11
No tenía idea de qué era lo que pasaba pero culpaba a Joe Doremi por ello y por eso sus ganas de que llegara el viernes aumentaban cada día ¡Ya no soportaba luchar contra espíritus constantemente! Ahora todos los días usaba hoodies para no sólo pasar desapercibida sino para ocultar los moretones, lo único bueno es que la pequeña luz que la teletransportó a los vestidores de los chicos empezaba a ser más y más útil durante más tiempo se la pasaba con ella. La ayudaba a escapar batallas que no podía lidiar y lanzaba bolas de energía para atacar a los enemigos, no eran muy poderosas pero ayudaban.
En cuanto al comportamiento de todos en la escuela, ya se estaba acostumbrando y prevenía travesuras antes que ocurran. Era miércoles y al entrar a la escuela vio una cosa horrible, asquerosa e inaceptable ¡Debrah cuchicheando con Castiel! Le decía gatito, le susurraba cosas al oído y no había ningún concepto de espacio personal. La serpiente estaba envolviendo a su víctima sin que se diera cuenta.
Cuando llegó a su casillero notó que Kentin estaba limpiándolo:
—Oye, eso lo puedo hacer yo.
—Lo sé, pero quiero ahorrarte el trabajo injusto que te están poniendo los demás.
—De todas formas quería sacarle una foto.
—¿Para qué quieres tener algo tan doloroso?
—Muy simple, es una herramienta sorpresa que nos ayudará mas tarde— y luego procedió a imitar la risa de Mickey.
—Veo que estás de humor pero ¿Para qué utilidad te servirá?
—Reconozco algunas de las letras, quisiera ver el progreso de las nuevas personas que se unan al vandalismo, mas o menos para tener una idea de que tanta resistencia la gente tiene a las palabras de Debrah y así saber si puedo confiar en ellos en futuro.— hizo una pausa— Y también está el hecho que Armin sabe falsificar letras a la perfección, teniendo algunos ejemplos me podrían ayudar por si necesito algo en el futuro.
—Entonces, básicamente para vengarte.
—¿Vengarme? No sé, pero tal vez se los restriegue en la cara cuando osen en pedirme algo.
—Es lo mismo.
—¿Tienes algo en contra de eso?
—Que va. Si lo haces en un momento coherente hasta te ayudo.— se rió ante el comentario y luego suspiró.
—Ya quiero que sea viernes...
—Sí, es una locura todo esto.— Sucrette abrió el casillero y se encontró con miles de arañas dentro de este, ella dio un brinco para atrás, una cosa es rayar el casillero pero ¿Abrirlo e invadir su privacidad? Esto era malo, si el que lo hizo viera alguna cosa relacionada con la magia estaría en problemas...
Después de que Nathaniel trajera el repelente de insectos y ella se calmara de tantas personas riéndose de su reacción, ella se puso a pensar en quién pudiera haber hecho esto, ni Ámber, ni sus amigas podía ser, estaban muy ocupadas pensando en su "genial" plan para vengarse, Debrah tampoco podía ser, ojalá lo hubiera intentado, siendo directamente influenciada por un fantasma todas las runas protectoras se activarían y ella recibiría el mismo dolor que le causó a Sucrette.... Melody es muy buenecilla para saber algo de forzar cerraduras, Peggy no pondría arañas sino que investigaría sus cuadernos, las chicas a pesar de estar en su contra no se atreverían de hacer algo así....Castiel era el único que quedaba en la lista.
—¡Voy a golpear a quien sea que hizo esto! ¡Existe un límite y lo sobrepasó!— exclamaba Kentin, ella miró hacia Debrah y "Cassy", ella tenía una triunfante sonrisa, mientras que Castiel intentaba mantenerse libre de culpa, pretendiendo estar serio.
—Guarda el rencor,— Kentin se calló al captar su tono serio— este es sólo el comienzo.— al ver en dónde estaba la mirada de Sucrette quiso partirle la nariz al pelirrojo pero no había ninguna prueba de lo que él hizo y no podía meterse en problemas, porque ella se quedaría sola, así que a pesar de su impotencia debía mantenerse paciente.
