Capítulo 37: A Través Del Espejo De Oesed

-¡Vuelve acá fantasma desquiciado! -Grito Naruto corriendo tras Peeves quien minutos antes les había dejado caer globos llenos de agua. El poltergeist saco su lengua a modo de burla y siguió flotando lejos de los estudiantes. 

Harry siguió a Naruto tratando de seguirle el paso mas no era lo suficientemente rápido como el ninja, lo siguió por los pasillos y una que otra escalera que Naruto subía o bajaba. Vio como Naruto entraba en uno de los salones que parecían poco utilizada. Cuando entro al salón vio a Naruto gritando a Peeves mientras él atravesaba el techo del aula y los dejaba atrás. 

-Estúpido fantasma. -Farfullo Naruto agitando su cabello con una mano.-Pero debo admitir que tiene algo de talento para las bromas, claro que yo siempre eh hecho bromas mucho mejores.

-Dudo que puedas ganarle a Fred y George, ellos son los mejores bromistas que he visto. 

-Ellos también tienen talento.-Naruto se encogió en hombros además de sostener una sonrisa en su rostro. Dejo de ver a Harry para mirar a su alrededor, era un aula vacía, las pocas mesas que habían estaban llenas de polvo y tenues telarañas además de estantes con libros polvorientos. Al fondo del salón algo brillo a causa del sol que entraba por la ventana que tenia una capa de tierra que muy a penas lo permitía, era un objeto mayormente cubierta de una sabana, a excepción de una esquina. 

Sin decir nada, Naruto avanzo por la habitación hasta llegar frente al objeto. Lo miro detenidamente, la sabana no estaba cubierta de polvo como los demás, miro al piso, extrañamente no había pisadas que no fueran las suyas.

-¿Naruto? 

-Esto parece que lo colocaron recientemente.

Naruto tomo la sabana y jalo de esta dejando ver el objeto, era un espejo. Un espejo alto con marco de oro detallada. Escucho a Harry soltar un gemido de asombro, escucho sus pasos acercarse a él. 

-El espejo de Oesed.

-¿El qué? -Pregunto Naruto.

-El espejo de Oesed, refleja los deseos mas profundos de nuestros corazones.-Recito recordando las palabras del profesor Dumbledore.-Cuando una persona se mira en el espejo, él te muestra tus deseos o las metas que tu quisieras realizar. 

-¿Enserio? ¡Suena excelente! -Naruto se dio cuenta que tenia algo grabado en la parte superior del espejo: Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse.-Que extrañas palabras.

-¿Crees que es genial? Supongo que es dependiendo de la persona.-Respondio Harry mirando al espejo. 

Naruto se apresuro a colocarse frente al espejo esperando ver algo. Al parpadear se dio cuenta de que el espejo reflejaba algo diferente, estaba él pero no estaba Harry junto a él, sino otras personas a quien antes de ver sus rostros vio su ropa y a si mismo en general detalladamente, era él, pero parecía mas grande, de mayor edad y llevaba puesta ropa parecida a la del hokage ¡Él era el hokage! 

-¡Siempre creí que me vería genial como hokage y aquí la prueba! -Exclamo en voz alta. Harry lo miraba, se preguntaba que era lo que veía. 

Sonrió cuando se vio a si mismo como su mas grande meta, ser el hokage. Recordó aquellas personas junto a él, levanto la mirada para verlos a la cara. Frunció el entrecejo cuando no los reconoció, no eran personas que él hubiera visto en la aldea, primero vio a la mujer a su izquierda, era de tez blanca y tenia el cabello muy largo, tanto que llegaba hasta sus pantorrillas, además de ser de un rojo brillante, a Naruto le pareció muy hermoso e inusual, su cabello se dividía en dos perfilando su rostro. Ella le sonreía de manera dulce, algo se removió dentro de Naruto al ver a esa mujer verlo de manera tan ¿dulce? Ella agito su mano a modo de saludo y coloco una de sus manos en el hombro de Naruto, él, instintivamente se llevo la mano al hombro donde se suponía estaba la mano de la mujer. Nada, no había nada ahí. 

-¿Alguna vez has visto el fantasma de una mujer alta con cabello rojo por aquí? -Pregunto a Harry quien lo miro confundido.

-No hay ningún fantasma así, Naruto. -Respondio Harry acomodando sus lentes, pero muy confundido.-¿Hay una mujer así en tu reflejo?

¿Naruto veía a una mujer de cabello rojo? No podía ser la misma que Harry creía ¿O si? 

-¿Como es ella? -Pregunto Harry apresuradamente. 

-Bueno... -Naruto se giro al espejo nuevamente y la vio, ahí seguía. Aun le sonreía de manera tierna y dulce.-Ella es alta, de piel blanca, cabello rojo y largo...-Harry parecía cada vez mas confundido.-Y ojos violetas.

-¿Qué? 

-Ojos violetas.-Repitió Naruto, paso su vista a su derecha, ahí estaba un hombre, era alto, de cabello rubio, de tez canela y ojos azules. Él también le sonreía, con una de sus manos acaricio su cabello rubio, vio su cabello moverse en su reflejo, vio mas detenidamente al hombre, llevaba ropa como los jonin de la aldea, pero por encima de eso llevaba una especie de abrigo blanco con llamas al final de este. El hombre movió sus labios, como si dijera algo, mas no podía escucharlo. 

