I
Malia
Al ir a la cocina me encuentro a papá y a Bella hablando. Papá carga un arma y Bella se nota muy insistente.
—Edward no vive en la ciudad —dijo Bella —. Técnicamente.
—Hola —saludo.
Papá me dedica una sonrisa al igual que Bella.
—Está afuera —dice Isabella de la nada.
—¿Quién está afuera? —pregunto.
—Edward —responde Bella —. Ya lo conocerás.
Papá mira a Bella.
—Quiere conocer a papá oficialmente.
—De acuerdo —dice papá mientras carga su arma —. Que pase.
Esto será todo un show.
—Sé amable. Él... Es importante.
Por supuesto que eso no sucederá. El novio de Bella tendrá suerte de no salir con un disparo entre las cejas.
Tomo una bebida mientras miró todo, veo como papá hace una aureola sobre su cabeza e Isabella va a abrirle la puerta a Edward.
Me pongo de pie junto con papá y avanzamos así Bella y su novio. Es guapo, tiene su piel tan blanca como un papel y un cabello castaño. Bella tiene buen gusto.
—¿Cómo está? —pregunta el chico mirando a papá —. Quiero presentarme, soy Edward Cullen.
El chico me mira fijamente mientras le da la mano a papá.
—Hola, Edward —dice mi padre totalmente serio.
—Mmm, Bella no volverá tarde hoy, va a jugar béisbol con mi familia.
Se me escapa una risa.
—¿Bella jugando béisbol? Eso sí que no me lo esperaba —digo.
—Edward ella es Malia, mi hermana —me presenta Isabella.
El castaño me extiende su mano mientras me mira intensamente.
—Edward Cullen —dice después de un rato mirándonos.
—Un gusto conocerte, Edward —dije estrechando su mano.
—Buena suerte con eso —dice papá mirando a Edward.
Papá y yo nos miramos y reímos disimuladamente.
—Malia puede venir con nosotros —dice Bella.
—No quiero incomodar, Bells.
El chico me mira con una media sonrisa.
—No es ninguna molestia.
—Entonces iré con ustedes.
Caminamos a la puerta cuando papá nos detiene.
—¿Tienes el aerosol de pimienta? —pregunta papá.
—Dios mío —digo entre risas —. Un aerosol de pimienta.
—Sí, papá —dice Bella y me indica que salgamos.
Bella sale y yo me quedo a despedirme de papá.
—Adiós. —Le doy un abrazo —. No pasará nada, puedo con él si intenta algo que Bella no quiera.
—Gracias —dice, deshaciendo el abrazo.
Al salir me encuentro con Bella con una gorra.
—Ya quiero ver cómo los vampiros juegan béisbol —dice Bella.
—Yo igual —digo sorprendiéndolos.
Bella me mira confundida al igual que el vampiro.
—No soy estúpida —dije alzando una ceja —. Piel pálida, temperatura fría y belleza sobrenatural. Si eso no grita vampiro, no sé qué lo hará.
—Podrías...—Bella intenta decir.
—Guardaré el secreto —la interrumpí.
El chico Cullen mi mira con una sonrisa de agradecimiento al igual que mi hermana.
—Esta es tuya —dice Edward, entregándome una gorra.
—Gracias.
Nos subimos a un Jeep y nos dirigimos a donde sea que sea el juego.
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