Ante tal accidente sólo se le ocurrió una cosa, colocar más runas que no permitan a nadie más abrir su casillero además de ella, había sido muy tonta al pensar que sólo unos espíritus se atreverían a husmear en sus cosas, así que simplemente dibujó los símbolos en las paredes de su casillero con un marcador y cuando nadie miraba implementó un poco de su energía en estos.
Mientras tanto Dake y los gemelos decidieron alejarse de la zona del incidente para aguantarse las ganas de raptar a la chica de tatuajes y exorcizarla si era necesario.
—Mejor hablemos de otra cosa, no es productivo tener rabia encima...— dijo Armin.
—Hablemos entonces de nuestros poderes,— comenzó Alexy— he leído un poco sobre adivinos y parece que hay un montón de otros poderes a parte de ver el futuro ¿Cómo funciona eso?
—Ah, pues tener el tercer ojo naturalmente tiene sus ventajas, si trabajas duro podrías desbloquear poderes como viajes astrales, meterte en los sueños de alguien, ver el pasado, ver espíritus, entre otras cosas. Sucrette te puede ayudar en eso, muchos de los poderes que pueden obtener los videntes, también los pueden tener los celestiales ¿Alguna otra pregunta?
—Sí— dijo Armin — ¿Cómo rayos desbloqueó mis poderes?
—Bueno, eso es algo difícil,— Dake colocó su mano en su barbilla— podrían haber muchos factores por lo cual no sabes nada, por ejemplo, tal vez alguien bloqueó tus poderes por alguna razón, dime ¿Tienes alguna marca de nacimiento rara?— él negó con la cabeza— Entonces puede ser que tu poder sea algo tan sutil que nadie se da cuenta o tal vez tuviste una experiencia traumatizante y bloqueaste tu poder y de paso reprimiste tus memorias o comiste algo que bloqueó tus poderes o...
—¡¿Existen tantas posibilidades?!
—¿Qué te puedo decir? — suspiró.
Luego notaron que Violeta estaba corriendo por el pasillo con su cuaderno de dibujos, cuando se acercó más notaron que estaba llorando, esta chocó contra Dake:
—¡Oh! ¡Lo siento! No te vi...
—No te preocupes
—¡Violeta! ¿Qué te pasó? ¡¿Quién te hizo esto?!— dijo Alexy al ver a su amiga así.
—Estoy bien, no es nada.
—¡Claro que sí es algo! Anda, podemos ayudarte.— Alexy la miró con preocupación.
—Es sólo que, deje mi cuaderno en mi casillero mientras iba al baño y cuando volví estaba así,— abrió el cuaderno que tenía un montón de rayones de marcador negro, pasó las páginas y al final estaba un mensaje que decía "LLORONA TONTA" en letras mayúsculas muy bonitas, — no entiendo como abrió el casillero o porque alguien me haría esto...— vio la cara de preocupación de sus amigos y quizo despreocuparlos— ¡Pero está bien! De todas maneras ya se me habían acabado las páginas y ya empezaba a odiar mis antiguos dibujos, además la pobre de Sucrette lo tuvo peor con las arañas...
—¡No digas eso!— exclamó Alexy— Trabajaste duro por esos dibujos y por esos dibujos es que ahora tienes mayores habilidades artísticas ¡Él que hizo esto es un descarado!— y ellos ya sabían de quién se trataba pero no podían decirlo, Armin estaba exasperado.
—¡Ya! ¡Esta gente ya valió verga! ¡Me hartaron!— el pelinegro sacó de su mochila los guantes para la clase práctica de biología— Violeta, dame tu cuaderno.
—¿Por qué?
—Llámame FBI porque voy a averiguar quién hizo esto con sus huellas dactilares.
—¡¿Qué?!— exclamaron Violeta y Dake.
—Oh, Armin tiene un montón de tecnología cara en la casa ¡Hasta cuándo no ha podido comprarla decidió hacerla el mismo! Desde pequeño tiene una obsesión de que algún día, un problema se avecinará y él nos salvará a todos.— explicó Alexy, diciendo la última parte como si fuera Katara de avatar narrando.
—¡No digas eso! ¡Simplemente soy precavido! Nadie sabe lo que puede pasar en este mundo...— hizo una pausa— Tu quédate tranquila Violeta, voy a mi casa y vuelvo....
—Pero, creo que es innecesario... Quiero decir, ponerte a correr de aquí a tu casa y que después vuelvas.
