Capítulo 6
Joey dormido en mi hombro, yo era la mujer más feliz de todas. Lo miré dormir, cargado en mi hombro, y más lo quise y amé. Volví a mirar por la ventana y vi volar un avión por los cielos y sonreí con anhelos.
El tren hizo otra parada y todos entusiastas, se levantaron de sus asientos y salieron del vagón.
Algunos se tomaban fotos y otros caminaban cerca del tren. Nosotros preferimos el quedarnos adentro.
Los dos nos reíamos con anécdotas, que nos habían pasado, y conversábamos de lo más entretenidos.
_ ¿En serio trabajaste en un terminal de buses?
_ Si, de hecho, aún trabajo allí. Soy secretaria recepcionista - me sonrió.
_ Te imagino sentada allí, tras tu mesón, con tu dulce sonrisa
_ ¿De veras?
_ Si. Debes verte muy bonita - le sonreí con ternura.
_ Eso sí, es muy absolvente mi trabajo. Estoy todo el día, estresada – soltó una carcajada.
_ Jejeje, me imagino que sí
_ Absolutamente - me miró fijamente.
_ ¿Cómo se llama donde trabajas?
_ ¿Por qué lo quieres saber? – volvió a sonreírme.
_ Porque quiero ir a verte un día de estos, cuando regrese de Londres
_ ¿De verdad?
_ Sí, me encantaría
_... A mí igual... - me miró con destellos.
_ Iré a verte niña mía. Te lo prometo
_ Esperaré con ilusiones a que ese día llegue
_ Te amo
Me dijo tierno, yo le sonreí y él tomó con cariño mi mentón y me besó.
Un organillero subió al vagón y nos tocó una tierna melodía; tenía un loro de mascota, el que estaba parado justo en su cajón.
Aquel organillero vendía bonitos remolinos de papel brillante. Lo miré con atención mientras tocaba su música; Joey también lo observó, sonrió y nos acercamos a él.
Miré los pintorescos remolinos, los que giraban acorde a la música, y el organillero nos lanzó centenares de burbujas, lo que me causó más alegría. Las burbujas nos rodearon y Joey me miró perdidamente.
_ Es hermoso. Su música, sus remolinos son tan bonitos. Me gustan - me sonrió.
_ ¿Quieres uno?
_ Sí, por favor
_ Ok - me dijo y me sonrió con ternura - Vamos, escoge un color - le sonreí y miré todos los remolinos.
_Quiero ese...
Escogí el remolino, de color azul con fucsia, y el organillero me lo entregó. Yo feliz, Joey sonrió enamorado.
El tren partió de nuevo y los dos felices, nos sonreímos, nos tomamos de la mano y salimos del vagón a lucir mi remolino.
La brisa era otra vez nuestra cómplice. El remolino se movía al ritmo del viento y este despeinaba nuestros cabellos
Joey me miró fijamente, yo contemplé con amor su rostro, sus facciones, y sus ojos intensos en mí, y el corazón me latió rápido y fuerte.
El tren aceleró un poco más y el remolino giró más rápido. Joey tomó con cariño mi mano y me besó. Yo lo amé mucho más.
No abrazamos y seguimos besándonos, mi remolino giró, y giró, y el viento nos rodeó por completo.
De regreso al vagón mirábamos con atención una solitaria playa, tras nuestra ventana. Su tranquilo, y lejano, mar nos conectó a ambos y Joey sonrió. Yo me perdí en su sonrisa...
Me dieron muchas ganas de orinar, casi no podía aguantarme y miré a Joey. Él me miró.
_ Joey, ya no aguanto más. Voy al baño
_ Ve, yo te espero aquí...
Me lavé las manos, me mojé un poco el rostro y bebí un poco de agua. Ansiaba volver pronto junto a Joey y me acomodé rápido la trenza, de caracoles, en mi cabello y salí del baño.
Cerré la puerta del baño y un tipo me tomó bruscamente por la espalda y me arrinconó a la pared. Yo quedé sin aliento.
Aquel tipo me sonrió y yo lo miré perpleja, ya que era uno de los sujetos que ibaen el mismo vagón, que ambos, y asustada, él acarició mi rostro.
_ Así que te gustan los hombrecitos mayores y adinerados niñita - abrí los ojos de terror.
_ Suélteme, suélteme, si no quiere que grite y llame a todos
_ No si yo te lo impido primero...
