Con 19 años, TaeHyung había pedido su primer deseo a JungKook. Aquella noche en la que le prometió cumplirlos, JungKook le dijo que serían tres.

TaeHyung le pidió quedarse una noche con él en su nuevo departamento, ese que sus padres le regalaron por ser el estudiante con mejor promedio. JungKook aceptó.

Vieron una película, comieron ligero y se rieron de estupideces que decían entre sí. JungKook era una buena compañía y desde hace mucho tiempo que TaeHyung se había prometido a sí mismo que algún día lo besaría.

Pero aunque JungKook lo abrazó al dormir, aunque se contaron secretos, TaeHyung sólo se quedó callado y no hizo nada más. Se permitió quererlo de lejos porque tenía miedo. Estaba tan asustado de perderlo que sonrió con dolor cuando JungKook se marchó a la mañana siguiente.

Tahúr sabía que JungKook comenzó a ser diferente los últimos tiempos, porque ya no pasaban tanto tiempo juntos, ya no le recordaba qué cosas odiaba, ya no le decía nada sin que él preguntara primero.

TaeHyung tenía miedo, sin saber que JungKook también.