él se me quedo viendo de manera extraña y tuve que obligarme a correr la mirada. Decidí enfocarme sólo en mi plato, pero al cabo de unos minutos terminé viéndolo nuevamente.

— ¿Quieres acompañarme a algo? —pregunte cuando en mi cabeza se me hizo buena idea invitarlo a que venga conmigo al cumpleaños de mi padre.

— ¿A dónde? —intente mirarlo a los ojos, pero la mancha en la comisura de su labio me distraía y parecía que estuviera diciéndome "¡límpiame!".

— El cumpleaños de mi papá es en un mes y vamos a celebrarlo. —finalmente lo mire a los ojos—. Hace mucho que no voy a visitarlos así que... quizá contigo a mi lado... me sienta más... ¿seguro?

ChanYeol sonrió, viéndome con esos ojos traviesos.

— De acuerdo, KyungSoo-ah. Iremos juntos a la casa de tus padres. —limpió con una servilleta sus labios y yo me quede deseando el hacerlo yo, con mis dedos o mi boca—. Te estoy devolviendo el favor por lo de navidad...

— ¿Sólo lo haces para devolverme el favor? —lo señale con los palillos, enojándome realmente.

— Sí, también porque quiero ir y conocer a tu familia. —se encogió de hombros—. Desde hace unos meses tenía curiosidad sobre eso. ¿Por qué tienes tiempo sin visitarlos?

— Ah... —suspire—, realmente no quiero hablar de eso ahora. ¿Está bueno?

— Sí, pero no tanto como la comida que haces tú. —me alagó, mirándome fijamente con su cabeza ladeada hacia un costado—. Siempre voy a preferir tú comida por encima de la de cualquier restaurante, KyungSoo-ah.

— ¿Por qué?

— Porque la haces tú. Por eso. —mi corazón se saltó un latido y luego comenzó a palpitar como si estuviera corriendo un maratón. Me parecía injusto que con sólo unas palabras él lograra ponerme de los nervios—. ¿Quieres quedarte un rato más? Me he sentido solo últimamente...

Al terminar de comer todo y lavar los platos fuimos hasta su sofá, donde nos sentamos uno al lado del otro, con nuestras piernas rozando.

— ¿ChanYeol...?

— ¿Mhgm?

Limpie el sudor de las palmas de mis manos contra la tela de mi pantalón.

— ¿Qué fue eso del otro día? —interrogué, mi pregunta salió casi en un susurro, pero atraje su completa atención—. Cuando tomamos y yo... yo... Mira, desde mi perspectiva creo que estuvimos a nada de besarnos y yo no he podido parar de cuestionarme qué es lo que está pasando entre nosotros...

Lo miré con temor, esperando una reacción de su parte y lo único que me gané fue una carcajada nerviosa.

— Yah, KyungSoo... —corrí la mirada, sintiendo mi rostro arder—. A ti te gustaba YiFan hace unas semanas, ¿no?

— No... no estoy seguro. —respondí. No quería cuestionarme desde cuándo el doctor Wu había dejado de gustarme, porque quizá en todo el tiempo que estuvimos saliendo nunca me gustó. Cada que lo pienso, me convenzo más a mí mismo de que era un capricho—. Pero... ¿por qué me preguntas eso?

Se acercó hacia mí y yo me incline para atrás por la cercanía.

Sin alcohol en vena no era tan valiente, así que no podía sostenerle la mirada ni hacer nada más que encogerme mientras él hacía estragos en mí. Su respiración chocó contra mi mejilla y su mano fue a parar en el constado de mi cara, girándola para que lo viera.

— ¿Qué haces? —murmure, viendo sus ojos y alternando con su boca.

— Nada... —se echó para atrás, con la comisura de sus labios hacia arriba. Volvió a mirar la televisión como si nada hubiera pasado segundos antes. Resople por lo bajo, mirando mis manos que habían temblado sin darme cuenta.

Park ChanYeol me gusta y no puedo estar más seguro de eso.

[☁]

— ChanYeol me gusta... —hundí mi cabeza en la almohada, como un avestruz —. Me gusta realmente, Baek.

— Ya lo sabía.

— No digas "te lo dije", por favor.

— De acuerdo. —se metió una cuchara de helado a la boca—. No diré te lo dije. Pero, en serio, ¿recién vienes a reconocérmelo? Era obvio y no es algo de unos meses, KyungSoo.

— Sólo... no digas nada. —se encogió de hombros. Me senté en la cama, escondiendo mi rostro en mis manos—. Y tú, ¿qué con SeHun?

— Amigos, solamente amigos y nada más. —se llenó la boca de helado con una expresión triste en su cara—. Pero es más de lo que alguna vez creí tener con él, así que no es como si pudiera quejarme, ¿sabes? En parte es gracias a ti por rechazarlo...

— Ni me lo recuerdes. —lo mire de mala manera—. ¿No me odia, verdad?

— Nunca te odió, KyungSoo.

Al día siguiente, el lunes, la madre de SeHun ingresó al hospital por una apendicitis y SeHun estaba como loco por los pasillos. Suponía que al ser hijo único era más apegado a sus padres o sólo le gustaba exagerar. No era algo tan grave, desde mi perspectiva. BaekHyun andaba allí, detrás de él, intentando tranquilizarlo cuando todo se complicó y resultó ser una peritonitis.

