La alarma de Namjoon vibraba sin control sobre su almohada, tal vez llevaba así unos veinte minutos, sabía que tendría un día largo si salía de la calidez de sus sábanas.
No tenía idea alguna del paradero de Jackson, ni tampoco el valor para llamar a su jefe para preguntarle pues evidentemente le preguntaría por sus avances con el tema del bar; sólo se levantó de la cama para apagar el teléfono y recargarse contra la pared tras su espalda.
El resto de su habitación estaba tan ordenada como siempre, sólo la pequeña servilleta blanca era lo único que parecía no pertenecer al lugar, por lo que su corazón latió sin parar de nuevo cuando el recuerdo de la llamada recibida durante la madrugada lo tomó por sorpresa.
"Fue una noche mágica, nene. ¿O debería llamarte: RM hyung?, tengo tantas ansias de verte de nuevo, tal vez tú también las tengas; después de todo, de eso dependerá que mi pluma diga cosas buenas sobre ti o tus amigos, ¿verdad?
Bueno, te veo mañana, ponte lindo y sé puntual, no me gusta esperar
Descansa, lindo."
La voz de ese hombre aún resonaba en su cabeza, era tan imponente que no tuvo oportunidad de responderle algo más, se sintió inútil a decir verdad. Su cabeza seguía pensando en formas de evitar ese destino en lo que buscaba algo decente para usar, pero no pudo encontrar ninguna de las dos.
Tan pronto como encontró un pantalón negro con una camisa a juego se apresuró a salir del departamento para abordar su discreto automóvil e irse sin saber lo que le esperaría más adelante.
Puede que el periodista solamente se diera el lujo de solicitar una gran cantidad de dinero a cambio de la chaqueta, tal vez le pediría algún objeto costoso como una casa o un auto, la realidad es que no le importaba el dinero que tendría que invertir para desligarse de todo, si el tipo buscaba aprovecharse de su situación le permitiría pedir todo lo que se deseara.
En cuanto el gps le indicó que había llegado se apresuró a buscar un lugar donde estacionarlo y entrar a la recepción.
Entró con el rostro cubierto por un par de lentes con acabado de espejo, pero la recepcionista exigió que se quitara todo eso por seguridad, tuvo que soportar estar más de una hora sentado en el rojo sillón con la esperanza de que nadie lograra reconocerlo.
Taehyung apareció con el semblante más despreocupado que alguna vez había visto en una persona influyente, lo volvió loco con su fresca sonrisa y carita inocente.
-Lamento hacerte esperar. ¿Te gustaría acompañarme a desayunar?
Namjoon asintió por cortesía, pero su mirada parecía querer estrangular al menor por jugar con su tiempo en una mañana tan calurosa en la que podría estar trabajando con normalidad si no fuera por su culpa.
-Creí que no te gustaba la impuntualidad.
Ambos caminaban hombro a hombro sobre la calle trasera del edificio, el hombre trajeado con las manos dentro de los bolsillos del pantalón, mientras el otro miraba su teléfono con cara de profunda preocupación.
-No me gusta para nada, pero hay ocasiones en que las reuniones se extienden de más. ¿Podrías guardar tu teléfono? Me incomoda cuando la gente lo lleva mientras les hablo en persona.
- Te escucho perfectamente, además, te recuerdo que no estoy aquí por gusto.
-¿Crees que no lo sé?- Respondió con una sonrisa juguetona que restaba importancia al hecho.- En este momento no me importa, tengo muy presentes tus motivos para acompañarme esta vez, pero quiero que sepas que no hablaré sobre eso hasta que tenga el estómago lleno. Es de muy mala educación discutir por las mañanas, ¿sabías?
Namjoon gruñó molesto nuevamente, la soberbia de ese muchacho lo enojaba demasiado porque sabía que sería dominado por él hasta que se cansara de jugar y exponer sus verdaderas intenciones.
Como quiera que fuera, la picazón en su garganta no cesaba por más que bebía del café expresso que pidió cuando el mesero de la cafetería en la que entraron les tendió el menú. El joven frente a él bebía un poco de jugo con la mirada perdida tras el grosor de sus lentes, se veía tan lindo que no tenía el valor de interrumpirlo para hablarle; entonces pensó: "No sería tan inteligente si dice que no está jugando conmigo".
