capítulo 12
Día 4
Ares por la mañana temprano salió para llamar a su abuela con la que tuvo una larga conversación.
—Zoe he llamado a mi abuela —le dijo cuando llegó a su casa.
—¡Si! ¿Y que te ha dicho? —preguntó con mucha intriga, esperando que la respuesta fuera que seguía viva.
—Pues por teléfono no ha querido contarme mucho, por lo que he podido intuir es que prefiere hablar con nosotros personalmente.
—¿Y eso?
—No lo sé, pero cuando le he preguntado estaba un poco rara.
—Pues iré a hablar con ella si a ti no te importa.
—Claro que no me importa, solo te pido un favor y es que me gustaría ir contigo.
—Vale, por mi bien.
—Solo necesito hablar en el trabajo y pedir unos días.
—Perfecto a ver qué te dicen.
Al día siguiente Ares pudo hablar con su jefe para cogerse unos días, así que después de una conversación y de convencerlo podría irse con ella el tiempo que necesitaba para poder acompañarla a solucionar eso que tenia pendiente.
***
—Hola —dijo al entrar a su casa, mientras Zoe preparaba algo de comer
—Hola ¿al final te dan unos días?
—Pues eso quería decirte que si me dan quince días pero hasta dentro de dos semanas no puedo irme.
—¡Dos semanas! —exclamó Zoe y se quedó pensativa.
—Hemos llegado a un acuerdo, pero si quieres irte sola lo entenderé.
Zoe se lo pensó y no le importó esperar esas dos semanas, ella también quería ir con él, así que llamo a su padre Gael.
—Gael.
—Dime Zoe.
—Quería decirte que hasta dentro de un tiempo no iré, me ha surgido algo que es un poco largo de contar.
—¿No será nada malo?
—No, no qué va, solo que me quedare unos días más por aquí.
—Vale avísame cuando vengas.
***
A la mañana siguiente Zoe después de hablar con su padre y de tenerlo claro habló con Ares.
—Ares he decidido que te esperaré, quiero que vengas conmigo —expulsó cuando entro en su casa, después de hablar con su padre Gael.
—Me alegra escuchar eso.
—Pero no sé si irme a hotel donde estaba…
—De eso nada —dijo sin dejarla terminar de hablar—. Te quedas aquí conmigo.
—¿Estas seguro?
—Por supuesto. —Él se acercó a ella y se dieron un largo beso.
—La verdad que me apetece un montón quedarme contigo.
—Y a mi, quiero que sepas que aunque no quiero asustarse yendo deprisa ni nada por estilo, me gusta tomarme las cosas con tranquilidad, pero aparte de eso es que contigo estoy bien y me gustas mucho, pero no quiero que pienses nada raro.
—Yo me siento igual que tú.
Tenían la sensación de que estaban hechos el uno para el otro como si el destino los hubiera puesto de verdad en su camino, o por lo menos era la sensación que tenían ambos.
***
Día 10
Zoe recibía cada dos días llamadas de sus abuelos, pero con él que más hablaba de los dos era con su abuelo Isaac, le decía como iba todo en Almería, la policía seguía buscándola pero seguían sin tener rastro de ella, interrogaron a sus abuelos varias veces pero al no tener pruebas no podían hacer nada más con ellos, su abuelo sabía que siempre se quedaba algún policía vigilando la casa durante días enteros, pero él sabía bien lo que hacer para que las llamadas que hacía a su nieta no fueran interferidas, su abuelo sabía que tarde o temprano dejarían de buscarla.
***
Día 19
Zoe estaba un poco rara ya solo faltaba un día para poder ir a ver a sus padres y a su abuela, era todo un poco extraño Gael no le diría la dirección hasta que no estuvieran en marcha, y tampoco le decía donde estaba su abuela, es como si los tuviera tan cerca y a la vez tan lejos.
Ya lo tenía todo listo solo le quedaba esperar unas horas.
Día 20
—¿Zoe te veo un poco pálida, has desayunado?
—Si he desayunado, yo también me noto un poco floja.
—Estaré pendiente de ti, ya he hablado con mi abuela y en unos días la veremos.
—Parecerá una tontería pero estoy nerviosa.
—Yo también lo estaría, son muchos años pensando una cosa y de repente te enteras de que están vivos, debiste de pasarlo muy mal y ahora esto, es normal estar así.
—Si, tengo que pedir muchas explicaciones, lo que no se si me las darán, pero la sensación que tengo no es de alegría, si no quiero encontrarme a Emma y que me diga a la cara que siente por haberme abandonado —como se sentía mal no los llamaba ni papá ni mamá si no por sus nombres.
—Deberás estar tranquila, no te merece la pena sufrir, tú eres la que decide eso.
Zoe respiro profundamente y se fue al sillón a sentarse.
***
En algún lugar de Almería.
—Ainhoa por tu culpa lo echaste todo a perder, lo de llevar un arma, te dije que las cosas no se hacían así.
—El problema es que si lo hubiera hecho a tu manera, no me hubiera vengado.
—No, ese no es el problema, el problema es que ahora la busca la policía.
—No importa yo sé dónde puede estar, seguro que ha vuelto a Italia.
—Para que, no le queda nadie allí.
—No sé, llámalo intuición.
—A partir de ahora me encargaré yo solo, tu no podrás participar y menos aquí dentro.
—¿Me piensas dejar aquí?
—Solo será un tiempo, teníamos un acuerdo y tú no has sabido cumplirlo.
—Sabes que no me quedaré esperando.
—Ya lo sé.
—Yo te ayudo y así me lo pagas.
—Ya te dije como hacerlo, pero lo hiciste a tu manera, lo siento pero aquí estarás controlada.
—Cuando salga ya no me importará nada.
—Solo te aconsejo que no te interpongan.
—¿Me estás amenazando?
—Nosotros no amenazamos, actuamos, y si quieres seguir con vida, sigue con tu vida, pasa pagina, es lo mejor que puedes hacer, te darán una compensación económica por haber colaborado.
Ainhoa quería imponerse pero cuando el agente se le puso delante y le enseño la pistola, se dio cuenta de que no bromeaba y que si quería encontrarla lo tendría que hacer sin llamar la atención o quizás pasara página y aceptara la compensación, pero de momento tendría que estar un tiempo allí hasta que el abogado recibiera el dinero y pudiera sacarla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top