La mujer soltó lagrimas mientras aun sonreía, Naruto miro a su yo del reflejo, era de su misma edad nuevamente, ya no tenia la ropa de hokage, tenia su ropa normal. Su yo del reflejo miro a las dos personas que estaban junto a él y tomo una mano de cada uno, acercándolos a él como si tratara de abrazarlos. 

Naruto no sabía que decir, tenia demasiadas preguntas y demasiadas emociones dentro de él. ¿Quiénes eran esas personas? ¿Por que estaban junto a él? ¿Por que si ese espejo te mostraba tus mas anhelados sueños aparecía gente que no conocía? Era demasiado para él, trataba de apartar la mirada de su reflejo pero algo dentro le obligaba a seguir viendo, su yo del espejo sonreía junto a esas personas, la mujer se inclino para abrazarlo con amor, eso era lo que Naruto percibía, esa mujer le demostraba un amor que él jamás conoció. La mujer paso su mirada de su yo del espejo al verdadero, las lagrimas seguían brotando de sus ojos mientras sonreía, el hombre aun le sonreía y sus ojos parecían quererle transmitir algo ¿Un sentimiento? ¿La palabra que él no alcanzo a escuchar?  Verlos a los tres era como ver a los niños de la aldea cuando jugaban en el parque y al final del día sus padres iban a buscarlos. 

-Parecemos... parecemos una familia.-Murmuro Naruto aun con la mirada perdida en el espejo. Esas palabras fueron escuchadas por Harry, se acerco a él con cautela nervioso, como si el rubio lo pudiera atacar, lentamente le coloco la mano en el hombro, Naruto instintivamente dirigió su mano al mismo hombro, esta ves sintiendo el tacto de otra mano, volteo y vio a Harry quien igualmente lo miraba preocupado. Naruto soltó la mano del azabache y parpadeo un par de veces, no entendía nada.

-Deberíamos irnos.-Sugirió Harry al ver el estado en el que el rubio se encontraba, no sabia lo que había visto pero estaba seguro de que seguir viendo el espejo solo le traería mas problemas. 

-No...

-Naruto.-Lo llamo Harry volviendo a colocar su mano en el hombro del slytherin.-Se que este espejo te podrá mostrar algo maravilloso, lo se, yo también me vi en ese espejo, también vi mis mayores deseos pero no podemos dejar que nos consuma, no podemos dejar que la vida se nos vaya de las manos por perseguir algo que...que ya no este...-Esta vez Harry hablo por su propia experiencia y sus propios recuerdos, recordó a sus padres en aquel espejo, recordó sus miradas y sus sonrisas, por alguna razón creyó que lo que Naruto vio no era tan diferente de lo que el vio, o tal vez aquello le provocaba el mismo sentimiento. Lo vio en sus ojos, vio un torbellino de sentimientos, alegría y confusión, ambos sentimientos mezclados, al igual que lo estuvieron en él la primera vez que visito aquel espejo. 

-¿Estas seguro de que este espejo no alberga fantasmas como los cuadros? 

-Estoy seguro. ¿Qué fue lo que viste? -No estaba seguro de que Naruto le respondiera su pregunta, tal vez era demasiado personal.

Vio a Naruto tomar nuevamente la sabana y cubrir en su totalidad el espejo. 

-Vámonos, te contare luego. 

Harry asintió y ambos caminaron a la puerta del aula, Harry cerro la puerta y ambos avanzaron por el pasillo en total silencio, bajaron algunas escaleras, el azabache no estaba seguro como romper aquel silencio incomodo. 

-Vamos al gran comedor.

-¿Eh? -Harry estaba tan sumido en sus pensamientos que no lo escucho.

-Vamos al gran comedor, tengo hambre ¿tu no? 

-Si. 

Ambos bajaron por la escalera principal para llegar al gran comedor, no había casi nadie, mas que un par de alumnos de su misma edad, del mismo curso que tampoco habían ido al pueblo. Afortunadamente siempre había algunas golosinas para los tiempos del descanso de los alumnos. Ambos se acercaron a la mesa mas próxima aunque no fuera la de ellos y se sentaron uno frente al otro, había pastelillos de chocolate y vainilla en una cesta, ambos tomaron uno cada uno y comenzaron a comerlo. 

-Dices que ya habías visto ese espejo antes ¿No? 

Harry asintió. 

-¿Qué viste? 

Harry mordió su lengua a propósito. Nunca había compartido esa experiencia con nadie que no fueran Ron o Hermione. 

-Vi... vi a mis padres. -Respondio. 

-¿Tus padres? 

-Como supongo lo sabes, mis padres están muertos, fueron asesinados por Voldemort cuando yo era un bebé. Mi mayor anhelo siempre fue verlos, vi a mi familia por primera vez en mi vida. 

Naruto no supo que responder. Siempre exclamaba a los cuatro vientos que su mayor sueño es convertirse en hokage y así llegar a ser reconocido por la gente del pueblo, poder protegerlos, poder llegar a ser alguien, dejar de ser aquel marginado que fue desde que tenia memoria.  Pero enterrado dentro de él... ¿podía ser eso posible? ¿Ese espejo mágico acaso le mostro a sus padres? 

