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El resto de la semana no hubo mayor señal de Taehyung, eso hizo que el moreno se sintiera un poco acongojado porque se había acostumbrado a recibir un pequeño mensaje de saludos de su parte desde que tuvieron sexo en el bar para gays. Tal vez las cosas no habían comenzado de la mejor manera, pero haberle revelado información tan importante de su vida hizo que su mente y corazón lo aceptaran como alguien de confianza para hablar de cosas "ridículas" como su infancia.
De tener a Taehyung como amigo desde un principio hubiera solucionado muchos de sus problemas, como la reciente renuncia de Jackson que hizo colapsar a una gran parte del fandom. No tenía tan claras las razones por las que su compañero había decidido dejar todo y comenzar de cero como un civil común lejos de las polémicas, pero en parte se sentía parte de un gran peso emocional, aunque en ocasiones sí extrañaba su presencia rondar en el departamento donde vivían.
En ese pequeño lapso de tiempo Namjoon tuvo que cambiar su hogar por uno más accesible para su cartera, si bien, la idea no era tan de su agrado, consiguió un lugar agradable donde podía pasar sus pocos tiempos libres observando el paisaje del bosque que rodeaba la ciudad de Gangnam.
Cuando Wang presentó su renuncia, PD decidió darles un descanso en lo que tomaba una gran decisión sobre si dejar que la agrupación siguiera con los miembros que quedaban o hacer un disband definitivo para que cada uno despegara como solista; la ventaja que tenía Namjoon por sobre los demás era el hecho de tener las suficientes acciones en la empresa que le permitirían vivir cómodamente sin tener que acudir tan seguido al estudio musical.
El moreno trataba de meditar un poco en el pequeño balcón de la propiedad, pero su mente se negaba a calmar las esperanzas que evocasen un mensaje del tan ansiado periodista.- ¿Por qué es tan difícil entender que está ocupado en alguien más?- Su voz dolida reveló ese pensamiento lleno de frustración, no supo cómo reaccionar ante la idea de haber sido escuchado por algún vecino o niño chismoso...que vergüenza sonar como un hombre celoso.
Se levantó en cuanto sintió que la sangre le calentaba las orejas, era necesario beber algo frío para calmar ese cúmulo atormentante en su ser. Desde niño le había costado establecer la confianza suficiente para hablar con las demás personas, independientemente de la edad, sentía que se burlaban de él a sus espaldas, por eso mejoró su habilidad de elocuencia para decir todo lo que creía que las personas necesitaban escuchar, pero nunca aprendió a expresar las emociones que en realidad sentía sin tener la sensación de nunca ser sincero consigo mismo.
Se convirtió en un robot en automático que sólo pensaba en soluciones para problemas inexistentes, que reprimía sus memorias a cambio de crear una imagen impecable de su existencia para que nadie se atreviera a buscar un fallo que le hiciera caer. Sólo Taehyung había penetrado esa barrera, sin entrar tampoco en el detalle corpóreo, ese periodista se mostró franco desde el primer momento en que tuvo la oportunidad de intercambiar palabras con él...tal vez por eso le pesaba tanto tener que compartir ese alivio con alguien desconocido.
Nunca le gustó sentir el sabor de los celos (al contrario, aborrecía a las personas que impedían a sus vínculos interactuar con otros por el temor de terminar abandonados), por eso tampoco toleraba mucho escuchar las conversaciones de su maquillista y manager, le gustaba ver que todos pueden conectarse en algún punto de sus vidas, pero en este momento era incapaz de reprimir la horrible incomodidad de imaginar a Taehyung consolando a otro que no fuera él, lo cual ni siquiera tenía sentido porque en realidad Namjoon seguía siendo un extraño ante el título de la persona nombrada con el título de "mejor amigo".
Bebía a sorbitos el café amargo e hirviente que preparó, recordó entonces que Taehyung le había comentado que no le gustaba esa bebida, así que inconscientemente la alejó de sus labios hasta que recordó que no lo incomodaría porque ni siquiera estaba ahí. Eso lo deprimió aún más.
