capítulo 21

    Lejos de alli, el teléfono sonó. . .
     —¿Diga?
     —Hola Zoe.
     —¿Abuela?
     —Si soy yo, ¿como estas?
     —Bien, tampoco hace tanto que hablamos.
     —Lo sé cariño. ¿Cómo está Hera?
     —Pues bien, se fue a Mónaco de vacaciones ella sola, no pude hacer nada por que se quedará aquí, además ya es mayor de edad y no puedo retenerla, tampoco sería lo justo.
     —De verdad yo no sé por qué en esta familia nos gusta tanto viajar ¿y como estás?
     —Pues se me hace difícil no poder visitarte, y...me acuerdo bastante de él.
     —Cariño ya han pasado seis años.
     —Lo sé abuela, lo sé, pero parece que fue ayer.
     —¿Has notado algo raro en ella?
     —¿A qué te refieres si es como yo?
     —Si.
     —¡No!!!! abuela no es como yo, ella es diferente, ella cree que no lo sé, pero estoy esperando a que ella de el paso de contármelo, te acuerdas que te conté, el día del accidente, que supo lo que iba a pasar antes de que sucediera.
     —¡Si!
     —Pues eso, creo que ve cosas, has sido una conclusión de varias cosas que he notado.
     —Tenéis que tener cuidado.
     —Con ella estoy tranquila, no es una chica que vaya contando lo que le pasa por ahí.
     —Bueno cualquier cosa me llamas, te quiero cariño.
     —Yo también abuela, todo lo que paso fue tan rápido y cambiar de apellidos y de ciudad fue muy duro y acabar así sola con ella fue peor, pero bueno se que ella es muy inteligente y fuerte.
     —Vale cariño con lo que sea ya sabes, aquí estoy, ya sabes que está línea es segura.
     —Hasta pronto abuela.

***
                 

                           EN LA CASA DE PLAYA

     Después de un rato de tranquilidad ya era hora de volver a casa, así que recogieron lo poco que se llevaron y se marcharon.

     De vuelta  en  casa de sus padres, cenaron todos juntos hablaban de su infancia de como lo pasaban cuando eran chicos, todos reían cuando su madre contaba algo graciosos sobre la infancia de Dylan, por otro lado la mujer de Silyvan era encantadora y muy amable tenían dos niños uno de cuatro que se llamaba Sam y una niña de casi un año que se llamaba Cleo, a Hera le encantaba los niños a pesar de no tener hermanos siempre se le había dado bien.

     —Tu cara me resulta familiar dijo prieto a Hera.
     —Si que raro.
     —¿Tienes familia en Italia? —preguntó Prieto.
     —Pues ahora que lo dices, si, mi bisabuela es italiana y mi abuela también, aparte mi padre también nació en Italia, mis otros bisabuelos eran españoles, mi madre también nació en Italia, mi bisabuela sigue viviendo en Italia y si pudiera iré hacerle una visita antes de volver a casa.
     —Pues por eso me resultaras familiar porque tienes antepasados italianos ¿y tú abuela donde vive?
     —Pues ahora exactamente no lo sé muy bien, porque no la visito hace mucho, solo hablamos por teléfono, pero creo que vive en el parque natural santo verino o algo así.
     —Querrás decir parco naturales regionale Sirente-verino —soltó Dylan.
     —Exacto ese el nombre...—risas.

     A prieto le cambio un poco la cara, era imposible solo tenía que ser una coincidencia.

