a/n: algunas cosas para tener en cuenta, nadie tiene exactamente su misma edad aparte de los dreamies, entonces, básicamente, 127 tienen edades comprendidas entre el 98 y 99 con doyoung en el 99, jaehyun es mayor que doyoung.

Querido diario,

Hoy vi a Minhyun y Chan jugando en los columpios. Quería ir a jugar con ellos pero tenía que terminar mi tarea para la academia así que no pude. Esta noche terminaré todos mis deberes para poder jugar con ellos mañana.

Diario, realmente desearía estar en el primer puesto esta vez para que mamá pueda dejarme ir a jugar también. Dijo que si me ubico en primer lugar podemos hacer una gran fiesta de cumpleaños como lo hicimos con Gongmyung hyung. Voy a trabajar muy duro esta vez.

2 de septiembre de 2006

Querido diario,

No ocupé el primer lugar. Minha me ganó solo en un 2%. Sin embargo, quedé segundo, pero el segundo no es un rango. Mamá dice que no cenaré esta noche. Me lo merezco. Debería haber trabajado más duro para conseguir el primer lugar.

Hyung me dijo que estaba bien quedar en segundo lugar, pero mamá y papá dicen que está equivocado. Hyung no puede estar equivocado, ¿cierto, diario? Él es mayor que yo, así que debe saber más, pero mamá y papá son mayores que él, así que supongo que tienen razón.

La próxima vez seré el primero para poder hacer feliz a mamá.

30 de septiembre de 2006

Querido diario,

Hoy llené el formulario para el puesto presidencial. Mamá dice que el hijo de la tía Minjun fue presidente en la secundaria y pudo ir a una buena universidad. Yo también quiero ir a una buena universidad. Quizás si gano esta elección mamá me dejaría ir al baile anual de este año. Nunca he estado ahí.

Si obtengo permiso para ir, le pediré a Hera que me acompañe. Espero que ella diga que sí. Crucemos los dedos.

14 de marzo de 2010

Querido diario,

Me siento patético hoy. Perdí las elecciones. ¿En qué estaba pensando? Nadie quiere elegir de presidente a alguien que ni siquiera conoce. Lloré en el baño durante el almuerzo. Odio tanto ir a la escuela.

Hoy, la Sra. Jung nos pidió que nos uniéramos para un proyecto y nadie me quería en su grupo. Al final, me dijo que podía hacer el mío por mi cuenta y que sería indulgente con las calificaciones porque trabajaba solo.

Estoy tan solo, todo lo que tengo eres tú, diario.

1 de abril de 2010

Querido diario,

Hoy fue el primer día de secundaria. Tuvimos una sesión para romper el hielo durante la asamblea de la mañana y no pude hablar en absoluto. Salí corriendo del pasillo y me pasé el día entero escondiéndome. ¿Qué me pasa, diario? ¿Por qué no puedo hacer cosas simples?

Ni siquiera puedo clasificar en primer lugar, no puedo convertirme en presidente. Soy un fracaso. Eso es lo que dice mamá, creo que tiene razón. Nunca seré tan popular o inteligente como Gongmyung hyung.

2 de agosto de 2012

Querido diario,

Mamá te encontró hoy. Los seis diarios. ¿Puedo incluso llamarte diario si estoy escribiendo esto en una hoja de papel? Me duele mucho la cabeza. Mamá dice que debería concentrarme en estudiar en lugar de escribir cosas estúpidas en ti. Ella me golpeó. No me he mirado al espejo en todo el día, tengo mucho miedo de llorar si lo hago.

Ojalá pudiera irme a dormir y no volver a despertar nunca. Ni siquiera sé por qué sigo haciendo las cosas mal.

30 de noviembre de 2012

Sus ojos se sentían pesados ​​cuando se despertó. Doyoung podía sentir que la habitación estaba iluminada pero no quería abrir los ojos y ver. Se sentía como si hubiera un peso en su pecho, manteniéndolo en su lugar y evitando que se sentara.

Hubo movimiento a su alrededor, el roce de las sábanas, unos pasos cautelosos que luego se detuvieron. Con una mano colocada con ternura en su frente, Doyoung quiso estremecerse ante el frío que hacía, pero no pudo. Un golpe distante y luego pisadas de nuevo. Doyoung no podía moverse.

—No se ha despertado todavía —¿Ese era Hyuck?

—Probablemente tampoco comió —¿Renjun? Doyoung pudo reconocer la incomodidad de su pronunciación.

—¿Deberíamos llamar a Jaehyun hyung? —Doyoung no pudo reconocer la nueva voz, sus ojos estaban ansiosos por abrirse pero su mente lo detuvo.

—No sé qué hacer —Hyuck sonaba angustiado, eso hizo sentir a Doyoung culpable.

La próxima vez que su mente se despertó, la habitación se sintió oscura. No solo se sentía oscuro, estaba oscuro. Doyoung abrió los ojos para encontrar la habitación vacía, las luces apagadas y las cortinas corridas. Se pasó las manos por la cara y se sentó. Su cabeza se sentía más ligera ahora y lanzó sus piernas fuera de la cama, sintiendo la suave alfombra debajo de las plantas de sus pies.

Una nota adhesiva neón que se agitaba llamó su atención.

Fui al supermercado. Vuelvo pronto.

Su teléfono le dijo que ya era mediodía. No valía la pena perder el tiempo para revolcarse en la autocompasión, tenía un montón de tareas que terminar la próxima semana y Doyoung decidió que solo le haría bien salir de su cabeza y hacer algo productivo.