—¡No te preocupes! Si no llego antes de clase Alexy siempre puedo decir que me quedé con dolores de barriga en el baño.
—Está bien...— y la chica se fue.
—¡Increíble lo que estoy haciendo por la rabia que le tengo a la víbora esa! Voy a correr chicos, CORRER, y ustedes saben cuánto odio el ejercicio.
—Pues tengo buenas noticias, no hay necesidad de correr.— anunció el rubio.
—¿Cómo así?
—Sucrette me pidió que en esta semana sin su supervisión, tratara de ser lo más responsable posible como guía de cosas mágicas, por eso, no puedo permitir que pierdas clases sólo para desenmascarar a Debrah,— se sacó su collar de diente de tiburón— este collar te permite teletransportarte a cualquier lado, ve a tu casa, has lo que tengas que hacer y vuelve.
—¡Asombroso!— iba a agarrar el collar pero Dake lo apartó.
—¿Acaso planeabas hacerlo en este instante?
—Eh... ¿Sí?
—Ustedes son en verdad como niños...— suspiró— ¡¿Ibas a desaparecer en el aire en medio del pasillo del instituto?! ¡Tienen que ser cuidadosos! Si hacen algo por impulso les podría salir mal.— sus cejas estaban fruncidas y su dedo índice levantado, nunca pensaría que acabaría regañando a alguien de esta forma, se sentía como un padre o un profesor muy viejo.
—Ay, bueno, sabelotodo guíanos en esta jornada mágica y dinos dónde debemos cumplir la misión.
—Vamos al baño, asegurémonos que no haya nadie, cerremos la puerta y les diré como se hace...
—Eso sonó muy doble sentido— se rió Alexy.
—¡Callen y síganme!— al llegar y cerrar la puerta, empezó a dar instrucciones— Primero que todo, es necesario que veas con mucha atención este baño, después de todo, no quieres acabar en un baño que quede en China ¿No?
—¡Pero los baños de todas las escuelas del mundo son parecidos!
—Por eso tienes que saber con detalle el lugar.
—¡Ya sé!— exclamó Alexy y lo miraron— ¿Y si colocamos algo en el baño que lo distinga de los otros?— sacó un marcador y dibujó la triforce— ¡Mi hermano definitivamente llegará aquí con esto!
—Buena idea, ese marcador no es permanente ¿Verdad?— Alexy asintió— bueno, ahora lo que queda es que te concentres en como se ve tu cuarto el día de hoy, si tienes alguna pertenencia que tenga tu nombre escrito o algo escrito con tu letra mejor.
—Lo intentaré,— dijo el pelinegro, se colocó el collar y cerró los ojos para concentrarse, luego del minuto más largo de su vida lo había conseguido, sintió que implotó en el aire y luego apareció en el techo de su habitación, rodó en el suelo y por el impacto de la caída, se golpeó la cabeza con la cómoda— ¡Auch!
Mientras tanto Violeta se dirigía a su grupo de amigas, en estos días se sentía muy incómoda junto a ellas, Debrah era una buena amiga, pero Sucrette también, no podía creer que ella tratara a alguien de manera injusta ¡Tenía que ser un malentendido! Pero ahora... Cada recreo hablan mal de ella, Debrah y Melody empezaron a "vengarse" de Sucrette, luego se les unió Kim y la chica empezaba a pensar que Iris también se les uniría por la presión social y cuando eso pase ¿Qué será de ella? Podría decir que no quiere problemas con la directora pero ellas la acusarían de débil y le lanzarían miradas que como flechas le atingirían el corazón. De hecho, no estarían mintiendo, se sentía débil porque sabía que lo que hacían estaba mal y no hacía nada para darle un fin, una vez lo intentó, sugiriendo que estaban yendo muy lejos, sólo basto con un "¿De qué lado estás?" para hacer que diera un paso atrás.
—¿Vieron su cara? En verdad estoy disfrutando esto— se rió la de tatuajes y por un momento Violeta se asustó pues creyó ver el color de sus ojos cambiar de azul a miel.
—No sabía que podías forzar cerraduras, es más ¿En qué tiempo lo hiciste si sólo llegaste a la escuela al mismo tiempo que ella?— preguntó Melody.
