Capítulo 1: Comienzo.

Capítulo 1: El comienzo.

Sonidos huecos llegaban a los odios de cierta chica de un extravagante cabello rosado quien empezaba a abrir sus ojos de manera lenta y pesada, su vista estaba totalmente borrosa, parpadeaba para lograr enfocarlos y cuando lo logro diviso un pasillo con paredes de piedra con muchos cuadros colgados en los mismos y antorchas iluminando el lugar. Se apoyó en sus manos para lograr sentarse en el piso hasta que vio dos cuerpos a su lado, eras sus compañeros de equipo: Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha.

—¡Naruto, Sasuke! —se acercó a sus cuerpos inconscientes y comenzó a moverlos con esperanza de que lograran despertar. No respondían y eso comenzó a asustar a la Haruno no sabía qué hacer, ni siquiera donde estaban. —¿Qué debo hacer? —. murmuro preocupada volvió a intentar despertarlos. —vamos despierten chicos. —pensó, pero su rostro mostró alivio al ver que ambos reaccionaban.

—¡Itte! Mi cabeza me duele. — se quejó el chico rubio al momento de despertar y rápidamente coloco sus manos en la frente.

El azabache había despertado, pero al igual que la pelirrosa su vista estaba desvanecida, frotaba sus ojos en un intento por aclararlos, volteo a ver a sus compañeros y dijo: ¿Qué ocurrió? ¿Dónde estamos?

—No lo sé Sasuke-kun. —dijo la pelirrosa. —cuando desperté ya estábamos aquí, me alegro de que estén bien. —termino la pelirrosa aliviada de ver a sus compañeros despiertos.

—Vamos, tenemos que movernos. —dijo el azabache levantándose del suelo reincorporándose y seguido sus compañeros.

—¿Qué lugar es este? Parece algo tétrico dattebayo, además estos cuadros tan tétricos que están colgados en las paredes. —Naruto se acercó a un cuadro de un hombre robusto sosteniendo una manzana. —qué tipo tan gordo-ttebayo

—¡¿A quién le dices gordo, mocoso insolente!?

Una voz gruesa salió del cuadro asustando a los tres genin, el hombre del cuadro se movió agitando la mano libre y furioso respondió:

—Mocoso insolente como te atreves a decir eso, soy de huesos anchos ¿acaso estas ciego? Mortal tenías que ser. —el hombre le dio una mordida a la manzana mientras los genin parecían volver a desmayarse. Naruto de la impresión cayó al suelo de espaldas y Sakura se escondía detrás de Sasuke.

—E-él acaba de ha-hablar. —tartamudeaban el rubio y la pelirrosa

—¿Van a quedarse tartamudeando todo el día o se van a largar de aquí? Han interrumpido mi día. Y tú mocoso rubio ¡discúlpate ahora mismo!

—¡Ahhh! ¿Por qué debería disculparme con un cuadro-ttebayo?

—Por tu poca educación, además pareces ser ciego ¡no estoy gordo! —berreaba el hombre regordete

—Disculpe señor. —Sakura avanzo, acercándose a Naruto y al cuadro. —¿podría por favor decirnos dónde estamos?

—Podría decirles, pero antes quiero una disculpa de ese mocoso por insultarme. —el hombre señalo a Naruto y Sakura le dirigió una "tierna mirada" que logro intimidar al Uzumaki.

Naruto se levantó y mientras hacia una reverencia exclamo: lo lamento mucho

—Con eso será suficiente. —dijo el hombre dándole otra mordida a la manzana y al terminar el bocado continúo hablando. —bien ¿quieren saber dónde están? Bien les diré, están en Hogwarts escuela de magia y hechicería, me sorprende que estén aquí si las clases empiezan mañana ¿acaso no podían esperar para entrar?

Lo dicho por el hombre del cuadro los dejo sin palabras y pálidos ¿escuela de magia y hechicería? Tenía que ser una broma ¿Cómo rayos habían llegado ahí?

—E- es una broma, ¿cierto? —pregunto el azabache al hombre quien al ver las caras pálidas y confusas carcajeo ocasionando molestia en el Uchiha.

—Me parece que su manera de llegada fue inusual.

—¿¡cómo llegamos aquí?! —grito Naruto, pero al momento se arrepintió. —por favor díganos.