-Mejor desempacaré algunas cajas, esto no me ayuda en nada.- Sacar sus pertenencias y adornar su nuevo departamento los distraería de cualquier pensamiento intrusivo, o eso creyó hasta que el tono especial de los mensajes de Taehyung sonó repetidas veces como un bombardeo, claramente los ánimos revivieron y Namjoon ni siquiera quiso tomar su papel de ofendido por responder enseguida para calmar su ansiedad.
"Hola, ¿Tienes tiempo hoy a las 5 p.m.?"
"Mi amigo solucionó sus problemas y al fin se marchó a casa esta tarde."
"¿Hyung?"
"¡Internet de mierda, no envía mis mensajes!"
"Lo siento, me alteré."
"Si quieres, puedo pasar a recogerte a tu trabajo, haré lo que me pidas. Te lo debo como disculpa por la otra noche."
"Espero tu respuesta, hyung."
Namjoon leyó todo y brincó de alegría, claramente respondió con la mayor sinceridad del mundo:
"Hola, Tae. Hoy no fui a trabajar, tuve que mudarme de casa por cuestiones personales, pero sin problema puedo verte a esa hora en el VRZONE X (mis amigos dicen que es increíble ese lugar, así que quiero verlo por mí mismo)."
"No te preocupes por lo de la otra noche, son cosas que pasan"
La vida parecía al fin sonreírle con otro par de mensajes cortos de parte del periodista que terminaban de organizar esa "cita", así que corrió a su habitación para encontrar un atuendo cómodo y agradable a la vista, por alguna razón sentía la necesidad de verse bien para ese joven. Tal vez la chaqueta pasó a segundo plano sin querer.
Recientemente se había vuelto a rapar así que no hubo razón para perder más tiempo dentro del baño peinándose su cabello inexistente, sólo tomó la primera bandolera que tuvo a la mano para guardar unas cuantas cosas como sus tarjetas de crédito y celular. Terminó su look con el par de lentes abandonados sobre la superficie de la isleta de mármol que había en la cocina.
De repente el día mejoró, lo supo porque el taxista le preguntó si iría a una cita con su pareja.
-¿Parece que iré con mi "pareja"?- Preguntó divertido, a decir verdad, el término no le parecía tan ajeno si reflexionaba en el gran vacío de no saber nada sobre Taehyung, pero no quitaba que fuera absurdo pensar de esa manera si volvía a recordar la situación que los llevó hasta ese punto.
-Sí, seguramente es una chica bellísima, ¿cierto?- El taxista le pareció un tanto familiar al de la noche en que ocurrió todo el tema del Angelus Club, pero no creyó que el mundo fuera tan pequeño como para que se volvieran a encontrar. - Joven, ¿Me permite decirle algo?
-Con todo gusto.
- Usted me recuerda a cierto artista que llevé al conjunto Empress cuando pasó el tiroteo del Angelus Club. ¿Usted llegó a escuchar algo sobre ese tema? ¡Fue el chisme por semanas!- Namjoon sentía que iba a ahogarse con su propia saliva a tal punto de ni siquiera poder parpadear con calma, pero entonces el hombre retomó sus palabras- Pero obviamente es una coincidencia, tal vez sólo sea uno de los siete gemelos que cada hombre tiene según los científicos; además, usted está rapado y usa lentes, sólo el porte puede tomar desprevenida a alguna chiquilla y lo confundiría con un idol
El alma de Namjoon regresó a su cuerpo, definitivamente había sido una sabia decisión del destino cambiarlo de casa y de estilo porque si alguien, más allá del taxista, llegaba a percatarse de su existencia dentro del caso entonces volvería a estar en el ojo del huracán.
No tardaron más de veinte minutos en llegar al lugar donde acordó ver al periodista.
Pagó y agradeció por sus servicios al hombre que nuevamente amenizó su trayecto antes de acomodarse los lentes oscuros y bajar de la unidad.
Taehyung vestía casualmente, a comparación de los encuentros anteriores, esta vez usaba un par de pantalones rectos de pana color celeste combinados con una camiseta color blanca con un ligero escote a la altura del pecho junto a un saco en tonos terracota y un par de tenis del mismo color de la camiseta.