     —Y usted  ¿a qué se dedica señor prieto? —pregunto Hera algo curiosa.
     —Por favor tutéame, yo soy médico y me encanta además también me dedico a la medicina natural, suele ser contradictorio pero ambas son importantes.
     —La verdad que es una profesión de vocación, pero como en todos los sectores hay de todo.
     —Pues si tienes razón.
     —Yo también soy médico, y he estudiado durante 6 años y llevo trabajando solo tres y es la verdad que ves de todo —comentó Silyvan.
     —Todos os dedicáis a la medicina, bueno Dylan no, porque ya se a lo que se dedica, pero Brandon y Alexis.
     —No que va, yo estoy estudiando abogacía —soltó Brandon.
     —Yo estudié eso, pero no era lo mío y trabajo en una empresa de informática y es lo que se me da bien arreglar cosas —dijo Alexis.
     —Desde luego, todos tenéis cabeza para los estudios por lo que puedo ver.
     —Pues si —expresó Helen, la madre de todos,  yo era pediatra hasta que nació mi tercer hijo y lo deje para cuidar de ellos y luego llegó el cuarto, así que llevaré como unos 23 años dedicada a mi casa y mi familia.
     —Bueno tampoco está nada mal, eso también es un trabajo, una casa no se lleva sola, y la familia tampoco.
     —Tienes razón.

     Después de conversar largo rato, de curiosear unos de los otros de que la madre de Dylan sacará foto de todos cuando eran pequeños y adolescentes, Silyvan se marchó con su mujer e hijos, les tocaba madrugar el viernes, había colegio y Alexis también se marchó ya que vivía solo, tan solo se quedaron conversando Dylan, Zoe, Brando, Helen y Prieto.
Helen y Prieto decidieron irse también a descansar y acto seguido Brandon.

     —Bueno también deberíamos descansar, aunque no nos toque madrugar yo creo que también es hora.
     —Bueno eso de madrugar no se yo que decirte aquí se desayunar muy temprano.
     —Bueno no me importa yo me adapto a vuestro horario.
     —Que no mujer, que es broma —Risas—. Ves yo también se hacer alguna de vez en cuando.
     —Que graciosillo eres.
     —Vaya, bueno acompáñame te enseñare tu habitación.
     —Vale.
     —¿Pero bueno esto que es?
     —Cariño, se me pasó decirte que la habitación está...
     —No pasa nada dormiré en el sofá, no tengo problema —soltó Zoe sin dejarla terminar.
     —No cariño, quien debe de dormir en el sofá sería mi hijo.
     —Pues si, yo me iré al sofá, pasa te enseñare mi habitación y cogeré algo para llevarme —entró en su habitación, olía muy bien, estaba todo tan bien puesto era tan acogedora, cuando vio coger sus cosas le ofreció no irse de su propia habitación se las apañarían los dos.
     —¿Dylan?
     —Dime
     —No hace falta que duermas en el sofá.
     —Perdona.
     —Bueno quiero decir, que tienes una habitación grande no se y el suelo con alfombra no las podemos apañar, por no decir esta súper cama, a ver si me expreso que lo que quiero decir, que puedo dormir en el suelo y tu en la cama. —Dylan cerró la puerta no se lo pensó, por si cambiaba de opinión.
     —Vale Pero en todo caso el que dormirá en el suelo seré yo, me quedaré con esa condición.
     —Vale, no pienso discutirlo.

     Ella entró en el baño, disponía de uno propio en su habitación, se cambió le dio un poco de corte salir en pijama, él la miro un poco de reojo llevaba un pantalón súper corto y parte de arriba de tirantes que dejaba lucir un poco su cuerpo, Dylan se puso un poco nervioso se metió en el baño y se cambió, quizás le gustaba más de lo que el pensaba. Una vez ya en el suelo y ella en la cama Hera apago la luz.

     Después de un largo rato.

     —¿Dylan estás despierto?
     —Si. ¿Por qué?, ¿No puedes dormir?
     —Pues no la verdad, es que estoy pensando y no paro de darles vueltas.
     —¿A qué?
     —Nada déjalo, son tonterías o bueno, te puedo preguntar algo.
     —Claro.
     —¿Por qué te acercaste a mi?
     —Pues te observé desde aquella noche en la playa, y cuando estabas en el hotel y bajaste la escalera pensé que podía hablar contigo, pero al verme acompañado te distes la vuelta no sé pero algo me dijo que bajabas hablar conmigo y luego me acerque al hotel y pregunte por ti.
     —¿Preguntaste por mí en el hotel?
     —Si, tuve curiosidad, pero en el hotel no me dijeron nada, por la protección de los clientes y al día siguiente de coincidencia te vi.
     —Buenas noches Dylan.
     —Buenas noches.

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