Extra II: Una segunda oportunidad

—Entonces así Camus estará conmigo?—

—Talvez eso y más... Solo es cuestión de que cambies lo ocurrido. Se que puedes hacerlo.—

Los ojos de Milo brillaron al escuchar aquello, pero una duda golpeó su mente. ¿Porque Aioria lo ayudaba? Después de todo, había sido bastante cruel con el, luego de su sentencia. Así que se atrevió a preguntar.

—¿Porqué me ayudas? Es claro que tú también podrías viajar en el tiempo, pero no entiendo por que me das está oportunidad a mi.— Aquello lo pregunto con seriedad, lo que hizo que Aioria se arrodillara ante el y le mirara con unos ojos llenos de dolor.

—Ya te lo dije, no quiero que sufras por mis acciones Milo... Yo te amo demasiado, tanto que por eso cause todo esto... Pero sería bastante cruel de mi parte si te quedaras en esta realidad por mi causa. Se que amas a Camus y si tienes una oportunidad de recuperarlo, estaré feliz de que puedas hacerlo.— Aioria era sinceró, incluso luego de un año de recibir los maltratos de Milo, lo seguía amando y verlo sufrir por no estar con Camus, lo lastimaba más que cualquier otra cosa, Milo estaba por responder, pero para que finalmente el caballero se decidiera, Aioria agregó algo más.— Además si te quedas con Camus, yo seguiré siendo un caballero, podré recuperar mi puesto. Los dos salimos ganando Milo, por favor consideralo.

Por un momento las palabras de Aioria lo cautivaron, pero ahora Milo tenía otra prioridad que sentir lastima por el león. Observó con atención el líquido que tenía la taza y sentía que su corazón latía de emoción, incluso por unos segundos imagino su futuro al lado de Camus y toda la felicidad que los esperaba si terminaban juntos. Debía hacerlo, tal vez era la única forma de remediar sus errores y si Aioria le otorgaba esa oportunidad lo haría.

—Hay algo más que debo saber antes de beber esto?— Pregunto Milo, estaba más dispuesto a aprovechar esa oportunidad, pero debía asegurarse que todo salga bien.

—No, creo que solo es primordial que tengas en cuanta esas 24 horas. Eso es todo.—

Le bastaron esas palabras a Milo para sentarse sobre su cama y beber de un solo golpe aquel líquido. El sabor era bastante agrio, pero aún así no dejo ni una sola gota. Al principio no sintió nada, de hecho pensó que había sido inútil creer en su ex pareja, pero en solo unos segundos sintió un dolor en la cabeza, como si fuera un golpe interno, era como si lo golpearan una y otra vez en la la frente. A lo que con dolor Milo sostuvo su cabeza.

—Milo!— Aioria se asustó al ver la reacción del caballero, por lo que inmediatamente se acercó a ver qué le ocurria. Pero solo escucho el grito de dolor del escorpión.—Milo... resiste...

Aioria temblo de miedo al observar como los ojos de Milo se cerraban y hasta cierto punto dejaba de respirar. Lo que solo aceleró sus latidos, rogó que nadie los molestará en esas 24 horas y sobre todo que todo resultará de la mejor manera. Recostó a Milo sobre la cama y el hizo lo mismo para abrazar el cuerpo del caballero.

—Tienes que lograr cambiar nuestra realidad...—

°•°•°•°•°•°•°•°∞°•°•°•°•°•°•°•°

Lo último que recordó Milo fue ese horrible dolor de cabeza que había sentido luego de beber ese extraño líquido, abrió lentamente sus ojos y se vio frente a una mesa donde todos sus demás compañeros hablaban entre ellos y otros degustando el plato de comida. Primero miro sus manos y luego volvió a ver a sus compañeros, realmente su viaje en el tiempo había funcionado pero no recordaba en qué momento exacto estaba, el dolor en su cabeza seguía presente, por lo que no podía deducir en que momento estaba.

Sin pensarlo, metió su mano a su bolsillo y ahí sintió una pequeña cajita. Fue ahí que recién sus recuerdos golpeaban su mente, había regresado al día en que le pedía matrimonio a Aioria, aunque por fortuna eso aún no había sucedido. Camus y Death no llegaban y el tenía en sus manos el anillo.

—Porque no pude regresar más antes? Acaso en este momento en donde todo salió mal?—

Milo estaba algo molesto consigo mismo, pues donde todo había salido mal resultaba en otro momento. Antes de seguir pensando en la mala suerte que tenía, observó que a la cena llegaban Camus y Death.

—Death, Camus que grata sorpresa verlos esta noche.— Comentó con alegría el patriarca Shion para romper el silencio que se creó ante la llegada de los caballeros.

Milo recordo esas palabras y al ver la apariencia de Camus estaba en lo cierto que había llegado al momento que le pedía matrimonio a Aioria.

