Narra omnisciente

Salieron del café caminando algo nerviosos y evitando mirarse ya que era algo nuevo para ellos estar así.

Se estaban dándo la mano mientras caminaban en dirección al centro comercial.

Habría una exposición de arte moderno y por lo que había aprendido semanas estando con el era que sus gustos se basaban en 3 cosas fundamentales

1 explosiones

2 esculturas de arcilla

3 arte efímero

Exactamente en ese orden así que ¿que mejor que llevarlo a una exposición de arte y de paso conocerse mejor?.

Mientras caminaban óbito luchaba por no girar su cabeza directamente para ver a deidara.

Quería verlo en todo momento, además de para poder ver lo lindo que era, quería poder ver su expresión.

Quería saber si le agradaba su compañía, si estaba cómodo con su cita.

Cita

Aun le parecía raro tener que usar esa palabra para describir su situación óbito se sentía tan nervioso que de ser humanamente posible le saldría humo de su cabeza.

Deidara no estaba mejor.

Hace un par de semanas estaba regañando a óbito por llegar tarde y ahora estaban en una especie de cita.

Eso si que era bastante singular.

No es que óbito le desagradara o no le gustará estar cerca de el.

Es cierto que varias veces lo hacía enojar pero de hecho le parecía bastante divertido.

Es decir si a veces peleaban, se hacían bromas y en la escuela los consideraban "rivales " o "nemesis".

Pero en realidad no era nada del otro mundo y muy aparte de lo de haber descubierto su secreto.

En el fondo le agradaba bastante, y le parecía bastante divertido.

Aunque

A veces le preocupaba

Esa situación, por esa situación vivía paranoico, y apenas salía precisamente por eso.

Pero no debía pensar en eso, solo debía disfrutar su día y estar relajado.

Lo que no sabía era que una ves que llegaron al centro comercial una misteriosa figura lo observo.

- al fin te encontré...deidara-