Capítulo 8
Durante una larga semana no obtuvo ningún vistazo de los omegas. No es como si realmente JungKook quisiera verles, no podía descargar su furia en ellos o sería llevado a prisión, si no a la guillotina. Aún así le extrañaba su comportamiento. Después de haberle sometido a firmar aquel acuerdo, se habían desvanecido en una nube de polvo, no apareciendo en las comidas, cenas, ni ningún otro acontecimiento social. Por otro lado, sí había estado con Solar. La mujer era aún más cariñosa sabiendo de lo ocurrido y le había consolado en más de una ocasión, cuando a veces sufría de alguna terrible pesadilla que le dejaba sin aliento.
A pesar de todo, la pregunta ¿por qué? siempre rondaba su mente.
No cabía en su razón respuesta alguna por la que él fuera ideal para impregnar a los omegas. Había muchos otros alfas, dispuestos, para poder hacer su trabajo, hombres que tenían mejores genes que él.
Nuevamente, había leído cada línea del contrato, de aquel que no podía romper, ni siquiera decir que firmó bajo el efecto de alguna droga, no, sus derechos no quedarían por encima de los de unos omegas, nunca. Sabía al pie de la letra, cada palabra allí redactada, cuáles eran sus pocas opciones.
Sexo.
Básicamente se limitaba en eso. Un ámbito de su vida que apenas había explorado, ya no por capricho, sino por sus míseras circunstancias. Por supuesto había gente que quería acostarse con alfas, pero él había estado en una de las más inferiores posiciones sociales, un huérfano que vivía en la calle, ¿quién dormiría con alguien que siquiera permanecía limpio? Simplemente era un caso imposible. Y a pesar de que era un alfa, temía que llegara el momento, que aquellos omegas esperaran algo intenso o maravilloso, siendo que solo podía ofrecer su cuerpo, para que lo usaran a su merced y satisfacción personal, sin poder aportar un ápice de actividad por muy obligado que todo fuera.
La serpiente de la inseguridad casi le ahogaba profundamente, dejando que sus pulmones se vaciaran de aire y su sangre se congelara. Sus dedos abrazaban sus piernas, rodeándose y haciéndose más pequeño mientras permanecía apoyado en el poyete de la ventana, lo suficientemente amplio como para que lo ocupara. Tenía comida, agua y ropa limpia, pero los sentimientos de ansiedad, miedo e inseguridad seguían allí como cuando estaba al otro lado del grueso cristal. Tan solo había salido de las calles, para ser arrojado a una jaula de oro.
— ¿Disfrutando de las vistas?
Jeon se giró ante la voz. Hubiera esperado que Solar entrara, pero ella siempre tocaba la puerta antes de ello. El dueño de aquella gruesa voz no era más que TaeHyung, sorprendentemente no iba seguido del rubio.
JungKook simplemente se encogió de hombros y regresó su mirada al exterior, siendo muy consciente de la presencia del omega y de cómo se quedaba a su lado, aún de pie.
— Pasas la mayoría de tu tiempo aquí encerrado. ¿No prefieres salir un poco al jardín? Por como lo miras, casi parece que lo anhelas.
Lo hacía, pero anhelaba la libertad, no en sí el paisaje.
— Estoy bien aquí. — se limitó a responder.
TaeHyung tarareó en desacuerdo.
— ¿Sigues enojado?
Rechinó los dientes, mientras trataba de mantenerse relajado. Intuía que el omega quería hacerle saltar, pero era lo suficientemente inteligente como para no permitir aquello. Sin embargo, eso no quería decir que no le diera una respuesta verbal.
— Dada mi posición, no creo tenga derecho siquiera a eso.
— Esa es una respuesta interesante.
Jeon rodó los ojos. No había suficiencia en su tono, pero eso no quería decir que no se sintiera muy superior.
— ¿Puedo saber por qué vino?
