Capítulo 10
{Anteriormente, en Mako Cat}
—Ahora vengo —acto seguido se levantó de su asiento, no sin antes dejar algo sobre la barra que captó mi entera atención.
{Capítulo 10}
Se trataba de un atrapasueños de color aguamarina. Del círculo principal colgaban tres más, cada uno con tres plumas blancas*. Era realmente precioso. Al recordar para qué servían, mi cabeza no pudo evitar llegar a la conclusión de que Cloud lo había traído para mí.
Me acerqué a la barra, descubriendo un pequeño papel que tenía escrito mi nombre junto al atrapasueños. Abrí los ojos como platos y tomé el papel, desdoblándolo.
"Escuché que sirve para ahuyentar las pesadillas, espero que te sea de ayuda.
Cloud Strife."
La letra era delicada y bonita, jamás imaginé que Cloud pudiera tener una letra tan refinada y fina, menos aún que me hiciera un regalo.
Supuse entonces que este era el motivo por el que estaba tan nervioso e indeciso durante el tiempo que estuvimos a solas antes.
Tan pronto como Cloud volvió al bar, corrí a abrazarle, con lágrimas acumuladas en los ojos. Me sentía muy afortunada al saber que se preocupaba por mí y mi problema de insomnio.
—Muchísimas gracias —sollocé.
Por su parte, Cloud se había quedado estático en el sitio. No me abrazó de vuelta, y tampoco dijo nada. Al comprender que no estaba muy cómodo, le solté apenada, más que nada porque me gustaba estar de esa forma con él, aunque no me correspondiera.
—Lo vi y recordé para lo que servían, por eso decidí traerte uno —me dijo mirándome. —No llores anda, no seas tonta —pude ver una pequeña sonrisa en su rostro, cosa que me hizo sonreír aún más.
Asentí con la cabeza y me limpié las lágrimas, sonriendo ampliamente.
—Voy a terminar con el bar, ¿vale? No me queda mucho —le dije, dándome la vuelta para terminar lo que quedaba por hacer.
Cloud asintió y fue hacia la puerta con las llaves en la mano, echando el pestillo. Mientras, en lo que yo terminaba, él se dirigió a la diana, tal y como en la mañana.
Cuando finalmente terminé, le avisé a Cloud y yo fui por un momento a mi habitación para dejar el regalo que Cloud me había hecho, yendo al salón poco después para reunirme con los demás, que estaban viendo una película.
Poco a poco el sueño fue haciendo mella en mí, tenía miedo de quedarme dormida a causa de las pesadillas, pero recordé el atrapasueños y un pequeño rayo de esperanza se hizo presente entre tanto miedo a las pesadillas.
Me despedí de los niños y también de Cloud y Tifa y me fui a mi habitación, colgando el atrapasueños en uno de los postes del cabezal de la cama. Me acosté y cerré mis ojos, esperando que el precioso regalo del rubio cumpliera con su función esa noche.
Cloud's POV:
Una vez que Kass se fue a dormir y Tifa acostó a los niños, decidí hablar con ella acerca de Kassandra.
—Oye, Tifa —la llamé.
—¿Sí? —Respondió. —¿Pasa algo? —Negué con la cabeza.
—¿Te ha contado Kass acerca de su problema de insomnio? —La respuesta era evidente, pero quería cerciorarme.
—Con que eso es lo que le pasa... —Claramente la morena no le había dicho nada a la de pelo azabache. —Ya decía yo que la notaba distinta —dijo más para sí misma que para mí.
—Me pasaba lo mismo. Me dijo que es porque no para de tener pesadillas —le conté con la cabeza algo gacha, me daba pena Kassandra aunque no lo demostrase, por eso le compré el atrapasueños tan pronto como lo vi en aquel mercado.
—Esperemos que se le pase, porque como siga así puede derivar en algo muy gordo —dijo Tifa, suspirando.
—Sí, crucemos los dedos —deseé, omitiendo el detalle de que yo mismo estaba intentando que Kassandra pudiera dormir y mejorara de una vez por todas.
Tifa asintió con la cabeza y se levantó del sofá, diciendo que se iría a dormir.
—Buenas noches Cloud —deseó.
—Buenas noches —le dije de vuelta.
Y una vez más, me quedé a solas con mis pensamientos. Llevaba prácticamente todo el día solo, y mi cabeza no dejaba de darle vueltas a un mismo tema: Kassandra, esa misteriosa chica que llegó a nuestras vidas de la nada y que ahora vivía con nosotros como una más de la familia.
