//En una de las calles más oscuras de la ciudad //

- ¡Perdiste, Naruto!

Gritó un hombre ya mayor de aspecto desaliñado junto a otros seis más, pateando el costado del cuerpo de un chico rubio que se quejaba de dolor sin siquiera defenderse o al menos intentarlo.

- Jefe, es aburrido si no se resiste...

Comentó uno de ellos dejando de golpear al rubio para disponerse a encender un cigarrillo, no había nadie en ese callejón, ya siendo las siete de la tarde, hora en que los trabajadores y estudiantes se dirigían a sus casas, fue el momento perfecto para atrapar a la "rata" que tanto les gustaba molestar.

- Tienes razón, ya vámonos, escucha ratita, no vuelvas a mostrarnos tu sucia cara o te va a ir peor.

El chico no respondió, tenía la mirada perdida en cualquier parte, lo que menos quería era escuchar las sucias palabras de un repugnante delincuente.

- Malditas ratas, siempre mordiendo la mano de quien les da de comer...

Dió una jalada al cigarrillo que había encendido hace tan sólo unos segundos y se dispuso a irse seguido de su pandilla, más el rubio se volteó quedando boca arriba, sentía el dolor en todo su cuerpo, pero de solo ver el cielo en el que habían comenzado a aparecer las brillantes y hermosas estrellas sonrió, y se levantó para luego irse a su casa, no sin antes sacudir el polvo de su uniforme y buscar su mochila la cual había sido tirada al basurero.

Caminó por varios minutos, aunque su cuerpo doliese esto le tenia sin cuidado, llegó a un edificio en el cual vivía en uno de los departamentos que rentaba desde que ya no vivía con sus padres.

Abrió la puerta viendo que en el buzón había una gran cantidad de correo acumulado, las quitó de un solo tirón para finalmente entrar a su vacío departamento, alzó la mirada con algo de pesadez.

Naruto: Ya llegué...

Anunció tan solo recibiendo la respuesta del silencio y la nada, cerró la puerta con fuerza, caminó hasta sentarse sobre una mesa, miró todas las cartas una por una, todas parecían ser promociones mientras que una de ellas era de un cobro de la renta de su respectivo departamento.

Soltó un suspiro, apoyó sus brazos sobre la mesa para luego hecharse sobre ellos, pasaron unos minutos cuando volvió a levantarse para tirar los sobres de promoción, pero al hacerlo algo cayó haciendo un sonido más grave.

Miró dentro del bote de basura y encontró un sobre algo más grande, más pesado de lo normal, lo levantó y se dispuso encender la luz de la sala principal, se sentó con el sobre sobre la mesa, éste era de un color negro con el dibujo de una rosa, lo volteó y vió su nombre escrito en el.

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//Mansión Hyuga//

Un adolescente de largos cabellos castaños se encontraba completamente rodeado por unos adultos que lo miraban fijamente, el no los perdía de vista, analizaba cada uno de sus movimientos, incluso su respirar, esperaba la orden que daría su padre y también juez de la pelea, el cual analizaba meticulosamente la situación sin la menor expresión en su rostro.

- ¡Peleen!

Gritó y todos atacaron al adolescente de ojos perla que esquivó cada uno de sus golpes y patadas, un segundo de descuido bastó para que uno de los mayores le propinara un golpe en su hombro izquierdo, este hizo una mueca de dolor que se transformó en una de molestia, retomó su posición para proceder a atacar, en cuestión de minutos ya había derrotado a todos, cansado se sentó sobre el tatami sujetando la zona daña.

- Neji eres un incompetente, de no ser por tu imprudencia no habrías recibido daño, como castigo entrenaras tres hora luego de que vuelvas de la escuela.

Habló para luego perderse en la distancia, el chico agachó la mirada luego de que todos sus instructores se fuera tras aquel hombre, tras ese peli castaño mayor de ojos perla similares a los suyos.

Neji: Lo siento, padre.

Fue lo único que dijo para luego irse directamente a su habitación negándose a cenar, una vez allí se quitó el uniforme para luego proceder a tomar una ducha, al salir aún podía sentir el dolor en su hombro, al verse en el espejo pudo ver aquel moretón que le dejó el golpe.

Tomó la toalla para repasarla sobre su cabello, las luces de su habitación estaban apagadas, se dirigió al balcón para contemplar la hermosa luna creciente que brillaba sobre el cielo estrellado, se quedó ahí por varios minutos, amaba ver la luna y las estrellas, cada vez que lo hacía sentía que estaba completo, sentía que era libre de las exigencias, presiones y responsabilidades que su inconformista padre le imponía.