-Deberías descansar un poco.- Exclamó de la nada mientras daba un mordisco al pedazo de pan que tomó del canasto sobre la mesa.- Vives tan rápido que haces que parezca que es fácil ser famoso.
-¿Qué dices?
-Me refiero a que trabajas demasiado, te matas por mantener una apariencia
ante todos, nadie es capaz de darse cuenta que tu talento no crece de los árboles o que tampoco fue gratuito llegar hasta donde estás.
Parecía ser creíble, pero Namjoon llevaba experiencia de sobra para identificar cuando alguien lo halagaba con tal de obtener algún tipo de beneficio, pero no pudo identificar algún tipo de interés negativo, prefirió parar el discurso antes de terminar indignado por su futura frustración.
-Si estás tratando de coquetearme, lamento decirte que no me interesa nada sobre romances o cosas por el estilo. Yo vine aquí a hablar sobre negocios, no a meterme en tus pantalones.
-Claro, como digas.- Taehyung rodó los ojos por la soberbia con que el mayor se expresó. -Lo que trato de decir es que me preocupa ver cómo te desvives por quedar bien ante todo el mundo, aclaro que no es como si yo no lo hubiera hecho en algún momento, pero en tu caso es de manera recurrente ¿De verdad te sientes bien con eso?
No supo contestar, pensó tantas en ese momento que las emociones quedaron a flor de piel, siempre se negaba a reflexionar en esa parte del ser humano. Para él estaba prohibido llorar, lo volvía un perdedor ante su propia perspectiva, pero la pregunta de Taehyung lo obligaba a romper su semblante de hombre serio, claro que se permitió sentir un poco antes de cortar el incómodo silencio en el que le habían dejado.
-Yo pienso que no es importante si siento o no. Al público no le interesa saber si sus "ídolos" se sienten cómodos con lo que hacen, lo único importante para ellos es que digan lo que quieren escuchar y que proyecten lo que ellos no pueden ser.
El semblante de ambos permaneció serio, pues eran más verdades que mentiras las que en ese momento las que se ponían sobre la mesa, la incomodidad continuaba dentro del cuerpo moreno, pero su ojos proyectaban una seguridad tan increíble que Taehyung se incomodó y continuó comiendo del guisado en su plato.
Namjoon permanecía quieto sobre su silla, sólo movía el tenedor dentro de la pasta que el mesero había llevado junto con el desayuno para Taehyung, no tenía ganas de seguir con la conversación porque no creía que las palabras del otro fueran reales, el chico era un periodista reconocido, tal vez no tan icónico como él mismo, pero por lo menos conocía bien cómo funcionaban las cosas en ese medio, tampoco eran tan diferentes para que en realidad no lo supiera.
-Sabes, me alegra mucho poder desayunar contigo.- "A mí no", le hubiera gustado responder.- Me honra tener esta experiencia, planee un pequeño recorrido antes de que llegaras, tal vez sería buena idea que usemos mi auto esta vez.
Sin saber si reír o llorar, la mente de Namjoon se llenó de dudas, se suponía que no sería más que el desayuno y ya, no era una cita entre amigos o amantes casuales que querían recuperar alguna clase de tiempo perdido, sólo quería recuperar la chaqueta y dejar todo por la paz.
-No lo tomes personal, pero no me es posible quedarme más tiempo. Tengo que regresar a mi trabajo, sólo quiero que resolvamos el problema y que cada uno regrese a sus actividades.
Taehyung masticó sus palabras tanto como el pedazo de fruta que se llevó a la boca al momento de escucharlo, en otro tipo de contexto habría sentido pena o tristeza, pero el artista tenía los pies tan el la tierra que sólo deseaba que accediera a su petición de dejarlo ir, para ninguno de los dos era conveniente permanecer más tiempo fuera del trabajo.
-Bien, terminemos el desayuno y regresemos a nuestras vidas normales.
Sus ojos brillaron en cuanto escuchó esas palabras, tanto que hasta el periodista le regaló una alegre sonrisa, todo estaba saliendo tal cual quería y eso siempre era una buena señal.
