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Latinoamerica 7:30am junio 24

Como cada mañana, madre eh hija se dirigían a sus labores diarias, la azabache hacia su trabajo como Doctora en el Hospital general de (t/p) y la pelimarron hacia la secundaria (escuela media). Ambas eran muy conocidas ya que eran excelentes jugadoras  del voleibol; madre eh hija eran realmente abrumadoras, pues, Stella pasaba del 1.80 cm y su hija Misaki con solo 12 años ya llegaba cerca del 1.72 cm. 

La ex jugadora pro de voleibol y actual doctora siempre ayudaba a la comunidad, a pesar de muchos rumores, ella seguía adelante siendo un grandioso ejemplo para su retoño.

- Amor hoy tengo doble turno en el Hospital así que después del club necesito que compres algunas cosas para el desayuno de mañana, la señora Germina ya sabe que estarás sola en casa por lo que estará yendo regularmente a casa para ver que estés bien - la ojiambar miró a su pequeña (no tan pequeña) para dar la orden

- Esta bien, puedo comprarme algunas golosinas mamá - mencionó cuando llegaron a la parada del autobús

- Claro cielo, solo no gastes tanto, debemos administrar tenlo en mente; lo que si te pediré es que te duermas temprano no quiero llegar y ver que me esperaste, necesitas descansar, ya se acercan las intercolegiales de la región - abrazó a la ojipistache 

- claro mamá - la niña viendo hacia el frente señaló el transporte que debe tomar su madre - ahí viene ma te enviaré mensaje cuando llegue a casa vale 

- si cielo ...

Se despidió de la azabache y tomó su trayecto hacia la secundaria.

La mañana transcurrió normal, las clases se fueron rápido, unas más que otras está claro, sin embargo no se sentía bien, tenía un mal presentimiento, no importaba que tan concentrada estuviera en la partida del descanso, esa opresión en el pecho no desaparecía.

Continuó el día con el mismo malestar, pero siempre descartaba toda idea de su mente, ya sea ocupandola con otra cosa o repasando jugadas en su cabeza.

Al llegar a cancha, se reunió con su equipo, realizaron los estiramientos y calentaron.

- oye saki haz unos saques para mi - llamó su atención la Líbero de su equipo 

- Por supuesto - aceptó aun cuando no estaba dispuesta ha hacerlo 

En un inicio sus saques eran normales, algunos por abajo, sin embargo la mala sensación de su pecho la angustiaba y sus nervios aumentaban, normalmente es calmada y serena, pero esto era algo nuevo. Con cada saque iba subiendo de nivel pasando de un flotante a un saque con salto muy poderoso, mientras avanzaban los servicios su fuerza aumentaba drásticamente.

Ya no lo soportaba

Lanzó el balón al aire; en un punto perfecto, tres pasos, solo tres pasos y saltó sorprendentemente alto, su capitana notó que ese saque no era como otro parecido que haya realizado, sabia que ese saque llevaba la fuerza de un chico.

- Monse apartate!!! - gritó eufórica tras descubrir el misterio de aquel servicio

Con una postura firme y gran fuerza y velocidad, la de cabellos marrón golpeo el balón. La líbero captando parte de la información se movió levemente hacia un lado dejando pasar aquel mortal saque; todos se detuvieron pues el sonido fue tan monstruoso que ninguno lo creía y menos de un integrante de primer año.

- L-Lo lo s-siento mucho - algo desesperada corrió a ver si su superior se encontraba bien

- ¡¡Saki que mierda fue eso, controla tu fuerza o me veré en la necesidad de suspenderte!! -  su capitana exaltada gritó a la de primer ingreso

- Lana tranquilízate - habló esta vez la entrenadora - saki, ven cariño, las demás sigan con el entrenamiento 

Apartándose del resto comenzaron ha hablar.

- Saki no sabia que poseías tanta fuerza, es asombroso pero también muy peligroso - puso su mano sobre el hombro de la niña

- Mi madre me enseñó a sacar así, solo que esta vez perdí el control de mi fuerza - con pena y vergüenza completó la información que no había dicho antes

- Era de esperarse - río nostálgica - pero dime que es lo que te preocupa saki

- Desde el descanso tengo un mal presentimiento ...

El entrenamiento finalizó, Misaki estuvo bastante tiempo en la banca debido a su falta de concentración ese día. Caminó a casa y antes de llegar se desvió para realizar las compras; subió la empinada que la llevaba a su casa. Muchos de los vecinos estaban afuera disfrutando del fresco pues estaba anunciado llovizna durante parte de la noche y lluvias fuertes en la madrugada.

17:11 pm 

- Aun es temprano - soltó al aire al ver el reloj de la pared

Tomó el teléfono fijo y marcó a su mamá. Una . . . Dos  . . . Tres . . . no contestaba, Cuatro . . . 