—Pues si no mal recuerdo. —coloco su mano libre en su gran barbilla. —pues cuando aparecieron un gran resplandor los rodeaba, es lo único que puedo recordar.

—Tenemos que salir de aquí. —pensó el azabache para empezar a correr por el pasillo dejando a sus compañeros atrás.

—¿¡Teme a donde crees que vas ¡? —grito Naruto para empezar a seguirlos

—Gracias por su ayuda señor, lamento el comportamiento de mis compañeros ¡muchas gracias! —le agradeció la pelirrosa para luego empezar a correr persiguiendo a sus compañeros

—Bueno, al menos hay alguien educado en ese grupito. —exclamo el hombre refiriéndose a la pelirrosa y seguir comiendo su manzana.

Los tres corrían por el pasillo llamando la atención de varios cuadros. Al final del pasillo parecía conectar con unas grandes escaleras y al final del pasillo de la misma estaba una gran puerta.

—Miren, por ahí. —dijo el azabache señalando la puerta. —vamos.

Al momento de bajar las grandes escaleras una voz rasposa los detuvo, voltearon y era un hombre acompañado de un gato peludo.

—¿¡Quien rayos son y como entraron aquí?! —les pregunto a los genin quienes ninguno respondió, no entendían lo que decía. El hombre se acercó peligrosamente a ellos y los ninjas se tensaron.

Pero antes de que algo más pudiera pasar otra voz llamo su atención, por otro pasillo apareció una mujer mayor con un sombrero y vestido estilo túnica.

—¿Qué sucede Filch? ¿Quiénes son estos niños?

—No lo sé profesora Mcgonagall, estos invasores lograron entrar de alguna manera.

—¿Quiénes son ustedes? — pregunto la mujer seria a los chicos.

—¿Que habla esta anciana? —pregunto Naruto a sus compañeros. Por supuesto al hablar en idiomas diferentes, ellos no los entendían y viceversa. La mujer anciana saco de su manga una especie de rama y la apunto a los niños, quienes sacaron un kunai en defensa.

—Dicelintram. —pronuncio la mujer y como si niebla se dispersará de ellos las palabras que salían de los adultos eran entendibles para ellos.

—Ahora si díganme, ¿Quiénes son ustedes? —volvió a preguntar guardando aquel objeto en su manga nuevamente.

—Por fin habla de manera correcta. —dijo el Uzumaki.

—¿Como es que ahora podemos entenderle ahora? —Pensaron Sakura y Sasuke desconcertados.

—Naruto. —le reprocho Sakura

—No se moleste profesora, son invasores. —dijo Filch. —deberíamos sacarlos de aquí cuanto antes.

—¡No somos invasores! - grito Naruto. —aparecimos aquí inexplicablemente. No sabemos cómo llegamos aquí -ttebayo

—¡Mentiras! — bramo Filch. —quien sabe que intenciones tengan...

—Decimos la verdad. —hablo Sakura

—Profesora piénselo, las clases empiezan mañana ¿Cómo rayos llegaron ellos aquí sin ninguna razón?

—Sera mejor que los lleve con el profesor Dumbledore, puedes retirarte Filch. —hablo al hombre del gato. Ustedes tres, síganme. —hablo a los genin comenzando a caminar

—Vamos. —susurro Sakura siguiendo a la mujer. Los hombres de equipo la imitaron siguiendo a la mujer. A unos pasos llegaron a unas escaleras con una criatura extraña. Al subir en su totalidad los escalones llegaron a una gran habitación la cual estaba llena de cosas totalmente increíbles y extrañas. Muchos libreros con un sinfín de libros, una hermosa ave que se posaba en un palo y un escritorio también lleno que cosas extrañas. Sentado frente al escritorio estaba un hombre de apariencia mayor con anteojos y una gran barba blanca.

—Buenos días Minerva. —saludo el hombre fijando su vista en los tres niños extraños y después en la profesora. —¿Quiénes son ellos Minerva?

—Profesor Dumbledore, Argus encontró a esto niños en el pasillo central del castillo, pero no sabemos cómo llegaron aquí, ni siquiera ellos mismos. —hablo la mujer en verdad intrigada por ese asunto. —Hablaban otro idioma así que tuve que hechizarlos.

