13 | STALKER

    El primero en llegar a la habitación es Ho Seok, ella se queda paradita frente a la puerta, preocupada de que alguien los descubra ingresar al mismo lugar como una pareja. Aún si es un fanático de la modelo o un simple huésped del resort.

    ¡Mujer!, ¡nadie va a pensar que están en un motel haciendo sus cochinadas! O eso quiero gritarle.

    La verdad, Hye Jin está más pendiente de su ex; algo comprensible, lo que me causa un poco de pena porque es en teoría mi culpa. En parte lo disfruto por la trama; por otra, claramente no. Hablamos de la estabilidad mental de una persona.

    ¿Por qué soy tan bipolar?

    Ahora, seriamente, no es nada hermoso que estén detrás de uno. Los traumas afectan la conducta, a un nivel en el que la existencia se vuelve una maldición.

    Vivir con miedo jamás será saludable. Mi consejo para ustedes sería: Laven sus dientes antes de ir a dorm... Perdón, ¡agarré la tarjeta equivicada!

    Los latidos de su corazón elevan su calor, y en cuanto su mente cree ver la sombra de un cuerpo en el suelo del pasillo, queda pálida, trémula e insignificante. Apresurada, ella empuja al varón con la idea de que pase de inmediato. Él se da la vuelta, a punto de gritarle pero cambia de parecer al notar el temor en sus ojos.

    Pues no sé, Ho Seok, deberías abrazarla de nuevo... I'm just saying, bro.

     Comprende de esa forma que Hye Jin es tan humana como él, imperfecta, asustadiza por la forma en que intenta agarrarse a su pecho, incluso si aquello parece exagerado de su parte por pensar que quizá ha visto una inocente mosca pasar o bicho posarse en su prenda.

    No son exageraciones. Su vida jamás fue perfecta aún si creen que lo parece. Las cámaras son su máxima salida, su escape a la realidad. Ella está acostumbrada a fingir y ser idolatrada. Llevar una máscara. Comportarse igual a una muñeca, vacía y superficial. Su hermano es la primera persona en humillarla, desde que era una chiquilla.

    ¿Por qué no se da cuenta de que necesita protegerla? 

    Debe enfocarse en su lozanía, en su rubor, en la magia de su mirada y su enigmática figura de porcelana... ¡Si solo me escuchara, ese mijito!

     —Oye. —Golpea su frente con su palma—. ¿Qué te ocurre? Estás actuando rara desde la sesión de fotos.

    —No me pasa nada...

    Sabe que miente tras comenzar a llorar sin darse cuenta, las gotas caen sin su consentimiento, y su nariz enrojece pronto, tiene que sorber. Inhala y exhala, blando y derretido por esa imagen aunque el aire acondicionado los mantiene fresco. Un martilleo de incomodidad sacude su consciencia, la culpabilidad de no hacer nada porque una chica llora frente a él. Eso lo inquieta y desordena su humor.

    ¡Haz algo, tonto!

    —Eh... No... No llores... ¡Por favor!

    Hye Jin llora aún más, el efecto inverso a cuando pedimos a alguien que se calmara. ¿No les ha ocurrido? Seguidamente ella escupe un alarido estruendoso, y eso a él lo impacta como un rayo.

    ¡No! ¡Intenta de nuevo, caramba!

    —Hye Jin, ugh...

    Piensa en la tontería más grande que viene a su mente. Algo que lo vio en una serie, así que acude a su canto y exagerada ternura para mimetizarse en el rol.

     Juro que si yo tuviera una  cámara ahora, les regalaría a todos el video para los souvenirs como agradecimiento por apoyar esta serie.

    —Hay tres osos en una casa...
Papá oso, mamá osa, bebé osito.

    Abre sus ojos y cambia el tono de su voz a una melosa e infantil. Hye Jin concede su atención, congelada en su sitio.

    —¿Qué haces? —murmura ella.

    —¡Papá oso es regordete!

    Él extiende sus brazos formando la barriga de papá oso, bailando al son de una música inexistente, no obstante, él no se percata que da una energía incandescente que le transmite paz a su espectadora, aún si su acto significa perder la dignidad.

   —Mamá osa es delgada —prosigue él, contornea su físico como una lady—. ¡Bebé osito es muy bonito!

      Muestra su mejor aeygo, pincha sus pómulos con sus dedos y realiza una sonrisa adorable.

    Eso ataca el corazón de la pobre Hye Jin, porque se le escapa una risa que la hace atorar, carraspea y evade la diversión plasmada en su mirada, todo por el rídiculo baile del varón.

    —¡Encoge los hombros! ¡Encoge los hombros! ¡Lo haces muy bien! —Ho Seok se mece de un lado a otro, gira y acaba dando un salto tonto.

    La falta de ejercicio lo deja con el aliento jadeante, muerde su labio y terco, resopla con una enorme vergüenza que adereza sus mejillas.

    Él dirá que fue el calor.

   —Al menos ya no lloras, Chihuahua —asegura, revuelve su propia cabellera tras recomponerse, no aguanta esa estremecedora tensión, debe romperla.

     Deberías, uh.

