Prologo.

—Andrew no creo que debamos estar aquí.—Una chica castaña de aproximadamente diecisiete años de edad le hablo a su amigo. Ambos llevaban túnicas de color negro y la capucha puesta sobre su cabeza.

Habían llegado al callejón Diagon solamente para distraerse durante las vacaciones de verano, había pasado solamente una semana desde que las vacaciones iniciaron, y para comprar helado en la heladería Florean Fortescue o ver la tienda de artículos de broma, ademas de comprar otra varita pues en el curso anterior, al final del curso Andrew la había roto. Unos momentos después la chica fue arrastrada hasta el callejón Knockturn, una zona comercial llena de tiendas dedicadas a las artes oscuras, por lo que gente peligrosa era la mas común en esas calles. La calle estaba desierta, las tiendas estaban abiertas, en una tienda en particular había jaulas al lado de las puertas en las que había enormes arañas del tamaño de perros y otras del tamaño de ojos jóvenes, las ultimas en sus jaulas llevaban muchas mas candados y algunas señales de advertencias.

La chica miro a su amigo quien movía la cabeza, parecía buscar algo.

—¿Qué es lo que buscas? —Pregunto ella algo asustada. El chico tenia su mano aferrada a la suya.

—Louis me hablo de un lugar misterioso en esta calle.

—Todo es misterioso aquí.—Respondió molesta en un susurro.—Ademas si nos ven aquí nos meteremos en problemas, podrían pensar mal.

—Es cierto que todo es misterioso, pero, hay algo mas. Algo mucho mas increíble que esto.

—¿Y se puede saber que es?

—Dicen que por aquí hay un lugar que esta maldito, lleno de conjuros malignos. Artes oscuras en todo su esplendor.—Explico el chico rubio.

—¿Q-qué? -Murmuro la chica atemorizada.

—Vamos, es por aquí. —El chico jalo su mano hasta un estrecho callejón oculto entre dos tiendas que vendían todo tipo de venenos y cabezas encogidas.

Al final del penumbroso callejón había una edificación oculta tras dos grandes arboles secos, los troncos estaban tan secos que parecían totalmente negros, como si fueran totalmente de onix, lo único que tenia un poco de color era la puerta de lo que parecía ser una casa. era de un color rojo muy descolorido, casi cubierto por barro y otras hierbas secas. Miraron detenidamente el lugar, las ventanas estaban cegadas por trozos de madera, pero lo mas extraño era que el lugar parecía haberse incendiado anteriormente.

—Andando. —Dijo el chico soltando a la chica y corriendo a la puerta ignorando los llamados de la chica. Con una patada abrió la puerta y entro perdiéndose de vista. La castaña no tuvo mas remedio que entrar tras de él. El interior no era mejor que el exterior, todo estaba totalmente destruido, al menos la mayoría de cosas. El lugar parecía estar abandonado desde años atrás, las telarañas eran el indicio de eso.

—¿A quien le pudo pertenecer este lugar? —Pregunto la chica llamada Camelia.

—Se dice que le perteneció a una bruja que estuvo entre las filas de quien-tu-sabes. Una bruja poderosa que era solo una sierva del mismo. Ella fue conocida principalmente al oeste de Europa y norte de Rusia por ser una bruja que amaba las artes oscuras a tal grado de dedicar toda su vida a descubrir las ramas mas profundas y casi olvidadas de ellas. También se dice que cuando supo de que quien-tu-sabes estaba obteniendo poder y fuerza ella viajo hasta aquí y ofreció sus servicios como una mas de los suyos. Dicen que quien-tu-sabes le ayudo con sus investigaciones en cualquier rama de las artes oscuras, ramas que enloquecerían a cualquiera que intentara sus hechizos. Pero un día, luego de la caída de quien-tu-sabes, aurores la encontraron y aun cuando escapo de ellos muchas veces un auror llamado Alastor acabo con ella, en esa batalla este lugar se incendio y el ministerio impidió el paso a este lugar... claro hasta ahora.

Camelia escucho la historia de su amigo y un escalofrió recorrió su cuerpo, asustada se abrazo a si misma. Miro a su alrededor viendo que la casa tenia dos pisos, pues restos de una escalera de madera estaban en un rincón. Volvió su mirada a Andrew quien estaba de rodillas en el desgastado suelo de piedra lisa sosteniendo algo en manos.

