09 | PHOTOSHOOT
La joven Kim va a encontrarse con su asistente. Él le dijo que la esperara en el hall porque piensa en buscarla con los demás asistentes, quienes irán a esa fecha en concreto por la sesión; mientras tanto, un personaje nuevo se ubica delante, haciendo acta de presencia para llamar su atención.
—Hye Jin. —Su sonrisa afable provoca en ella un escalofrío—. Que casualidad.
¡De casualidad nada, nene!
—Cuánto tiempo... —Ella enseña una sonrisa forzada, no está a gusto.
¡Y yo tampoco! Cofcofaunquefuiyoquienlotrajocofcof.
—¿Cómo estás? —Da un paso al frente, esto la incita a retroceder con temor.
—Estoy... bien... —Sus dientes se presionan después de responder.
Creo que ella sabe que no sea adecuado gritarle y tratarlo de basura, pese a que lo es, solo que no va a servirle de nada.
Lo conoce lo suficiente para saber que, luego de ocho años, él intentaría verla de nuevo ahora que es reconocida mundialmente. Algunos turistas sacan fotos a escondidas, haceb un círculo y disimulan con tal de llevarse una imágen de ella, otro recuerdo de Barbados. Tampoco quieren irrumpir sus vacaciones de forma exagerada.
—Estás hermosa, Hye Jin.
Su halago trae consigo horribles y punzantes recuerdos de su noviazgo con él, antes de ser modelo y amada por su público. Teme romperse. Su representante llega a tiempo, así que no necesita responderle.
Él eleva su mano, despidiéndose con una sonrisa mordaz tras notar su desperado alejamiento:
—Adiós, bella. Espero vernos más seguido.
¡Qué miedo con este chico de nombre desconocido del que sé su nombre pero, no voy a decir porque no quiero arruinar el suspenso de la trama!
Y no pueden negarme que este cambio lo ha vuelto interesante. ¡Juro qué no se van a decepcionar! O me van a odiar...
—No pueden odiarte, no con ese rostro —concluye Ivanna antes del cambio de escena.
• • •
Terminamos nuestro desayuno con un intercambio de ideas. Ho Seok me confiesa que es dibujante se comics web, así que debo considerar guardar su secreto. No le parece agradable mostrarse en redes o proclamarse artista ante desconocidos. Una creíble actuación de sorpresa tengo que mostrar, emocionándome, digo que soy un fan de él desde hace meses.
—Realmente me gusta «Are you're late, too?» y también «Dark and Wild», ¡son grandes tramas! —Golpeo confianzudo su pecho—. Y yo preocupándome porque «Mang 94» no actualizaba. ¡Estaba tan triste!
—Oh, lo siento... —Rasca su nuca, sonriendo nervioso y sincero resepcto a sus sentimientos—. Prometo actualizar. Aunque venir aquí también me ha dado ideas refrescantes. Quizás probaré un nuevo género.
—Es grandioso, no te límites nunca. —Levanto mi pulgar en aprobación.
—Lo es, pero quiero obtener un permiso primero —dice reflexivo, toma sus pertenencias para darse una ducha rápida—. ¿Me ayudas?
—¿A bañarte?
—¡No! —exclama, estalla en risas, contagiándome—. Me refería a mi petición... ¿Sabes dónde será la sesión de Hye Jin?
—¿Por qué? —Mis cejas se elevan, sumo una sonrisa sugerente repleta de dobles intenciones: —¿Ella te gusta?
—No —apresura a decirme nervioso—, solo quiero que me ayudes a que me permita usar su imagen para mi protagonista, y punto.
—¿No crees qué te cobrarán? Después de todo, su rostro y cuerpo son su producto.
Ante mi comentario, Ho Sok carcajea, tan determinado que, ¡vamos!, es admirable de ver en persona.
—Ella me sacó una foto sin mi permiso, me la debe, ¿no crees?
—Oooh, wow. —Aplaudo como una foca bebé, y nuvamente, actúo sorpresa—. Eres muy listo.
—No tanto como tú.
Me sonrojo, por esta vez no temgo que fingir. ¡Me llamó listo! ¡Uf, uf!
¡Me desmayo, socorro!
Hello, 911? Yeah, I need an ambulence. There's a man down! Come here quickly.
Ese chico es un travieso. Al menos no me preocupará tener que enseñarle como se debería coquetear. Ahí si hubiera tenido problemas, yo soy un negado a estas cuestiones.
Y no. La sonrisa con hoyuelos marca Nam Joon hacia la recepcionista, no cuenta. Tampoco el coqueteo inocente que muestro con Ivanna.
• • •
—Hye Jin, mira por aquí —habla su fotógrafo, con una interesante gorra vintage—. Así, ¡eres muy bella!
Golpeo el hombro de Ho Seok en cuanto llegamos a la localidad tan natural, hay mucha seguridad alrededor. Ninguno nos deja ir más allá, solamente nos permiten observar. Busco de un lado a otro al representante de la modelo, quien limpia el sudor de su frente por la intensidad del calor.
Luego fijo la mirada en el otro hombre. Es Park Ji Min, el mejor fotográfo de su generación. Posar frente a él significa un pase a la gloria. Únicamente los más privilegiados trabajaron con él por sus estrictas reglas.
Hye Jin posa con gracia y soltura, ella es multifacética: pasa de una sonrisa dulce a una expresión llena de sensualidad, sorprendiendo a un callado Ho Seok. Su seriedad logra ser vista por ella, tensionando el cuerpo tras creer que el sol ya estaba afectando sus ojos.
