Kassandra's POV:

Todo esto me resultaba muy extraño, ¿por qué unos completos desconocidos querían ayudarme tanto? No lo lograba entender, pero si había algo que tenía claro era que, tan pronto como pudiera, me marcharía de aquel lugar, no porque Tifa y Cloud me dieran mala espina, sino porque no quería ser una carga para ellos.

Aun así, había algo en Cloud que se me hacía familiar, no sabía exactamente qué era, pero él tenía algo, algo especial que yo no lograba captar del todo, algo relacionado con sus misteriosos ojos azules.

Por el momento lo dejaría pasar, no era hora para que me empezara a comer la cabeza y terminara hecha un completo lío.

—Oye Cloud, esos niños de antes... —me atreví a hablar, pero el rubio me cortó antes de que pudiera seguir hablando:

—Son huérfanos, pero es como si fueran mis hermanos pequeños. En Midgar hay muchos niños así, por desgracia —explicó.

—Ah... -No sabía qué más podía decirle. —Es muy solidario de vuestra parte —¿por qué me sentía nerviosa cuando Cloud estaba cerca? Le acababa de conocer, ¿cómo podía pasarme aquello?

—Bueno, yo de ti me metería en la cama y descansaría, Kassandra —aconsejó. —Solo deja que revise tus cortes primero, ¿te parece bien? —Preguntó de forma amable.

—Claro, muchas gracias Cloud, por todo —él negó con la cabeza.

—No debes dármelas, no cuesta nada ayudar a alguien que lo necesita —aquellas palabras me conmovieron y a la vez me dejaron descubrir más acerca de Cloud, una faceta amable y empática.

Por primera vez en mucho tiempo, sentí que los humanos no eran malos, al menos, no todos.

Después de aquello, dejé que Cloud curara mis heridas. Mientras lo hacía, y aprovechando que estaba cerca de mí, me tomé la libertad de mirarle más detalladamente: su pelo era rubio y puntiagudo, y algunos mechones caían sobre sus ojos, de un color azul oscuro, aunque la parte más cercana a la pupila era verde. Por otro lado, pude notar un pendiente en su oreja, un lobo con una anilla en su boca, que me llamó mucho la atención. Me fijé entonces en su piel, que era clara, y también en su expresión, que hasta ahora mismo se había mantenido serena, aunque era un semblante más bien serio.

Finalmente, me fijé en su ropa: llevaba un chaleco de punto con cremallera, cerrado, con un protector para su hombro derecho, que estaba adornado con el mismo lobo de su pendiente; portaba también unos pantalones negros sueltos que parecían ser muy cómodos, y, además, una especie de capa tapaba su pierna derecha. Como calzado llevaba unas botas, también negras.

Pero lo que más me llamó la atención fue la cinta roja que llevaba anudada en su brazo derecho, además de que usaba unos guantes negros de cuero.

—¿Qué tanto me miras? —Me dijo, ¿cómo sabía que le estaba mirando? De igual forma, su comentario hizo que me pusiera roja.

—Lo siento... —Musité. —Perdón si te he incomodado —Cloud negó, riendo enternecido.

—No te preocupes, no pasa nada —le restó importancia, volviendo a centrar su atención en lo que estaba haciendo.

Cuando al fin terminó, Cloud se levantó de la cama y se encaminó hacia la puerta, donde se giró para mirarme y hablar:

—No dudes en llamarme si te encuentras mal, y lo mismo con Tifa, ¿vale Kassandra? —Asentí a lo que me dijo, no creyendo el hecho de haber conocido a una persona tan buena y atenta, bueno, más bien a dos, si teníamos en cuenta a Tifa.

Al poco tiempo de que el rubio cerrara la puerta de la habitación, no pude evitar quedarme dormida, habían pasado muchas cosas en muy poco tiempo, y necesitaba asimilarlas de alguna manera, o por lo menos, no pensar en ellas.

***

Cloud's POV:

Una vez que me marché de la habitación de Kassandra, Marlene y Denzel me saltaron encima como lobos hambrientos.

—Espero que no hayáis estado poniendo la oreja, granujas —les dije, medio riendo.

—¿Cómo puedes pensar eso de nosotros? —Reprochó Marlene.

—Era broma chicos —respondí. —Queréis que cumpla mi parte del trato, ¿verdad?

Los niños asintieron, así que tuve que estar un rato con ellos. No lo digo como si me molestara, al contrario, después de todo lo que habían pasado no podía decirles que no a nada. Por un lado, Marlene quiso que dibujara con ella —cosa que no se me daba muy bien—, y por el otro, Denzel quería que le prestara uno de mis libros acerca de materias.