    Echa una ojeada rápida a la chica, sorpendido por su cercanía en cuestión de segundos. La tiene a escasos milímetros, acariciado por su aliento de vainilla.

    —Gracias, Ho Seok... —dice, y lo abraza tímida, sin percatarlo, empieza a reírse; el peso de sus preocupaciones desaparecie—. ¿Sabes? Deberías considerar convertirte en animador.

    —Calla. —No devuelve su gesto por el nerviosismo incitado por el contacto—, no volveré a hacer esto jamás.

   ¿Seguro, segurito?

    —¡Hazlo de nuevo!

    —¡Por favor, no! ¡Qué odiosa!

    —Lo dijo el que no quería verme llorar —susurra burlona, tras acomodarse en su pecho siente seguridad y confianza—. Lo siento, no pude contenerme.

    —¿Vas a quedarte ahí? —Con su dedo índice presiona su frente y la aparta de un gesto ansioso—. Hace calor... Y estoy todo mojado y pegajoso.

    —¡Ah! ¡Asco! —grita sin pensarlo—. ¡Sucio! ¡Báñate con agua fría!

    —¿Pero qué?, ¡no me refería a eso! ¡Lávate mejor tú, mal pensada!

    Al tomarse un respiro de las sensaciones que deja ella en su piel, pregunta:
    —¿Vas a contarme qué te pasó? Sería mejor si lo soltarás.

    Dijo el que sufre porque su novia murió hace dos meses. ¿En serio, Ho Seok? Bueno, no puedo culparlo de ser un curioso en las vidas ajenas.

    Y yo tampoco me salvo, lo sé, pollitos míos (insertar pollitos, muhos pollitos, jejeje).

    —Yo... Te contaré pero, promete que no saldrá de esta habitación. ¿Sí?

    Toma las manos de mi protegido y las junta con las suyas en un despliegue de seducción descarada, con un poco de ternura añdida a la fórmula de su convencimiento. Por supuesto, Ho Seok no lo rechaza, queda tonto, entusiasmado, aturdido por su pucherito.

    Si. Si. Si. Yes. Yes. Yes. Yup. Yup. Yup. YEAH, YEAH, AH.

    Okey, ignoren eso.

    —Bueno —puntualiza soltándose de su amarre—. No diré nada.

    —Es una larga historia pero lo resumiré: Mi ex novio está en Barbados.

    —¿Y eso qué? —Interviene.

    —¡Déjame acabar!

    Ella pega suave en su hombro, al verle callado, decide continuar su relato. Confiesa que tuvo una bonita relación al inicio, sin embargo, el tiempo mostró los verdaderos colores de su novio: se había vuelto el rey de los ogros. Y quiero aclarar que acá, Shrek no es. Su historia la vuelven sensible por cada palabra suelta, sus pulmones le reprochan aire y traga su deseo de llorar cuando revela que la emborrachó en su cumpleaños para violarla. Debido al intento de violación, lo denunció y lo envió a la cárcel.

    —¡Hijo de...!

     Él corre a la puerta, Hye Jin lo frena y niega varias veces 

    —Y ocho años después, Kim Yugyeom está de regreso. No puedo verlo sin sentir que pierdo mi alma. Estoy asustada, Ho Seok.

    —¿Has hablado de esto con tu representante? —interroga impaciente—. ¿Con el staff?

    —Solo lo sabes tú —responde apenada.

   —¡Hye Jin! ¡No puedes quedarte callada! —La sacude por los hombros y la estudia serio, ella traga en consecuencia—. ¿Vas a dejar qué te atormente?

    Se ruboriza por el escrutinio del contrario y baja su visita.

    —No... Es que...

    —Entonces no lo guardes para ti o él ganará. Vamos.

    Él agarra su mano y la lleva afuera, arrastrándola, en cuanto a ella expresa aturdimiento por la acción.

    —¿Qué ha... haces?

    —Ser precavido y tomar medidas. Tenemos que hablar con tu representante del problema, Hye Jin.

    Una pequeña sonrisa se dibuja en el lindo rostro de la modelo, ya que no se refiere a eso, sino por la mano que agarra la suya.

    Qué a mí también me sorprendió, eh.

   —¿Te preocupas por mí?

   —¡No empieces! —grita a mitad del camino, sin concederle una mirada por toda la vergüenza que plasmó en su tez—. Lo haría por cualquiera. No te creas tanto, maldita Chihuahua.

    —Te preocupas por mí —reitera bajito.

   ¡YO APOYO ESTO!

    Enlaza sus dedos con los de él, sin dejar se sonreír porque una mano salvavidas es demasiado cálida.

NOTAS VERANIEGAS

     ¡Hello! Aquí otra actualización. Quería dejar constancia que la canción que canta Ho Seok es la de los tres ositos, una canción infantil claramente.

    ¿Por qué la dejé con la traducción?

     Porque se supone que se da por entendido que hablan en coreano. También queda más cómodo para ustedes entender la letra y para mí el poder escribir las partes del baile.

    Aquí les dejó la canción.

    Ahora, el último detalle: el acosador de Hye Jin. Estoy segura que nadie esperaba que se trataba de alguien de otro grupo y menos Kim Yugyeom (?) :,D

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