—Mira todo esto Camelia. —Dijo el chico sorprendido.

Camelia se acerco a pasos lentos hasta mirar algo parecido a un pequeño cofre. En ellas había toda clase de objetos, joyas mejor dicho, también dagas de brillante hoja, calaveras de cristal, entre otras cosas.

—¡Increíble! —Exclamo Camelia. Pero volvió a posicionarse seria y espantada.—Vayámonos de aquí Andrew, deja eso, podría estar hechizado, tu lo dijiste.

—Dije que tal vez, nunca lo afirme.— Andrew tomo varias cosas del cofre y lo guardo en la mochila en la que guardo algunas cosas de la tienda de bromas.—Bien, vayámonos ahora.-Dijo incorporándose.

—¡Antes devuelve eso! —Exclamo molesta.

—No. Los chicos en Hogwarts nunca lo creerán. Muero por ver la cara de de los chicos al ver todo esto, fui el único valiente que se atrevió a entrar a este lugar... bueno, tu también Camelia. Puedes enseñarlos a los chicos en Ravenclaw. Si quieres, podemos explorar mas este lugar.

—¡Pero estas lo...! —La chica no termino de hablar cuando una gran vela que estaba en una mesa cerca de ellos se prendió, una gran llama estaba sobre esta, y muchas mas velas pequeñas que estaban a su alrededor también se encendieron y un chillido salio de la vela mayor. En la sombra proyectada por la flama de la vela en la pared miraron aterrorizados como la sombra se deformaba hasta tener una forma humanoide, alargada y con algo en su cabeza, aparecieron dos círculos ovalados, como si estuvieran rasgados y una sonrisa apareció luego.

Ambos chicos salieron rápidamente de la casa llevándose los objetos del cofre y lo ultimo que escucharon fue la puerta cerrarse estruendosamente.

...🌙 ...

—¡Crucio! —Exclamo Edmund apuntando la varita al ninja de la roca. A su lado estaban Kimura y Mao quien miraba la escena con un destello de terror en su mirada al ver como el ninja desconocido se retorcía de dolor, miro a Kimura quien mantenía una mirada neutral ante tal escena, miro a su alrededor esperando que nadie pudiera escuchar los alaridos del ninja torturado. Estaban a las afueras de la aldea en el camino que conducía a las montañas del norte, no era un secreto que los rumores sobre ese lugar se esparcían cada vez más y la vigilancia se había incrementado lo que ocasionaba que mas ninjas cayeran en los juegos de Edmund.

—Es suficiente Edmund. —Ordeno Kimura al acomodar sus lentes. —No quiero que vaya a enloquecer, así no me será útil.

—Cállate. —Respondió al voltear para mirarlo. —Por el uso del maleficio no enloquecerá.

—Lo ara. ¿oh acaso no recuerdas lo que paso? —Kimura se acercó al cuerpo inmóvil pero aun consciente del ninja. —Fue una lástima lo que les ocurrió a esos dos aurores, eran magos muy talentosos, pero... si solo iban a estorbar, no eran necesarios.

—Ellos eran traidores a la sangre, Pyrest. Solo unos inútiles. —Espeto Edmund con enojo.

—¿De que hablas? —Mao se acerco un par de pasos.

—Nada interesante, solo un pequeño error por parte de nuestros antiguos compañeros. —Respondió Kimura.

—Yo no lo llamaría error. —Comento Edmund. Luego miro al castaño —Un grupo de los nuestros buscando información del señor tenebroso torturo a un par de magos aurores hasta la locura con el mismo maleficio con el que eh atacado al ninja, finalmente y al parecer ellos fueron encarcelados en Azkaban, una prisión infernal para magos.

Mao lo miro sorprendido, eran miles de cosas que aun desconocía de Kimura y de Edmund. Trago saliva asustado al mirar al ninja. Pensando que tal vez ese maleficio fuera mucho peor que el maleficio asesino... vivir en la completa locura era peor.

—Se lo que piensas Mao. —Mao miro a Kimura. —Tal vez exista algo peor que eso, Azkaban tal vez. Una prisión en donde tu vida es prácticamente absorbida por dementores. Igualmente, la locura te consume en ese lugar, tu mente y tu espíritu son quebrantados hasta que solo quede un cascaron vacío.