Dejo el pastelillo en la mesa. Sentía el estomago revolverse, tenia ganas de vomitar, de gritar. No sabia exactamente lo que sentía, ¿alegría por verlos por primera vez?¿tristeza por la misma razón? El tercer hokage alguna vez le dijo que ellos estaban muertos, recordó cuando le pregunto por ellos, él le respondió que no valía la pena decirlo pues los muertos no pueden revivir. 

-Yo tampoco conocí a mis padres.-Dijo Naruto de pronto, sorprendiendo al azabache quien levanto la mirada para verlo a los ojos.-Ellos también murieron cuando era muy pequeño, al menos es lo que el viejo hokage me dijo. Yo también deseaba conocerlos cuando era niño, pero los muertos no pueden revivir. 

Harry parpadeo, era la primera vez que le escuchaba decir algo serio al rubio, sus palabras y los sentimientos que emanaban de las mismas las conocía, él también lo pensaba. 

-Entonces los viste en ese espejo... 

-Eso creo. -Respondio Naruto.- La mujer tenia el cabello pelirrojo y muy largo además de la sonrisa mas amorosa que eh visto, mientras el hombre que vi tenia el cabello rubio y los ojos azules. Si ellos son mis padres entonces...

-Entonces te pareces a tu padre.-Dijo Harry con una sonrisa mirando al pastelillo en sus manos. La situación era tan familiar que incluso podría asustarse, él también se parecía a su padre: James Potter.

-¿Por que sonríes? 

-No me malinterpretes Naruto. Yo también estuve en el mismo estado que tu. Eso solo que... yo también me parezco a mi padre. Cuando lo vi en el espejo, era como ver una versión adulta de mi mismo, excepto por los ojos. Herede los ojos de mi madre. 

Naruto relajo su ceño al escucharlo. Recordó a la mujer que se suponía era su madre. No tenia nada de ella. 

-Creo que no herede nada de ella. -Naruto dio una pequeña mordida al pastelillo.-Me hubiera gustado heredar su cabello rojo.-Sonrió. 

-Eso también me asusta un poco ¿sabes?

-¿Por que?

-Porque mi madre también tenia el cabello pelirrojo. 

[...]

-Aquí tienes -dijo Ron-. Hemos traído todos los que pudimos.

 Un chaparrón de caramelos de brillantes colores cayó sobre las piernas de Harry. Ya había anochecido, y Ron y Hermione acababan de hacer su aparición en la sala común, con la cara enrojecida por el frío viento y con pinta de habérselo pasado mejor que en toda su vida.

-Gracias -dijo Harry, cogiendo un paquete de pequeños y negros diablillos de pimienta-. ¿Cómo es Hogsmeade? ¿Dónde habéis ido?

 A juzgar por las apariencias, a todos los sitios. A Dervish y Banges, la tienda de artículos de brujería, a la tienda de artículos de broma de Zonko, a Las Tres Escobas, para tomarse unas cervezas de mantequilla caliente con espuma, y a otros muchos sitios...

 -¡La oficina de correos, Harry! ¡Unas doscientas lechuzas, todas descansando en anaqueles, todas con claves de colores que indican la velocidad de cada una! Honeydukes tiene un nuevo caramelo: daban muestras gratis. Aquí tienes un poco, mira.

 -Nos ha parecido ver un ogro. En Las Tres Escobas hay todo tipo de gente... 

-Ojalá te hubiéramos traído cerveza de mantequilla. Realmente te reconforta. 

-¿Y tú que has hecho? -le preguntó Hermione-. ¿Has trabajado?

-No -respondió Harry-Pase el día con Naruto. 

-¿Qué? ¿Enserio? 

-Si. A él tampoco lo dejaron salir y nos encontramos en los pasillos. Estuvimos en el despacho de Lupin y... luego de llego Snape...

Harry les conto lo que había pasado con Snape y a copa con la extraña poción. 

—¿Y Lupin se la bebió? —exclamó—. ¿Está loco?

-Eso parece, nadie se tomaría una poción que la preparara Snape. 

-¿Y luego que paso? 

-Bueno, luego Naruto sugirió que exploráramos el castillo. Caminamos por varios pasillos y luego Peeves nos lanzo globos de agua. Naruto lo siguió y terminamos en un aula que parecía abandonada. 

La expresión de Harry cambio y prosiguió a contar lo que había pasado con el espejo de Oesed. 

-¿Entonces el vio a sus padres por primera vez? -Hermione se tapo la boca con sus manos y con expresión de tristeza. Ron lo miraba sorprendido y Harry asintió. 

-Es lo que él dijo. Primero vio algo que lo alegro mucho, dijo algo de que sabia que se vería genial como hokage, o algo así. Pero luego cambio su comportamiento. Fue como verme a mi mismo la primera vez que vi a mis padres.-Harry tomo uno de los dulces. 

Se sentía extraño contando lo sucedido y sus pensamientos a sus amigos, abrirse como un libro no solo con ellos sino también con Naruto, haber tenido esa charla donde ambos parecían hablar con las palabras mas sinceras que pudieran brotar de ellos era extraño pero muy agradable. 

-Tu y él tienen mucho en común. 

-Eso parece. Es muy extraño. 

-Es como si fueran hermanos o algo así. 

-Eso es imposible Ron. 

-Muy imposible. Por lo que el describió, nuestras madres parece que eran similares pero nuestros padres eran muy diferentes. Recuerda que Naruto es rubio y yo de cabello azabache. 