—Buenas noches patriarca, espero que Death y yo podamos unirnos a la cena.—

—Claro que si Camus, porfavor tomen asiento, son más que bienvenidos.—

Una vez que los caballeros tomaron sus lugares tal como lo recordaba Milo, Aioria empezó molestándolos. Es claro que no debía cometer el error de comprometerse con el caballero de Leo, así que antes que nada se puso de pie captando la atención de los caballeros.

—Camus! Estas muy hermoso...— Aunque sus palabras iban a ser otras, no puso evitar soltar la verdad que talvez la primera vez no pudo decir por planear su compromiso con Aioria.

Esas simples palabras callaron a todos, dejando a más de uno soprendido, incluso Camus tenía una rubor en su rostro luego de escuchar aquello. Pero el único que no estaba sorprendido era Aioria, pues lo primero que sintió al escuchar aquello era molestia pura.

—A que viene eso Milo?— Preguntó molesto el caballero de Leo, a lo que Milo simplemente le ignoro y continuó con lo que tenía planeado.

—Se que no es un buen momento Camus, pero necesito hablar contigo. Quiero arreglar las cosas.— Dijo más que seguro el heleno, nadie puso decir mucho, pues estaban confundidos. Sobre todo Death y Camus. No era posible que luego de la pelea que tuvieron Milo cambiará de actitud, además el galo estaba convencido de que jamás regresaría con Milo, así que no había mucho de que hablar.

Camus quiso contestarle, pero fue Aioria quien se adelantó a el.

—Milo! Ahora entiendo por que quieres arreglar las cosas con Camus, quieres que el este presente en nuestra boda verdad?—Aioria había encontrado la caja con el anillo y la había sacado mostrando la hermosa sortija, sin decir más se puso el anillo el dedo de compromiso y sonrió al caballero de Acuario.— Camus, acepta hablar con Milo, somos amigos desde la infancia y no vale la pena que estén separados por tu infidelidad. Celebremos juntos este gran día.

Al escuchar aquello Camus había dejado caer su copa de vino a suelo, tal como había sucedido en el pasado, solo que ahora había sido más por causa de Aioria que por de Milo, los ojos de Camus se cristalizaron y luego de disculparse salió del salón corriendo entre lágrimas.

Death no tardó en seguirlo, mientras que Milo hizo lo mismo, dejando a todos más confundidos de lo que estaban.

—Camus! Espera...— Death logro alcanzar a Camus tomándolo de la mano, a lo que Camus agachó su cabeza mientras que sus lágrimas caían al suelo.— Porfavor cálmate, Milo es un idiota... Merece tener a otro igual a su lado, no llores por el.

El caballero de Cáncer trato de consolar a su pareja, pero pronto Camus estalló en un llanto que fue escuchado por Milo, quien venía detrás, pero por saber que pasaba no avanzo aún más y se escondió detrás de un pilar.

—Milo lo prometió! El jamás rompería nuestra promesa... Yo tenía esperanza de que cambiaría, pero eso no paso!— El llanto de Camus se prolongó, a lo que Death lo abrazo contra su pecho para calmarlo, era la primera vez que lo veía de esa forma y le dolía ver cada lágrima que salía de su rostro, ese llanto también lo destrozaba.

—Puedo cambiar Camus! Aún puedo hacerlo, porfavor no te sientas así.... No me casare con Aioria.— Milo apareció luego de escuchar a Camus, hasta ahora no sabía todo el daño que le había hecho a su ex pareja y luego de verlo con sus propios ojos se dio cuenta de lo que realmente causó esa vez.

—Que haces aquí Milo!?— Death no pudo evitar alzar la voz al ver a Milo, de todas las cosas que pudo hacerle a Camus, está era la última que pasaría por alto, no dejaría que lo lastimara más.—Cuanto más piensas lastimar a Camus!?

—Esto no es contigo Death! Yo quiero arreglar las cosas con Camus, así que porfavor no te metas!—

Si fuera por Death, habría callado al caballero de Escorpió de un solo golpe, pero entre tanto dolor y sentimientos confusos, fue Camus quien hablo con una voz quebrada.

—Yo no quiero arreglar nada contigo! Milo eres de lo peor... Si quieres jugar al amor, juega con Aioria! No conmigo!—

Ver a Camus entre lágrimas y sus mejillas rojas por la tristeza, fue lo que partio el corazón de Milo, esperaba que realmente en el pasado Camus no lo haya pasado tan mal por sus absurdas decisiones. Quiso acercarse, abrazarlo y secar esas lágrimas, pero Camus nuevamente se alejó del lugar, entrando en su templo.

—Que es lo que pretendes? Que quieres lograr lastimando aún más a Camus?— La molestia de Death no se hizo esperar, era claro que estaba dispuesto a enfrentarse a Milo.