— ¿Pero tu puedes controlar dementores no es así? Tienes varios bajo tu poder.—Pregunto Mao

—Siendo un prisionero a los dementores solo les importa tus recuerdos y mantenerte encerrado, además de ser fieles al ministerio de magia, mientras que dementores libres son más fáciles de ganar su lealtad, con algunos tratos y acuerdos.

—¿Ya han... sido prisioneros?

—No, nunca hemos pisado esa prisión —Contesto Edmund. —Ni pienso pisar ese lugar infecto de ratas jamás.

—Vayámonos ya. —Kimura chasqueo sus dedos y de entre los árboles dos dementores se aproximaron a ellos y tomaron un brazo cada uno del ninja malherido. Antes de alejarse Kimura aturdió al ninja con un encantamiento desmaius.—Enciérrenlo y manténganlo vigilado. No lo maten aún. —Ordeno a los dementores quienes se alejaron con el ninja inconsciente.

Edmund miro a Mao quien tenia la vista clavada en los dementores, el mayor dejo escapar un bufido despectivo.

—Aun me sorprendo como las personas en este mundo pueden ver criaturas como esa.—Dijo Edmund mirando a Mao.

—¿No pueden?

—No.—Respondió Kimura.

—¿En verdad crees que resistan no devorar los recuerdos de ese pobre diablo? —Edmund miro a Kimura con burla. —Morirá en poco tiempo, esos dementores están hambrientos.

—No, sé que ellos no resistirán. Han estado aislados por demasiado tiempo —Suspiro pesadamente y volvió a estirar su mano con la varita. —Expecto Patronum. —Exclamo y de la varita salió un destello azul y blanco que tomo la forma de un cuervo que se alejo volando siguiendo a los seres oscuros—Eso evitara que lo maten, al menos por un tiempo.

—¿Sabes hacer el conjuro patronus? —Pregunto Edmund sorprendido. No era común que un mortifago supiera realizar ese encantamiento.

—Es algo que madame Melicey insistió que aprendiera si quería tener apoyo de los dementores de mi lado. —Explico. —Vamos, Rathief nos espera en la cueva, quiero dar un vistazo a los avances.

Caminaron en silencio por el camino rocoso, Mao era quien iba al final un poco alejado de los otros dos, en menos de una hora acababa de conocer un poco del pasado de Kimura, un pasado que el de lentes se esforzaba por ocultar y solo daba pequeños datos sobre su mundo original, pero nada de su vida personal, aun cuando él sabia todo de su vida. No era mucho que decir, venia de familia civil, entro en la academia ninja en la aldea de la roca y luego de unos problemas familiares se convirtió en un fugitivo, asesino y ladrón además de contrabandista siendo un criminal muy buscado. Sino fuera por Kimura y Edmund él ya estaría encarcelado.

—Edmund. —Lo llamo Kimura.—Necesitare que vayas a la aldea de la hoja y busques a los ninjas que envié.

—¿Y como quieres que entre sin ser visto? —Pregunto sarcásticamente el mayor.

Kimura sonrió.

—Creo que lo sabes bien como lo harás, gavilán.—Dijo mirándolo aun sosteniendo una sonrisa torcida en su rostro.

Edmund solo chasqueo la lengua molesto.

...🍃...

Corre y sigue corriendo, aférrate a tu miserable vida. Y un día, cuando tengas ojos como los míos. Ven a mi.

Sasuke estaba perdido en sus pensamientos al estar recostado en la cama de su habitación. La voz de su hermano retumbaba en su mente una y otra vez desde que en una noche tuvo un sueño, sintió como revivía ese momento, el momento en el que el volvía a casa después de la academia, él tenia siete años de edad cuando su hermano había asesinado a su familia, al clan entero dejándolo solo en la aldea. Recordó la mirada que su hermano le había dedicado antes de desmayarse, era una mirada que habría hecho temblar a cualquiera, sus ojos rojos como rubíes con algo mas que aspas negras lo miraban emitiendo un sentimiento que el nunca pudo descifrar. Paso una de sus manos por su rostro tratando de alejar esos pensamientos de su mente, giro su cabeza para ver a Taka, su halcón, quien estaba posado en un perchero.

Taka miraba a su dueño con duda, era como si pudiera sentir los sentimientos de angustia que el Uchiha tenia en esos momentos, chasqueo su pico tratando de llamar la atención del chico, al conseguirlo agito las alas. Sasuke se levanto de la cama y camino a la ventana, la abrió y extendió su brazo, y el halcón voló a su brazo.