[..]

-¡Naruto! -Sakura lo abrazo fuertemente cuando entraron a la sala común.-¿Donde te metiste? Te esperamos lo mas que pudimos.-Reclamo al alejarse de él.

-Perdón Sakura-chan, es que...-Naruto no supo que decir, aun tenia el remolino de sentimientos dentro de él, algo que Sakura noto al mirarlo a los ojos, la pelirrosa dejo de fruncir el ceño para mirarlo con preocupación. Iba a preguntar que había pasado, mas la voz de los demás la interrumpieron. 

-¿Así que aquí estuviste todo este tiempo? -Pregunto Sasuke. Naruto noto que su compañero parecía arto de sus amigos, llevaba el ceño fruncido y parecía fatigado, Naruto sonrió, quería oír que había dejado a Sasuke en ese estado. 

-¡Naruto! -Lacey se acerco a él.-¡Estuvimos muy preocupados buscándote! ¡creímos que te había pasado algo! -Recorrimos el pueblo varias veces haber si aparecías. 

-Hasta que finalmente Lowell nos dijo que no te habían dejado salir.-Menciono Kylie.-Lacey casi ahorcaba a Lowell por haber dejado que pasáramos varias horas buscándote. 

-Y que al final fue idea de Nasra.-Recordó Nott. 

-¿Pueden culparme? -Nasra llego detrás de ellos seguido por Lowell y otros de sus amigos.-Fue muy gracioso verlos buscar a Naruto durante horas y horas. 

-Y mas gracioso que Brown casi ahorca a Blackwood. -Dijo otro chico de séptimo grado mientras reía fuertemente. 

-¡Te mato! -Lacey casi salta al castaño pelirrojo sino fuera por Sakura quien la sostuvo.-¡POR TU CULPA ME PERDI LA VENTA DE LOS CHOCOLATES SEPTERISQUE!

-¿Chocolates qué? -Pregunto Naruto. 

-Un tipo de chocolates que son como siete en uno.-Explico Nott.-Una delicia. 

-No te enojes Lacey, habrá otros chocolates. Puedes esperar al siguiente paseo. Además, nada les costaba preguntar.-Dijo Nasra mientras jugaba con el collar de zafiros que llevaba en el cuello. 

Lacey murmuraba insultos mientras fulminaba a Nasra con la mirada deseando que en verdad prendiera en llamas. 

-Como sea, vayan a dejar los dulces y demás cosas que compraron a sus habitaciones, ya es hora del banquete.-Dijo Lowell mientras se alejaba de ellos en camino a su habitación mientras Nasra los miraba de manera burlona. 

Sasuke frunció el ceño mirando al castaño-pelirrojo y este le devolvió la mirada. 

Luego de dejar sus compras todos salieron en dirección al gran comedor. Le preguntaron a Naruto que estuvo haciendo durante su ausencia y el empezó a contarles lo que había pasado de manera cronológica, evito mencionar lo del espejo y lo que había visto, además trataba de sonreír como siempre lo hacia tratando de evitar que se notara el gran impacto que tuvo lo que vio en aquel espejo. Sakura y Sasuke notaban que había algo diferente en Naruto pero esperarían para averiguarlo hasta que volvieran a la sala común. 

-Me alegra de que convivieras con Harry, Naruto. -Dijo Sakura cuando entraban al gran comedor.-Es bueno que se lleven mejor. 

-Si, no es tan malo como creí que seria.-Respondio Naruto.-Y tenemos mucho en común.-Penso. 

-No se, todavía no me fio de Potter y sus amigos, estate alerta Naruto.-Dijo Lacey cuando se sentaban en la mesa de Slytherin.-Esos tontos pueden planear un ataque en cualquier momento. 

-Lacey tiene razón.-Dijo Nott.

-Vamos Lacey, Nott, no hay que  ser tan groseros.-Dijo Kylie. 

-Además no es una guerra.-Dijo Sakura.-Por lo menos no entre ellos y nosotros. 

-¿Y luego, qué hicieron?

-Pues, luego de buscarte como locos nos empezamos a lanzar bolas de nieve.-Respondio Lacey.-No vuelvo a jugar cuando el Uchiha este presente.

-hmp.-Se limito a decir Sasuke mientras comía. 

-No nada de "hmp" Uchiha.-Dijo Lacey.-Tu no juegas limpio. 

-No es mi culpa que ustedes no tengan entrenamiento ninja y no puedan esquivar la nieve.-Respondio Sasuke. 

Ambos se miraban con enojo. 

-Pues debes medirte, no somos como ustedes. Deberías tenernos un poco mas de consideración. 

-Eso no va conmigo.-Respondio Sasuke sin mirarla.

Lacey bufo y se cruzo de brazos murmurando groserías. 

-A la próxima tampoco seré considerada y usare mi varita.-Dijo Lacey mientras tomaba su tenedor.-Te hare pagar.

El resto miraba con gracia la escena, Naruto no evito reírse de la situación. En verdad lo habían hecho sentir mejor. 

Luego de unos minutos el banquete terminó con una actuación de los fantasmas de Hogwarts. Saltaron de los muros y de las mesas para llevar a cabo un pequeño vuelo en formación. Nick Casi Decapitado, el fantasma de Gryffindor; cosechó un gran éxito con una representación de su propia desastrosa decapitación.