— ¿Hechizarnos? —se preguntaron los tres.

—Entiendo. —El hombre anciano acomodo sus lentes y los miro detenidamente. —En verdad no saben cómo aparecieron en el castillo. —Pregunto a los genin, su voz no parecía molesta sino más bien comprensiva.

—No señor, no lo sabemos. —hablo la Haruno. —Despertamos en este lugar sin recuerdo alguno. —explico.

—Explique qué es eso de hechizarnos. Ahora. —Exigió Sasuke mirando al anciano.

—Todo a su tiempo muchacho; entiendo, y ¿De dónde son? —Pregunto nuevamente el hombre anciano.

—Somos de una aldea llamada Konoha, del país del fuego. —Esta vez hablo Naruto mirando al hombre, no parecía ser un hombre malo.

—¿País del fuego? —Esa respuesta sorprendió a Mcgonagall pues ese país no existía ni en el mundo muggle como el mundo de la magia.

—Jamás había escuchado de él, niños. —Respondió el profesor ahora sorprendiendo a los niños.

—Entonces... ¿Dónde estamos?

—Están en Hogwarts, escuela de magia y hechicería.

—¿¡Magia!? —Dijo Naruto sorprendido. —¡Entonces lo que dijo el cuadro era cierto!

—¿Magia? ¡Eso no existe! —aseguró el azabache al anciano. —Explique aquel truco que esa señora nos hizo.

—Oh te aseguro que la magia existe —Se levantó de su asiento, tomó su varita y fijo su mirada en un estante de libros y los niños hicieron lo mismo, pero solo dos de ellos con ojos curiosos. — Avifors. —Pronuncio y de un momento a otro los libros se convirtieron en una gran parvada con aves de todos colores que sobrevoló por toda la habitación.

—¡Increíble! —Comentó la pelirrosa al ver tan maravilloso espectáculo.

—Es cierto ¡La magia existe! —Expresó el Uzumaki.

—Hmp —emitió el Uchiha cruzándose de brazos.

Dumbledore agito nuevamente la varita volviendo a la normalidad los libros.

—Eso explica como pudimos entenderla ¿Entonces ahora entendemos otra especie de idioma? —Pregunto la Haruno y la mujer asintió dándole la razón.

—Ahora lo ven, la magia es real y ustedes aprenderán a utilizarla. —indicó a los jóvenes.

—¿¡Como!? —Exclamaron sorprendido y al igual que ellos la mujer a las espaldas de ellos.

—Profesor Dumbledore. —Exclamo sorprendida.

—Así es jóvenes ustedes se convertirán en magos porque estudiarán en esta escuela. —afirmó el hombre barbudo.

—¿Nosotros... magos? —Pensaron los genin.

—¡Oiga viejo nosotros tenemos que volver a nuestra aldea, no podemos quedarnos a estudiar magia! —aulló Naruto.

—Entiendo, pero por ahora no sabemos dónde está su aldea y no creo que conozcan estos lugares así que mientras localizamos su hogar se quedaran aquí. —Explicó el director.

—Naruto, Sasuke-kun. —Los llamó la pelirrosa. —él tiene razón, no sabemos dónde está Konoha, es mejor que nos quedemos aquí.

Después de unos minutos de silencio en la habitación el azabache habló.

—bien, nos quedaremos... y estudiaremos magia. —lo ultimó el chico trago su orgullo al admitirlo

—¡bien, está decidido! —exclamo Albus Dumbledore. —pero tendrán que ir por sus materiales que utilizarán para aprender a usar la magia.

—Albus tal vez sería bueno que Hagrid fuera con ellos al callejón Diagon a conseguir todo lo necesario para su estancia aquí. —sugirió Minerva Mcgonagall.

—Es cierto él puede ir con ellos al callejón Diagon.

—No puedo creerlo...nosotros... ¿Magos? —pensaron los tres genin.

—¿Qué idioma hablan?

—Japonés. —Respondieron.

—Ya veo, entonces escriben con las estructuras Kana, Kanji y Romanji. Tal vez eso sea un problema, necesitaran aprender a utilizar el alfabeto romano.

—¿Alfabeto romano? —Preguntaron los tres.

—Cuando hayan iniciado clases la profesora Mcgonagall les enseñara a aprenderlo y utilizarlo.

Continuara... 

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