Capítulo 19. Amigos
«Suavemente se acerca a mí, mi momento favorito. Te voy a decir... te voy a decir en secreto... En tu ensueño y cálido abrazo, me he quedado sostenido esta noche. Quiero susurrarte, de mí para ti, te voy a decir... Acercate a mi una vez más, mi persona favorita.
TTS — Whisper».
KyungSoo.
— ¿Estas bien, ChanYeol? ¿Puedes intentar avanzar unos pasos?
Observe a ChanYeol desde un costado del consultorio, el cómo había dejado a un lado aquella silla de ruedas y ahora intentaba manejar sus nuevas muletas. Avanzó unos cortos pasos y el doctor Kim sonrió, aplaudiendo su logro con una gran sonrisa que se le fue contagiada a mi ex-paciente. También intente sonreír, pero algo no me dejaba hacerlo de todo corazón y sabía exactamente qué era.
— ¡Muy bien, ChanYeol! Creo que esta silla de ruedas puede quedarse con nosotros y puedes llevarte las muletas contigo. En unos pocos meses estarás libre de todo y podrás volver a realizar todas las cosas que desees.
Salimos del consultorio media hora más tarde, con cuidado mientras aún aprendía a manejar bien sus muletas.
— Vayamos a comer. —sugirió y me sorprendí ante eso, esperaba que dijera algo como «gracias por todo, pero ya no te necesito más», más no esto. Nos paramos a mitad del pasillo—. ¿Qué?
— ¿Ah?
— ¿Sucede algo?
— No, nada. —volví a poner mis piernas en marcha, despabilándome—. ¿Dónde quieres ir a comer, Park?
Sonrió.
— ¿Sería muy atrevido el pedir que vayamos a tu casa? Era en serio lo de extrañar tu espagueti. —me cruce de brazos y fingiendo estar ofendido lo mire con una ceja en alto—. ¿Sabes? También te extraño a ti...
— Amigo, no digas esas cosas.
— ¿Somos amigos?
— Sí... ¿no? —dije de manera titubeante, empezando a caminar nuevamente—. Pensé que seríamos amigos después de todo esto.
— Lo somos, KyungSoo.
Lo lleve hasta mi casa y volví a preparar espagueti mientras escuchábamos música en la vieja radio, esta vez me ayudo pasando algunas cosas que estaban a su alcance e hizo algunas bromas que me hacían reír, también me molesto un buen rato cuando sonó una canción de trot y me sorprendió tarareándola en voz baja; en general, pasamos un buen rato, me olvide de todas mis preocupaciones por unas horas al estar a su lado.
Serví todo en la mesa y nos sentamos uno al lado del otro, comiendo y hablando de todo y nada, hasta que su teléfono sonó.
— Uh... perdón... —se disculpó y saco el teléfono de su bolsillo, respondiendo y seguí comiendo intentando no prestar atención en lo que le decía a la persona del otro lado de la línea.
Al colgar, volví a verlo y de manera silenciosa estaba pidiendo que me contará acerca de la llamada, aunque Chanyeol no tenía obligación de contarme.
— Era el jefe Kim, ya sabes, el papá de JongDae. Me llamo para ver si nos poníamos de acuerdo en cuándo empiezo a trabajar de nuevo, ya que ya no uso la silla de ruedas.
— Ah... ¿Y cuándo empezarías a trabajar nuevamente?
— Dentro de un mes en lo que me terminó de acostumbrar a estas cosas. Tengo que reunirme más tarde con él, de todas formas.
— ¿Quieres que te lleve?
— ¿Podrías?
— Sí, no tengo problema.
— Gracias.
Sonreí y me encogí de hombros.
— ¿Por qué siempre comes tan descuidadamente? —me pregunto y lo mire sin entender, hasta que llevo uno de sus dedos al costado de mi boca, limpiando el resto de salsa en ese lugar. Me sonroje de manera furiosa, hasta la punta de las orejas. Mi rostro quemaba y ChanYeol sonreía divertido.
— U-uh... No hagas eso. —me queje en voz baja, tocando donde antes había estado su dedo y baje la mirada a mi plato, intentando controlar mi corazón que parecía ir más rápido sin ninguna razón especifica.
— ¿Sabes? Sobre lo que me dijiste la otra vez acerca de LuHan... Creo que puede que sea verdad.
— ¿El qué? —recordaba vagamente, no, más bien lo recordaba claramente, tan sólo quería escucharlo salir de él.
— Ya sabes... —eleve una ceja al ver que no pensaba continuar—. Sobre lo que quizá él no fuera en realidad el amor de mi vida, que aún somos jóvenes como para estancarnos en una sola persona.
Asentí lentamente, llevando los palillos con espagueti hasta mis labios y luego lo señalé con los mismos.
— ¿Te gusta alguien, acaso? —no quise sonar como si lo estuviera acusando, pero soné exactamente de esa forma y una vocecita parecida a la de BaekHyun apareció en mi cabeza, susurrando un «¿celoso?». Pero no, no lo estaba, no había razón y no podía.
— Quizá me guste alguien, ¿crees que es muy pronto?
— LuHan murió hace ya casi un año.
— Wow... eso es bastante. Llevamos casi un año conociéndonos... —asentí, no había pensado en eso.
— ¿Crees que ya has dejado ir a LuHan lo suficiente como para gustar de alguien más? —decidí preguntar, seguir insistiendo en el tema, quizá en el fondo quería sacarle el nombre de la persona que le gusta ahora. ¿Quién podría ser?
— Supongo... pero las cosas de LuHan siguen en mi armario, aunque desde algunas semanas llevo pensando tirarlas, después de todo sólo ocupan espacio y me traen recuerdos que, si bien no son malos, justo ahora no los necesito. Así que... ¿me ayudarías a tirar todo mañana? Si es que puedes.