No estoy diciendo que no me gustara convivir con ella o que pensara que era una mala persona, al contrario, me parecía alguien maravillosa, aunque no lo demostrara a causa de mi personalidad introvertida.
Pero había algo que me tenía con millones de dudas: su pasado. ¿De dónde salió? Tifa le dijo que Shinra ya no existía, y eso la calmó, pero me negaba a creerme toda esa historia de la sirena del mako, esas criaturas no eran reales, al menos, no se había probado su existencia.
¿Y si era uno de los tantos experimentos de Hojo? El solo pensar en algo como eso me puso la piel de gallina, sobre todo al pensar que ella podía ser como Sephiroth y los de SOLDADO y tener células de la propia Jenova en su cuerpo.
Sacudí la cabeza, alejando esos pensamientos. Eso sí, una cosa estaba clara: Kassandra había salido de Shinra, la pregunta era: ¿cómo? Shinra fue derrocada hace ya varios años, y el edificio principal de Midgar estaba en ruinas completamente.
Tantas preguntas sin respuesta... Solté un suspiro pesado, rascándome la cabeza y dejando de hacer de mi cabeza un hervidero de preguntas. Me levanté del sofá, apagué la televisión y me fui a mi habitación, no sin antes asomarme a la de Kassandra.
La luz del pasillo me ayudó a poder visualizar a la chica, quién estaba acostada durmiendo, al parecer, plácidamente.
—Duele... —Susurró, captando mi atención. —No soy eso... —Un nuevo susurro que me dejó descolocado.
¿"No soy eso"? Fruncí el ceño, entrando a la habitación justo en el momento en que Kassandra se revolvió y despertó, mirándome con los ojos vidriosos y abiertos como platos.
—¿Cloud? —Tartamudeó.
—Ya veo que mi regalo no ha servido de mucho —suspiré, frustrado. —Lo siento si te he asustado —me disculpé, lo que había hecho era algo que se podía interpretar como siniestro incluso.
—No importa —suspiró ella esta vez, pasándose la mano por la frente.
—¿Necesitas algo? —Pregunté, sentándome en el filo de la cama.
Y, por segunda vez en la noche, Kassandra se tiró a mis brazos temblando, aterrorizada. Quería preguntarle qué era lo que pasaba en su sueño, pero supuse que no era momento. Ella necesitaba a alguien que la consolara, no alguien que le recordara sus horribles pesadillas.
No pensé que haría lo que hice, pero por primera en mucho tiempo, correspondí el abrazo.
—Ya ha pasado, ¿vale? —le susurré. —Intenta volver a dormir, quizá el atrapasueños funcione esta vez.
Kass alzó la mirada, y por un momento no la vi a ella, sino a Sephiroth. Alejé esa imagen de mi cabeza, él ya no volvería jamás, así que no había de qué preocuparse.
—¿Estás bien Cloud? —Preguntó, a lo que asentí, alejándome del abrazo de Kassandra.
—Duérmete, ¿vale? A ver si no vuelves a tener esas pesadillas —deseé mientras me levantaba de la cama e iba hacia la puerta.
—Buenas noches, Cloud —me dijo con una sonrisa amable.
—Buenas noches —respondí saliendo de ahí y entornando la puerta del dormitorio.
Suspiré al salir al pasillo, no sabía qué era lo que me pasaba con Kass, solo sabía que cuando estaba con ella todo era distinto, incluso mejor y más llevadero.
No habían complicaciones en mi vida ya, pero todo dejaba de ser tan monótono, la verdad es que su llegada no solo trajo a una persona nueva a la que conocer, sino también un cambio en la vida de todos, un cambio a mejor, al menos en la mía.
Caminé hacia mi habitación, pensando en las palabras que Kassandra había dicho en sueños, sobre todo las últimas.
—"No soy eso" ... —musité para mí mismo, entrando en mi cuarto y cerrando la puerta tras de mí para poder quitarme la ropa, quedando solo con mis pantalones.
Me acosté en la cama y me quedé mirando el techo por un buen rato, hasta que finalmente mis párpados no aguantaron más y el sueño me ganó por completo, todavía con Kassandra y todo lo que la involucraba rondando mis pensamientos.
* En la multimedia les dejo el atrapasueños que Cloud le regala a Kassandra.
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