—Vamos.—Le hablo a su halcón.—Sal un rato.

Sin mas el ave salio de la habitación volando.

Reflexiono una ultima vez sobre aquellos sueños en donde su hermano asesino aparecía, habían comenzado luego de su cumpleaños(el cual sus compañeros y madame Elina le festejaron), cuatro días después de su cumpleaños, no sabia el porque, no tenia relación alguna, no fue el día de su cumpleaños que su hermano acabo con el clan, era ridículo pensar siquiera en una conexión entre esos dos momentos.

Momentos después Sasuke salio de la habitación ya vestido con su habitual vestimenta incluido la bandana ninja en su frente. Bajo las escaleras de madera, pasó por el pequeño vestíbulo y entró a la sala, donde ya se encontraba la pelirrosa sentada en el sillón y apoyando una hoja en sus piernas, junto a su lechuza y otra que jamás había visto, ambas estaban sobre el respaldo del sillón. Parecía que Sakura escribía algo en un pergamino.

—Buenos días Sasuke-kun.—Dijo Sakura al verlo. Levantó la mirada dándole una sonrisa radiante.

—Buenos días.—Dijo Sasuke.—¿Qué haces?

—Respondiendo una carta de Lacey.—Respondió volviendo su mirada al papel.—Estaba preocupada por nosotros cuando no supo donde nos quedaríamos, dijo en la carta que si aun no teníamos donde quedarnos podíamos quedarnos con ella y su familia, ella es muy amable.

—Entiendo. ¿Y Naruto? —Sasuke volvió a preguntar.

—Pues...-Sakura fue interrumpida por un estruendo proveniente de la cocina.

—¡Pakkun regresa me mi tarta! —Grito Naruto y otro estruendo de la cocina, esta vez de un plato cayendo al piso.

—¡Trata de obligarme mocoso! —La voz de Pakkun se escucho como si algo obstruyera su boca.

—¡Me levante temprano solo por esa tarta, devuélvela! —Nuevamente se escucho a Naruto gritar y mas platos y demás cubiertos cayendo al piso.

—Oh no, cuando Daph se entere se va a molestar.—Dijo Sakura mirando en dirección a la cocina. Suspiro y volvió su vista a la carta.

Sasuke se acerco a ella y una de las lechuzas fijo sus grandes ojos amarillentos en él. Sasuke miro a la lechuza.—¿Qué le ocurre? —Pensó incomodo.

—¿Pasa algo? —Sakura miro la escena y en su rostro se formo una sonrisa burlona.—No te preocupes, Lacey dijo en su carta que a Pumpkin, su lechuza.—Sakura señalo a la extraña lechuza con la pluma, la lechuza era de tonalidades café anaranjado.—le llama mucho la atención los objetos brillantes.—Sakura señalo la bandana en la frente del Uchiha.

Pumpkin voló del respaldo del sofá a la cabeza del Uchiha y comenzó a picotear la bandana ninja.

—¡Hey no, deja ahí! —Sasuke trato de alejar a la lechuza de su cabeza. Sakura se levanto del sillón dejando en este la carta y la pluma, tratando de quitarle a la lechuza de encima mientras Hiperion emitía un chirriar enojado, tratando de que su compañera lechuza desistiera. Luego de unos minutos, Pumpkin desistió y se volvió a posar en el respaldo junto a Hiperion, mientras Sakura trataba de ayudarle al Uchiha a quitarse las plumas de la lechuza y a acomodar el cabello azabache.

—Lo siento Sasuke-kun.—Dijo Sakura al quitarle la última pluma.

—No importa.—Respondió Sasuke mirando con el ceño fruncido a Pumpkin sintiéndose humillado por un "pajarraco".

Sakura se giro y tomo la carta para la introducirla en un sobre.

—Llévalo a Lacey por favor—Dijo Sakura mirando a Pumpkin, le dio la carta y la lechuza la tomo con el pico, para después salir de la casa por la ventana.

Sasuke miro el piso cerca del sillón y noto que había varios mapas extendidos. Volvió a fruncir el ceño al notar que ninguno se parecía a los que anteriormente vio en konoha. la geografía era diferente, rodeo la silla donde estaba Sakura y tomo el mapa, lo miro con detenimiento buscando algún lugar que fuera conocido.

