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— ¿Les importa o incomoda de alguna manera si los acompaño? — Dylen espero por una respuesta, sintiendo como sus manos comenzaban a sudar como le sucedía cada vez que estaba nervioso. No tenía idea de porque la idea de cabalgar con los príncipes lo ponía en ese estado.
—Por supuesto que no, para nosotros será un placer disfrutar de su compañía — Beck sonrió, alzando uno de sus delicados hombros en un disimulado gesto de coquetería que para Caleb no paso desapercibido. — ¿Verdad, hermanito? —
— En efecto — se aclaró la garganta para evitar soltar una carcajada ante el descarado comportamiento de su hermana. El primo de su esposa no tendría ni siquiera una oportunidad de escapar de los encantos de Beck...la mirada en sus ojos al verla ya le dejaba claro en que terminaría aquello. Él sería un espectador encantado de intervenir de vez en cuando para burlarse. Era su deber como hermano después de todo— siendo familiar de mi bella Sin queda más que invitado a unírsenos a nuestras actividades diarias, siempre que sea de su agrado...siéntase como en familia. —
—Me siento honrado — asintió hacia los hermanos, soltando un pequeño suspiro y relajando su postura sonrió hacia ellos. — Muchas gracias, —
Ambos jóvenes asintieron ante el agradecimiento del escoces, sonriendo con amplitud.
— ¿Aun quieres la revancha, Cal? — Beck observó al mencionado con una ceja alzada, retándolo con la mirada. — ¿gustaría unirse a nuestra carrera, Sir Savidges? —antes de que Caleb pudiera responder, respuesta que obviamente sería positiva, su atención se enfocó en destinatario de su última pregunta. — El premio son dos libras — aquello no sería una carrera si no habia algún premio de por medio.
— Me encantaría — Dylen se acomodó en su montura, listo para un poco de adrenalina. La idea de una carrera amigable, aunque por las miradas retadoras que los hermanos se daban entre si aquello quedaba un poco en duda, siempre era motivante.
— Bueno, entonces... —
Las palabras de la princesa quedaron en el aire cuando el sonido de un disparo rompió el agradable ambiente que se habia formado, logrando que los caballos se asustaran y que ella al estar distraída no pudiera controlar el suyo. El caballo que montaba desde su niñez al verse alborotado por aquel estruendoso sonido, se levantó en sus patas traseras y Beck no pudo afirmarse lo suficientemente fuerte de las riendas por lo que termino cayendo sobre su espalda y golpeando su cabeza con tanta fuerza que la sintió rebotar contra la grama. A lo lejos y casi siendo parte de una bruma, pudo escuchar a sus acompañantes llamándola a gritos.
Luego todo fue oscuridad para ella.
— ¡Beck! — Caleb se apresuró a saltar de su caballo y correr hacia su hermana, quien luego de la caída no se habia levantado del suelo y no parecía estar consiente. — ¡Oh Dios! ¡¿Beck estas bien?! — se arrodillo junto a ella y quiso levantarla, pero fue detenido por las palabras de Dylen.
— ¡No! — exclamo este, bajándose también de su caballo y yendo hacia ellos. — no la mueva...se golpeó la cabeza y tenemos que moverla con extrema delicadeza si no queremos empeorar la situación —
Caleb lo dejo hacer, viendo con el corazón acelerado como se quitaba la chaqueta de montar y con mucha delicadeza la ponía bajo la cabeza de Beck. El escoces parecía saber claramente lo que hacía, así que se alejó un poco y se puso de pie, no quería entorpecer sus acciones y quizás provocarle un daño más grave a su hermana.
— ¿Pudiste ver de dónde próvido el disparo? — le pregunto, mirando hacia todos lados. Los guardias no tardarían mucho en aparecer luego de oír el disparo, estaban en un parque privado al que solo los familiares reales tenían acceso.
— No, pero creo que provino desde el norte — contesto, manteniendo su atención en la joven tendida en el suelo. Con hábiles movimientos reviso le reviso el pulso y busco algún indicio de hacer sido impactada por alguna bala. Soltó el aire que no sabía habia estado reteniendo cuando se cercioro que habia ninguna herida sangrante. — afortunadamente fue solo la caída, esta inconsciente seguramente por el golpe en la cabeza...debemos llevarla de vuelta al castillo para que un medico la revise como es debido. — esperaba que solo fuera eso, un golpe en la cabeza podía ser tan grave como un disparo. No quería pensar en que algo peor pudiera pasarle a la princesita descarada.
— Claro, claro —
— ¿hay algún inconveniente con que sea yo quin la lleve? — Dylen lo observo con seriedad. — el traslado debe ser hecho con sumo cuidado. —
—Sí, no hay problema. La habladurías y el decoro son lo que menos interesa ahora — Caleb se acercó para ayudarlo. — Lo único que importa es la salud de Beck — además de que estaba seguro que en la loca mente de su hermana, estaría encantada al verse en los brazos del Sir escoces.
—Perfecto —
Sin más palabras, ambos se apresuraron a acomodarse para comenzar su camino hacia el castillo, el caballo de Beck se lo dejaría a cargo de los guardias que se aproximaban.
— ¿Cómo es que sabias que no debía moverse abruptamente luego de un golpe en la cabeza? — Caleb pregunto, luego de haber hablado con los guardias, explicándoles la situación y posteriormente enviándolos a buscar al posible o posibles responsables, si es que aún se encontraba cerca.
— Cuando estaba en la universidad me interese por la medicina — contesto Dylen, encogiendo los hombros levemente, con eso dando por terminado el tema. Aquello era otro de los sueños rotos por los mandatos de su padre y su inmaculado linaje.
En cuanto llegaron al castillo Dylen se apresuró a llevar a la joven a su recamara mientras Caleb se encargaba de explicarle a sus padres, quienes asustados lo guiaban por los pasillos del castillo hacia la habitación de la princesa, y a su esposa, además de pedirle al mayordomo que contactara al doctor de la familia lo más rápido posible.
Lo que habia comenzado como un inofensivo paseo matutino, termino en una tragedia. Al parecer los días de tranquilidad en el castillo habían llegado a su fin.
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16-08-2020
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