Capítulo 2: Callejón Diagon
Capítulo 2: Callejón Diagon.
La puerta del despacho de Dumbledore fue abierta nuevamente dejando ver a un hombre gigantesco, su rostro casi cubierto por una maraña de cabello y una frondosa barba quien logro intimidar a los tres adolescentes del equipo 7.
—Buenos días profesor Dumbledore, ¿para qué me necesitaba?—pregunto el gigantesco hombre se acercó al escritorio del director deteniéndose a un lado de los adolescentes; al tenerlo cerca Naruto se tensó aun intimidado.
—En verdad es un sujeto enorme —murmuro el Uzumaki a sus compañeros.
—Naruto no seas grosero —le respondió la Haruno a su compañero en el mismo tono de voz.-pero es cierto, es un hombre muy alto —pensó con una gotita en la cien.
—Buenos días Hagrid, necesito que acompañes a estos jóvenes al callejón Diagon a comprar todos sus materiales para su estancia en Hogwarts, ellos serán nuevos estudiantes —pidió al hombre gigante; Dumbledore al notar los nervios de los chicos con su tranquila voz dijo:— no se preocupen, no tienen nada de que temer, él es Rubeus Hagrid. Es muy confiable y les aseguro que es un buen hombre, no les hará daño.
—Bueno chicos, ya me conocen soy Rubeus Hagrid, ¿cuáles son sus nombres? – pregunto
—Mi nombre es Naruto Uzumaki –dijo Naruto ya más calmado.
— Yo soy Sakura Haruno, es un gusto conocerlo – dijo la pelirrosa ya más segura
—Uchiha Sasuke – dijo el azabache sin más.
—Vayan – les indico Albus, antes de que salieran de la oficina Minverva se acercó a los adolescentes, extendiendo su mano la cual tenía una hoja y el ella unas finas letras hechas de tinta.
.- en esta hoja viene todo lo que necesitaran – dijo la profesora - Hagrid también viene la cámara de gringotts de la cual sacar el dinero que necesiten.
Hagrid se despidió momentáneamente de ambos profesores y salió de ahí acompañado de los genin. El equipo 7 seguía al hombre por los pasillos del castillo, pues según el, sabia donde conseguir todo lo que necesitarían.
.- Sakura-chan ¿qué dice la hoja? – pregunto el rubio.
Sakura miró la hoja, lo que tenía escrito no era ningún tipo de kanji eran símbolos diferentes, pero, como si su cerebro naciera con ese lenguaje entendió cada uno de los párrafos escritos ahí.
.- Veamos... aquí dice:
<< Los estudiantes de segundo curso necesitarán: el libro de hechizos (clase 2) Miranda Goshawk.
-Recreo con << La banshee>>, Gilderoy Lockhart
-una vuelta con los espiritus malignos, Gilderoy Lockhart
-Viajes con los vampiros, gilderoy lockhart>>...
Sakura termino de leer la hoja, pero quedo muy confundida por los libros que necesitarían. Los otros dos miraban la hoja como si esta les hiciera gestos.
.- por aquí – les indico Hagrid sacándolos de sus pensamientos. Siguieron caminando fuera del castillo, Sakura quedo maravillada con el hermoso paisaje que se podía apreciar, grandes extensiones verdes, el bosque, las montañas etc. Siguieron caminando hasta llegar a una pequeña cabaña, al entrar parecía un poco más grande de lo que se veía en el exterior. Los chicos miraban todo lo que ese hombre tenía en ese lugar, era todo tan extraño. Hagrid quito el gran caldero de la chimenea haciéndola a un lado y quitándose del camino señalando el interior de la chimenea.
.- Vamos, entren a la chimenea – les indico a los genin quienes al escucharlo se asustaron.
.-¿¡P-pretende cocinarnos!? – exclamo la Haruno asustada
.- ¿qué? No – respondió Hagrid – claro que no, iremos al callejón Diagon atreves de la chimenea – ante la mirada interrogante de los niños frente a él se adelantó a contestar – miren les daré esto, sosténganlo bien – camino a la mesa y tomo un tarro de barro y se acercó a ellos – tomen un puño de polvos flu.
Hagrid Dirigió a los chicos a la chimenea, les dio las instrucciones, debían decir en voz alta: Diagon. Con extrañeza hicieron caso y recitaron esas palabras, al poco tiempo vieron fuego a su alrededor pero no sentían ninguna quemadura. De un momento a otro se encontraban en otro lugar una especie de tienda, salieron de la chimenea y hacharon un vistazo al extraño lugar. Pocos segundos después apareció Hagrid en la chimenea aunque con poca movilidad.
