Zoe arrancó el coche, y se dispuso a buscar una peluquería, no sabía muy bien lo que debía o iba hacer, pero tenía que cambiar un poco de aspecto si quería pasar un poco desapercibida, condujo un rato, vio una peluquería aparcó y entró.

    —Hola.
    —Hola ¿Dígame?
     —Quería un cambio de imagen.
     —Si, pase y siéntese en breve le atenderemos —la sentaron y espero como diez minutos mientras veía una revista de color y corte, la chica se acercó—. Pase conmigo por aquí, ha visto algo que le haya gustado.
      —Si.

     Pasadas dos horas, quedó espectacular, pasó por una decoloración total del cabello, y le pusieron un cobrizo intenso y le quedó super brillante y suave, el corte de pelo más corto de atrás y más largo de adelante con ondas, desde luego se había hecho un cambio bastante importante.

     —Bueno señorita pues este es su cambio, ¿Cómo se ve?
     —Me encanta, justo lo que buscaba —le dijo cuando se miró en el espejo, vio que le había quedado perfecto nunca se había hecho nada en el pelo y esto fue una experiencia nueva para ella, la chica le aconsejo una mascarilla de color que ella aceptó llevarse, se acercaron al mostrador pago la cuenta y se marchó.

     Sonó el teléfono.

    —¿Si? —contestó Zoe.
     —Tienes para apuntar, necesito que no olvides la dirección que te voy a dar—era su padre, la llamo para decirle lo siguiente que tenía que hacer.
     —Espera, ahora dime.
     —Hay una persona que te puede ayudar, estás es la dirección es Encamp, en Andorra el dará contigo, es como un pueblo, está muy poco habitado, lo único que es bastante caro y por qué me conoce a mi no te va a cobrar lo que suele cobrarle a los clientes, quiero saber si va a poder pagarlo.
     —Depende de cuánto sea.
     —Mil seiscientos euros.
     —¡Por unos documentos!!!
     —Si, es lo que lleva por la urgencia y la rapidez, aparte te hará un pasaporte y carnet de conducir.
     —Esta bien, si, lo pagaré.

      Aparcó el coche en Camí de las Callisses Andorra, había gente por todo alrededor y cogió un taxi para que la llevara a esa dirección, estaba bastante retirado en vehículo pero ella decidió que un taxis la llevara, a una hora de caminó, llegó a un sitio un poco solitario, no circulaba mucha gente, había dos edificios juntos, una vez allí espero un par de minutos y un hombre se le acerco a ella, ella se sostuvo porque no sabía porque se acercaba aquel hombre ya que no tenía una imagen de él, sólo una pequeña referencia.

     —¿Zoe? —preguntó un hombre que se acercó a ella sin querer asustarla.
     —Si soy yo —dijo un poco alerta por si tenía que defenderse.
     —Sígueme, no te asustes no te haré nada. —Anduvieron como unos quince minutos, entraron en un edificio, y de allí pasaron a otro lugar para pasar a la puerta de atrás.
     —¿Llevas el dinero?
     —Si claro
     —Pasa, siéntate ahí, no te muevas te sacaré unas fotos.
     —Vale.

     Una vez que terminaron hablaron unos minutos, él le dio los documentos y ella el dinero, se deshizo de todos los documentos que tenía de su ella anterior, si la cosa se ponía fea ya no le haría falta, al salir el la acompaño hasta la salida del primer edificio y ella se alejó cogió su móvil y volvió a llamar un taxi, tardo en llegar veinte minutos, se laroya su lado se subió y le dio la dirección, que la volvió a dejar donde estaba su coche, entró dentro necesitaba respirar había hecho algo que no era típico de ella, eran cosas que nunca se imaginó que debía o podía hacer y encima era documentación falsa, lo saco del sobre y los miro, eran increíble totalmente perfectos, para nada parecían falso los guardó en su bolso, miro el reloj, eran las cuatro de la tarde aunque necesitaba comer, también quería cruzar la frontera cuanto antes, se paró en una tienda compro algo para llevar, un sándwich de York y queso, una botella de agua y se marchó, empezó a conducir pasando Andorra y una vez cruzó la frontera respiró era increíble cómo pasó con ese pasaporte, aquel hombre debía de estar acostumbrado hacer ese tipo de cosas, estaba muy nerviosa pero siguió conduciendo cada vez tenía más ganas de conducir así que lo hizo hasta llegar a Toulon, así que después de más de seis horas en la carretera debía de parar para descansar, el cuerpo le dio un bajon después de llevar horas viajando asi que ya no tenía más remedio de parar a descansar y cerrar los ojos.

     Paró en el hotel Amiraute, en 10 reunión Berthelot, 83000 Toulon, Francia. Hizo noche allí, subió a la habitación descanso, antes de dormirse recordó todo lo que había pasado en esos dos días le parecía de una pelicula de ficción y el sueño la venció.

***
     A la mañana siguiente:

     En casa de su abuelos, la policía pasó varias veces hablar con ellos, como era posible que una persona desapareciera sin dejar rastro, eso se preguntaban los policías.

     —Hola, ¿podemos pasar? —preguntó un agente  cuando apareció tras la puerta la señora Rousse.
     —¿Que desean?
     —Es solo hacerle unas preguntas.
     —Adelante.
     —Seguimos sin tener rastro de su nieta.
     —¿Como es posible?
     —Eso nos preguntamos nosotros, como puede ser que una persona se marche sin dejar rastro.
     —Díganmelo ustedes que sois la policía, nosotros no sabemos nada, la hemos llamado y siempre tiene el móvil apagado.
     —Saben que ocultar información es un delito.
     —Claro que lo sé, nosotros no ocultamos nada, más vale que mi nieta este con vida y no le haya pasado nada por culpa de vuestra incompetencia.
     —Más les vale que no nos estén ocultando información, y esperamos dar con ella —los agentes de policía se marcharon, creían que los abuelos la estaban ocultando información, pero o eran muy listos o era verdad que no sabían nada.

     —Creo que no dicen la verdad —dijo el otro agente cuando salieron de la casa.
     —No sé, piensa que son sus abuelos y querrán protegerla, pero por aquí no ha aparecido, ya sabes que tenemos un compañero en la puerta día y noche.
     —Ya pero la chica que está en el calabozo dice que seguro que la están protegidos y eso es delito.
     —Si también dice que le curó el brazo, “con magia”, yo creo que esta un poco ida, pienso que sí la hacen un juicio más bien la vera un siquiatría y la mantendrán un tiempo encerrada.
     —Pues si, a saber dios, pero por eso mismo necesitamos encontrarla.
     —Esperemos que cometa algún fallo y poder dar con ella, de todas formas mañana emitiremos una orden de busca y captura con su imagen.