— ¿Estás seguro?
— Necesito hacerlo y avanzar, tal vez eso me dé un poco más de seguridad para ir hacia esa persona que me gusta. Olvidar tan sólo un poco lo que paso esa madrugada. Sé que no podré olvidarlo completamente, que es algo que quedará allí... pero quiero darme una nueva oportunidad de vivir sin lamentarme de todo lo mal que hice.
Mi respiración fue un poco más pesada cuando terminó de decir aquello y lo mire a los ojos, sin saber cómo reaccionar ante sus palabras. ChanYeol también tenía salsa, pero en su barbilla y lo único que pude hacer fue llevar mis dedos hasta allí y limpiarla.
— Eres igual de descuidado que yo, Park.
Sonrió como un niño cuando hace una travesura y sostuvo mi mano allí, impidiendo que la apartara.
— ¿Qué...?
— ¿Por qué coqueteas conmigo, KyungSoo? ¿O es que acaso no te das cuenta de que lo haces?
— Estás loco, claro que no lo estoy haciendo. Estoy regresándote lo mismo que me hiciste. A menos que tú estés coqueteando conmigo. —soltó mi mano y la aleje, escondiéndola debajo de la mesa sin dejar de sostenerle la mirada.
— Puede ser.
— ¿Ah?
— Yo lavo los platos.
Corrió la mirada y yo observe su plato vacío.
— Bien, hazlo. —murmuré, terminando de comer lo último que quedaba de espagueti en mi plato y luego de eso lo fui a dejar al fregadero. Me gire para verlo—. Daté prisa, pensé que tenías que reunirte con tu jefe.
— Cierto. ¿Primero puedes llevarme a mi casa para darme una ducha?
— Sí, seguro.
Fui a tomar mi teléfono que había estado cargando y lo encendí. Casi me caigo de espaldas cuando apareció una notificación con un mensaje del doctor Wu. Le di un vistazo a ChanYeol que ya se encontraba lavando los platos y me senté en el sofá, abriendo el mensaje.
"¿Podemos vernos hoy a las 8pm? Quisiera hablar contigo."
— ¿Sabes? —levante la mirada al escuchar la voz de ChanYeol y por un momento me olvide de aquel mensaje—. Podemos ver una película luego de hablar con mi jefe. Podemos comprar un poquito de soju y tomar mientras vemos la peli en mi casa. También pizza, tengo ganas de pizza. ¿Qué dices?
— Ah... sí, pero sólo un poquito de soju, ¿okay? Y me quedaré a dormir en tu casa ya que no pienso conducir ni con un poquito de alcohol en mi organismo.
— No hay problema.
— Bien, ¿qué película vemos?
— Escoge una.
— Veré qué hay en Netflix y te digo.
— Okay.
Cada uno volvió a lo que hacía y tuve una excusa para decirle que no a YiFan.
"Tengo planes. Lo siento."
Presione enviar y espere un poco a ver si lo veía, pues salía online y quería saber qué respondería, pero planto un gran visto en toda mi frente.
— ¡Listo! Podemos irnos ya, KyungSoo.
[☁]
Mientras ChanYeol se reunía con su jefe yo había ido a comprar el soju en un supermercado y luego había ido a tomarme un helado. Quería hablarle a BaekHyun, pero sabía que andaba todo nervioso por la graduación de SeHun y no quería molestarlo. Después de casi una hora recibí un mensaje de Park diciendo que pasara por él y eso hice.
Antes de salir de mi departamento había guardado un cambio de ropa en un pequeño bolso, ya que dormiría en casa de ChanYeol. También mañana tiraríamos las cosas de LuHan y yo no sabía cómo sentirme. ¿Qué hago con las imágenes de aquel chico en mi mente? Era difícil y aquel coqueteo mutuo del almuerzo andaba dando vueltas en mi cabeza, torturándome.
— ¿Ya decidiste qué película vamos a ver, KyungSoo? —pregunto al entrar al auto y asentí—. ¿Cuál?
— Avatar. —me encogí de hombros, no le había dado tantas vueltas al asunto, pues es una de las películas que menos veces he visto.
— ¿En serio?
— Me gustan las películas de ciencia ficción.
— Ya la he visto.
— En la repetición está el gusto, Park. —lo mire por un segundo antes de regresar la mirada al frente.
— Qué cosas más raras dices, Do.
— ¿Estamos teniendo una... cita? —pregunte de la nada y el silencio que se formó en el auto fue abrumador. Este día no estaba teniendo filtro, pero ya tendría toda una vida para arrepentirme de lo que estaba haciendo hoy.
— ¿Tú quieres eso?
— Yo no sé lo que quiero, ChanYeol. —murmuré y apreté un poco más de lo necesario el volante, mordisqueando mi labio inferior.
— Estabas seguro de gustar de aquel doctor. Pensé que a él lo querías. ¿No piensas recuperarlo?
— ¿Y eso a qué viene? —estábamos en un semáforo en rojo, así que podía verlo libremente.
— ¿En qué momento dejaste de estar seguro de que querías al doctor ese?
— ¿A qué viene eso, ChanYeol?
— Responde.
— No lo sé, ¿cómo podría saberlo? —volví a regresar mi vista al frente y avance, tomando el camino hasta la casa del hombre a mi lado—. YiFan me pidió que nos viéramos hoy y le dije que no podía.
— ¿Por qué?
— Porque teníamos planes, los dos. —me incline a encender la radio para dejar de hablar y distraerme, pero ChanYeol aparto mi mano, impidiendo que lo hiciera—. ¿Qué?
— KyungSoo... tú me... —su toque en mi mano quemaba si lo escuchaba hablándome de esa manera—. Nada. Gracias por estar para mí. Gracias.
[☁]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top