Quería permanecer ahí eternamente, al momento en que el frío se hizo presente decidió entrar, se iba a disponer a adentrarse entre las sábanas cuando pudo observar algo sobre la mesa de noche, un extraño sobre de un color negro que tenía un grabado en forma de rosa, se sentó sobre la cama luego de encender la lámpara para poder abrirlo y ver su contenido.

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//En una casa en el centro de la ciudad//

- ¡Shikamaru Nara, baja a cenar en éste mismo instante o voy a ir yo mismo a obligarte!

Gritaba un imponente y furioso hombre desde la sala, mientras que el nombrado se encontraba retirado sobre su cama jugando con un cubo de Rubik que armaba y desarmaba en menos de treinta segundos.

Shikamaru: ¡No tengo hambre, gracias Asuma, pero me voy a dormir, tengo examen mañana!

Respondió, un escalofrío le recorrió la espina dorsal al escuchar los ruidosos y firmes pasos de su tutor que parecieron detenerse frente a la puerta que no tardó en ser derribada por el hombre mayor de cabellos y barba negro azulado.

Asuma: He dicho que bajes a cenar y no fue una pregunta, fue una orden, o bajas o tendré que obligarte.

Habló firmemente a lo que el adolescente se levantó soltando maldiciones, una vez sentados sobre la mesa el mayor puso frente a él un extraño platillo que parecía todo menos comida.

Shikamaru: ¿Que tendremos el placer de degustar hoy?

Preguntó irónicamente

Asuma: Caldo de caballa, tu favorito.

Sonrió forzadamente viendo como el Nara se comía el intento de comida sin mostrar emoción alguna, pasaron unos minutos que se comió todo sin soltar el cubo de Rubik ni de jugar con el.

Shikamaru: Gracias por la comida.

El mayor sabía a la perfección que cocinar se le daba horriblemente infernal, pero lo que más lo descolocaba era el hecho de que el chico nunca se quejara, por más horrible, asqueroso y repugnante que fuera la comida éste le preparase, se limitaba a comérsela en silencio para ya luego volver a su habitación sin decir nada más, sin soltar ese condenado cubo que le ponía de los nervios cada vez que Shikamaru lo tenía en las manos, lo cual ocurría todo el tiempo, sólo exceptuando las ocasiones en las que iba al baño o se duchaba, incluso en la escuela, escribía con la derecha mientras que sosntenia el cubo con la izquierda.

Era sumamente extraño, tanto que la mayoría le veía como un bicho raro, aunque dicho dilema al Nara le tenía sin cuidado, las calificaciones no eran un problema, era el mejor sin el menor esfuerzo, iba y venía de la escuela a la casa solo a jugar con el cubo, lo único que ocupaba su total atención, siempre escondido entre las sombras de su soledad desde el día en que sus días soleados fueron cubiertos por las nubes negras.

El chico miraba el techo de la habitación como si fuera lo más interesante del mundo mientras era observado por mayor que ponía una cortina en el lugar en el que antes había una puerta que había sido derribada haber tan solo unos minutos.

Shikamaru: Mejor deja la cortina, es más seguro.

Habló sin despegar la vista del techo, sin dejar de armar y desarmar el cubo.

Asuma: Si, es mejor.

Se limitó a responder para luego bajar a la primera planta a para revisar la correspondencia de hoy, mientras sacaba las cuentas y fumaba un cigarrillo, iba a tomar el lápiz pero en eso un extraño sobre de color negro con una rosa grabada en el captó por completo su atención, al tomarlo entre sus manos dándole una jalada al cigarrillo y exhalando el humo lo volteó en donde estaba escrito en letras verdes:

"Shikamaru Nara..."

Asuma: ¡Shikamaru...!

Lo llamó sin recibir contestación.

Asuma: ¡Shikamaru Nara, te estoy hablando!

Volvió a gritar.

Shikamaru: ¡¿Ahora, que quieres?!

Soltó hastiado.

Asuma: ¡Llegó un sobre para ti!

Este levantó en un acto casi instintivo y se asomó por el marco de la puerta levantando la cortina.

Shikamaru: ¿Para mí? ¿Seguro?

Preguntó bajando las escaleras a lo que el mayor le extendió el sobre, pero cuando éste iba a tomarlo, se lo arrebató.

Asuma: ¿No estás metido en las drogas, o si?

Alzó una ceja.

Shikamaru: No seas tonto, claro que no.