—¿Para qué quieres ese libro? —Le pregunté mientras dibujaba un no muy redondo sol en el dibujo de Marlene.

—¡Cloud! ¡El sol es redondo! —Me reprochó la niña.

—Marlene, hago lo que puedo, no todo el mundo puede dibujar tan bien como tu —le dije, cosa que le sacó una sonrisa.

—Cloud, quiero aprender cosas, ¿por qué no me lo quieres dejar? —Se explicó Denzel.

—Te lo dejo con una condición —cedí finalmente.

—¿Cuál? —El niño me miró fijamente, con los ojos entrecerrados.

—Nada de usar materia. Si la usas no vuelvo a prestarte un libro, ¿entendido?

Denzel lo pensó un poco al darse cuenta de que sabía perfectamente para qué quería el dichoso libro.

—Está bien —accedió.

—Ahora vengo, ¿vale Marlene? —Le dije a la pequeña castaña mientras me levantaba de su lado.

—Denzel siempre interrumpiendo mi tiempo con Cloud —refunfuñó.

—Nada de peleas entre hermanos, ¿queda claro? —Ordené, si había algo que odiaba era que ellos se peleasen. —Denzel, ¿se puede saber para qué demonios pretendías usar materia? —Le pregunté al castaño mientras íbamos a mi habitación.

—Es que... —Se le notaba nervioso, Denzel siempre se sentía cohibido cuando estaba conmigo, ¿me vería imponente o algo por el estilo?

—¿Es que...? —Le presioné yo, buscando el libro entre las estanterías una vez dentro del cuarto.

—Quería ser como tú, Cloud —admitió finalmente.

—Esos tiempos terminaron hace mucho, Denzel —le dije, ya con el libro en la mano.

—Ya, pero yo también quiero ser un héroe... —Aquellas palabras hicieron mella en mí, ¿Denzel me consideraba un héroe?

—Yo no soy ningún héroe —repuse, entregándole el libro.

—Para mí sí lo eres, y para los tantos niños que curaste —acto seguido Denzel salió corriendo, dejándome con la palabra en la boca.

Yo no era ningún héroe, no fui yo quien encontró la cura al Geostigma, yo simplemente ayudé a que los niños enfermos se pusieran sanos, nada más. Nunca fui un héroe, y nunca lo sería.

Suspiré, volviendo con Marlene. Si alguna vez fui un héroe, fue solo en mi cabeza, así como cuando fui SOLDADO.

***

—Vaya Cloud, estás hecho todo un padrazo —rio Tifa al entrar por la puerta y encontrarme pintando con Marlene.

—¡Cloud prometió jugar con nosotros! —Le dijo la pequeña.

—Eso está muy bien, Marlene —repuso la pelinegra. —¿Y Denzel?

—Está leyendo un libro que le he prestado.

—¿Otra vez te ha engatusado para que le prestes libros? —Dijo Tifa con los brazos cruzados.

—No me engatusa, es más, le he puesto una condición yo a él —respondí.

—¿Qué le has prestado Cloud?

—Un libro sobre materia, pero me ha prometido que no usará materia bajo ningún concepto —le expliqué, solo espero que no se lo tome a mal.

—Pues esperemos que Denzel cumpla con su palabra, porque si no quién le castigue seré yo.

—Sabes que puedes confiar en él —protegí al pequeño, él nunca haría nada a espaldas de nosotros, ya no.

—Supongo que sí —repuso Tifa. —¿Quieres ayudarme con la comida, Marlene? —La pequeña negó.

—¡Yo quiero seguir dibujando con Cloud! —Exclamó.

—Bueno, está bien —cedió Tifa con una sonrisa de ternura en el rostro, seguramente le gustaba verme pasando tiempo con los niños. —¿Cómo está Kassandra, Cloud?

—Supongo que dormida, curé sus heridas y la dejé a solas.

—¿Eran muy graves? —Volvió ella a la carga.

—Algunas sí, otras solo eran cortes superficiales.

—Bueno saberlo, de igual forma tenemos que hablar de ella más tarde, ¿vale?

Esas palabras me dejaron un poco descolocado, ¿dónde quería llegar Tifa con eso de "hablar de ella"? No creo que pretendiera echarla cuando mejorase, pero quizá sospechaba algo malo debido a sus ojos. No sería del todo raro, pero sí algo malo puesto que apenas la conoce y no creo que pueda juzgarla solo por su mirada.