—Oh, la idea fue mía pero yo no lo hice, Cassy me hizo el favor.
Otra cosa que le molestaba a Violeta es el papel que Castiel estaba tomando en todo esto, Debrah ya había tenido tres novios oficiales desde que los dos rompieron y antes que ella llegara, hablaba sin cesar de como le encantaba un chico que conoció en un concierto y ahora trataba a Castiel justo como en el pasado, haciendo que él hubiera hecho la misma regresión: Su ropa ya no era su chaqueta de cuero con su camisa roja, que lo hacían único y atractivo. Ahora había vuelto a usar esos feos trapos marrones. Se volvió silencioso con todos menos con Debrah y Lysandro, aunque ahora ni siquiera hablaba tanto con Lysandro y su actitud era más hostil, volvía a ser el chico malo sin muchos amigos, lo único que faltaba era que su cabello fuese negro de nuevo, así, no habría mucha diferencia entre su yo del pasado y presente, es más, se atrevería a decir que es peor que antes.
—Por cierto ¿Tú y Castiel...?— preguntó Iris.
—Somos buenos amigos ¡Recuerden que no terminamos en malos términos! Amamos la música y con nuestro reencuentro nos estamos ayudando.
—Bueno, sigo pensando que en donde hubo fuego quedan cenizas.— molestó la de ojos verdes.
—¡Ay, Kim no digas esas cosas!
Violeta se sentía un estorbo aquí, no participaba en nada, le parecía que lo que hacían no era correcto, le molestaban casi todas las conversaciones, antes tenían buenas conversaciones que no eran fruto de venganza o maldad, extrañaba esos tiempos pero durante más se lo planteaba, más recordaba cosas extrañas de Debrah que habían pasado desapercibidas en el pasado. No era la primera vez que acusaba a alguien de algo, había acusado a Nathaniel de intentar besarla, a Ámber y sus amigas de gastarle bromas, una vez Karla le hizo algo y con su influencia logró mandarla a la enfermería al final del día (aunque según ella fue un "accidente") y también estaba Jade, el chico que pertenecía al club de jardinería... Él no le había hecho nada, ella simplemente esparció un rumor, algo que fue terrible para él, claro que en aquél entonces no había pensado que era culpable, pues Debrah dijo que escuchó el rumor de Ámber, pero ahora que conectaba los puntos todo parecía diferente...
—¿Y Debrah?— preguntó Violeta al salir de su percurso mental.
—¡Se fue con Castiel hace rato! Vaya, estabas muy distraída ¿No?
—Estaba pensando en qué debería practicar más dibujar hombres ya que me quedan horribles— es la primera excusa que se le ocurrió.
—Tal vez fotos de personas desnudas te ayuden con la anatomía— dijo Kim riéndose, Violeta se sonrojó.
—¡No digas eso en voz alta! ¡Hay personas en el pasillo!
—Oigan en vez de hablar de cosas pervertidas,— comenzó Melody— ¿Qué tal si miran el cuaderno de músicas de Debrah con nosotras? Ella nos pidió su opinión después de todo.— se asomaron al cuaderno y comenzaron a leer.
—¡Estoy muy orgullosa de ella! ¡Ha mejorado bastante!—exclamó Iris mientras que Violeta se quedó como piedra, algo en su estómago se había retorcido y su sangre se había enfriado.
—Y eso no es lo único...— dijo ella agarrando el cuaderno, yendo al principio y luego volviendo a la última página escrita— ¿Están viendo su caligrafía? Es mucho más cursiva que antes y en verdad es muy bonita... ¿Recuerdan cuándo decíamos que la calidad de caligrafía en nuestro grupo era proporcional a lo distraída y extrovertida que era?— ellas pensaban que la de cabello morado estaba melancólica, que su sonrisa se trataba de algo dulce al recordar los viejos tiempos pero en verdad era triste, intentando actuar normal ante el descubrimiento que acaba de hacer.
La chica hizo como si viera su celular:
—Oh, Armin me tiene que devolver mis apuntes de Historia, ahora vuelvo.
—Okay, no te tardes.— dijo Iris.