Respondió quitándole el sobre para luego examinarlo sin dejar de mover ágilmente cada uno de sus dedos.

Asuma: Espero que no sea otro de esos jueguitos, y aleja ese condenado cubo de mí, me pone de los nervios que lo tengas contigo la mayor parte del tiempo jugando con el, día y noche como si fueras un loco obsesivo.

Habló viendo como el chico volvía a su habitación con el sobre en sus manos, para él era extraño, puesto que jamás recibía correspondencia.

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//Casa Uchiha//

- ¿Estás seguro de poder entrenar conmigo en tu condición, Itachi?

Preguntó por ya décima vez viendo a su hermano mayor que sostenía una espada de bambú mientras sonreía animadamente.

Itachi: Claro, Sasuke.

Fue su contestación al azabache que se encontraba frente a él imitando su acción, éste sabía a la perfección que su hermano no podía hacer un esfuerzo físico drástico, de lo contrario terminaría por tener una de las tantas crisis que habían comenzado a afectarle este último tiempo.

Sasuke: No creo que sea un buena idea, papá y mamá me regañaran si te ven aquí, vuelve a tu habitación y descansa.

Dijo seriamente para luego salir del cuarto de entrenamiento pero fue entonces que el mayor lo atacó por la espalda, más el azabache menor lo bloqueó sin problemas.

Itachi: Nunca le des la espalda a tu enemigo...

Habló para luego atacar nuevamente, Sasuke lo bloqueó sin problemas, al momento en que el comenzó a responder cada uno de sus ataques éste retrocedió hasta ser acorralado contra la pared, fue ahí que en un hábil y rápido movimiento le dio una estocada en su cuello quedando como el vencedor.

Itachi: Veo que jamás podré ganarte en Kendo...

Comentó soltando la espada de bambú para luego sentarse en el piso, al igual que su hermano menor.

Sasuke: No sé porque insistes con eso, mejor vuelve a tu habitación-

- ¡¿ITACHI?!

Gritó una histérica mujer de cabellos azabache que vio a su hijo mayor y se lanzó a abrazarlo fuertemente contra su pecho.

- ¡¿Donde estabas?! ¡Se supone que deberías estar descansando!

Le gritó una vez que lo liberó del apretado abrazo.

Itachi: Solo entrenaba un poco con Sasuke-

Y se detuvo en cuanto vió que su madre le propinó una cachetada al menor que lo dejó completamente enmudecido.

Itachi: ¡¿Mamá que te sucede?!

- ¡¿En que demonios pensabas al arriesgar a tu hermano de esa manera, Sasuke?! ¡¿Él está gravemente enfermo y tú lo obligas a esto?!

Le gritó a lo que el azabache menor mantuvo la mirada en el suelo sin decir palabra alguna.

Itachi: Mamá fui yo el que-

Y se detuvo en cuanto se llevó las manos a la boca puesto que había comenzado a toser y escupir sangre.

Sasuke: ¡Itachi...!

Exclamó preocupado, pero en cuanto esté iba a ayudarlo fue violentamente apartado por su madre.

- ¡No lo toques! ¡Ésto es culpa tuya, vete a tu habitación, estás castigado!

Le gritó luego de que la servidumbre y los médicos acudieran al lugar, este tragó en seco y corrió hasta su habitación como si su vida dependiera de ello, una vez allí se hechó sobre la cama a llorar en silencio.

Todo siempre había sido igual, desde que conocieron el diagnóstico de Itachi su madre y su padre centraron toda su atención en él, eso le tenía sin cuidado puesto que siempre había sido así, la idea de perder a su hermano para siempre le dolía como nada en el mundo, él era su todo, su familia, su amigo, su ejemplo a seguir, siempre había sido perfecto, siempre le había ganado en todo a todos.

Pero no pudo ganarle a su enfermedad, a la edad de diecisiete años le habían diagnosticado un cáncer avanzado, sus padre quedaron destrozados y él más puesto que oyó algo sumamente desagradable ese mismo día.

//Flash Back//

Ambos mayores se encontraban en su despacho mientras que Itachi estaba descansando en su habitación siendo cuidado por su hermano menor de tan solo diez años en ese entonces, este lloraba a mares cuando el mayor abrió los ojos pesadamente.

Itachi: ¿Porque lloras, Sasuke?

Preguntó sonriendo levemente.

Sasuke: No quiero que te vayas...

Sollozó limpiando sus lágrimas.

Itachi: No me iré a ninguna parte, voy a ganarle a esta enfermedad, ya verás.

El menor sonrió forzadamente.

Sasuke: ¿Tu eres invencible, cierto?