Ji Min la llama un par de veces sin éxito, distrajo un segundo del lente.
—Quiero descansar —expresa, socorrida por las estilistas, bebiendo una cantidad exorbitante de agua: —¿Ha venido el otro modelo?
La hidratación era buena, claro, solo que ella bebe mucho debido a la concurrencia de mi amiguito.
—No ha llegado, su vuelo se retraso —murmuran entre ellos, con miedo de que Ji Min llegase a oírlos.
—¡¿Cómo qué se ha retrasado?! —Parece no temerle ni a Dios ese pequeño pitufo—. ¡Que venga aquí rápido o haré de su carrera una miseria! ¡Jamás volverá a posar en su **** vida!
Tengo que censurar sus insultos, sorry. Esto es PG, apto para todo público. ¡Hay que pensar en los niños, Ave María!
—¿Acabas de censurar mi historia? —pregunta Ivanna al venir a mí como un espectro, como ella habla en español, Ho Seok creyó que hablábamos de lo que acontecía.
—El lenguaje es hermoso, no lo ensucies.
—Me acabas de censurar, vaya... —Eleva sus manos, rendida—. Paso de discutir contigo. Adiós.
Pues bye.
—Esta es una oportunidad, Ho Seok. —Lo sacudo emocionado—. Es una señal para ti. This a TT!
—¿Ah?
Él luce adorable al verse confundido, con el «loco» en los labios mientras intenta soltarse de mí. Una música lejana se escucha. ¡Es hora de un músical! Okey, mejor no. Esto no es Disney... O quizás...
—¡Aquí! ¡Él es el modelo! —grito y salgo corriendo antes de que pueda alcanzarme.
—¡Aaah! ¡Voy a matarte!
Los estilistas giran la cabeza robóticamente, aunque saben que no es el verdadero modelo, lo toman de apuro y lo maquillaron. Lo arrastran a una cabina para obligarlo a cambiarse.
Al salir del cambiador, el joven viste de forma apropiada unos shorts que dejan lucir sus fuertes piernas y una camisa Marco Polo, (¿es correcto decir la marca?) blanca, apretándole el torso.
Parece un verdadero modelo, dejando a más de una con saliva en la boca.
—¡Vamos, vamos! —Apura una de las maquilladoras.
—No importa si no sabes posar, solo quédate al lado de la señorita Hye Jin —susurra otra, incluso otorga una sonrisa que apacigua sus nervios.
En cuanto a Hye Jin: escupe su agua.
—Oh... Te ves bien... —halaga ella con esfuerzo—. No pareces tanto un vagabundo.
—¿En serio? Creo que el short me marca mucho el trasero. —Lo despega de sus glúteos, la ropa cara es ultra incómoda, probablemente por no ser de su talla—. Y siento que si me muevo mucho, romperé la camisa como lo hace Hulk.
Hye Jin traga y cerrra sus ojos, esa imágen pegq duro que ver al sol de frente. Más que una calada de marih...
—¿No has dicho que era apto para todo público? —dijo Ivanna entre diversión y regaño.
—¡Estoy haciendo un chiste con María!
—Ya si...
A la modelo le cuesta estar cerca de Ho Seok, su perfume atonta su concentración pero el fotógrafo, al estat concentrado y satisfecho por la química mutua, sonríe sacando más de lo que hubiera previsto.
—Oye, Hye Jin —llama Ho Seok detrás suyo, haciéndole erizar los pequeños vellos de su nuca—. Me debes un favor, así que quiero hablar contigo.
—Eh, tú —habla Ji Min al desconocer su nombre—, ¿podrías tomar el mentón de Hye Jin? Cómo si fueras a besarla.
Lo sé, ¡deja vú! Y esta vez debo que darle un premio al travieso fotógrafo.
Además, el escenario es perfecto. Un viento del este sopla tenue, en tanto Ho Seok tiene sus manos en sudores calientes, atribuyéndolo al clima y no a sus nervios. No quiere ensuciar su perfecto y cuidado cutis femenino, o arrastrar la base de su rostro.
Giran lentos, se aprecian de verdad por primera vez. Fue seguro al poseer su cintura, obligándola a que lo mire porque ella desvía su temerosa vista.
Es bellísima, no es capaz de poner un nivel. Su boca se le antoja esponjosa y rosada, como algodón de azúcar. Sus latidos aceleran, se acercan con la misma lentitud de una tortuga y se detienen justo en la comisura.
—¡Perfecto, Hye Jin!
Ella pestañea tras reconocer la voz de Ji Min, está sofocada por su aliento, incluso aguanta la respiración para que él no notase lo que su proximidad genera sobre ella.
—Con permiso.
Toma más agua, Ho Seok sentía sus propias mejillas arder, una sensación que experimentó con su primera novia. Borra esas ideas pronto, le parecen ridiculas y la sigue por detrás, de una manera más cautelosa.
—Espero que me pagues por esto, mi tiempo es valioso —susurra Ji Min con arrogancia.
¡Aish! Se cree la gran cosa porque su protegido es...
—Ni te atrevas a decirlo, Nam Joon.
Bah. Algún día se sabrá... En la segunda parte, maybe?
—Sí, bueno, pitufo. Gracias por el favor, me ahorraste mucho trabajo.
NOTAS VERANIEGAS.
Omg. Ya pudimos ver dos apariciones especiales: El ex de Hye Jin y Ji Min. Y la mía pero esa no cuenta (?)
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