—No hay Konoha, ni país del fuego, Sasuke-kun. —Dijo Sakura sin mirarlo.—Estuve revisando esos mapas que madame Elina me presto para consultar nuestra ubicación, no hay nada, nuestro hogar no existe en esos mapas.

Sasuke tomo otro mapa, el cual mostraba todos los países del mundo. Miro asombrado a la chica. el rostro de Sakura se formo en tristeza y asintió.

—Esto... esto no es posible...—Susurro el Uchiha.—¿Naruto ya lo sabe? —Pregunto y Sakura negó.

—Cuando se despertó se dirigió corriendo a la cocina junto a Pakkun.

—Al fin te levantas de la cama teme.—Dijo Naruto desde la puerta de la cocina. Sasuke y Sakura lo miraron, Pakkun estaba a su lado y ambos tenían la boca (en el caso de Pakkun seria el hocico) manchados de jalea de fresa.

—¡Naruto límpiate la boca! -Le regaño la Haruno.—Pakkun tu también ¿Qué rompieron ahora de la cocina?

—Un par de platos... y algunas tasas.—Respondió Naruto rascándose la nuca.

—¿Y que mas?

—Solo eso se rompió niña.-Pakkun subió al mismo sillón que la chica y se hecho en él.—Solo quedo un poco desordenado.

—Asi que un poco.—Sakura se cruzo de brazos.—Y el escándalo que se escucho.

—Díselo al Uzumaki.—Pakku se lamió el hocico quitándose los restos de tarta.—Solo soy un increíble y guapo perro.

—Daph se va a molestar cuando lo sepa.

—Me tiene sin cuidado lo que ese elfo haga.—Dijo Pakkun.

Daph era el elfo domestico de Elina, cuando estaba de buen humor era prácticamente como un ángel pero cuando se enoja es todo lo contrario, desde que habían llegado a esa casa Pakkun no se llevaba con el pequeño y extraño elfo.

—¿QUÉ LE PASO A MI COCINA? —Escucharon el grito de Daph, que al parecer había llegado a la cocina.

—Es apenas las ocho de la mañana y ellos ya me causan dolor de cabeza.—Penso Sasuke malhumorado al ver la escena: Sakura discutir con Pakkun y Naruto disculpándose mil veces con Daph quien había aparecido por la puerta, evidentemente enojado.

Luego de unos minutos y después de mil disculpas de Naruto Daph las acepto advirtiendo a Naruto que no volviera a desordenar su cocina, luego de unos momentos Daph aviso que el desayuno estaba listo, los tres genin se sentaron a la mesa para desayunar, ya no se extrañaban del paradero de la anciana bruja pues ellos sabían que ella solía desayunar muy temprano porque atendía personalmente su gran, completo y vasto jardín lleno de flores y plantas exóticas (Aunque aveces Elina esperaba a los genin). Daph desayunaba junto a ella por lo que tampoco se preocuparon. Luego del desayuno, se dirigieron nuevamente a la sala y Sasuke explico a Naruto lo de los mapas y el Uzumaki había quedado atónito.

—No...-Susurro Naruto.—No no ¡¿Como que konoha no aparece en los mapas?! —Exclamo alarmado tomando los mapas y mirándolos de arriba a abajo.— ¡¿Estas segura Sakura-chan?! ¡¿Estas seguras que estos son mapas reales?!

—Debes estar bromeando niña.—Dijo Pakkun asustado.

—Si estoy segura Naruto. —Murmuro Sakura al tener un mapa en sus manos.-madame Elina me dio los mapas esta mañana porque se lo pedí y pude verificar.

—¡No es posible! —Grito Naruto desesperado.—¡¿Entonces donde estamos?! ¡Estamos perdidos, perdidos-ttebayo! -Grito de forma dramática.

—¿Y apenas te das cuenta? —pregunto Sasuke con los brazos cruzados.

—Chicos miren, estamos aquí. —Sakura coloco el mapa mas grande en la mesita de la sala, en el se mostraba todos los países del mundo.—Miren, es aquí, este país se llama Reino Unido.—Sakura coloco un dedo sobre el país, o mas bien, la unión de varios países, como madame Elina le explico.

—Escocia ...Inglaterra... Irlanda... —Murmuro Sasuke leyendo lo que conformaba al país.—Nada de esto me resulta familiar.