— No tienes que tratarme tan formal. Al fin y al cabo tenemos que tener sexo. — puntualizó el omega, sentándose a su lado, demasiado cerca para gusto del alfa. — El celo de JiMin-ah se acerca, por eso no ha venido, pero básicamente está a punto de explotar.
El movimiento circular que había estado haciendo con sus manos, paró abruptamente, no pasando desapercibido para el castaño.
— Vine a avisarte. — suspiró — Esto tiene que ser lo menos molesto posible, así que toma nota mental de lo que voy a decirte. Si vuelves esto en nuestra contra...
— Sé bien cuál es mi posición — reclamó levantando un poco la voz y girándose para encararle — No tienes por qué advertirme, sé bien que lo poco que soy no importa más allá de mi esperma, que es por lo que esta sociedad aún nos mantiene con vida.
El omega no contestó, observándole con una rostro serio que no dejaba entrever sus pensamientos.
— Regresando al asunto importante aquí. JiMin-ah no te lo dirá aunque fueran sus últimas palabras. Es más obstinado que yo mismo y es por ello que te aviso. Durante su celo se vuelve más agresivo en la cama. — realizó una pausa demasiado larga para el alfa. ¿A dónde iba diciéndole aquello? — Si quieres aguantar bien el ritmo necesitas ejercitarte y no pasarte todos los días aquí encerrado. No creo que quieras tener un desmayo mientras estás follando con mi novio. Va a exprimirte al máximo y si no cumples sus expectativas, descargará sus cambios de humor en ti.
JungKook bufó. — Así que me estás dando ¿un consejo?
— Tómalo como tal. Estoy siendo amable aquí.
El alfa se levantó del poyete y observando al omega que traía una divertida sonrisa. Probablemente divirtiéndose a su costa.
— ¿Qué hay de ti?
Formuló la pregunta que se había atascado en su garganta minutos antes. Hablar del celo del rubio de aquella forma traía a coalición el hecho de que tenía que estar con dos omegas, impregnarlos a ambos.
— Oh, no te preocupes. No me echarás en falta. — se incorporó, invadiendo su espacio a tal punto de que sus respiraciones se entrelazaban. — Estaré allí, guiándote para que seas un buen chico para JiMin-ah. — ronroneó — Y si estás lo suficientemente en forma, te tendré llenándome. — El castaño le tomó de imprevisto, una de sus escurridizas manos tomando su polla por encima de los pantalones, en un apretón posesivo. — Estoy seguro cumplirás bien, Jeon.
Dándole un pellizco en la cintura, el omega salió de la habitación, dejando a JungKook en un revoltijo de emociones. Su polla le traicionó pulsando despierta apenas, pero lo suficiente como para hacerle enfermar. Él no soportaba a aquellos dos omegas que solo le usaban como juguete para conseguir algo que él jamás tendría. Su maldito cuerpo sin embargo, respondía a la necesidad, aquella abrumadora sensación de excitación que no podía sofocar aún.
En verdad iba a hacerlo. Puede que su mente no estuviera de acuerdo y se sintiera temeroso, pero su cuerpo sería activado en todos los puntos correctos para que su polla se deslizara dentro de aquellos dos, llenándoles con su esencia.
Se frotó la frente y pellizcó el puente de su nariz.
— Solo tienes que hacer esto, JungKook. Una vez, seguro que solo será una noche. En el celo son más fértiles, seguro JiMin queda embarazado — trató de convencerse, terminando por suspirar exasperado cuando recordó que TaeHyung también debía quedar y para su celo desconocía cuanto quedaba. — Mierda.
Quizás con un poco de suerte esa noche consiguiera con o sin celo embarazar a ambos.
Observó el contorno de su polla. — Estoy jodido.
Bueno, se acerca, por fin, la acción entre estos tres, el salseo vamos, un buen trío. Veremos si JungKook logra o no su cometido. El alfa tiene un gran reto por delante siendo tan virginal XD ¿Qué opinan? ¿Lo logrará? ¿Fracasará? ¿Dejará a JiMin preñado y a Tae no? ¿O al revés?
Nos vemos.
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