Capítulo 07. Molesto

«Nos preguntaremos qué
camino tomar.
Atraparemos nuestros corazones.
Tú y yo. Decide.

Sean Hayes — Garden».

KyungSoo.

La salida con YiFan no estuvo mal, me la pase bien y bebimos un poco. Sin excedernos, aún debía conducir de regreso y no queríamos un accidente. Fuera del edificio donde quedaba mi departamento, nos quedamos en silencio, sin saber qué hacer. ¿Había sido una cita? Seque el sudor de mis manos contra la tela de mi pantalón.

— Me la pase increíble. —dijo, sonriendo y desabrocho mi cinturón de seguridad—. Deberíamos repetirlo en otra ocasión, doctor Do.

— Quizá. —frunció los labios—. Lo repetiremos, palabra.

— ¿Debería besarte? —dijo como si se tratara de la hora. Casi me ahogo con mi propia saliva, mis ojos pudieron haberse salido de sus cuencas—. Dijiste que era muy pronto y que no tenías tiempo para una relación...

Los ratones se me habían comido la lengua, porque no podía hablar y cuando el doctor Wu se acercó para besarme, cerré los ojos y correspondí a su beso. Me acarició los labios, no era un beso, era más como una caricia que me hizo estremecer. Aferre mis manos a su abrigo, sonriendo cuando unió su frente con la mía.

— KyungSoo... —paso su dedo por mi labio inferior, acariciándolo y casi sacándome un suspiro—. Deberías ir yendo, es tarde.

— Ah, sí. —salí de mi ensoñación, sonrojándome. Me aleje y tome mis cosas, saliendo del auto—. También me la pase bien hoy, doctor Wu.

— Entonces esta dicho, tenemos que repetirlo en otra ocasión. —volvió a decir y encendió el motor del auto, alejándose de mi campo visual hasta desaparecer. Entre al edificio aun sintiendo el roce de sus labios contra los míos. Sonreí todo ese tiempo, sin darme cuenta y cuando me metí debajo de las sabanas antes de dormir, cerré los ojos, rememorando el beso una vez más.

Una nueva terapia era ese día y me levante con ánimos mejorados. Mi vida amorosa estaba viento en popa y me sentía bien, estando al lado de YiFan me sentía bien. Esta vez sí entre con ChanYeol y me interese más en los ejercicios que le hacían. La mejoría se iba viendo poco a poco, eso también me alegraba. Lo que no me alegraba, era que Park no me haya dirigido ni una mirada todo este tiempo. Su terapia terminó y lo empuje fuera, mordiendo mi lengua para evitar preguntar qué sucedía.

Pero termine haciéndolo a pesar de mis esfuerzos.

— ¿Ocurrió algo? —JongDae no estaba donde lo había visto por última vez. Ignore ese detalle, esperando una respuesta de mi ex-paciente.

— ¿A ti te ocurre algo? —fruncí el ceño y volteo a mirarme—. Un día vienes con cara de odiar a todos y otro día estas feliz, te entrometes en mis terapias y tienes una tonta sonrisa en tu cara.

— ¿Disculpa?

— Me molesta verte feliz, cuando últimamente no puedo más que estar enojado con la vida. —deje de empujarlo, deteniendo mis pasos—. Siento como si me restregaras en la cara lo perfecta que es tu vida. Tienes un trabajo seguro, ganas más que bien, aparentemente no tienes deudas, tienes un casi-novio. Sí, me molesta tu felicidad.

— ¿Qué te pasa? —me coloque frente a él y se vio obligado a levantar la cabeza para verme—. Mi vida es tan imperfecta como la tuya. ¿Cómo puede molestarte la felicidad de alguien más? ¿Te golpeaste la cabeza?

— Al parecer sí, tuve un accidente. ¿Lo olvidas? —me dio una mirada mordaz y resople, sin entender nada. Hace unos días se había disculpado y habíamos disfrutado la compañía del otro. Ahora estábamos retrocediendo lo poco que habíamos avanzado.

— No lo he olvidado, he estado cada maldito segundo a tu lado, asegurándome de que mejores. ¿Así es cómo me pagas?

— ¡Nunca te pedí que lo hicieras! —empezó a empujarse por si solo, alejándose de mi—. Puedes irte a la mierda, no quiero más tu ayuda. Prefiero quedarme en esta silla de ruedas por siempre, en vez de seguir viéndote la estúpida cara.

