Habían pasado algunos días desde que Deathmask había encontrado a Camus en el bar, después de ese encuentro no volvió verlo, nisiquiera en los entrenamientos, lo cual le hacía preguntarse qué pasaba con ese caballero; primero lo encontró borracho y ahora no había señales de el.

-Puedo preguntar dónde está Camus? Hace días que no lo veo en el entrenamiento.- comento Deathmask a sus amigos, los cuales se pusieron nerviosos y algo incómodos al escuchar el nombre de el galo.

-Si yo fuera Camus también me daría vergüenza salir...- Dijo Afrodita tomando asiento en una de las gradas del coliseo.- Escuché que esta entrenando en las noches, el patriarca le dio su permiso.

-Y porque hace eso?- Death tenía dudas sobre lo que pasaba alrededor de Camus, pues al parecer no estaba enterado de su situación a pesar de que casi todo el santuario si sabía sobre eso.

-Creo que no le haría daño a Camus si Death se entera de lo paso... Digo, creo que ya todo el santuario sabe lo que hizo.- Esta vez hablo Shura, sentándose a lado del caballero de cáncer, esperando una respuesta de Afrodita.

-Tienes razón... Verás Death, nosotros tampoco sabíamos lo que había hecho Camus, fue en la cena de hace unos días que todos nos enteramos del chisme...-

Afrodita empezó a relatar lo que había pasado en la cena de hace algunas noches.

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Como era costumbre desde que volvieron a la vida, los doce caballeros dorados incluído Kanon y el patriarca cenaban juntos, eso a manera de fortalecer lazos y evitar distanciamientos entre todos.

Sin embargo a dicha cena, no asistía Deathmask, pues no soportaba la mirada de sus compañeros y los comentarios pocos discretos que le dedicaban. Prefería ahorrarse toda esa incomodidad y cenar solo o simplemente aprovechar ese tiempo para irse algún bar.

Fue una de esas noches en que Death no asistió en que sucedió el momento en que todos los dorados se enteraron de lo que supuestamente Camus había hecho...

La mayoría de los caballeros estaban sentados empezando a degustaron la comida que tenían, pero en eso a la sala había llegado Camus, su lugar en la mesa estaba algo alejada de la de Milo y como éste no quería hablar con el luego de ese incidente decidió que le mejor momento para arreglar las cosas era en esa cena. Por lo que le pidió a Shaka que cambiarán lugares, obviamente el caballero de Virgo accedió y se fue a sentarse al lugar del Acuario.

Por su parte Milo se sintió incómodo al tener cerca a su ex pareja.

-Que pretendes Camus?- susurro en voz baja, lo suficientemente para ser escuchado por su ex pareja, pero no para los demás.

-Como no quieres hablar conmigo debo buscar el momento adecuado para hablarte...- Camus uso el mismo tono que Milo, tratando de ser lo más discreto posible, pero Aioria lo tenía en la mira desde el instante que se sentó a lado de Milo y eso lo ponía nervioso.

-Escogiste un mal momento para decir tus excusas... Pero igual no pienso escucharte.-

-Milo porfavor... Solo dame la oportunidad de explicarte lo que pasó... Al menos por lo que tuvimos en el pasado.-

En esos momentos el caballero de escorpió dejó su comida de lado y dismuladamente agarro con mucha fuerza el brazo del galo, causando que este soltara un ligero quejido de dolor.

-Camus nada de los de digas cambiará lo que hiciste... No tengo intenciones de escucharte menos de perdonarte así que pierdete.- Con cada palabra Milo aplicaba más fuerza en el brazo de Camus, pero este a pesar de esa frías palabras y la agresividad de su ex pareja, fue persistente, ya que lo que más quería era arreglar las cosas con Milo, cueste lo que cueste.

-No... Tu solo te estás dejando cegar por los que viste, pero nisiquiera te das cuenta que yo fui la víctima en todo eso... No te das cuenta que me difamaron....-

-Porfavor Camus... Aunque lo que me digas sea cierto no me interesa... Ahora soy feliz a lado de Aioria, tú ya no me interesas...- esta vez Milo susurro un poco más fuerte, algo estresado por la situación actual.

-Lo dices solo para molestarme... Pero ambos sabemos tus verdaderos sentimientos, si solo me dieras una...- En esos momentos Camus se quedó callado, incluso todos en la sala principal dejaron de comer por la impresión del momento. Esto debido a que Aioria hacia echado el vino de su copa sobre el rostro de Camus.