Este sonrió ampliamente.

Itachi: Claro que si, ahora ve a buscar a mamá y a papá, estoy de que se podrán felices de que haya despertado.

Éste obedeció en seguida y fue corriendo a avisarle a sus padres, pero antes de siquiera tocar la puerta oyó algo que lo destrozó.

- ¡Es es muy injusto! ¡¿Porque Itachi?! ¡¿Porque no Sasuke-

Y se detuvo en cuanto recibió una bofetada por parte de su marido.

- ¡No quiero que vuelvas a decir algo como eso, Mikoto!

Gritó furioso.

- Mejor volvamos a la habitación de Itachi de seguro ya despertó-

Éste abrió la puerta encontrándose a su hijo menor que había oído todo, las lágrimas no paraban de bajar por su mejillas.

- Sasuke...

Lo llamó a lo que éste miró a su madre que apartó la mirada avergonzada.

Sasuke: Tienes razón...

Fue lo único que dijo para luego salir corriendo a encerrarse a su habitación.

//Fin del Flash Back//

Con pesadez se levantó de su cama para ir a su escritorio a terminar su tarea, buscó su maletín pero este mismo se le cayó de las manos exparciendo sus cuadernos y lápices en el piso.

Sasuke: Debe ser una broma...

Maldijo dispuesto a levantarlo, una vez que lo hacía pudo ver algo extraño entre sus documentos, un sobre color negro que tenía una rosa grabada y su nombre escrito en fucsia brillante.

"Otra carta de una admiradora, genial..."

Pensó hastiado y dispuesto a leerla.

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//Naruto//Neji//Shikamaru//Sasuke//

Quitaron el sello dorado encontrando una especie de tableta, ésta se encendió de forma automática luego de hacer un escaneo de retina, una vez confirmada la identidad de los participantes la pantalla se encendió por completo dejando ver a una mujer de cabellos y ojos negros como la noche.

- Es un verdadero placer poder conocerte, participante.

Habló luego de sonreír.

- Agradecería que leyeras este mensaje a solas, si es así, procederé a explicar.

Suspiró

- Haz sido seleccionado para participar del Maidens battle, dentro del sobre que haz abierto previamente se encuentra una llave única en sus especie, ésta te servirá para liberar a la doncella que te será entregada el día de mañana, ellas te explicarán a grandes rasgos lo que implica este juego, no debes de tirar ni romper ésta tableta ya que a través de ella recibirás información crucial que te ayudará, no debes de hablar de esto con nadie, todo lo ocurrido de acuerdo al Maiden's Battle es estrictamente confidencial, sé responsable en el cuidado de tu doncella una vez que te sea entregada, sin más que agregar me despido cordialmente y te deseo suerte.

La pantalla se apagó quedando totalmente enegrecida.

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//Naruto//

El rubio se quedó en silencio para luego tirar el sobre y la tableta al bote de basura.

- Lo siento, no tengo tiempo para ésto.

Fue lo que dijo para luego ir a la cocina a prepararse un Ramen instantáneo

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//Neji//

- Promociones estúpidas de juegos estúpidos.

Habló para luego dejar la tableta en su escritorio e irse a dormir.

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//Shikamaru//

- ¿Una doncella, eso sería como una muñeca, no?

Habló para si mismo mirando su cubo de Rubik.

- Nunca he tenido una muñeca, sé que son para niñas, pero nunca he apoyado los estereotipos masculinos ni femeninos, será divertido.

Sonrió como no había hecho hace ya en mucho tiempo.

- No te preocupes, señorita de la pantalla, cuidaré muy bien del juguete si es que llega, espero que sea gratis.

Bostezó dejando en cubo sobre le mesita de noche.

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//Sasuke//

- ¿Un juego? ¿De que se trata?

Tomó su laptop y buscó en internet, pero no encontró absolutamente nada.

- Uhm, que raro

Vió la hora y supo que era ya muy tarde por lo que a dispuso a hacer su tarea guardando la tableta en uno de los cajones.

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Tsunade

Sabía que ocurriría algo como esto, por lo que supongo, cambiarán de opinión mañana, todos ellos necesitan algo y la obtendrán a través del Maiden's battle.

Sólo así podrán cumplir todos sus deseos, sólo así podrán dejar atrás esa realidad tan llena de soledad, desesperacion, dolor, y odio

Continuará...

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Ok, el primer capítulo, espero que les haya gustado el nuevo fan fiction.

Espero su opinión en los comentarios.

Los quiere y aprecia

Linaly Rose

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