La chica envió un mensaje a Armin "Hola, ya llegaste al insti? Si alguien pregunta fuiste a buscar mis apuntes de historia"
"Ya veo que te estás copiando de las excusas de Sucrette lol Estoy a punto de salir de mi casa, tengo las huellas, el problema será convencer a todo el instituto de que de sus huellas dactilares para compararlas"
"No creo que sea necesario, es más, no traigas nada, ni siquiera mi cuaderno. Después de clases lo iré a buscar a tu casa"
"Huh? Y eso por qué?"
"Te explico luego, disculpa por las molestias :s"
Volviendo con nuestra protagonista estaba en el techo de la escuela hablando por celular:
—¿Todo está bien por allá cariño? Hay muchos espíritus rondando...— preguntó su madre.
—Podríamos decir que dentro de la escuela todo esta "tranquilo".
—¿Esa chica aún sigue molestándote?
—Sí, pero pronto la vamos a desenmascarar ¿Y papá como está?
—Bueno... estamos en el consejo porque nuestras runas protectoras de la casa fueron rotas, así que estamos aquí hasta que las renueven.
—Oh por Dios ¡¿Los espíritus los atacaron?!
—No, no, no,...— hubo un silencio— Bueno sí, pero no es nada grave, salimos apenas sentimos que el peligro se aproximaba.
—Pásame a papá.— dijo seria, su madre se quedó atónita por un segundo.
—Vale, claro, sólo espera que... me dirija hacia a él y...— hacia pausas y alargamiento de vocales— ¿Sí?— se escuchó una voz gruesa.
—¡Papá! ¿Estás bien? Los atacaron ¿Verdad? Mamá no sabe mentir.
—Un curandero me está examinando por si acaso.
—¡Lo sabía!
—Tú madre y yo no queremos preocuparte, deberías concentrarte en tus estudios, tan pronto como el consejo encuentre una excusa para secuestrar a Debrah, todos los chismes desaparecerán, te lo puedo asegurar.
—Ojalá fuese tan fácil.
—No te creas, estamos hablando con toda persona que ella ha extorsionado y creo que hay un buen progreso,— ella se quedó en silencio— ¿Pasa algo?
—El consejo hace demasiadas misiones y con mucha rapidez...
—¿Ajá?
—Y me gustaría que pudieran resolver tu caso tan rápido como otros ¡No es justo! Justo tú... Tenías que ser lo indescifrable de resolver...
—Sabes que una maldición no es sencilla, especialmente cuando arruina tu salud física y fuerza espiritual.
—Lo sé ¡Pero se suponía que era para mí! No puedo evitar sentirme inútil... Se supone que soy fuerte, he demostrado ser fuerte, entonces ¿Por qué no te puedo curar?
—Sucrette, tu.... Eras una bebé, no podías hacer nada, yo hice lo que todo padre haría y te protegí y lo haría de nuevo si fuera necesario, eres joven, no vas a conseguir todo a la primera, tus poderes aún se están desarrollando...— suspiró— y si algo me ocurre no quiero que te andes culpando, eso me pondría triste ¿Está bien?
—Vale...— su voz era baja.
—Promételo.— esto la tomó desprevenida, había algo raro en que él diga esto.
—Lo...Lo prometo.
—Esa es mi niña, ahora vuelve con tu plan retorcido ¡Adiós!— cuando colgó, un nudo se formó en su estómago, había algo que le daba un mal presentimiento.
Luego de la puerta salieron Violeta, Alexy, Armin, Dake y Kentin:
—¿Qué hacen aquí?
—Sé que insististes en que guardara la puerta para que pudieras tener tu llamada en paz, pero ellos insistieron que era importante— explicó Kentin.
—Hay algo que ella quiere decirte— dijo Dake serio.
—Sucrette...— comenzó nerviosa— ¡Lo siento mucho! No detuve nada de lo que Debrah te hizo ¡Y sabía que estaba mal! Aún tenía la impresión que tenía de ella en el pasado pero ahora me doy cuenta que ella no es lo que pensaba,— hizo una pausa— siempre has sido una buena amiga, nos has defendido a todos ¡Y te dimos la espalda! ¡Perdóname!— el corazón de la pobre latía a mil, se sentía muy culpable, la pobre Sucrette había sufrido mucho en esta semana y se sentía responsable por ello.
—¿Cómo te diste cuenta de que ella es una mala persona?— tenía la esperanza que la chica tuviera una prueba.