-Camus tu si no tienes respeto por nadie aquí... Es increíble que después que engañaras a Milo con un caballero de plata, ahora vengas a el, sabiendo que yo soy su novio!- Los gritos de Aioria fueron suficientes para que todos los presentes escucharán lo que había pasado. Aún así nadie dijo nada, nisiquiera Milo, quien solo estaba indiferente ante lo que sucedido.

-Camus, te voy a pedir que te vayas, estás alterando a Aioria... Ahórrate está humillación.- Esas fueron las únicas palabras que menciono Milo.

Lo único que hizo Camus fue levantarse de su asiento e hizo una reverencia ante todos.

-Disculpen la molestia y por lo inconvenientes que cause con mi presencia.- Luego de decir esas palabras, Camus abandonó la sala. Ya fuera del lugar es donde sus lágrimas de aparecieron ante la soledad. Ahora todos sus compañeros sabían lo que había hecho y no podía estar más humillado.

Esa noche a Camus ya no le importaba lo que pensaran de el, fue a su templo y tomo una capa para cubrirse, no encontro otro lugar más que un bar para olvidar los que había pasado.

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Luego de que Camus se fuera, fue el patriarca quien llamo la atención a Aioria por ese comportamiento, esto delante de todos y a ese sermón se le sumo Aioros, quien tampoco aprobaba el comportamiento de su hermano. Todo eso ocasionó que también Aioria dejara la sala seguido de Milo.

Los que se quedaron en la sala, se sintieron incómodos con lo que acababa de pasar, por lo que comieron algo más desanimados.

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-Y eso fue lo que pasó esa noche.- Finalizó Afrodita, tal como había ocurrido los hechos que el solo había presenciado, le contó a su amigo.

-Creo que Aioria no debió comportarse así...- Comento Death, ahora entendía porque hace unas noches había encontrado a Camus en ese bar de mala muerte. De hecho ahora se sentía mal, saber que alguien como Camus había pasado por toda esa humillación le hizo entender que tenía más de una razón para beber hasta perder el control.

-Y todos se lo dejaron en claro a Aioria, pero Camus también tiene la culpa de lo que pasó, por eso te decía que lo más prudente y mas inteligente era alejarse de el.-Esta vez intervino Shura, solo que sus palabras no le agradaron a Death, estaba por responder pero Afrodita apoyaba la idea de su pareja.

-Es verdad, Death querido, Shura me comentó que encontró a Camus en tu habitación... Se que tienes aventuras.... Pero evita que sean con Camus, tan solo mira cómo terminó por engañar a Milo...-

-No creen que están exagerando un poco? - Death estaba algo disgustado por lo que decían su amigos, pero aún así sería amable al dirigirse a ellos.

- Death, tú crees que Aioria habría reaccionado así debí ser cierto? Hasta Milo se puso de lado de Aioria.-

-Afrodita tiene razón Death, somos tus amigos y solo queremos lo mejor para ti, y justo por eso te decimos que Camus no es una buena compañía.-

-No puedo creer que sean capaz de juzgar a alguien, en especial a Camus, que acaso en todos estos años el no demostró ser uno de los caballeros más responsables y educados de la orden? Porque ahora le juzgan por un error que cometió?- El italiano no se quedaría callado, menos ahora que sus amigos hablaban mal del menor. En otra situación simplemente lo hubiera ignorado, pero el fue testigo de cómo esos rumores habían afectado al galo, así que si estaba en sus manos ayudarlo, lo haría.

-Bueno al parecer tras esa máscara de hielo, al fin se mostró al verdadero Camus...- dijo el caballero de Piscis, ignorando por completo las palabras de Death, pues para el todo eso carecía de sentido.

-O talvez se dio cuenta la vida es demasiado corta como para estar atado a una sola persona.- Como Shura veía el ambiente un poco tensó, decidió bromear con el asunto, causando solo la risa en Afrodita, más no en Deathmask.

El italiano se dio cuánta que la conversación con sus amigos no llegaría a ningún lado, por lo que se retiró del lugar.

-Death a donde vas?- pregunto dita, luego de reír un poco ante la broma de su novio.

-A descansar!-

La pareja de caballeros se conformo con esas respuesta, por los que dejaron que se amigo se fuera. Sin embargo, Death se dirigía a otro lugar.

A las afueras del Santuario se encontraba una pradera de flores, donde un río pasaba por la zona. Otro de los lugares favoritos de Death era esa pradera, pues muy pocos los conocían y cuando estaba cansado de beber, esa pradera era su refugio y un lugar agradable para descansar.

No tardó mucho en llegar y cuando estaba cerca de la orilla del río, escucho un llanto en particular. Siguió el sonido, hasta que detrás de un árbol encontró de quién hablaba hace unos minutos.

-Camus?-