«A veces es una batalla. A  veces se trata de una guerra..
A veces todos perdemos fuerza.
Por favor, no pierdas tú fé.

Sleeping with Sirens — Madness».

KyungSoo.

Tal como yo lo había supuesto, después de que me llegaran los resultados de los exámenes y los rayos X tuvimos que hablar con los padres de ChanYeol. Si bien no era algo tan grave como quedarse de por vida en una silla de rueda, era un proceso largo de recuperación. Su columna se había visto afectada, pero no en tal magnitud como para condenarlo a no volver a caminar nunca. Si él seguía las terapias y ponía de su parte, en un año podría volver a caminar sin ayuda de muletas o tener que ir sentado en una silla de ruedas.

Pero, él no entendía o se negaba a hacerlo.

— ¡No me des falsas esperanzas! —cerré los ojos, intentando contenerme y no darle una cachetada.

— ChanYeol, si no fueras a caminar nunca más yo sería sincero contigo. Pero te estoy diciendo que esto es fácil y que con terapias volverás a tu vida normal. —explique por quinta vez. Tal vez no había sido tan buena idea decirle, pero había que comenzar con las terapias de inmediato y yo no podría hacer nada una vez que él dejara HaeSung, por más que quisiera—. ¿Puedes creerme?

— Mire, doctor... —eleve una ceja, expectante—. He estado aquí cerca de dos meses, mi familia se ha endeudado hasta el cuello, mi novio... murió y yo ni siquiera he podido llorar su muerte como se debe. Estoy tan jodido, usted no entiende.

— ChanYeol, tus posibilidades de volver a caminar son mayores del 80%, pero si tienes una actitud negativa vas a tener que contratar alguien que te empuje la silla de por vida. —me miro expectante, serio—. No sé qué es lo que según tú no entiendo, porque creo que tengo todas tus condiciones claras. He estado a tu lado, como tu doctor, en todo el proceso de tu recuperación.

Ni siquiera sabía si estábamos hablando como doctor-paciente, pero ya no me importaba. Mi boca siguió hablando, impidiendo detener mi lengua. — ¿Si digo que estaré contigo a lo largo de tu terapia vas a creerme?

ChanYeol me miro desconfiado, luego se miró a sí mismo en esa silla de rueda y suspiro. — De acuerdo.

En dos días a Park ChanYeol le darían el alta y entonces debíamos comenzar con su recuperación. Venían las vacaciones navideñas, así que me esforzaría en lograr gran mejora durante ese lapso de tiempo para que ChanYeol se dé cuenta que estaba hablando en serio y que debía confiar en mí. Agende su número en mi teléfono y robe su dirección del expediente médico. Algunos enfermeros vinieron a ayudarme a colocarlo nuevamente en la cama y le trajeron el almuerzo.

— ¿Cuándo dejaras entrar a mi mejor amigo? —me hablaba de forma informal pero no podía decir nada, porque me llevaba un año y yo le hable informal desde el comienzo.

— Lo veras dentro de dos días. —lo escuche resoplar—. Es por tu bien, ¿querías morir de un infarto? Pues Kim JongDae lo único que iba a provocar era que te diera un infarto.

Lo observe comer, no sabía muy bien por qué no me iba de una buena vez, pero quería asegurarme de que se estuviera alimentando bien. No me dirigió la mirada luego de eso y cuando termino de comer fui yo por mi almuerzo a la cafetería. Me senté al lado de YiFan y sonreí cuando me miro. — Hey.

— ¿Has estado muy ocupado? —tomo de su bebida—. No hemos podido salir.

— Mi paciente está a punto de salir del Hospital, necesito concentrarme en que todo esté bien con él. —deje mi almuerzo en la mesa—. Ni siquiera hemos podido salir. Perdón.

— Está bien, nuestros pacientes son nuestra prioridad. —sonrió de manera compresiva y comimos hablando de cosas sin importancia.

Recordando, también le debía una salida a Oh SeHun, pero no lo había visto cerca. ¿Se habrá rendido? De ser así, me venía de maravilla, porque ya empezaba a hacerle daño a Baek y eso no era lo que quería. De vez en cuando sacaban a ChanYeol a pasear por los jardines de HaeSung, pero una vez se molestó y se comparó con un perro. Empecé a sacarlo yo cuando fue grosero con SoRa, la enfermera.

Mi vida social era un desastre, ni siquiera sé en qué punto todo se torció tanto. Pasaba tan poco tiempo con mi familia, que si los veía una vez al mes era un milagro. En algún momento empecé a vivir en HaeSung; realmente era casi como vivir aquí. Había una habitación donde podíamos dejar ropa, cosas de aseo y demás. Incontables eran las veces que había usado esa habitación, sobre todo en mi primer año en HaeSung.

— ¿Sigues creyendo que eres un perro al que hay que sacar a pasear? —repetí sus palabras mientras las puertas del ascensor de abrían.