—Que nombres tan raros.—Dijo Pakkun.

—Esto no tiene sentido. —Naruto puso sus manos en su cabeza dramáticamente.—¿Ahora que vamos a hacer? ¿Ahora como me convertiré en Hokage? ¿Como iré a comer a Ichiraku?

-¿¡Donde conseguiré las galletas que me encantan?! -Emitió Pakkun.

-Eso no es importante ahora.-Les respondió Sasuke.—Por ahora, tenemos este lugar.—Dijo pensativo.—y tenemos esa escuela de magia. Malgastamos muchos meses en ese castillo en tonterías en lugar de buscar información.—Dijo un poco molesto, tanto con sus compañeros como el mismo.

—¿Como te atreves a decir que mis galletas no importan? —Pregunto el canino molesto.

—Tienes razón teme.—Susurro Naruto pensando en todo lo que había pasado ¿Fue casi un año malgastado? —Sino mal recuerdo, aun tendremos mas años en ese castillo, el siguiente podríamos investigar, bien esta vez. —Sugirió Naruto y Sakura sintió con determinación.

—¿Volverán a ir a ese castillo? —Pregunto Pakkun.—¿Cuando? ansió volver para ver a Hagrid.

—¡Se las ingeniaran para llevarme!

Sasuke se quedo pensando un momento. ¿En verdad tenían que volver a ese castillo?

Entonces, por la ventana de la biblioteca entro un búho real que se coloco sobre el respaldo del sillón, junto a Hiperion y dejo caer las cartas. Sasuke los tomo y vieron que las cartas tenían el sello de la escuela de magia Hogwarts. Cada carta tenia el nombre de cada uno de ellos, lo abrieron y vieron que era una especie de autorización para visitar el pueblo que se encuentra muy cercano a Hogwarts llamado Hogsmeade, al parecer se necesitaba la firma del padre o tutor para permitir a los chicos ir.

—¿Hogsmeade? ¿Qué es eso? —Preguntó Naruto.

—Me parece que Theodore lo menciono como un pueblo cerca del castillo.-Dijo Sakura.

—¿Un pueblo? —Pregunto Pakkun, él no pudo ver nada mas que la cabaña de Hagrid y un poco de sus alrededores.

—Debemos pedirle a madame Elina que lo firme.

—¡Si! —Exclamo Sakura emocionada, había escuchado maravillas de ese lugar gracias a Lacey y Kylie. Mas de parte de Lacey, ya que varios parientes suyos habían asistido antes.

—¡Esperen un momento! —Interrumpió Sasuke molesto, aun teniendo en manos el papel ganando las miradas de sus compañeros.—Esto es justamente a lo que me refiero.—Sasuke señalo el papel.—Este tipo de cosas son las que nos distraen de nuestro objetivo, debemos encontrar la forma de volver a casa, no podemos dejar que la magia nos nuble la mente y nos haga olvidar lo que verdaderamente somos. Somos ninjas.

—Detesto decirlo, pero creo que el joven Uchiha tiene un punto.—Dijo Pakkun.

—Bueno, eso es cierto...—Naruto reconoció las palabras del Uchiha.—pero...—Naruto se cruzo de brazos mirándolo con una ceja arqueada.—No nos ara daño tener tiempos libres ¿No lo crees?

—Es cierto.—Dijo Sakura dándole la razón a Naruto.—Podemos disfrutar las maravillas de este lugar antes de irnos.—Ambos chicos miraron sorprendidos a la pelirrosa pues, era de las pocas veces; por el momento, de darle la razón al Uzumaki, quien se encontraba entre sorprendido y emocionado ademas de tener un leve sonrojo, y es que si, moría por ver ese lugar. Al notar las miradas de los chicos sobre ella, un leve sonrojo adorno sus mejillas.

Tanto el Uzumaki como la Haruno miraron suplicantes al Uchiha, quien, después de unos minutos, simplemente suspiro pesadamente y derrotado para finalmente asentir.

—¡Visitaremos Hogsmeade! —Gritaron al mismo tiempo el rubio y la pelirrosa.

El búho había desaparecido pero luego de unos momentos otra lechuza apareció por la ventana entregándoles la lista de materiales para ese año que también venían en cartas.