Cuando salían del gran comedor pudieron oír a Malfoy gritarle a Harry. 

-Vamos, apresuremos el paso antes de que Malfoy llegue a la habitación.-Dijo Sasuke. 

Bajaron las escaleras y entraron a la sala común. Antes de alejarse Sakura le pregunto al rubio si no había algo de lo que quisiera hablar, Naruto lo pensó por un momento, quería decirles lo que había ocurrido pero estaba tan cansado que pensó en esperar al día siguiente, luego de responderle Sakura asintió y les deseo buenas noches. 

-Finalmente algo de paz.-Escucharon decir a Sasuke cuando se dejo caer en su cama.

Nott y Naruto se miraron sorprendidos de escucharle decir algo así. 

[...]

—Que alguien vaya a buscar al profesor Dumbledore, rápido. 

Las cabezas se volvieron. Los de atrás se ponían de puntillas. 

—¿Qué sucede? —preguntó Ginny, que acababa de llegar. 

Al cabo de un instante hizo su aparición el profesor Dumbledore, dirigiéndose velozmente hacia el retrato. Los alum nos de Gryffindor se apretujaban para dejarle paso, y Harry; Ron y Hermione se acercaron un poco para ver qué sucedía. 

-¡Anda, mi madr...! -exclamó Hermione, aferrándose al brazo de Harry. 

La señora gorda había desaparecido del retrato, que había sido rajado tan ferozmente que algunas tiras del lienzo habían caído al suelo. Faltaban varios trozos grandes. Dumbledore dirigió una rápida mirada al retrato estropeado y se dio la vuelta. Con ojos entristecidos vio a los profesores McGonagall, Lupin y Snape, que se acercaban a toda prisa. 

-Hay que encontrarla -dijo Dumbledore-. Por favor; profesora McGonagall, dígale enseguida al señor Filch que busque a la señora gorda por todos los cuadros del castillo. 

-¡Ilusos! -dijo una voz socarrona. Era Peeves, que revoloteaba por encima de la multitud y estaba encantado, como cada vez que veía a los demás preocupados por algún problema. 

-¿Qué quieres decir, Peeves? -le preguntó Dumbledore tranquilamente. La sonrisa de Peeves desapareció. No se atrevía a burlarse de Dumbledore. Adoptó una voz empalagosa que no era mejor que su risa.

 -Le da vergüenza, señor director. No quiere que la vean. Es un desastre de mujer. La vi correr por el paisaje, hacia el cuarto piso, señor; esquivando los árboles y gritando algo terrible -dijo con alegría-. Pobrecita -añadió sin convicción.

 -¿Dijo quién lo ha hecho? -preguntó Dumbledore en voz baja.

 -Sí, señor director -dijo Peeves, con pinta de estar meciendo una bomba en sus brazos-. Se enfadó con ella porque no le permitió entrar, ¿sabe? -Peeves dio una vuelta de campana y dirigió a Dumbledore una sonrisa por entre sus propias piernas-. Ese Sirius Black tiene un genio insoportable.

-¿Sirius Black? 

-Profesores, por favor dirijan a los estudiantes al gran comedor.-Ordeno Dumbledore apresuradamente. 

Tanto la profesora McGonagall como el profesor Snape llamaron a los prefectos de sus casas, rápidamente Percy Weasley y Lowell Blackwood se acercaron a ellos.

-Blackwood trae a todos los estudiantes de Slytherin al gran salón.-Ordeno Snape, Lowell asintió y se alejo de ahí en paso firme.

-Weasley dirige a tus compañeros al gran comedor, debemos asegurarnos de que Black no lastime a nadie. 

-De inmediato profesora.-Respondio Percy para luego empezar a dirigir a los alumnos de la casa Gryffindor.-Dense prisa, vuelvan al gran salón.

Luego de unos minutos todos los alumnos de las cuatro casas ya se encontraban en el gran salón. Todos se encontraban confusos. 

-Los demás profesores y yo tenemos que llevar a cabo un rastreo por todo el castillo -explicó el profesor Dumbledore, mientras McGonagall y Flitwick cerraban todas las puertas del Gran Comedor-. Me temo que, por su propia seguridad, tendrán que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del Gran Comedor y dejo de encargados a los dos Premios Anuales. comuníquenme cualquier novedad -añadió, dirigiéndose a Percy, que se sentía inmensamente orgulloso-.Avísenme por medio de algún fantasma. -El profesor Dumbledore se detuvo antes de salir del Gran Comedor y añadió-: Bueno, necesitaran...

Con un movimiento de la varita, envió volando las largas mesas hacia las paredes del Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos. 

-Felices sueños -dijo el profesor Dumbledore, cerrando la puerta.

El Gran Comedor empezó a bullir de excitación. Los de Gryffindor contaban al resto del colegio lo que acababa de suceder. El equipo siete junto a sus amigos de slytherin se colocaron cerca de Harry y los demás para escuchar lo que ocurrió. 

-Entonces el tapiz de la señora gorda estaba completamente destrozado.-Contaba Ron. 

 -¿Estan seguros de que fue el tal Black? 

-¿Quien mas haría algo tan horrible?

-¡Todos a los sacos! -gritó Percy-. ¡Ahora mismo, se acabó la charla! ¡Apagaré las luces dentro de diez minutos!