— Ni siquiera sabes lo que estás diciendo. —murmure, siguiéndolo y alcanzándolo en un segundo.

— Claro que sé, de otra forma no estuviera hablando. —lo detuve—. Pensé que te comprometerías al 100% conmigo, pero al primer percance dejas de entrar a las terapias. ¿Va a ser siempre de esa forma?

— Fue solo una vez, ¿por qué le tomas tanta importancia?

— Porque por primera vez no me estaba sintiendo como un estorbo desde que estoy en esta silla. Porque tú no me hacías sentir como un estorbo a pesar de querer ayudarme siempre. —apretó los labios en línea recta, sin mirarme—. Pero no estas comprometido a permanecer a mi lado en lo que dura la terapia.

Apreté los puños a mis costados, reteniendo la respiración y buscando las palabras para hablar.

— ChanYeol, te traje esto. —JongDae apareció en el momento indicado porque no sabía que hacer y después de disculparme rápidamente, me fui. Era verdad, en el primer problema yo me había alejado. Había hecho una promesa y tenía que cumplirla, sin importa los efectos secundarios que al hacerlo tuviera en mi vida personal.

[☁]

Limpié su casa que parecía un chiquero. Recogí nuevas cosas rotas y preparé la comida antes de que ChanYeol se despertara. Parecía BaekHyun, metiéndome a hurtadillas a las casas ajenas mientras el dueño dormía. Pero quería hacerle saber que en verdad estaría para él.

Apareció saliendo de su habitación y su cara se descoloco al verme allí, parado en medio de su salón y con una mueca. Una vez más, no sabía que decirle. Últimamente me pasaba eso con Park ChanYeol, ya no sabía cómo responder a sus argumentos.

— ¿Qué haces aquí?

— Vine a preparar algo de comer y a limpiar. —me acerque hasta él—. Y a disculparme.

Elevo las cejas y luego frunció el ceño.

— Sé muy bien que quizá esa vez te decepcione. Dije que estaría a tu lado en cada instante a lo lardo de tu recuperación y eso es lo que haré. —fui por la bolsa que había traído. Era un regalo un tanto... excéntrico—. Toma.

— ¿Qué es esto? —abrió la bolsa e hizo una mueca divertida—. ¿Ropa interior? ¿En serio?

— Esa parte tuya necesita respirar, amigo. —me excusé y solté una carcajada. ChanYeol me miro con los ojos entrecerrados—. Ven, prepare mi especialidad.

Desayunamos en medio de platica sobre sus terapias, su familia y cómo estaba manteniéndose ahora que estaba fuera del trabajo por unas vacaciones —o de esa forma decidió llamarle el padre de Kim JongDae. Dentro de cinco meses se reincorporaría al trabajo, cuando al menos pueda caminar en muletas. La idea de comprarme un automóvil había estado rondando en mi cabeza y si lo compraba, podría ayudar a ChanYeol a transportarse cuando saliéramos juntos sin necesidad de pedir favores. Pero no dije nada de eso, porque era algo que debía plantearme bien y organizar mis gastos en el departamento.

— Todo estuvo muy bueno. —limpió sus labios con una servilleta—. Casi nunca comía así de bueno por las mañanas. Mi... uh, Luhan... él... Ah, él no era tan bueno en la cocina.

— Por lo general como en la cafetería del Hospital, así que mi desayuno también es un asco. —sonreí sin mostrar mis dientes y solté un suspiro—. Desperdició mis habilidades culinarias.

— Oye, si vienes y me cocinas todos los días no pondría peros.

— Eres un aprovechado. —resople—. Lo haría, pero cuando mis vacaciones acaben apenas me veras la cara.

— Voy a aburrirme. El maldito de JongDae trabaja también... —hizo un puchero en sus labios—. Esta casa se siente más grande que nunca.

— ¿No has pensado en ir y vivir con tus padres?

— No quiero sumar una boca en la casa. Ellos tampoco se podrían hacer cargo de mí, tienes sus trabajos y el restaurante. —negó—. Estoy solo.

— Me tienes a mí. —fingí ofenderme.

— Pero solo por unos meses.

— Podemos seguir en contacto después de que vuelvas a caminar.

[☁]

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