—No te metas Death! Yo solo quiero arreglar las cosas con Camus—

—No se que bicho te pico Milo, pero lo diré solo una vez, aléjate de Camus, ya lo lastimaste bastante.—

—Y yo te digo que haré lo imposible por recuperar a Camus! Lo amo! Cometí varios errores, pero no es tarde para arreglarlo.— Esas fueron las palabras más sinceras que había dicho Milo, las cuales estaban llenas de determinación. A lo cual Death solo apretó los dientes y sus manos.

—Ni aunque retrocedieras el tiempo podrías arreglar todo el daño que le causaste a Camus, pero yo sí puedo hacer mucho más que tú. Así que déjame advertirte que si te vuelves a acercar a Camus, se sabra la verdad de la peor forma posible.—

Las palabras de Death dejaron pálido a Milo, recordando ese trágico día, donde todos se enteraron del mal que hizo Aioria y sumado a ello la humillación que ambos pasaron.

Siempre pensó que en ese día los únicos responsables habían sido los caballeros de plata, pero ahora por las palabras de Death se dio cuenta que todo había sido planeado por el mismo caballero de Cáncer. Esta vez apretó sus puños tratando de controlar la molestia que sentía al saber que Aioria no era el único causante de sus desgracias.

—Death, se que en este poco tiempo estuviste ayudando a Camus, pero eso no te hará cercano a el, yo soy quien compartió más de media vida a su lado. Crees que el te amará como alguna vez me amo?— Por primera vez Death se sintió intimidado por las palabras de Milo, tanto que su cuerpo sintió un escalofrío al escucharlo. Pues aunque ahora haya aclarado sus sentimientos, sabía que en el fondo Camus seguía teniendo un amor por el escorpión. Lo cual si lo lastimaba aunque no dijera nada, pero tuvo el valor para confrontar al caballero de escorpió.

—En ese poco tiempo que dices hice más que tú! Y te recuerdo que ahora el es mi novio y bueno tú ya tienes un compromiso con Aioria, en vez de molestar a Camus, ve a ver tu futuro esposo. Que de seguro debe estar celebrando su compromiso con nuestros compañeros.— A diferencia de Milo, Death no se rebajaría luchando a golpes contra el caballero, el sabía cuándo y cómo actuar. Así que sin mencionar más paso a lado de Milo, empujándolo con su brazo y encaminándose al templo de Acuario para ver cómo estaba su pareja.

Milo simplemente no pudo decir mucho, pues algo ya había hecho mal y eso era que el compromiso con Aioria siguiera de pie. Pues si eso sucedía era claro que tanto el como Aioria estarían condenados a la desgracia.

—Aioria... No importa lo que haga, acaso mi destino es terminar en la desgracia por ti?—Comento mirando al cielo estrellado de esa noche, talvez su disculpa hubiera salido mejor si tan solo Aioria no hubiera encontrado el anillo. Y gracias a eso tenía menos tiempo, ahora tenía que detener ese compromiso que era lo más importante.

Pero no por eso debía rendirse, aún le quedaban varias horas y tal vez lo primero era cancelar el compromiso. Regreso a la cena, en donde pudo ver que Aioria abrazaba su hermano. Y al parecer el resto de presentes lo observaron de mala manera a Milo.

—Que pretendes Milo? Compras un anillo diseñado para Aioria, pero luego corres tras Camus... Acaso piensas herir los sentimientos de Aioria? El lo único que hizo fue estar ahí para ti cuando Camus te engaño.— Fue Afrodita quien dijo aquello y pronto el resto de sus compañeros se le sumaron a ese regaño.

Ahora que Milo lo notaba, en todo ese tiempo Aioria había sido capaz de controlar no solo a los caballeros de plata sino también a su compañeros, resultaría complicado acabar con el compromiso sin ser el malo de la historia. Pero si ese riesgo debía tomar, lo haría con tal de estar con Camus nuevamente.

—Lo siento, estos días he estado bastante confundido, pero yo no estoy listo para un compromiso, menos un compromiso con Aioria.— Milo se acercó a Aioria y de manera delicada le tomo de la mano para sacarle el anillo que tenía puesto.— Lo siento Aioria, no tengo intenciones de casarme, talvez lo pensé en un momento, pero sé que no estoy listo. Porque al que realmente amo es a Camus y tu te mereces a alguien mejor.—

El rostro de Aioria mostraba más de un sentimiento: rabia, tristeza, sorpresa y humillación.

¿Como era posible que Milo dijera aquello si tan solo ayer odiaba a Camus?

—Milo... Acaso olvidaste que Camus te engaño?— Menciono con una sonrisa el caballero de Leo, tratando de mostrar lo destrozado que se sentía luego de la declaración de su novio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top