Las gotas de lluvia azotaban contra las ventanas del dormitorio de los chicos, habían estado así por varias horas. El cielo grisáceo del día había causado que un ambiente somnoliento se esparciera por todo el castillo.

Nadie quería hacer nada, todos querías tumbarse a sus camas a dormir, pero pocos poseían ese privilegio.

Hacía poco te habías quedado dormida al lado suyo, él se volteo y contempló tu cara por un rato.

Sirius sentía como si la buena suerte hubiese estado de su lado ese día, ya que cada cosa que había sucedido fueron a favor de que ambos estuvieran acurrucados en su cama sin que nadie los molestará.

Las clases de Sirius habían terminado temprano y, sorpresivamente, aquel día no lo habían castigado; por el otro lado sus amigos no corrían la misma suerte. James tenía que estar presente para las audiciones que harían los nuevos aspirantes a entrar en el equipo de Quiddtich, Remus tenía una reunión de prefectos y Peter tenía que estudiar para un examen de adivinación.

Sirius al salir del salón lo primero que hizo fue buscarte, corrió por los pasillos y se cayó debido a que Peeves le metió el pie, se prometió a si mismo que se la descobraría después.

Al encontrarte sentada en el gran comedor con la vista perdida en una revista sabía que tampoco tenías clases o por lo menos lo esperaba.

—¡Nena!— gritó al entrar al Gran Comedor, ganándose varias miradas confundidas de los pocos estudiantes que se encontrarán, los cuales de forma rápida perdieron el interés

— ¿Qué sucede?— preguntaste cerrando la revista y poniendo toda tu atención a tu novio.

—¿Tienes clases?— Sirius pregunto de inmediato, inclinádose en la mesa y apoyando su cabeza con ambas manos.

—No...— respondiste con confusión moviendo tu cabeza levemente para un lado.— ¿por qué?

Sirius sonrió triunfal.— Porque pensé que podíamos pasar tiempo de calidad juntos, tu y yo.

Reiste ante lo que había dicho el chico, mirándolo incrédula por lo que hace tan sólo segundos abandonó su boca.— Que raro que estés tan cursi...

— Puedo tener mis momentos,(t/n). Me ofendes.— rodo los ojos.— Ahora ven, vamos a mi habitación. — Sirius tomo  tu mano y te levantó del asiento.

Sirius sonrió al tu acercarte a él y apoyar tu cabeza contra su pecho, eran esos pequeños momentos en los cuales queria quedarse para siempre.

—Duerme bien, princesa— te susurró besando tu frente y enrollado un brazo en tu cintura.

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¡Espero que eso les gustara! Recuerden que pueden pedir cualquier cosa de cualquier personaje que quieran

Y para hacer auto-spam acabó de publicar un "libro" de los X-Men, es parecido a este. Pasense está vrgas.