— Sí. —lo vi rodar los ojos en el reflejo del espejo del ascensor—. De todas formas, se supone que saldré en un par de días, ¿por qué sigues sacándome a pasear?

— Porque es lo que hay que hacer después del almuerzo. —hable nuevamente antes de que pudiera abrir su boca—. Y no importa si sales del Hospital en dos días.

Esta vez preferí llevarlo a la terraza, aunque hacia un poco de frio, pero no tenía ganas de pasear por los jardines. ChanYeol frunció el ceño viendo que este no era el lugar de siempre. — ¿Vas a tirarme por la terraza?

— ¿Crees que lo haría? Estoy trabajando muy duro para que te recuperes, no haría algo tan estúpido.

Me había involucrado de más con ChanYeol, desde hace mucho que había dejado de ser solo una relación doctor-paciente. Charlábamos tan cómodos como lo permita la situación. Había cosas que aún nos ponían alerta, por eso preferíamos no tomar esos temas. Debía llevarme bien con Park, porque después de todo iba a pasar cerca de un año a su lado.

[☁]

— Viniste.

Fruncí el ceño y me cruce de brazos.

— ¿Pensaste que no lo haría? —fingí estar ofendido y Wu negó al instante.

— Bueno... tal vez un poco. Estas muy ocupado estos días que pensé que me dejarías plantado. —solté una risa sarcástica y el pediatra sonrió—. ¿Qué quieres hacer primero? Te diré lo que haremos: Ir a algún parque de atracción, comer y... La verdad, no sé qué más.

— Podemos ir a comer primero, luego el parque de atracciones. No necesitamos hacer nada más por esta noche. —subí a su auto y él hizo lo mismo. Me coloque el cinturón de seguridad y revise la hora. 9pm.

"¿Qué haces?"

Saque mi teléfono que había sonado con un mensaje y fruncí el ceño al ver que se trataba de ChanYeol.

"¿Estas aburrido?"

"Te recuerdo que estoy en una silla de ruedas, que aún no manejo bien."

Mordí mi labio inferior, sintiendo otra vez una punzada de culpa. Sabía muy bien que no había razón, pero esa sensación se negaba a abandonar mi cuerpo. Me excuse que no podía seguir hablando porque estaba con un amigo. Apague el teléfono para enfocarme en pasarla bien con YiFan.

Hace una semana habíamos empezado con las terapias, ChanYeol simplemente seguía siendo un poco incrédulo. No lo culpaba, pero tenía que mejorar su actitud o terminaría huyendo. Su madre casi me hace un altar cuando se enteró que además de todo lo que hice por Park, había decidido acompañarlo en las terapias. Terapias que eran dadas en HaeSung y me resultaba más fácil asistir. Tres días a la semana, a las 11am.

Mis vacaciones navideñas comenzarían el viernes y terminarían dentro de tres semanas.

— ¿Qué vas a pedir? —parpadee regresando a la realidad. YiFan me preguntaba que quería comer y yo ni siquiera estaba concentrado en el menú, me había perdido en mis pensamientos sin querer.

— Uhm, todo se ve tan rico. —relamí mis labios, complementando mi actuación y mi acompañante soltó una suave risa.

— ¿Quieres que elija esta noche?

— Por favor. —solté una risa tonta y es que con Yifan me sentía así, como un completo tonto.

La comida estuvo bien y subimos a algunas atracciones antes de volver a subirnos a su auto y que me dejara fuera de mi Edificio. Se despidió con la mano y una sonrisa, hice lo mismo y luego entre. BaekHyun se coló en mi departamento para preguntarme cómo había salido todo. Él tenía la clave de mi departamento, aunque nunca se la diera, lograba adivinarla y me cuestionaba seriamente si yo ponía cosas muy absurdas o BaekHyun era alguna clase de ladrón.

— ¿Se besaron? —casi escupo el vaso de agua que estaba tomando.

— Desafortunadamente, no. Creo que sigue viéndome como un amigo, no estoy seguro. Nunca hizo ningún movimiento fuera de lo normal o me coqueteo. —puse una mueca pensativa y mi mejor amigo soltó un comentario que sonó como que chapado a la antigua es, tsk—. Pero creo que está bien. Justo en estos momentos no tengo tiempo para empezar a conocerlo de manera romántica.

— En serio no entiendo cómo es que tienes a dos galanes detrás de ti.

— Encanto natural. —presumí y mi amigo rodo los ojos de forma graciosa.

— ¿Sera por mi aspecto? —toco su cabello—. ¿Debería cambiar de look? ¿Algo más joven, quizá?

— Te vas a quedar calvo de tanto tinte, Byun Baek.

— ¿Y si me lo pinto negro? Tal vez el rubio ya paso de moda.

Lo mire derrotado, cuando algo se le metía a la cabeza no había nada ni nadie que se lo quitara. Le dije un bajito haz lo que quieras, porque terminaría haciendo exactamente eso sin necesidad de decírselo.

[☁]