capítulo 9
DIA 2
Florencia
A la mañana siguiente estuvieron paseando por el pequeño pueblo, era muy acogedor, la llevó por su estrechas calles, visitaron a piazza della Libertà, fueron al ponte Vecchio y pasando por la piazza de Santa María Soprarno y no muy lejos de donde Ares había aparcado, había un pequeño jardín, había niños jugando a la pelota su padres charlaban y tomaban su aperitivo, ellos seguían su conversación y Ares le preguntó si todo lo que estaba viendo le gustaba.
—Este sitio es precioso, me encanta ver a la gente en armonía, los niños jugando me transmiten alegría y poder sentarse aquí a tomar el fresco o incluso el sol es un privilegio.
—Sabia que te iba a gustar.
Cogieron las cosas, fueron a buscar un rincón un poco más tranquilo, mientras que Ares cogía un vaso y le servia alguna bebida fría, ella le contó cosas no muy importantes ya que no quería contarle a un desconocido sobre su vida y toda la tragedia que le pasó, él le hablo un poco sobre su vida y sobre Italia, ella le escuchaba atentamente era como si escuchar la voz de él le transmitieran paz, luego comieron se rieron y se echaron algunas miraditas, ambos notaban ese filin que sentíamos los dos, pero para Zoe era algo nuevo ya que no solía conocer a chicos, le gustaba miraré sus gestos, sus expresiones, estuvieron muy bien, Zoe no se arrepintió de haber quedado con él, Ares se acercaba más a ella, a la cual le latía más rápido el corazón, se intentó relajar porque de repente le dio un bajón que intento disimular, y así fue, una vez que empezó a oscurecer Ares la acercó al hotel y se despidieron.
—Ares.
—¡Si!
—Me a encantado pasar este día contigo, he estado muy cómoda, me has transmitido tranquilidad y eso me hacía falta, después de todo los días que llevo arrastrando, de verdad gracias por no haberme dejado sola ayer.
—No tienes por qué darme las gracias, a mi también me ha encantado conocerte y pasar el día contigo.
—Ya se que eres de por aquí pero no me gusta planear las cosas, me gustaría que el destino decidiera, así que si es así nos volveremos a ver, tengo un asunto personal que resolver y me marcharé.
—Me gustaría seguir conociéndote, pero puedo esperar.
—Esto no es un adiós, espero que sea un hasta pronto —después de despedirse ambos se acercaron y él le dio un beso en la mejilla a ella.
Zoe entró en su habitación del hotel, su cuerpo había experimentado otras sensaciones que en este caso le gustaron, pero tenía que hacerlo así, quería ver lo que el destino era capaz de hacer, y sobre todo porque también tenía que resolver lo de sus padres, se dio una ducha y se metió en la cama, estuvo toda la noche pensando en él, por un momento se olvidó de todo lo ocurrido anteriormente y se durmió.
***
A tan solo diez minutos de allí estaba Ares entrando en su casa, podía decirse que le había gustado aquella chica de pelo cobrizo y ojos verdes, no se la podía quitar de cabeza, su corazón latía muy rápido todavía olía a ella, le gustaba la forma en la que sonreía, no puso en ningún momento ningún mal gesto, pensó en eso que le dijo del destino no sabía a qué se queria referir y se arrepintió de no haberle preguntado, pero no se iba a quedar sentado viéndolo llegar el momento, mientras pensaba el sueño le venció.
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