Comieron con armonía la hora restante, dadas las once de la mañana el teléfono del periodista sonó de forma intermitente por unos minutos hasta que el sonido comenzó a desesperarlos un poco-¿Diga?- La cara de Taehyung se volvió seria, parecía que de repente llevaba un pedazo de hielo en su lugar, escuchaba cada cosa con atención antes de soltar algún "hum" que indicara que seguía ahí. La situación se hizo más incómoda para Namjoon que no pudo evitar mirar la pantalla de su propio móvil sin sacarlo de la bolsa, deseaba tanto en ese momento el no haberse peleado con Jackson, seguramente con tan sólo enviarle un mensaje ya estaría fuera de peligro, pero no, estaba solo junto a ese desconocido esforzándose por conservar una cara amigable en caso de ser reconocido por algún fan.- Bien, lo trataremos mañana. Dejé toda la documentación necesaria con Hyuna nonna antes de meter mi permiso para salir temprano, igualmente, si hay alguna duda extra puede consultarlo con mi secretaria.- Hubo silencio de nuevo hasta que volvió a sonreír-...Le agradezco mucho, nos vemos mañana.
-Hmm, así dices que yo debería tomarme un descanso, tú también deberías dejar de trabajar al menos los fines de semana.
-Hablas demasiado y a la vez no dices nada...- Dijo el contrario mientras pedía la cuenta al mesero mediante una seña discreta-A diferencia de ti, no me veo obligado a fingir que soy alguien que los demás quieren que sea, me puedo dar el lujo de "vivir" y no de "soportar" porque mi trabajo no necesariamente requiere que el mundo me vea la cara. Si alguien decidiera hacerme una crítica argumentando que lo que hago está mal nadie se tomaría el tiempo de conocerme o acosarme al punto de volverme loco; en tu caso, cualquier paso en falso pone en riesgo tu comida del día siguiente.- Aunque no parecía querer ser arrogante, la erguida posición del muchacho hizo que Namjoon se sintiera inferior, humillado más que nada, tenía tanta razón que lo obligó a permanecer en silencio.- Aún lo sostengo, deberías darte el lujo de descansar un poco de esa comunidad tóxica.
Salieron del lugar apenas dejaron propina para el mesero una vez que les entregaron en una bolsa la comida que el moreno apenas tocó en ese par de horas. Ninguno parecía tener ganas de continuar hablando, así que dejaron que el ruido del ambiente se apropiara del silencio entre ellos.
Taehyung caminaba tan lento que la paciencia de Namjoon empezó a terminarse, las ganas de querer gritarle a la cara ya eran frecuentes para entonces, pero siguió su camino con rotunda seriedad hasta que al fin llegaron al interior del automóvil.
Sentándose el mayor en el lugar del copiloto y el periodista en la parte trasera, los afiliados ojos del primero lo enfocaron desde el espejo del retrovisor sin algún tipo de filtro que disimulara su molestia -¿Me dirás cuánto quieres a cambio de la chaqueta?- El joven se hizo el desentendido, tan sólo atinó a mirarse las manos para proseguir con un suspiro cansino y cerrar los ojos antes de recargarse en el acolchado asiento.- ¿Por qué insistes en hacer esto difícil? Ya te pagué el día que nos encontraste ahí, te di una noche de sexo gratuita, accedí a desayunar contigo sin importarme que llegaras tarde. ¿¡Qué más quieres de esto!? ¡Me quitó un órgano y te lo doy, o qué!
Entonces Taehyung abrió un poco sus ojos, le daba un poco de gracia el tono exasperante con que le hablaba ese hyung, era demasiado surrealista pensar en que alguien tan influyente como Kim Namjoon prácticamente le estuviera rogando por un objeto que en realidad no valía mucho para cualquier investigación, pero la sensación de poder que esas palabras le brindaban era inigualable.
Sintió que era una buena oportunidad para tocar a alguien tan sagrado por un momento, pero no tuvo el valor necesario de abrirse tanto como para demostrar sus verdaderas intenciones.- Tratémoslo en otra ocasión.
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