Me dijo y me calló, rápidamente, besándome a la fuerza.
Atemorizada, traté de zafarme de aquel repulsivo beso. Lo golpeé y aquel asqueroso hombre me ató con fuerza a sus brazos y volvió a besarme.
<< Joey, amor mío... >>
Extrañado de que yo aún no volviera del baño, fue a buscarme.
Aquel depravado metió toda su asquerosa lengua en mi boca, levantó mi vestido y yo desesperada, le di una fuerte patada entre medio de sus piernas y me alejé rápidamente de su lado.
Grité con pánico, y a punto de salir, aquel tipo me lo impidió y me jaló fuerte del cabello.
_ ¡NO!
Joey abrió la puerta y sus ojos ardieron al ver a aquel hombre sobre mí, y cegado, se le fue encima.
_ ¡Suéltala puerco infeliz!
Joey le dio un fuerte puñetazo y aquel sujeto cayó noqueado al suelo. Yo asustada, corrí a sus brazos y Joey me cargó en ellos.
Lloré sin parar en sus brazos y él sin soltarme, más me abrazó y miró furioso a aquel hombre, el que aún no podía levantarse del suelo. El sujeto lo miró con su nariz sangrando y abrió los ojos, de impresión, al darse cuenta de que era Joey.
_ ¡Cobarde infeliz! ¡Querías aprovecharte de mi novia! – el sujeto se levantó a duros intentos del suelo.
_ Por cierto, bien joven y guapa que está – Joey más se enfureció.
_ ¡Cállate, si no quieres que te dé otro puñetazo por degenerado!– yo más mas escondí en su pecho y aquel sujeto esbozó una sonrisa.
_ Así que eres tú. Nunca imaginé que me encontraría con un famoso como tú en un viaje como este y con esta guapa joven. Dime una cosa ¿A caso tú no estás casado?
_ ¡Eso no te interesa sucio animal!
_ Como lo supuse, pero esto no se va a quedar así. Te vas a arrepentir de haberme golpeado
_ No me importan tus estúpidas amenazas, si vuelves a acercarte a mi novia, no tendré consideración contigo, cobarde infeliz
_ Eres un tonto. No me importa quién seas. Te vas a arrepentir de esto, ya lo verás...
Lo miré aterrada en los brazos de Joey y aquel sujeto nos miró con una burlesca sonrisa y salió del vagón.
Ambos quedamos inquietos y exasperados...
Joey me miró y yo aún asustada y nerviosa, sintió mi cuerpo temblar y más me abrazó.
_ Amor mío ¿Estás bien? ¿Te hizo algo ese infeliz?
_ No, solo me besó, pero sí tú no hubieras llegado...
_ Tranquila, no pienses en eso – me angustié por él.
_ Pero ese hombre te amenazó Joey, y solo por defenderme a mí ¿Qué pasa sí te hace algo? Ya sabe quién eres tú- tomó mi rostro en sus manos.
_ No pienses en eso preciosa. No creo en sus estúpidas amenazas. Lo único que me importa es haberte rescatado de ese mal hombre
_ Gracias. De verdad muchas gracias por haberme rescatado de ese sujeto – volvió a abrazarme a él y yo me perdí en sus ojos profundos ojos celestes y él me destelló con ellos.
_ Te amo y no permitiré nunca que te pase algo malo. Jamás lo permitiré
_ Oh Joey
Solo alcancé a decir y lo abrasé, fuerte, con todo mi amor y Joey me ató una vez más a su pecho, y brazos, y besó con ternura mi cabeza. Luego salimos a tomar la brisa.
Yo aún estaba temerosa de volver a ver a ese mal hombre y de que Joey lo volviera a enfrentar. Él lo sabía y sostuvo mi mano con cariño.
_ Tranquila niña mía. Nada malo va a pasar. Ese imbécil no volverá a hacerte daño mientras yo te proteja
_ Mi Joey. Tengo miedo de que ese sujeto te delate – volvió a tomar mi rostro en sus manos y me miró fijo.
_ Escúchame. Solo me importas tú, que tú estés bien. Lo demás ya no tiene importancia – le sonreí y se me llenaron los ojos de lágrimas.
_ Te amo
_ Y yo te amo a ti y pase lo que pase, siempre te amaré...
Entramos al vagón, vimos que aquel sujeto no estaba allí, y los dos nos miramos y Joey me señaló que fuéramos a nuestros asientos...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top