- Bueno - se escuchó del otro lado de la linea 

- Mamá soy yo- dejó salir un suspiro de alivio

- Mi amor como estas, todo bien en el entrenamiento? - se escuchaba que estaba en urgencias pues es el departamento donde hay más bullicio

- si, solo que estuve un tiempo en la banca - explicó tranquila

- y eso? es raro que Roxana te mande a la banca... ocurrió algo? - el tono de preocupación se hizo presente en la voz de su madre

 - Solo no medí mi fuerza en un saque y ocasionó un sonido monstruoso jaja - río algo nerviosa

- ahg - un gran suspiro se oyó de parte de la azabache - me alegra que solo haya sido eso; Misaki me necesitan te hablaré en unos momentos más 

- Si . . . nos vemos, adiós 

Después de haber colgado, preparó la cena y se dio una larga ducha, al salir preparó las botanas en un bowl y se dedicó a pasar de canal en canal por la pantalla que estaba en la sala. La señora Germina pasó unas veces para ver como se encontraba.

Rolando canales se detuvo en un documental, fue a dejar los trastes al lavabo y regresó, no obstante, de camino al sofá su respiración se volvió casi nula, las costillas le oprimían el pecho y su aliento se aceleraba, trató de tranquilizarse y respirar en pequeñas cantidades hasta regularizarla. Una vez todo de vuelta a la normalidad fue por una bebida hidratante a la cocina.

El mal presentimiento volvió pero ahora era más molesto. Observó su celular y no encontró mensajes de su madre.

Volviendo al sofá retomó su actividad.

19:34 pm

Visualizó nuevamente la hora. No pasaron más de 40 minutos cuando el teléfono fijo sonó. 

- Diga - contestó 

- Saki eres tu? - la voz de una mujer desconocida retumbaba tras la bocina, sirenas de policía también eran parte de la orquesta junto al bullicio y llanto de muchas personas

- si . . . - todo aquel escándalo era desconcertante

- soy Gabi la jefa en turno de tu madre

- oh 

- Saki . . . 

- si - ella ya esperaba lo que debía de decir

- saki, tu madre está a punto de fallecer - aire en grandes cantidades entraban por la boca de la morena  -  intentaron asaltar el banco de sangre y ella se encontraba ahí, tratando de defender a los residentes recibió dos balas en el  pecho

Un golpe sordo resonó en la bocina de la mayor, sabia que la chica había salido rápidamente de la casa debido al golpe que dio la puerta.

Tomando la bicicleta de su madre salió a toda velocidad hacia el hospital, dejando atrás la tv encendida que mostraba el reciente acontecimiento.

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Fue demasiado tarde. Su madre ya no respiraba.

Las noticias se extendieron por casi todo el mundo aquella madrugada, noticieros de todas las naciones transmitían la muerte la de ex jugadora profesional de voleibol femenino/mixto y actual Doctora cirujana. Todas y cada una de las televisoras mostraban sus hazañas como jugadora y medico; tanto se extendió la noticia que llegó hasta Sendai en la prefectura Miyagi, Japón, dejando a dos jóvenes de Preparatoria estupefactas.  Muchos sintieron la perdida de la gran mujer; tanto aquella niña de 12 años como las jóvenes de entre 15 y 17 años, ambas, llorando amargamente la perdida de su madre

Junio 26    10:55 am

Doctores de todo tipo y unos cuantos amigos de la fallecida se encontraban rodeando su tumba. El cielo también lloraba la perdida. Ya con la mayoría retirado, Misaki se arrodilló frente la tumba de su madre, con lagrimas rebeldes saliendo de sus ojos, aun cuando había prometido no hacerlo. 

Las chicas que miraban desde la lejanía decidieron acercarse a paso lento hasta quedar ambas a cada extremo de la niña.

- Misaki, levántate - habló después de un rato una de las jóvenes

- No, no quiero dejarla aquí - sus sollozos aumentaba en gran manera, era difícil - solo pasaron dos horas, ella estaba bien, ella me dijo que me llamaría 

Al decir aquello las mayores apretaron sus labios y comenzaron a llorar; la perdida también fue para ellas.

- Misaki . . . ya no podemos hacer nada - decidió hablar la segunda hermana al ver que la mayor de ellas cubría su boca con una mano para evitar que su llanto fuera escuchado - es hora de irnos a casa - se agachó a la altura de la menor y la tomó del brazo para levantarla

Las tres se alejaban sin apartar la vista de la tumba. Era hora del adiós.

Stella Montalvo Castellan. Descanse en paz

- Prometo que vendremos cada año a visitar a mamá - dijo la mayor de las tres con un nudo en la garganta mientras subía al carro con sus hermanas

Unidas en un abrazo en la parte trasera, regresaron al departamento, había un sin fin de cosas que aclarar y un viaje a japón el cual debían tomar.













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No saben como chillé con este final, no dejé de llorar EN NINGUN MOMENTO, ok me calmo xd

Espero les haya gustado, no olviden dejar su voto y si gustan uno que otro comentario.

Nos leeremos en otra ocasión 

ADIÓS... 

(1719 palabras)

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