Todos tomaron un saco cada uno. 

-¿Creen que Black sigue en el castillo? -susurró Hermione con preocupación. 

-Evidentemente, Dumbledore piensa que es posible -dijo Ron. 

-Es una suerte que haya elegido esta noche, ¿Se dan cuenta? —dijo Hermione, mientras se metían vestidos en los sacos de dormir y se apoyaban en el codo para hablar—. La única noche que no estábamos en la torre... 

-Supongo que con la huida no sabrá en qué día vive -dijo Ron-. No se ha dado cuenta de que es Halloween. De lo contrario, habría entrado aquí asaco. 

Hermione se estremeció. A su alrededor todos se hacían la misma pregunta:—¿Cómo ha podido entrar?

 -A lo mejor sabe cómo aparecerse -dijo un alumno de Ravenclaw que estaba cerca de ellos—. Cómo salir de la nada. 

-A lo mejor se ha disfrazado -dijo uno de Hufflepuff, de quinto curso. 

-Podría haber entrado volando-sugirió Dean Thomas.

-Hay que ver; ¿es que soy la única persona que ha leído Historia de Hogwarts? —preguntó Hermione a Harry y a Ron, perdiendo la paciencia. 

-Casi seguro -dijo Ron-. ¿Por qué lo dices? 

-Porque el castillo no está protegido sólo por muros -indicó Hermione-,sino también por todo tipo de encantamientos para evitar que nadie entre furtivamente. No es tan fácil aparecerse aquí. Y quisiera ver el disfraz capaz de engañar a los dementores. Vigilan cada una de las entradas a los terrenos del colegio. Si hubiera entrado volando, también lo habrían visto. Filch conoce todos los pasadizos secretos y estarán vigilados. 

-¡Voy a apagar las luces ya! -gritó Percy-. Quiero que todo el mundo esté metido en el saco y callado.

Todas las velas se apagaron a la vez. La única luz venía de los fantasmas de color de plata, que se movían por todas partes, hablando con gravedad con los prefectos, y del techo encantado, tan cuajado de estrellas como el mismo cielo exterior. 

Cada hora aparecía por el salón un profesor para comprobar que todo se hallaba en orden. Hacia las tres de la mañana, cuando por fin se habían quedado dormidos muchos alumnos, entró el profesor Dumbledore. Harry vio que iba buscando a Percy, que rondaba por entre los sacos de dormir amonestando a los que hablaban. Percy estaba a corta distancia del equipo siete, Harry, Rony Hermione, que fingieron estar dormidos cuando se acercaron los pasos de Dumbledore. 

-¿Han encontrado algún rastro de él, profesor? -le preguntó Percy en un susurro.

-No. ¿Por aquí todo bien? 

-Todo bajo control, señor. 

-Bien. No vale la pena moverlos a todos ahora. He encontrado a un guarda provisional para el agujero del retrato de Gryffindor. Mañana podrás llevarlos a todos. 

-¿Y la señora gorda, señor?

-Se había escondido en un mapa de Argyllshire del segundo piso. Parece que se negó a dejar entrar a Black sin la contraseña, y por eso la atacó. Sigue muy consternada, pero en cuanto se tranquilice le diré al señor Filch que restaure el lienzo.

Harry oyó crujir la puerta del salón cuando volvió a abrirse, y más pasos. 

-¿Señor director? -Era Snape. Harry se quedó completamente inmóvil, aguzando el oído-. Hemos registrado todo el primer piso. No estaba allí. Y Filch ha examinado las mazmorras. Tampoco ha encontrado rastro de él. 

-¿Y la torre de astronomía? ¿Y el aula de la profesora Trelawney? ¿Y la pajarera de las lechuzas? 

-Lo hemos registrado todo... 

-Muy bien, Severus. La verdad es que no creía que Black prolongara su estancia aquí.

 -¿Tiene alguna idea de cómo pudo entrar; profesor? -preguntó Snape.

Harry alzó la cabeza ligeramente, para desobstruirse el otro oído. 

-Muchas, Severus, pero todas igual de improbables. 

-¿Se acuerda, señor director; de la conversación que tuvimos poco antes de... comenzar el curso? -preguntó Snape, abriendo apenas los labios, como para que Percy no se enterara. 

-Me acuerdo, Severus -dijo Dumbledore. En su voz había como un dejo de reconvención.-Parece... casi imposible... que Black haya podido entrar en el colegio sin ayuda del interior. Expresé mi preocupación cuando usted señaló...

-No creo que nadie de este castillo ayudara a Black a entrar -dijo Dumbledore en un tono que dejaba bien claro que daba el asunto por zanjado. Snape no contestó-. Tengo que bajar a ver a los dementores. Les dije que les informaría cuando hubiéramos terminado el registro. 

-¿No quisieron ayudarnos, señor? -preguntó Percy.

-Sí, desde luego -respondió Dumbledore fríamente—. Pero me temo que mientras yo sea director; ningún dementor cruzará el umbral de este castillo.

 Percy se quedó un poco avergonzado. Dumbledore salió del salón con rapidez y silenciosamente. Snape aguardó allí un momento, mirando al director con una expresión de profundo resentimiento. Luego también él se marchó. Harry miró a ambos lados, a Ron y a Hermione. Tanto uno como otro tenían los ojos abiertos, reflejando el techo estrellado. 