— Bien chicos, primero lo primero, su propia varita —dijo saliendo de la chimenea— vamos.
Los genin lo siguieron por una estrecha calle llena de raras personas, mujeres de mayor edad de ropa extravagante y hombres de aspecto demacrado. Se mantenían cerca del gigante pues sentían que se perderían. Miraban las tiendas y al igual que la pelirrosa, Naruto y Sasuke entendieron cada letrero que había ahí.
— Bienvenidos al callejón Diagon —Dijo Hagrid.
— Oye.... Hagrid ¿cierto? ¿Qué es eso de varita? —preguntó Naruto acercándose más al gigante para mirarlo bien.
— Pues con que creen que aran magia, la varita es lo más esencial. —Hagrid soltó una carcajada. —vengan es por aquí.
Llegaron a una tienda era estrecha y tenía mal aspecto. Sobre la puerta en letras doradas se leía: <Ollivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 302 a. C.>
— Aquí es? —preguntó la pelirrosa.
— Así es —respondió Hagrid— vamos entremos antes de que se haga tarde. Mañana empezarán las clases.
Cuando entraron una campanilla se escuchó al fondo del lugar. Era un lugar pequeño y vacío. Hagrid llamó en el vacío del lugar para asegurarse que alguien estuviera ahí.
— Buenas tardes —una voz masculina se escuchó aproximarse. Era un hombre anciano con ojos grandes y pálidos que parecían brillar como un par de lunas. —Hola Hagrid, ¿que te trae por aquí?
— Hola Garrick, que bueno es verte otra vez, veras vengo en esta ocasión, acompañando a estos niños, serán nuevos alumnos en Hogwarts. —comentó Hagrid, el anciano abrió sus ojos de la impresión.
— vaya, pues un gusto conocerlos chicos, mi nombre es Garrick Ollivander, propietario de esta tienda. Ahora veremos cual será su varita.
— ¡Yo quiero la varita más poderosa que tenga! —dijo Naruto emocionado.
—No tan rápido pequeño —lo detuvo el anciano— la varita elige al mago no al revés.
— Bien, mientras descubren su varita, yo tengo que hacer una parada en Gringotts. Ahora vuelvo.— Sin esperar respuesta, Hagrid salió de la tienda y Garrick les explico a los chicos sobre las varitas.
— ¿como elegiremos la varita? —preguntó la Haruno.
— Oh no pequeña, la varita los elegirá a ustedes —respondió amablemente— ahora comenzamos contigo —Garrick señaló al Uzumaki. —ven aquí.
Naruto avanzó un par de pasos mientras Garrick camino al estante buscando una varita específica.
— Aquí tienes una varita de roble. Dieciséis centímetros. Verdaderamente flexible. —dijo entregándole la Varita, Naruto la tomó y la miró tenía la forma de un arma. — que esperas muchacho, agítala.
El Uzumaki asintió y agitó la varita. Ocasionando que algunas cajas que se encontraban en los estantes se cayeran.
— Naruto pero que hiciste?? —decía Sakura sorprendida.
— Tks Eres un idiota Naruto —,murmuro Sasuke
— Cállate teme! —gritó Naruto molesto.
— veo que esa no es su varita muchacho.
Garrick tomó la varita que Naruto traía y la guardó en la cajita, volvió al estante y entre todas las cajas sacó otra. Saco la varita que contenía.
— Varita de Laurel. Veinte centímetros. Ten, vuelve a agitarla.— ahora con algo de nervios Naruto volvió a tomar la nueva varita. Volvió agitarla y papeles que se encontraban en una gran pila se esparcieron por los aires.
— Veo.... que tampoco es esa...
— ¿y si no hay una varita indicada para nosotros? —pensó Sakura un poco preocupada, pues no eran como ellos, no eran magos eran ninjas.
— No hay que perder la fé, seguro hay una varita para ustedes.— dijo el anciano como si hubiera leído la mente de la chica.
Por tercera vez se acercó al estante y nuevamente eligió cuidadosamente la varita.
— Aquí tienes chico, madera de Ciprés. 24 centímetros con pelo de unicornio como núcleo. Nuevamente agítala.
— Bien —dijo Naruto tomando la varita ya impaciente, la agitó fuertemente. Y destellos rojizos salieron de la punta.
— Finalmente encontramos tu varita muchacho. Ahora, tu jovencita sigues tu —hablo a la Haruno, quien se acercó.
— Veamos... cual será tu varita....
Saco una cajita aterciopelada, saco la varita y se la dio a Sakura.
