Nemo sobre la pequeña mesa mira perdidamente los apuntes en su libreta sin poner real atención, pues en su mente tan solo vaga el pensamiento de Matama y Minami teniendo intimidad aún sin poder creerlo.

Solo logra salir de esos pensamientos cuando escucha los pasos de Minami regresar a la habitación.

- Nemo te noto distraída - deja sobre la mesa un pequeño plato de galletas y té para su amiga - ¿Segura que estás bien?.

Había olvidado que Minami sabe perfectamente cuando algo le sucede.

- Minami...- hace una pausa antes de continuar.

¿Cómo podría sacar el tema?.

- Los exámenes te tienen estresada, ¿cierto?. No te preocupes todo saldrá bien, ven seguiré explicandote.

Y así continuaron estudiando hasta altas horas de la noche, pero en algunas ocasiones Nemo había dejado de prestar atención para observar atentamente a Minami.

¿Que tan fácil sería tener ese contacto íntimo con ella?, ¿que se sentirá tocarla?, son las preguntas que vuelan por su mente al tenerla de cercas.

Quizá si la toca solo así pueda comprender a Matama.

Entonces su mano inconcientemente pasa a acariciar el cabello de su amiga.

- ¿Estás cansada?.

- Yo...- siente que se queda sin palabras y aparta su mano.

Minami mira la hora en el reloj.

- Ya es tarde, será mejor que nos vayamos a dormir - ordena las cosas en la mesa - Tú puedes quedarte en la cama Nemo.

Mientras ella recoge los apuntes Nemo vuelve a acariciar pero está vez en su espalda. Minami no parece reacionar y continúa con lo suyo, entonces Nemo sigue bajando, acaricia su muslo muy cercas de esa zona prohibida.

- Es cálido...- Nemo murmura.

Pero se detiene cuando escucha un jadeo provenir de Minami.

- ¿Nemo?, ¿Por qué me tocas ahí?...

- Lo siento - aunque se disculpa no aparta su mano de la zona.

Nemo puede ver qué Minami se ha calentado con rapidez, eso solo le indica que le está gustando.

Mientras que Minami sabe lo que va a pasar, pero no tiene idea o mejor dicho no quiere hacer nada para evitarlo.

- Al menos deberías pedir permiso...- Minami toma su mano y la retira - Se más delicada...- dirige las manos de Nemo a sus pechos - Y hazlo apropiadamente.

Ambas se miran sonrojadas.

Entonces Nemo con delicadeza y con la seguridad de saber que la había vencido su voluntad, acerca su boca a la de Minami, hasta que queda a escasos centímetros.

Cuando entreabren sus labios se dan un beso disfrutando de la textura dulce de sus labios, Minami cierra los ojos invitándola a continuar, sintiendo una descarga eléctrica recorrer sus cuerpos al contacto de las lenguas.

Nemo aprieta los pechos de su amiga haciendola gemir en medio de el beso.

Es tan suave y blando, piensa Nemo
y los masajeaba tímidamente, así continua hasta que levanta su blusa de pijama dejandolos al descubierto, de esta manera continúa meneandolos.

Minami abre los ojos para ver el rostro de Nemo muy de cercas durante el beso, siendo consiente de la situación con su otra amiga.

¿Por qué ahora también Nemo lo esta haciendo?, ¿que está pasando con sus amigas?, ¿esto es el llamado triángulo amoroso?, se pregunta ella.

Hasta que deshacen el beso y se miran son la respiración agitada.

Aunque Minami jamás se hubiera imaginado a Nemo de esta manera, luce tan linda.

Minami toma el rostro de Nemo y lo guía a sus pechos. Ella nerviosa entiende lo que quiere Minami, llevándose los pechos a su boca.

Se siente bien, piensa Nemo saboreando los pezones sensibles cuidando no lastimarla con sus dientes.

- N-nemo...- gime sintiendo los puntiagudos dientes rozando levemente su piel.

Aunque Nemo puede sentir la calidez de sus pechos en su cara, siente que no es suficiente y sin dejar de degustar quita la parte superior de la pijama de Minami para hacer lo mismo con la parte de abajo, esta vez separandose de los pezones dejando un hilo de saliva al hacerlo.

Con ayuda de Minami se deshase de los pantalones cortos junto con sus bragas, para contemplarla completamente desnuda frente a ella con las piernas abiertas entregándose.

Nemo con los latidos acelerados posa su mano en esa zona rosa, ese lugar es aún más cálido.

Minami sonrojada mira la mano de Nemo en su zona íntima, su cuerpo se tensa al sentir el contacto directo en su clítoris que empieza a estimular.

Nemo se concentra en esa sensación cálida y húmeda, mueve sus dedos torpemente abriendo los labios he introduce un par de estos, sintiendo sus paredes por dentro.

Pero pronto Minami iría en su ayuda tomando su mano para guiarla, ella misma la lleva más adentro, acomodando sus dedos hasta el lugar más sensitivo suyo. Allí, aprieta la mano de Nemo.

Aquel tacto estaba sobrepasando a Nemo, con emociones encontradas que la hacen dudar de si aquello esta bien o mal. Pero descide ignorarlo y continuar apretando su clitoris duro hasta que Minami gime profundamente.