Incluso me mando a mí por té para calmarlo y no puse objeción en ir hasta la cafetería para traerle uno.

— Toma... —se lo extendí a BaekHyun para que se lo diera a SeHun que permanecía abrazado a él—. Oye, SeHun... tú mamá va a estar bien...

Se apartó un poco de mi mejor amigo para verme y le sonreí levemente. — Iré a preguntar cómo va todo. Tú quédate con Baek y no te preocupes tanto.

Eso hizo y en media hora la señora Oh fue llevaba hasta una habitación para descansar después de la operación. BaekHyun regresó conmigo después de que SeHun se quedara con sus padres y regresamos tarde hasta nuestros departamentos. Apenas nos despedimos y cada uno entró por su puerta. Saqué el teléfono de mi bolsillo y encontré un mensaje de ChanYeol.

"¿Qué tal tu día?"

Sonreí, pero no respondí porque estaba cansado, necesitaba una ducha y quería echarme en mi cama a dormir.

Pero después de estar fresco no pude dormir, empecé a dar vueltas acostado, mirando el teléfono hasta que me decidí a hablarle a ChanYeol, aunque realmente no esperaba que respondiera porque era ya muy tarde.

"¿Estás despierto?"

"No puedo dormir ㅜㅜ"

"Yo tampoco podía hacerlo."

Hablamos hasta entrada la madrugada, eso me recordó a cuando estaba en el instituto y me quedaba hablando hasta tarde con la persona que me gustaba. Al siguiente día siempre mi madre me levantaba echándome agua y tenía que correr para llegar a tiempo a la primera hora. Fueron buenos tiempos y hace bastante que no me siento así, con una calidez extendiéndose por mi pecho.

Pero esa calidez está volviendo de a poco debido a Park ChanYeol.

El viernes me sorprendió al aparecerse en HaeSung a la hora del almuerzo y yo casi que corro hasta él, pero me abstuve de hacerlo, pero eso sí, la sonrisa no me cabía en el rostro de lo grande que era.

— ¿Qué haces aquí? —él sonrió, encogiéndose de hombros—. ¿Viniste en taxi?

— De hecho, JongDae me trajo. —contó y empezamos a caminar por los alrededores del hospital—. Anda detrás de uno de los doctores del hospital y viene todos los días a molestarlo. Es chistoso porque este no le da ni la hora, pero bueno... JongDae es perseverante.

Reímos y su barriga sonó.

— ¿Quieres ir a comer? —asintió, avergonzado y me reí de él, tomando su brazo para apurarlo—. ¿Dónde quieres ir? No sé vale decir a mi casa, porque no tengo tanto tiempo libre.

— Entonces comamos aquí.

— Okay. —fuimos hasta la cafetería, tomamos nuestros charoles con comida y nos unimos a la mesa en la que mi mejor amigo estaba junto a SeHun. BaekHyun me miro de manera sugestiva cuando me senté y yo le di una mirada de advertencia. Vocalice un no empieces con tus cosas.

— ¡Hola, ChanYeol! —BaekHyun lo saludo con su mano, sonriéndole.

— Ah... ¿hola? —me dio una mirada de confusión y yo carraspee.

— Es Byun BaekHyun, mi mejor amigo y él es Oh SeHun. —los señale a cada uno—. Por eso saben tu nombre.

Al finalizar la comida le pedí a HakYeon que me cubriera en lo que yo iba a dejar a ChanYeol hasta su casa, porque Kim JongDae se había olvidado de él y lo había dejado tirado. Conduje en silencio, con una canción de algún grupo Idol del momento y con un ChanYeol más callado de lo normal. El camino se hizo extremadamente largo debido a eso y al aparcar frente a su casa, deje escapar un suspiro tembloroso.

— ¿Estás bien? —pregunte, mirándolo. Asintió, quitándose el cinturón de seguridad—. ¿Seguro? Estás callado.

— Seguro... —me miro por unos segundos en los cuales me hizo sentir extraño. Empezó a inclinarse hasta mí, yo hacia él y cuando estaba por besarme, mi estúpido brazo presiono el volante provocando que el claxon nos asustara. Nos apartamos, incómodos—. Ah... bueno... y-yo... Nos vemos, Kyu...

Lo jale de la nuca y pegue mis labios a los suyos, así, sin moverlos ni nada. Tan sólo el contacto de su boca contra la mía. En mi interior hubo una mini explosión, una corriente extendiéndose por todo mi cuerpo. Cerré mis ojos y llevé ambas manos hasta sus mejillas, acariciándolas antes de empezar a mover mis labios. Correspondió a mi acción, llevando una de sus manos hasta mi nuca para atraerme más hacia él, pero el cinturón de seguridad me lo impidió. Reí en medio del beso.

— KyungSoo... —susurro juntando su frente con la mía—. ¿Sabes cuánto espere para esto?

— No, no lo sé...

Deje un pico rápido en sus belfos, separándome completamente.

— Te daría más besos, pero estoy tarde y HakYeon me va a matar. —ChanYeol torció sus labios en un puchero y sonreí dejando un beso en su mejilla—. Nos vemos más tarde.

[☁]

n/a: Pueden encontrar la playlist completa del fanfic en spotify, como "malas circunstancias | chansoo" de byunspring <3 

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