Pasadas las horas madame Elina entro a la casa, tenia puesta una túnica especial para jardín que la cubría del barro, ademas de unas botas especiales para el jardín y un sombrero para el sol. Las botas dejaban marcas de barro en el piso. Madame Elina cambio sus botas por unas zapatillas que tenia a un lado de la puerta que conectaba el jardín con la cocina. Daph se acerco y limpio las manchas de barro, Elina agradeció el gesto del elfo y le pidió que se encargara de la túnica, al quitársela tenia otra (mas esta no era para jardín).

—Buenos días. —Saludo a los genin cariñosamente.

—Buenos días madame Elina. —Saludaron al mismo tiempo.

—Madame Elina nos llego esto de Hogwarts.—Naruto de acerco a la bruja quien era mas alta que los niños. Naruto le dio el papel y ella miro alegre el papel.

—¡Oh ya veo! —Exclamo la bruja al terminar de leer la carta.—Ya tienen edad de ir a Hogsmeade.—Comento con dulzura.—Es un pueblo maravilloso con muchas atracciones para los jóvenes estudiantes.

—¿Lo podría firmar madame Elina? —pregunto Naruto.

—Claro que si.—Afirmo Elina con una sonrisa.

Las semanas pasaban y el equipo 7 sacaba el máximo provecho al tiempo que pasaban en aquel pueblo llamado Canterbury, ubicado en el condado Kent, Inglaterra. Varias veces Elina había pedido de favor a Daph que los llevara a los bosques cercanos para que pudieran entrenar sus habilidades, mayormente entrenaban taijutsu y jutsus no tan llamativos (a petición de Elina) pues había veces que muggles vagaban algunas zonas. Pakkun aveces los acompañaba y aveces se quedaba en casa durmiendo, afortunadamente las heridas habían sanado y ya volvía a ser el mismo cachorro de siempre.

Sasuke volvía a sentir su chakra como normalmente es, aun no tenia ni idea de que le pudo causar esa reacción.

Sus amigos enviaban cartas para saber de sus vacaciones, Lacey, Kylie y Theodore eran sus únicos amigos en el castillo, ademas de Hagrid quien también les mandaba cartas preguntando por ellos y por Pakkun.

Habían logrado formar un lazo de confianza con la amable bruja que los había acogido en su hogar, habían logrado conocer a Madame Elina y un poco de su vida, y viceversa. Elina Happirace era originaria de Estados Unidos de América, ahí había nacido y crecido en una familia de magos, cuando tuvo edad fue a la escuela de magia americana llamada Ilvermorny a la casa Pukwudgie, al graduarse había trabajado para el MACUSA, mejor conocido como El Magicongreso Único de la Sociedad Americana. Luego de unos años se caso y tuvo un hijo.

—¿Y donde esta su esposo? Madame Elina.—Había preguntado Naruto en una ocasión.

—Él murió hace muchos años.— Respondió Elina, no parecía molesta por la pregunta del Uzumaki, pero se había entristecido un poco. Naruto lo noto pero no encontraba palabras para disculparse por esa pregunta.

—Lo siento madame Elina, no pretendía entristecerle.—Dijo Naruto finalmente

—No te preocupes querido, fue solo tu curiosidad.—Respondió Elina al sonreír ligeramente.

—¿Y su hijo, madame? —Pregunto Sakura tratando de cambiar un poco el tema.

—Él se encuentra en América, como podrán adivinar, él ya es mayor y a formado su propia familia.

—¿Es un mago? —Elina asintió.

—¿A qué se dedica?

—Trabaja en el MACUSA, como yo solía hacerlo.

Ese mismo día, Elina había conocido un poco de la vida de Sakura y Naruto (Pues Sasuke se negó a revelar a una extraña, su vida personal), Elina no protesto pues, entendía que era difícil para algunas personas abrir sus sentimientos y ella no obligaría a nadie a confiar en ella. Los ojos de Elina se llenaron del lagrimas cuando Naruto revelo que no tenia padres y que toda su vida había vivido solo, pero que sus amigos estaban a su lado y era suficiente. La bruja se había levantado de la silla y había abrazado al rubio, Naruto no se esperaba esa acción, mas por no ser descortés dejo que ella lo abrazara.

Al contrario de lo que pudieran creer, mas que sintiera lastima por el chico, madame Elina conocía ese sentimiento de una u otra manera.