Mientras tanto Naruto trataba de dormir, luego de unos minutos en los que todo quedo en completo silencio pero las imágenes de sus supuestos padres aparecían cada vez que cerraba los ojos. 

[...]

Mientras tanto en la profundidad del bosque un hombre de edad avanzada y cabellera blanca caminaba entre los arboles alerta a cualquier movimiento. Había seguido el rastro de una extraña criatura que los pobladores cercanos habían asegurado ver. Muchos decían que era un gran oso, otros que era una especie de escorpión gigante y otros pocos aseguraban que era un enorme lobo. Jiraiya tenia semanas investigando el rastro de la criatura para encontrar su escondite, no estaba seguro, pero tal vez esa era la misma criatura que estaba ligada a Kimura. 

Las pisadas irregulares lo confundían. algunas eran tan grandes como las de un oso, otras tan pequeñas como si fueran las pezuñas de los venados. Pero algo que todos tenían en común era que parecían cubiertas con una extraña sustancia negra que era tan viscosa como la brea. 

-Sal extraña criatura.

Había seguido las pisadas hasta una cueva en la profundidad del bosque, Jiraiya se adentro a la cueva siguiendo el rastro de la extraña sustancia en el piso rocoso. De pronto las rocas dentro de la cueva empezaron a temblar, el sanin entrecerró los ojos para visualizar bien un punto de la cueva que estaba en total oscuridad. Entonces, algo salto hacia él emitiendo un estridente rugido que parecían la combinación de varios animales, pero no solo eso, incluso llego a detectar el grito de un humano. 

Jiraiya logro esquivar el ataque y finalmente pudo ver bien a la criatura, su apariencia lo sorprendió pues no es algo que jamás había visto, tenia el cuerpo de un león, pero dos o tres veces su tamaño, tenia tres cabezas: un león, otra de un cabrío y la ultima parecía una especie de dragón, los ojos de cada una de las cabezas brillaban con una tiene luz azul y todo su cuerpo parecía hecho con esa extraña brea.

Salto al momento en el que la criatura lo ataco con sus garras afiladas, este volvió a rugir ocasionando que la cueva temblara. Jiraiya lo ataco devuelta en varias ocasiones y esquivaba los ataques de la criatura de tres cabezas. la cabeza de dragón lanzo una llamarada de fuego al sanin quien apenas lo esquivo para contratacar con un rasengan. Este impacto en el abdomen de la criatura pero al mismo tiempo fue lo suficientemente rápido para lograr tomar una de las manos del sanin y morderlo ocasionando que sangrara. La cabeza de león rugió y usando su fuerza y gran tamaño logro saltar sobre Jiraiya aprisionándolo con sus garras. 

Jiraiya vio a los ojos de la cabeza de león, habían cambiado de color, eran dorados, pero no tenia pupila, ninguna de las cabezas tenia pupila pero dentro de sus ojos era como si miles de extrañas partículas brillantes estuvieran dentro de él. 

En un rápido movimiento Jiraiya lo ataco con un Katon: Endan. La criatura ardía en llamas mientras soltaba alaridos y rugidos que hacían eco en la cueva, entre esos rugidos de agonía pudo reconocer nuevamente los gritos de un humano, específicamente de una mujer, si, sus odios no le fallaban. La cueva comenzaba a desmoronarse por lo que se apresuro a salir de ahí dejando a la bestia dentro. 

Al salir pocos segundos después las paredes rocosas se vinieron abajo cerrando la entrada de la cueva. 

Jiraiya suspiro aliviado. Estaba seguro de que esa era la criatura que buscaba.

-Enviare un mensaje a Tsunade ahora. 

Antes de comenzar su mensaje, las rocas que bloqueaban la entrada volaron por todos lados y él tuvo que esquivarlos, miro a la cueva viendo como la criatura aun ardía y soltaba quejidos de dolor. La criatura miro a Jiraiya quien pensó que lo atacaría, corrió hacia el  y con la cola que poseía logro golpearlo para finalmente huir de ahí. 

Jiraiya lo siguió mas la criatura fue mas rápido y desapareció en la profundidad del bosque, miro al piso, la extraña criatura había dejado rastro de aquella sustancia negra. Lo siguió, ahora que había encontrado una pista, o mas bien la criatura de aquel extraño sujeto tal vez lo guiaría a él y conseguiría respuestas. 

[...]

La noticia de la desaparición de los genin pertenecientes a la aldea de la hoja se había esparcido por todo el país del fuego a través de comerciantes y viajeros. En un local un hombre relataba todas las teorías que se habían generado luego de un año sin rastro de aquellos niños, las personas que lo escuchaban preguntaban sobre aquellos niños y si pertenecían algún clan importante.   

-Solo uno de ellos era importante.-Respondio el hombre luego de beber un sorbo de licor.- Uno de aquellos chiquillos pertenece al ahora extinto clan Uchiha.

De entre la multitud todos parecían sorprendidos, mientras dos encapuchados detuvieron su andar para escuchar lo que el hombre decía. 

-¿A que te refieres con "el ahora extinto"? -Pregunto una mujer.

-Es muy obvio lo que digo, ese chiquillo era el único que llevaba el apellido del clan que no fuera un exiliado. Finalmente el clan maldito se a extinguido y a dado lugar al clan Hyuga como el mas poderoso de la aldea de la hoja. 