Nemo no sabe exactamente lo que es un orgasmo pero imagina que es lo que Minami comienza a sentir y desea verla.

Se incorpora un poco, lo justo como para ver el lugar que su mano esta acariciando. Minami tiembla con sus caricias y en un momento dado presiona su mano contra su pubis, encoge sus piernas y gime entrecortadamente sin dejar de hundir sus dedos en su sexo.

Nemo mira extasiada, ella está corriéndose con su mano, cuando lo logra finalmente la libera.

Nemo acerca su mano para mirar con atención los fluidos que ahora cubren sus dedos.

- Déjame limpiarlo - sin esperarlo Minami volvería a tomarla para llevarla a su boca lamiendo y chupando sus propios fluidos de forma provocadora que hace sentir nuevas sensaciones a Nemo.

- Ven conmigo - Minami susurra y la lleva con ella para sentarla en la cama y ahí se encarga de despojarla de sus ropas.

La ve inclinarse sobre sus pechos y tomar un pezón con su boca sin perderla de vista.

- M-Minami - gime.

- Te cuidare bien Nemo...- lame intensamente.

Nemo de pronto se siente como en el cielo, aquella lengua en sus pechos es lo mejor, mientras le acaricia la pierna al mismo tiempo. Su mano suave como una pluma.

La ve bajar con besos húmedos por todo su abdomen, dirigiéndose a su pubis. Y hunde su cara en su vagina.

Cuando su clitoris, hace movimientos giratorios que le roban gemidos a Nemo. Poco a poco tiene esa sensación como si se fuera a hacer pis, algo que venía desde su interior.

- Espera Minami...- la toma de su peinado convulsionando hasta perder el control.

Y al contrario de detenerse su lengua acelera. Nemo quería pararla, temiendo un vergonzoso escenario dónde se ordinaria encima, pero no podía hacer caso a su mente nublada por el placer.

Así simplemente estalla en un mar de convulsiones, cuando una especie de descarga cruza su cuerpo entero.

Nemo se rinde sobre la cama mientras Minami acaricia su cara y juega con sus cabellos mirándola con mucha ternura.

Ha sido maravillosa la sensación de que algo explotó en su interior.

¿Esto fue lo que experimento Matama con Minami?.

- Buenas noches Nemo - besa sus labios.

Ambas rendidas en la cama se dejan consumir por el sueño.

Al despertar Nemo espera que haya sido tan solo un sueño pero al notar unos brazos rodeando su cintura al mismo tiempo que unos pechos se presionan en su espalda el pensamiento se esfuma y todos los recuerdos de lo que hizo en la noche la invaden junto con una triste sensación de culpa.

Pues sabe que todo lo que ha ocurrido fue a causa de su inconformidad con Matama, sin embargo ya es demasiado tarde para darse cuenta.

- ¿Nemo?, buenos días - la dormilona voz de Minami vuelve a salvarla de sus pensamientos aunque le duraría poco.

- Minami, hay algo que tengo que confesarte...

- ¿Que ocurre? - pregunta muy intrigada, acaso también le declarará su amor.

- Sobre Matama en el cafe después de que te fuiste...ella me dijo lo que pasó entre ustedes y yo me sentí tan triste y enojada. Creí que si lo hacía también contigo estos sentimientos se irían pero no ha sido así...

La expresión que mostraría Minami a continuación era de profunda decepción y esto Nemo lo comprendió muy bien ante esos ojos tan expresivos.

Así que todo esto siempre se trato de ellas dos... piensa Minami.

- Nemo lo que tú sentiste son celos...

- ¿¡Celos!? - exclama Nemo sin querer creer las palabras de Minami.

- Si Nemo, son celos por Matama, por qué la amas y te molesta pensar en verla con alguien más que no seas tú.

- ¿Cómo puedes decir esas cosas?... ¿Amor?....¿Celos?... - Minami simplemente continúa mirandola con esa expresión que comienza a atormentarla - Lo siento Minami...

En verdad Minami ya lo presentía, fueron tantas las señales, desde sus peleas aún más intensas, la canción de Matama que resulta que realmente iba dirigida a Nemo y todo teniendo como resultado en querer llamar la atención la una de la otra al ser utilizada ella como cebo.

No existe una historia de amor y mucho menos una confesión o almenos no para ella.

¿Cuando este par de estúpidas se darán cuenta de sus sentimientos?.

La culpa terriblemente continúa carcomiendo a Nemo por dentro al ver a Minami congelada en esa expresión.

- Vístete Nemo, tienes que desayunar - finalmente rompe el silencio.

- No puedo...- claro que no puede seguir abusando de su hospital y bondad después de hacerle tal cosa - Ya me iré a casa.

Nemo se levanta y busca sus cosas, se viste y con una última mirada de arrepentimiento la dejó ahí.

Minami vuelve a recostarse, abrazándose a sí misma mientras se hunde en un mar de lágrimas, sabiendo que parte de la culpa también fué suya al seguirles el juego.

- Que tonta fuí - se dice a ella misma.