III
Malia
—Empecemos —dice Alice
Rosalie está lista para batear y Alice lanza la pelota, Rose batea fuertemente y corre.
—Ahora entiendo por qué necesitan los truenos —dice Bella refiriéndose al estruendo que hicieron al batear la pelota.
Edward corre a por la pelota mientras Rosalie corre por las bases a toda velocidad.
—Eso va a ser un home run —digo.
—Edward es muy rápido —dice Esme.
—Corre, Rosalie —digo animándola —. Tú puedes.
Antes de que Rosalie logre llegar la pelota está en manos de Esme.
—Estás fuera —dice Bella ganándose una mirada de odio de Rose.
Emmett se ríe de ella y se gana una mala mirada de su parte.
—Vamos, mi vida, es solo béisbol.
—Lo hiciste bien, mamá Rose —digo cuando se para a mi lado.
Me sonríe y pasa su brazo por mis hombros.
—Extrañaba que me llamaras así —me dice.
—Acostúmbrate porque te llamaré así todos los días.
Me mira con cariño.
Carlisle se prepara para batear, Edward y Emmett van por la pelota, pero chocan entre ellos dándole la victoria a Carlisle. Cuando el chico Hale está preparado, hace unos trucos con el bate y batea.
Emmett sube por un árbol y atrapa la pelota.
—Mi hombre mono —dice la rubia a mi lado con una sonrisa genuina.
Cuando vuelve a ser el turno de Rosalie, esta batea tan fuerte la pelota que hace que el cabello de Esme se mueva.
—Paren —grita Alice.
Todos se tensan y corren a velocidad vampírica a nuestro lado.
—Ya se iban, pero nos oyeron.
—Vámonos —dice Edward tomándome del brazo junto a Bella.
—Es muy tarde —dice el patriarca.
—Suéltense el cabello —nos dice Edward.
Sin rechistar lo hago.
—Es inútil las huelo desde el otro lado del campo —dice Rosalie mirándome preocupada.
Sé que puedo defenderme, pero solo usaré mi magia si esto se sale de control. No quiero que todos sepan mi secreto.
Unos vampiros salen entre la niebla, un moreno los dirige y tras él una pelirroja junto a un rubio.
—No debí haberlas traído —dice el castaño —. De veras lo siento.
—¿Qué? —pregunta Bella.
—No hablen y párense detrás de mí —indica el Cullen.
—Esta pelota debe ser tuya —dice el moreno.
Lanza la pelota y Carlisle la agarra con total facilidad.
—Gracias —dice.
—Me llamo Laurent —se presenta —. Ellos son Victoria y James.
—Soy Carlisle —dice el patriarca —. Esta es mi familia.
Todos se miran fijamente.
—Hola —dice Laurent.
—Sus actividades de cacería nos están causando dificultades —dice el Cullen.
—Les pedimos disculpas. No sabíamos que este territorio pertenecía a su familia.
—Sí, bueno, nuestra residencia permanente se encuentra muy cerca.
La tensión era tan palpable que me ponía los pelos de punta.
—En serio —dice el moreno.
Edward y James se miran retadoramente.
—Bueno, ya no les causaremos problemas. Solo pasábamos por aquí.
—Los humanos nos rastreaban, pero los guiamos al este —habla por primera vez la pelirroja —. Ustedes estarán a salvo.
—Excelente —dice Carlisle con una sonrisa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top