Todos hablaban sin prestar atención a los encapuchados que escuchaban la conversación. Uno de ellos miraba fijamente al sujeto que era el centro de atención de todas esas personas. 

-Entonces eres el ultimo Uchiha, Itachi.-Susurro uno de ellos, en su voz tenia un poco de burla. La sonrisa de dientes afilados bajo la capucha logro molestar un poco a su compañero. Dejo de ver al hombre y dirigir su mirada a su compañero de piel azul.

-Parece que si, Kisame.-Respondio Itachi Uchiha con el rostro inexpresivo.-Sigamos. 

Comenzó a caminar y su compañero lo siguió. Kisame no estaba seguro si a Itachi en verdad le importaba su hermano o no. Por su reacción cualquiera diría que no. 

-Sasuke ¿desapareció? -Penso el Uchiha mayor, no lo demostraba pero esa noticia en verdad lo había sorprendido e incluso le sorprendió mas saber que ya había pasado mucho tiempo, un año como lo dijo aquel sujeto y que jamás se entero de eso. Se preocupo, era normal ¿no? es su hermano después de todo y si lo dejo en la aldea fue para protegerlo. -Kisame.-Llamo a su compañero cuando caminaban por las afueras de aquel pueblo.-Adelántate, tengo algo importante que hacer. 

El Uchiha desapareció de la vista de su compañero. 

[...] 

Cuando Naruto finalmente logro quedarse dormido no paso mucho tiempo para que el sonido de un gruñido, cuando volvió a abrir los ojos, nuevamente estaba frente al zorro de nueve colas. Los grandes ojos de la bestia lo miraban fijamente. Naruto suspiro, en verdad no estaba de humor para hablar con él, había tenido un día en verdad largo y extraño. 

-Ahora que quieres zorro. -Dijo Naruto de mala gana.-Quiero dormir. 

El zorro tardo en responder.

-¿Y bien? 

-Los viste.-Esa no había sido una pregunta.

-¿Qué? 

-No finjas demencia conmigo mocoso. Los viste ¿Cierto? a tus padres.

Naruto abrió los ojos sorprendido. ¿El zorro sabia quienes eran esas personas? 

-¿Tu sabias que ellos fueron... mis padres? -Pregunto con un hilo de voz.- ¿Pero como? 

-Jamás creí ver sus rostros otra vez.-Murmuro el zorro.-Yo conocí a tus padres mucho antes de que nacieras mocoso. 

-¿QUÉ? ¡ES IMPOSIBLE!

-No lo es, piensa mocoso. 

El zorro acerco el rostro a las barras para que Naruto lo viera con mas claridad. 

-¡Agh! Esto es lo mas extraño que me a pasado. -Naruto se dejo caer de espaldas cubriendo su rostro. Froto sus parpados y aun con la vista borrosa vio al zorro que seguía en la misma posición. 

-Habla zorro, dímelo todo. -Ordeno Naruto aun recostado en el piso de ese extraño lugar. 

-No podrás manejar toda la información de golpe. -Respondio el zorro. 

-No hables como si te preocupara lo que me pase.-Naruto frunció el ceño. 

-Creí que no querías lastimar a tus amigos. Si te lo digo todo tus emociones afectaran mi chakra y nuevamente perderás el control.

Naruto suspiro pesadamente, era cierto. Sus problemas no podían afectar a terceras personas ni mucho menos a sus amigos o todos en el castillo. 

-Esta bien, no lo digas todo. Pero di algo. -Naruto se incorporo sentándose en el piso.

El corro cerro sus ojos por unos segundos, parecía meditar lo que diría y con que palabras lo haría. 

-Tu madre.-Comenzó el zorro con voz seria, como si recordarlo le causara malestar.-La mujer de cabello rojo. Ella al igual que tu fue mi portadora. Lo fue la mayor parte de su vida. 

El rostro de la mujer que se suponía era su madre apareció en los pensamientos de Naruto, nuevamente sintió aquel remolino de emociones, la sonrisa y las lagrimas que vio en el espejo lo empeoraban. Naruto analizo las palabras de la bestia. Si su madre había sido también portadora del zorro ¿Ella también recibió el mismo trato que él? Entre el remolino de emociones apareció el enojo. Pensar que su madre podía haber sufrido la misma manera...

-Puedo sentir tus emociones mocoso, detente antes de que sea tarde.

Naruto trato de relajarse, no podía perder el control de la bestia nuevamente. 

-¿Qué hay de mi... -Naruto sentía que las palabras se atoraban en su garganta.-... mi padre? 

Pudo ver enojo en la mirada de la bestia, aun mas que antes. Naruto espero a que el zorro comenzara a hablar, esperando conocer mas de su pasado, era extraño que incluso la bestia que estaba encerrada dentro de él conociera mas de si mismo que él. 

Continuara...

¡Hola! ¿creyeron que no volvería? 

Finalmente los planetas se alinearon y la escuela me soltó jaja, es un capítulo corto pero servirá como una especie de introducción en varios temas para los siguiente capítulos. 

¿No les genero teorías? Espero que si :)

Un saludo a las personas que leyeron, votaron y comentaron el capítulo anterior:

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¡Muchas gracias a todos por su paciencia! ¡Hasta el próximo capítulo! <3









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