Al artista le pareció guapísimo, pero no quiso admitirlo en voz alta, dejó que su sonrisa hablara por sí misma.
-Te ves muy bien- Habló su compañero sin vergüenza alguna antes de saludarlo con un cálido abrazo que no esperaba. Aunque tambaleó un poco, Namjoon se sintió reconfortado en ese saludo, por un momento dejó que la proximidad calmara sus nervios para que fluyera con tranquilidad sin necesidad de fingir ser perfecto.- Pensé que este lugar sería algo más como una galería de arte científico, pero veo que me equivoqué. Tal vez le haga una reseña crítica si me gusta.
- Y dices que el que debe dejar de trabajar soy yo.
El periodista se sintió un poco conmovido por la repentina alegría que esbozaba su mayor, tal vez exageró mucho con sus palabras la primera vez, pero le gustaba conocer esa faceta fuera de cámaras de ambos, así que se dió el lujo de aceptar su propio error sin pensar en cómo contraatacar.
La "cita" era en un arcade de juegos para realidad virtual, al entrar rentaron un equipo de lentes y elementos como armas con las que podría interactuar en sus roles asignados en ese metaverso.
Uno de los asistentes los colocó en una pequeña cabina en cuyas paredes apenas había una pantalla que le permitiría ver que todo iba bien dentro de la dinámica, les dio las instrucciones e hizo énfasis de llamarlo en caso de algún percance. Como ambos tenían un poco de experiencia jugando con ese tipo de programas no tuvieron problemas para adaptarse, pronto se hallaron jugando en una realidad al mero estilo de The Walking Dead.
La cabina les permitía desplazarse lo suficiente como para que cada uno pudiera "esconderse" o "correr" en distintas direcciones sin chocar, inclusive Taehyung había asumido el papel de líder para dirigir los tiros de ambos.
En algún punto, una historia de origen de uno de los personajes de la historia conmovió tanto al mayor que ya no tuvo valor para continuar por todas las lágrimas de cocodrilo que le salían, así que decidieron cambiar el juego por algo más tranquilo.
Pronto estuvieron en un mundo lleno de unicornios y hadas con la misión de recuperar un reino al mero estilo de Mario bro's.
Para la suerte de Namjoon, le fue asignado un personaje femenino muy bien dotado y a Taehyung le otorgaron uno masculino, así que casi se moría de pena cuando los demás los emparejaban por inercia en cada misión.
Pasaron una noche bastante entretenida en ese lugar, pero era bastante tarde y ninguno de los dos había comido nada para entonces, el menor decidió que era momento de comer algo y llevar a su acompañante a casa como disculpa por los malestares de tiempo atrás.
- ¡Comamos unas costillas agridulces!
-¿Con Soju?
-Taehyung, sabes que no puedes beber si vas a manejar de regreso a tu casa.
-¿Entonces por qué no me dejas quedarte en la tuya? Digo, acabamos de tener una cita y en el pasado ya hemos tenido sexo, no creo que aún quieras desconfiar de mí a estas alturas.
La sinceridad es una de las armas contra las que Namjoon no se sentía con la capacidad de combatir. Era cierto que todo eso había sucedido, tal vez no con ese tipo de intención, pero los sentimientos por ese joven cambiaron desde el momento en que se acercaron mutuamente...algo en su mente se aferraba a seguir teniéndole recelo, parecía que quería aferrarse a un problema resuelto desde la renuncia de su compañero y su breve descanso público. No entendía cómo era posible que su voluntad permaneciera alerta pese a todas las señales de comodidad, tal vez era una estupidez negarse a continuar,
-Puedes quedarte, sólo te aviso que mi casa es un caos lleno de cajas con cosas.
-No te preocupes, no me incomodaría dormir de nuevo en la misma cama que tú. Bueno, la realidad es que ni siquiera me importaría si tuviéramos que quedarnos cien años juntos en una cajita. Yo acepto todo si es contigo.
El sonrojo de Namjoon bastó para darle permiso de quedarse juntos esa noche, y tal vez unas cuantas más.
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