XIX. Días de vacaciones
Me afectó tanto saber que había sido aparte de traicionada, vendida por la persona en quien un momento más confiara, que tuve que tomarme un tiempo para mí para asimilarlo y para convencerme de que los demás a mi alrededor y en mi círculo social sí eran sinceros conmigo.
Después del inconveniente con los paparazzis, pasé esa noche que por unos mágicos momentos se me figurara tan bonita, en vela. Angustiada en mi habitación y abrazando mi almohada, preguntándome cuántas veces JB desde que nos separáramos había entregado información sobre mis pasos y demás chismes a sus amigos de la prensa; desencadenándome aquello un sentimiento inevitable de paranoia.
... Y respecto a lo acontecido con Michael.... Sentía que se me caía el alma al piso de tan solo pensarlo, de recapacitar en que se había enterado de mis sentimientos de la peor manera; porque estaba segura de que después de lo que viviéramos él en algo los había notado. Lo cierto es que no sabía siquiera si podría sostenerle la mirada de la vergüenza al volver a estar enfrente de él. Por todo eso, resolví sin muchas vueltas apagar mi iphone no mucho después de regresar a casa. Entendiendo después de todo por ironías de la vida, esa necesidad imperiosa de desconectarme del mundo que a veces le atacaba. Necesidad que con el pasar de las horas se volvió tanta, que decidí al final alejarme por unos días de las cámaras, pedir permiso en el trabajo, y tomarme unas pequeñas vacaciones en busca de olvidarme y reponerme de todo.
Taylor, por supuesto, fue mi cómplice como siempre. Mi hermana de corazón.
----------------------------------------------------------------
Al final fue un total de semana y media de desconexión, al igual que Michael aplicara en su momento (en cambio por mes y medio). Viajando sola con mi equipo de seguridad y el de mi mejor amiga, y sin avisarle casi a nadie. Lo mejor de todo.
A mi familia más cercana (mi mamá y mi padrastro), sí les dije previamente que necesitaba de urgencia librarme del estrés, que de por sí ellos ya pensaban que me carcomía, con lo que enseguida aceptaron. Por lo tanto y sin mucho pensar a donde, nos fugamos con Tay al Caribe.
Estuvo increíble. Fueron días tropicales repletos de mar azul cristalino y de actividades turísticas, explorando la mayor parte de los sitios donde nos encontrábamos. Días de aprender surf y de buceo; de conocer un montón de gente y hacer nuevos amigos con los que luego pasearíamos a menudo en yate y en motos acuáticas; de pasar jugando en la playa o en la piscina largas horas hasta el anochecer, y de fiestas nocturnas en el resort donde nos alojábamos. Días también en que aun extrañándolo a Mike a rabiar, llevándolo incrustado muy dentro de mi corazón (y deseando a ratos que estuviese allí también conmigo, compartiendo tanta alegría), conseguí divertirme como me merecía, dándome cuenta que después de todo, mi enamoramiento no correspondido era algo que podía sobrellevar y que él tampoco era el centro del universo, que digamos... (aunque sí una de sus mayores estrellas).
Él sí sabía de mis vacaciones más no del lugar donde me encontraba ni cuánto mi viaje duraría, habiendo respondido de forma escueta a sus mensajes luego de lo que ocurriera, únicamente haciendo énfasis de que necesitaba aplicar de repente su mismo método de relajación en mi caso y que iba a hacerlo. Con todo, no había puesto peros a mi decisión, respetándola, así como acogiéndose al silencio que demandaba el asunto. Un pequeño ojo por ojo para mí, que consideraba adecuado para marcar límites. Esperando en tanto, si es que en algo me apreciaba, que se diera cuenta lo que se sentía.
Era en realidad una locura haberlo tenido tan cerca para después deber alejarlo... pero al menos por esos días me era necesario.
Y fue justo en el hotel un atardecer, cuando de lo más animadas conversando sobre nuestras aventuras del día y las locuras de nuestros amigos del lugar mientras nos tomábamos en el bar unos cocteles no muy cargados, en que de repente ambas recibimos a nuestros celulares un mensaje de invitación por parte de Janet a la fiesta que realizaría ese fin de semana en Los Ángeles por el Día de los Enamorados. La cual para variar y hacerla más especial, sería de disfraces en alusión también a la tradición del Carnaval que se celebra así mismo en el mes de Febrero en varias partes del mundo.
Dudé por un momento en aceptar ir, sobre todo luego de haber estado evitando a Michael desde exactamente la mañana siguiente a los Grammys, y más todavía, habiéndome comportado fría con él a propósito como castigo antes de aplicar su propia técnica de desaparecer de pronto sin contar adonde... Cosa que consideraba por otra parte, podía ser vista por algunos como mal comportamiento, sobre todo si se trataba de una jovencita con una carrera en ascenso, al contrario de con él que al ser un magnánimo astro podía hacer lo que se le diera la gana; más en realidad no me importaba.
Volviendo a lo de la fiesta, el mensaje por lo visto masivo que enviaba Janet, decía que no aceptaba un "no" por respuesta de sus amigos y que podíamos asistir encima sin complicarnos así estuviésemos solteros y solteras.
-Piensa en todo, eh. Es el próximo sábado, un día antes de San Valentín... Uhm, eso me suena a que ella se va a encargar de realizar buenas dinámicas para armar parejas, y conociéndola en todo lo que hace, ha de lanzar la casa por la ventana- Taylor opinó mirando su smartphone y descifrando lo que escribiera –"ACOMPÁÑAME EN ESTA ROMÁNTICA VELADA. CELEBRAREMOS LA LLEGADA DEL DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD CON LA MISMA EMOCIÓN CON LA QUE SE FESTEJA AÑO NUEVO"... Se nota que va a estar increíble, serán como tres fiestas en una, jajaja. ¡San Valentín, Carnaval y Año Nuevo!- mi rubia amiga no pudo entonces dejar de comentar sin reír –Oye, ¿crees que invite también a algunos de mis exs?... porque pienso llevar a Harry y no quiero hacer sentir mal a nadie. Ya no estoy para eso. Ya maduré. Además estoy super feliz en mi relación, mira que ya vamos a cumplir dos meses. ¡Ya somos formales!- aparte entusiasmada, expresó
Me sentí contenta de verla tan feliz. Harry me caía muy bien y consideraba que era el indicado para ella, talentosísimos los dos, aparte de que era lo suficiente permisivo como para respetarle un par de semanas de vacaciones sin molestarla mucho. Más, respecto a sus inquietudes sobre la venidera celebración, no sabía qué opinar al respecto, al igual que tampoco sabía si lo recomendable era ir o no.
Mi mente en esos momentos se perdió en algún lugar lejano, viajó al lado de Michael pensando en qué estaría haciendo entonces, teniendo de lo más presente que él de seguro estaría allí ese día.
Un remolino de mariposas revoloteó salvaje de tal forma en mi estómago.
-Pero ¿irás, verdad?- Taylor por último me preguntó.
---------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top