— Varita de nogal negro. 20 centímetros. Ya sabes lo que tienes que hacer jovencita —dijo Garrick entregándole la varita y Sakura asintió. Sakura agitó suavemente la varita y una ráfaga de viento tiró algunos libros de los estantes. Roja como un tomate, Sakura avergonzada le devolvió la varita.
— Disculpe —dijo apenada.
— No hay problema jovencita, es normal al obtener la primera varita.
Nuevamente volvió con otra cajita.
— Varita de Sauce, 22 centímetros con pluma de fénix en el núcleo, debo decir que es una gran varita —le comento de manera serena a la chica.
Con nervios Sakura agitó la varita, al igual que a Naruto salieron destellos de la punta de la varita, esa era la indicada para ella. Finalmente Sasuke era el último en descubrir su varita, su primer intento, al igual que los otros, causó un pequeño desorden. Pero Garrick volvió con otra cajita.
— Ten joven, una varita de madera de Endrino. 25 centímetros, con cuerno de basilisco en el núcleo.
Sasuke tomó la varita y la agitó, pasó lo mismo que con las varitas de los demás integrantes del equipo 7. En ese momento la puerta del local fue abierta por Hagrid quien había vuelto. Hagrid al ver el desorden supuso que ya habían descubierto sus varitas.
—Veo que ya han descubierto sus varitas, muy bien —los felicito.
— Debo decir Hagrid, que ellos han obtenido varitas muy inusuales, y si llegan a aprender la suficiente magia harán cosas extraordinarias.
— Muy bien, ¿ya oyeron chicos? —dijo Hagrid — ahora paguemos pos sus varitas.
—Pero...
—No se preocupen, Él profesor Dumbledore me dijo que pagara con dinero que había en su cámara, no tienen de qué preocuparse.
Hagrid pagó 21 galeones de oro por las varitas, al salir Naruto miraba maravillado a su varita.
— Me preguntó qué clase de hechizos are con esta cosa — pensaba el Uzumaki.
— Ahora vayamos a comprar sus libros, túnicas, calderos y lo demás.
Pasaron las horas, ya habían comprado los libros, túnicas, calderos; del cual Naruto haciendo de las suyas tiro algunas aunque sin romperlas; guantes protectores, los telescopios etc. Hasta que Hagrid los guió a una tienda de mascotas, o eso parecía.
— Ahora necesitarán una mascota —dijo Hagrid.
— ¿Mascota? No la necesitamos, tenemos al dobe —Dijo Sasuke.
— ¿¡ Qué dijiste teme?!
— ¡lo que oíste Dobe!
Mientras ambos chicos peleaban Sakura se acercó a Hagrid y preguntó:
— Hagrid, ¿porque necesitamos una mascota?
— Pues en algunas clases, los necesitarán, vamos entren y escojan una mascota. Un consejo: no elijan sapos, eso pasó de moda. Mientras buscan yo cuidaré sus cosas, vayan. —dijo Hagrid —tengan, 15 galones para cada uno, seguro con esto bastará. —Hagrid les dio los galeones y los chicos entraron en una tienda, había una gran cantidad de animales. El primero en elegir fue Naruto, miraba los pequeños animalitos juguetones, vio un sapo color anaranjado.
— Vaya ese se parece a Gamakichi —dijo para sí mismo recordando a aquel sapo.— yo elegiré este sapo. —dijo alegremente.
Mientras tanto Sakura miraba los roedores, luego los reptiles los cuales le causaban un poco de escalofrío, hasta que vio a las lechuzas. Vio una lechuza blanca con varios tonalidades de café canela y unos grandes ojos anaranjados. Había encontrado a la criatura que quería. Finalmente Sasuke había fijado sus ojos en un Halcón, el cual sus plumas eran de tonalidades oscuras y de su cabeza resaltaban sus ojos azules como un par de zafiros.
Cada uno pagó por el animal que deseaban y salieron de ahí encontrándose a Hagrid contando unas especies de moneda de plata.
— muy bien chicos —exclamó Hagrid viendo los animales que habían elegido, cuando vio el sapo que había comprado el rubio.— No les dije que no compraran sapos ni ranas?
— a mi me gusto —dijo Naruto sosteniendo al pequeño sapo anaranjado.
—bueno, esa es tu decisión, andando —Hagrid miró su reloj de bolsillo el cual marcaban las siete de la tarde. — Talvez sea una mejor idea quedarnos hasta mañana para que partan en el tren, vamos, mañana volveremos a Hogwarts. —dijo tomando algunas cosas en sus manos y continuar caminando seguido por los genin.
Continuará...
Hola! Espero que disfrutaran el capítulo de hoy.
¡Hasta el próximo capítulo
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