—Mi cuaderno apareció rayado, tenía algunas cosas escritas, al principio no sabía quién podría haber hecho eso pero luego al ver el cuaderno de Debrah me di cuenta que era su letra actual... Después junté todos los puntos de su comportamiento manipulador, ella siempre fue así pero se las ingenio para echarle la culpa a otra persona y...
—¡Jajajajjajajaja!— Violeta se quedó asustada con su risa parecía que estaba feliz pero a la vez que estaba perdiendo su sanidad mental— ¡Una prueba! Okay, Violeta deja que introduzcamos en el plan de desenmascarar a la vívora.— sonrió ante la luz al fondo del tunel.
—Los chicos ya me explicaron y quiero añadir algo al plan.
—Uuuhh, eso suena prometedor ¿De qué se trata?
—Sólo falta que Iris se una a las bromas hacia ti y no participo nada en las conversaciones que tenemos, Kim y Debrah ya tienen aire de sospecha... Cuando terminen las clases te voy a gritar y acusar que fuiste la que arruinó mi cuaderno, Debrah pensará que tiene a todos en a palma de su mano y como los chicos seré una doble espía— la chica se sentía muy impotente, Debrah los tomaba a todos como juguetes, había hecho a sufrir a Castiel, arruinó la reputación de Nathaniel, hizo que Jade le pusiera un punto y final a su vida... ¡Y no sentía nada de culpa! Era una terrible amiga y persona.
—Un pequeño paso que arruinará mi reputación pero un gran paso para restaurar mi honor... Vale, has eso, yo te diré que no fui y fingiré shock.
—Muy bien, tenemos que irnos, si nos ven contigo sería malo, pero deberíamos reunirnos para discutir los detalles del plan.
Se despidieron y continuaron las clases, en clase de historia notó de nuevo su pupitre rayado, cada día que pasaba el profesor Farrés mostraba una cara más preocupada, pero como Sucrette le explicó todo el rollo que estaba pasando y le pidió que no interviniera hasta el viernes, él le dijo que no iba a intervenir "muy intensamente":
—Quisiera hacer un anuncio antes de comenzar,— sus brazos estaban atrás de su espalda y su ceño fruncido— no me importa los chismes en que estén involucrados o si la persona se lo merece o no. En mi clase no quiero libros o cualquier otra pertenencia siendo tirados de un lado a otro, especialmente si es fuera de la ventana, tampoco quiero agresiones hacia otros, ya sean físicas o verbales y eso incluye indirectas. También quiero aclarar que si encuentro a alguien rayando propiedad de la escuela, será mandado a dirección inmediatamente, — sus ojos Violeta brillaron intensamente— y si no se cumplen estas normas a parte de ser mandados a dirección se le restarán cinco puntos a su próxima evaluación...— "No mame profe ¿A eso le llama 'no intervenir intensamente'? Aunque tengo que admitir que a pesar que todos me odien en este momento y piensan que tengo que ver con esto, lo estoy disfrutando ¡Sólo miren sus pinches caras! ¡Me tengo que aguantar para no reír!"
—¡¿Cómo?!— exclamó Castiel.
—¡¿Qué?!— exclamó Ámber y todos empezaron a susurrar.
—Me gustaría informarles que le consulté a la directora para aplicar estas sanciones y ella aceptó al decirle como han evitado mi trabajo haciendo del salón un caos y creo que les dije el primer día que no me debían subestimar por ser buenecillo porque tengo una gran pasión por mi trabajo y quién no me quiera escuchar y seguir las reglas,— señaló la puerta— puede irse y venir únicamente a los días de evaluación , buena suerte intentando pasar la materia sin escuchar las lecciones.— hizo una pausa para mirar fríamente a sus alumnos, hasta Sucrette se sentía amenazada— Ya que nos hemos entendido, comencemos.— y así empezó la clase.
Parecía que el bulllying le provocaba inmensa ira y se negaba a ser como los otros maestros que ignoraban lo que pasaba, era interesante ver este lado de Farrés... Y era bueno tener a un profesor de su lado. En medio de la clase una mariquita se posó sobre su cuaderno y se dirigió a una letra, luego empezó a a rodearla:
"S." la chica tomó un lápiz y escribió una S, luego la mariquita fue a la O, Y, F, A,R, R, É, S.