Pakkun también le había compartido un poco de su vida, tomo algo de tiempo para que Elina no se sorprendiera al escuchar a un perro hablar, pero mientras mas tiempo pasaba con Pakkun, mas se encariñaba en el cachorro.

🍃31 de Julio.🍃

—El periódico llego madame.— Anuncio Daph al entregarlo a Elina y después de haberle pagado a la lechuza.

—Gracias Daph, ven siéntate a comer de pay de manzana con nosotros.—Dijo Elina. Era uno de los pocos desayunos en los que esperaba a los genin para sentarse todos juntos a la mesa. El elfo asintió y se sentó al lado de la bruja.

—Es delicioso! —Exclamo Naruto con la boca llena de pay.

—Naruto, no hables con la boca llena. —Le reprendió la pelirrosa.

—Perdón.—Respondió Naruto avergonzado.

Mientras tanto Sasuke, que también estaba sentado a la mesa, casi no comía, pues no le gustaba mucho lo dulce.

—¿Pasa algo Sasuke? —Pregunto Elina.

—No, estoy bien madame.—Respondió.

—Disculpe al teme, madame Elina.—Dijo Naruto.—Lo que pasa es que no le gusta lo dulce.

—Ya veo.—Emitió Elina.—Si gustas Sasuke, puedes decirme algo que te guste y lo prepararé, algún postre que no sea tan dulce quizás.—Sasuke asintió.

—¡Oh por Merlín! —Emitió Elina y los demás se exaltaron.

-¿Qué sucede madame? -Pregunto Daph.

—No puedo creerlo.—Dijo Elina con un tono de terror en su voz.—Sirius Black a escapado de Azkaban.

Daph emitió un chillido de terror.

—¡Eso es imposible! —Chillo Daph soltando el tenedor. Nadie escapa de Azkaban.

—¿Quien es él? —Pregunto Naruto.

—Es un mago tenebroso.-Respondió Daph.—Él fue un partidario de quien-ustedes-saben.

Los tres ninjas quedaron en silencio, ellos sabían a lo que se referían o mas bien a quien se referían cuando decían "quien-ustedes-saben". El año pasado habían aprendido a quien se referían, un mago llamado Voldemort, mas aun desconocían su historia y lo único que sabían era que había sido derrotado.

—Madame Elina ¿quien era exactamente ese mago malvado? ¿Quien era "quien-usted-sabe"? —pregunto Sakura.

—Sabemos el nombre real de ese sujeto, mas no su historia.—Dijo Sasuke y Naruto asintió.

—Bueno chicos, eso es una sorpresa. No tenia ni idea que desconocían esa historia.—Luego de unos momentos, Elina se aclaro la garganta y continuo.—Bueno, él era un mago que al igual que ustedes asistió y Hogwarts. Hace veinte años ese mago tomo fuerza y seguidores, era une época terrible. Pero una noche, en la que él asesino a la familia Potter dejando a su único hijo vivo, ese niño fue el único en sobrevivir a ese maligno mago.

—Espere.—Emitió Sasuke.-Dijo ¿familia Potter?

—¿La familia de Harry Potter? —Pregunto Naruto sorprendido.

—Si, Harry Potter perdió a sus padres y él fue el único que sobrevivió al que no debe ser nombrado no pudo matar. Eso hizo famoso al chico.

—Ahora entiendo algunas cosas.—Murmuro Sakura recordando algunos momentos del curso anterior.

—Pobre chico.—Dijo Elina mirando la foto del preso que había escapado.-Se decía que Sirius Black trabajaba para ese mago malvado, fue atrapado poco después de la muerte de los Potter y encerrado en Azkaban.

—La prisión de los magos...

—Exactamente. Pero lo que es increíble y atemorizante al mismo tiempo es que escapara.—Dijo Elina con un poco de temor en su voz.—La prisión esta fuertemente vigilado. Oh, espero que lo atrapen pronto.

Continuara...

¡AL FIN ESTOY DE VUELTA!

¡Estoy muy feliz de publicar el primer capitulo de la segunda temporada de esta historia!

Perdí la cuenta de cuánto llevo sin actualizar, pero las clases de la universidad me lo impedían y en mis pocos ratos libres escribía el capítulo.

Este capítulo es más introductorio, sería como el prólogo pero aún así lo conté como capítulo.

Espero disfruten de esta nueva temporada!

¡Saludos!