Se cambió a ropa limpia, antes de caminar hacia el escritorio de Hyuck y sacar un bolígrafo al azar de la taza.

Iré a estudiar. No volveré hasta tarde. No te preocupes :)

La cara sonriente se burló de él desde la superficie neón del papel y Doyoung se alejó rápidamente.

Dos horas de pacífica nada. Retrocedió y evaluó el progreso que había hecho. Su modelo estaba casi terminado y Doyoung se dio una palmada en la espalda por ser tan rápido. Quizás al anochecer, podrá completar todo el proyecto. Con una nueva motivación para terminar lo que comenzó, se arremangó y volvió al trabajo.

—Un pajarito me dijo que te encontraría aquí —Doyoung se sobresaltó un poco. Miró hacia arriba, su corazón se desgarró un poco al ver a Jaehyun apoyado contra la puerta, sonriéndole.

—Hyuck... —Doyoung suspiró, sacudiendo la cabeza con decepción.

—Es curioso lo que haría un niño por un bagel gratis, ¿no?

Jaehyun caminó hacia él, con las manos detrás de la espalda como si estuviera escondiendo algo.

—Eres literalmente la última persona a la que quiero ver en este momento —Doyoung fingió indiferencia, volviendo su atención a su hoja, borrando la línea que había salido mal.

—¿En serio? Porque tú eres, literalmente, la única persona a la que quiero ver en este momento.

Doyoung jadeó cuando sintió unas manos en su cintura, girándolo en el taburete para encontrarse cara a cara con Jaehyun.

—Te prometí comida anoche —Levantó una bolsa de plástico con su dedo índice, la otra mano todavía agarraba la cintura de Doyoung—. No incumplo mis promesas.

—No tengo hambre.

Cualquier otro día, Doyoung lo habría mirado directamente a los ojos y lo habría empujado fuera de encima suyo, pero no tenía energía para levantar la voz o las manos y todo lo que hizo fue sentarse allí, dejarse sostener. Jaehyun tomó una de sus manos, quitó el lápiz y lo reemplazó con un sándwich envuelto en papel aluminio.

—No sabía qué te gustaba, así que elegí la opción segura y te compré un sándwich de pollo —Ayudó a retirar el papel de aluminio, haciendo señas a Doyoung para que le diera un mordisco.

Este último lo miró con incredulidad a cambio, con la boca ligeramente entreabierta. Jaehyun arqueó una ceja, haciendo todo lo posible por mantener una sonrisa neutra plasmada en su rostro. En realidad, el mayor quería llorar. Doyoung se veía horrible. Tenía los ojos hundidos, los labios rotos y resecos. Aunque Hyuck había dicho que había dormido toda la noche, parecía que Doyoung había estado despierto durante días.

—Come —La voz de Jaehyun bordeaba el susurro. Temía que si hablaba un decibelio más alto, el chico en sus brazos se rompería.

Doyoung se llevó cautelosamente el sándwich a los labios y le dio un pequeño mordisco. Jaehyun se quedó así hasta que terminó todo. Se movió para abrir la lata de refresco para él antes de regresar sus manos para sostenerlo, frotando suaves círculos en sus caderas.

—¿Por qué estás siendo tan amable conmigo? —Doyoung no pudo evitar preguntar, la respiración se atascaba en su garganta cada vez que el pulgar de Jaehyun se movía sobre su piel—. No necesito que me tengas lástima.

—No te tengo lástima —Jaehyun se rió entre dientes secamente—. Quiero ser tu amigo.

Doyoung se sorprendió. Dejó la lata sobre su escritorio, frunciendo las cejas hacia Jaehyun.

—¿Que tú qué?

—Quiero ser tu amigo, Doyoung. ¿Puedo?

Doyoung negó con la cabeza y cerró los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas cayeran. No sabía qué sentir. Una parte de él quería alejar a Jaehyun, gritarle que se fuera y no volviera nunca más. Una parte de él quería decirle que lo odiaba. Pero otra parte, una pequeña pero prominente parte de él, quería acercar más al chico, envolver sus brazos alrededor de él y rogarle que nunca lo dejara ir. Esa pequeña parte de él quería llorar contra el pecho de Jaehyun y, si era posible, nunca dejar de hacerlo.

—¿Puedo ser tu amigo, Doyoung? —Jaehyun preguntó de nuevo, con su voz baja, serena.

—Yo... no lo sé —Doyoung se estremeció. Estaba empezando a temblar un poco, pero Jaehyun lo abrazó, acercándose un poco más y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

Se quedaron así por un tiempo, Jaehyun abrazándolo y Doyoung dejándose abrazar.

—S-sí —Exhaló después de un rato, tan bajo que si no hubiera estado tan callada la habitación, Jaehyun no lo habría escuchado—. Por favor sé mi amigo.

Jaehyun se echó hacia atrás, manteniéndolo a distancia. Le sonrió, asintiendo con entusiasmo. Doyoung asintió también, cautelosamente al principio temiendo que todo fuera falso. Forzó una sonrisa, imitando la de Jaehyun.

—¿Sabes lo que hacen los amigos? —Preguntó Jaehyun.

—¿Qué?

—Pasan los fines de semana juntos, tonto —A Doyoung no se le dio tiempo para discutir cuando lo sacaron a rastras del estudio, las cosas se quedaron atrás. Agarró su teléfono justo antes de que Jaehyun lo sacó del lugar, llevándolo a Dios sabe dónde, pero por una vez, a Doyoung no le importó que lo mandaran. Estaba dispuesto a seguir a su nuevo amigo a cualquier parte.