"Soy Farrés" el insecto corrió a otra letra y ella se preguntaba "¡¿Qué poderes tiene mi profesor?! Sea lo que sea ¡Es muy poderoso! Tengo tantas preguntas que hacerle" N, O, A, G, R, A, D, E, Z,C, A, S. "¿A qué se refiere?" S, E, LA, 1, EN, S, A, L, I, R "Ah ¿Okay?" NO, Q,U, E, R, E, M, O, S, R, U, M, O, RES. Ella escribió 'Entendido' y la mariquita voló, ella borró el mensaje y siguió con la clase y justo como ordenado ella salió disparada de clase, Kentin tuvo que correr para seguirla:
—¿Qué fue eso? ¿No vas a agradecer a Farrés o limpiar tu mesa?
—Eso quería, pero después de pensar un poco, el universo decidió iluminarme con qué tal vez podría provocar rumores grandes con algo tan pequeño e inocente.
—Hmm... Tienes razón...Vaya, esta gente esta enferma.
—Sí y el día va a ser aún más duro, hoy mi mamá no me pudo hacer almuerzo.
—Oh, no.
—Tendré que entrar a la cafetería...— su cara expresaba cansancio con sólo pensarlo.
—No es necesario, tu ve a nuestro lugar secreto y yo compraré el almuerzo para los dos.
—Lamentablemente, hay más posibilidades de que algo me pase si me dejas sola...— el chico colocó su mano en la frente.
—Tienes razón... ¿Y si vamos al café que está cerca de la escuela?
—Peggy nos acusará que "salimos de la escuela cuando en el reglamento dice que no podemos".
—¿Crees que nos este observando ahora?
—No lo sé, pero con toda la escuela en tu contra es un gran riesgo. No deberíamos meternos en problemas hasta el viernes.
—Bueno, entonces... Vamos a ver que tan llena está la cafetería y veremos...— caminaron hasta la puerta y al abrirla fue como si miles de cuervos los miraran, sus pieles se erizaron y Kentin inmediatamente cerró la puerta— Pensándolo bien ¿Por qué no vamos a una máquina expendedora? Tienen algunos sandwiches ahí.
—Me parece bien.— dijo con una sonrisa nerviosa.
Compraron dos sandwiches, dos manzanas y unos doritos, ambos tenían botellas de agua así que no compraron bebidas.
—Bueno esto no es lo más saludable que se diga,— dijo el chico cuando ya estaban en su escondite— pero es algo— ambos le dieron una mordisca al sandwich.
—¡Está frío!
—Pues, claro. Tienen que conservar la carne de alguna forma.
—Igual se siente raro.
—Ya te acostumbrarás.— Sucrette se comió el sandwich lo más rápido posible para pasar a los doritos, pero Kentin insistió que comiera su manzana primero, se sentía afortunada de tenerlo no sabía cómo serían las cosas si él no estuviera aquí.
—Gracias— dijo al abrir la bolsa.
—¿Qué?— estaba confundido.
—Me has estado ayudando mucho, sobretodo ahora y no tienes idea de cómo me hace feliz, así que muchas gracias.— sonrió y Kentin se sonrojó.
—Después de todo lo que has hecho por mí ¿Cómo no iba a hacer nada? Además que...— sus ojos brillaban con intensidad, Sucrette puso toda su concentración en esta siguiente frase— Eres muy importante para mí— su expresión, con el bonus de esas palabras eran algo muy precioso, sentía que cupido le había lanzado otra flecha a su corazón ¡Hasta dio un salto en su puesto! Sentía mariposas en su estómago y estaba segura que su cara había obtenido el color más intenso de rojo que jamás se haya visto.
Había llegado el momento, tenían que formar un drama, no era la capitana del club de teatro por nada ¡Esta actuación con Violeta tenía que ser un éxito!
—¡¿CÓMO PUDISTE?! CREÍ QUE ERAS MI AMIGA— Wow ¡¿Violeta gritando?! Nunca se imaginaba escuchar algo así y su actuación tampoco estaba mal, necesitaba mejorar pues estaba mirando al suelo, no a ella, aunque suponía que era una táctica para que no se riera en medio de escena.
—Violeta, te juro que yo no hice eso... Nunca rayaría algo tan precioso para ti...
—¡MENTIROSA! ¡¿Quién más podría ser?! ¡Y no te atrevas a decir Debrah!
—Pero Violeta... ¿Por qué haría algo así?
—¡Yo que sé! lo único que se es que ya conozco tus verdaderos colores...— y con una mirada fría se fue... Ahora quería pedirle que se uniera al club de teatro, aunque sabía que no aceptaría, a Violeta no le gustan esas cosas...
Todos murmuraban decían cosas amargas y Sucrette se sentía pesada, en serio que no los soportaba pero ya les mostraría quién tiene la razón el viernes. Ahora estaba andando hacia su casa con Kentin, esperaba que todos los daños hechos por los espíritus hubieran sido arreglados porque no tenía la capacidad de inventar excusas en este momento.
—Oye ¿Esa no es tu mamá?— señaló a un carro rojo donde efectivamente estaba su madre, llorando desconsoladamente, su sangre se enfrío al instante.
—¿Mamá?— tocó la puerta del carro— Mamá ¿Qué pasa?
—Sucrette...— es lo único que pudo decir y ambos Sucrette y Kentin entraron al carro.
—Mamá, me estas asustando...
—Vine aquí porque pensé que sería mejor recogerte con todos los niños molestándote...
—No esquives la pregunta ¿Qué está pasando?— hubo una larga pausa, parecía que estaba pensando cuidadosamente lo que iba a decir.
—Tu padre no logró sobrevivir el último ataque...— era casi un susurro pero ambos lo escucharon claramente, sus ojos estaban abiertos en sorpresa y terror.
—Pero....Pero...¡La llamada...!— paró por un instante por la presencia de Kentin, hasta en un momento como este tenía que ser cuidadosa— Me-me dijiste que estaba bien, que un doctor lo estaba sólo examinando.— habían lágrimas corriendo por sus mejillas y el chico le tomó la mano.
—No quería asustarte diciéndote que estaba en estado crítico— sintió un golpe en el estómago, no había hablado con su padre ese día, ERA SU MADRE, sus poderes son las ilusiones, pudiendo cambiar su apariencia o tono de voz... Este hecho le dolía aún más, no podía aguantar más, se encogió en ella misma y comenzó a sollozar, Kentin la abrazó y ella enterró su cara en su pecho, nunca había pensado que habría un momento en dónde se sintiera más débil que la vez cuando la secuestraron pero la vida le había probado que no puesto que esto le partía el corazón y la dejaba indefensa y miserable.
No habían palabras para decir, eventualmente su madre encendió el carro y fueron a casa, Kentin se quedó para consolarlas, les preparó unos sandwiches, las abrazó... Le destrozaba verlas así y no podía dejarlas.
—Deberías irte a casa Kentin, no quiero que tus padres se enfaden contigo.
—No me importa, no te puedo dejar.
—Kentin, necesito tiempo a solas para procesar esto, a penas lo haya hecho te puedo asegurar que te llamaré para hablar.
—Vale...— y así se despidieron, la noche estaba fría como las paredes de su hogar.
—Tu padre quería que viéramos esto,— su madre tenía su laptop y se sentó en el sofá— no sé si sea buen momento para verlo pero ya que estamos llorando desconsoladamente ¿Por qué no hacerlo aún más y dejar nuestros lágrimales secos?
—Eso sería perfecto, no planeo dormir y no tener lágrimas obstruyendo mi vista sería lo ideal.— su mandíbula estaba tensa, Debrah... Doremi... Ellos indirectamente atrajeron a más espíritus a la ciudad lo cuál los hacía responsables de esto.
—Vas a concentrar toda tu rabia en esa chica ¿Verdad?
—Sí.— sus puños estaban cerrados.
—Te voy a ayudar, tampoco planeo dormir, pero primero esto— le dio click a un documento de vídeo.
Siento no haber publicado, me rompí un hueso de la pierna en patinaje hace dos meses y me sentí miserable al principio y luego me bloqueaba y no sabía que escribir... En fin, ahora estoy mejor... Felipe murió, al principio no sabía si hacer esto ahora o más adelante pero creo que es mejor hacer a Sucrette sufrir intensamente en el arco de Castiel ¿Qué opinan?
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