capítulo 10
DIA 3
A la mañana siguiente a las nueve de la mañana, se despertó, se dio otra ducha de agua fría, su cuerpo le pedía refrescarse y no es que fuera verano para estar tanto tiempo bajo el agua, así que después de salir del baño miro su reloj, ya era un poco tarde quería solucionar sus problemas pero pensó que no sabía que iba a solucionar cuando se momento no podía volver a España así que salió de casa y se puso de camino.
Ares se fue a trabajar, quería buscarla y hablar con ella, no quería dejar las cosas así, solamente quería hablar con ella y pedirle su número de teléfono para poder hablar con ella, pero primero tenía que realizar su jornada de trabajo y una vez terminado y de camino a casa su coche empezó a echar humo.
—Joder que pasa ahora, no puede ser verdad, esto no me puede estar pasando —se dijo en voz alta dándole un golpe al volante, se hecho hacia a un lado y llamo a la aseguradora, la cual le dijeron que la grúa tardarían en llegar, que cuando estuviera disponible lo llamarían para avisarle.
***
Zoe cogió el coche y se puso en marcha, iría a visitar algún lugar he iría avanzado km, echaría de menos a Ares pero por su compañía, sabía perfectamente que lo conocía de un día, pero el efecto que causó en ella fue positivo y agradable, estando con él noto esa tranquilidad que le faltaba esos días atras, y más después de salir huyendo de su país como lo hizo.
***
Ares se bajó del coche y se colocó el chaleco reflectante, se sentó un rato en el capó, pensó en echar andar pero no lo hizo, era un trayecto muy largo, así que mejor esperar a la grúa, de repente un coche con dos tipos se pararon delante, a Ares no le hizo mucha gracia, esos tipos eran un tanto raros y el no llevaba nada con lo que defenderse.
—¡Oye tú, dame lo que lleves! —La avenida era muy larga y estaba un poco desierta, pasaban coches de vez en cuando, ya que no era una carretera muy transitada, así que estos tipos aprovecharon para fastidiar.
—Mira no llevo nada y para colmo el coche se me ha quedado tirado.
—Algo llevarás, tienes un buen coche.
—Y eso que tiene que ver. —El ladrón saco una navaja.
—Si me das lo que llevas no te haremos daño.
—Mirar de verdad no llevo nada —soltó cabreado y echándose un poco hacia atrás y preparándose para defenderse.
—Te estás riendo de nosotros.
—No, os lo estoy diciendo en serio.
—Venga “j” vámonos no tiene nada —así lo llamo el otro con el que iba.
—Eso es lo que te crees tú, este tipo tiene que tener pasta.
—Yo no me puedo arriesgar otra vez, no pienso ir a la cárcel. —Y con las mismas se dio la vuelta para irse pero el otro no quedó conforme.
***
Zoe circulaba por la carretera, vio un par de coches en el arcén, miro y vio a dos tipos con muy mal aspecto y a Ares, así que freno en seco un poco más adelante, hecho un poco marcha atrás y se metió en el arcén, Zoe se acercó por detrás, quería asustarlos pero el susto se lo llevó ella.
—¿He, que hacéis? —grito Zoe.
—Fuera, tu qué quieres.
—¡Marchaos de aquí!, acabo de llamar a la policía.
—¡Zoe no!!! —grito Ares, vio como ese tipo apuñaló a Zoe por sorpresa y ella al querer defenderse le dio un golpe y voleo al hombre.
—¡Pero qué has hecho! —grito el que iba con j.
—¡Larguémonos de aquí! —se levantó del suelo a duras penas y salieron los dos corriendo de allí subieron al vehículo y salieron derrapando.
Ares se acercó corriendo a Zoe la miro y la navaja le había atravesado el costado, la llevó en brazos hasta el coche de ella, la metió detrás y se puso en marcha todo lo rápido que pudo, Zoe que iba detrás se quitó la mano que tenía en el costado, la sentía mojada y cuando se miro la sangre que recorría su cuerpo se desmayo, por mucho tiempo que pasara siendo como era al ver la sangre la debilitaba y acababa mareandose.
Pensó en llevarla al hospital pero su casa estaba más cerca a tan solo quince minutos en coche y podía hacerlo, no era la primera vez, aceleró, aparco y la bajo, una vez en su casa la coloco en la mesa del comedor, tiro con una mano las cosas que tenía encima, corriendo se dirigió al baño a por su botiquín, se sentía incómodo pero tenía que quitarle la ropa ensangrentada y rajarle el jersey, de todas formas no lo volvería a usar, le desinfectó la herida, observó si había algo dañado y cosió, como había perdido mucha sangre salió a la farmacia más cercana y compro suero, aguja y una jeringa, llegó a casa cogió un tuvo lo desinfecto con alcohol y se lo colocó, subió a su habitación, bajo y le puso una camisa suya la tumbo en el sofá le tapo hasta la cintura ya pensaría algo cuando se despertara, pasaron varias horas y seguía inconsciente no sabía si hizo bien en llevarla a su casa y no a urgencias, de repente mientras le escribía una nota por si se levantaba vio una luz salir del comedor se acercó y esa luz desapareció, se preguntó si fue fruto de su imaginación o era real la luz que salió de allí, se sacudió la cabeza y dejó de hacerse imaginaciónes, se acercó a ella le tomo el pulso, seguía estable le subió el jersey le destapo la herida y la volvió a tapar, entonces le quitó el suero, le dejo una nota en la mesa y se marchó.
***
Zoe se despertó, estaba un poco aturdida no sabía dónde estaba, se acordaba de lo que había pasado pero con los ojos de par en par empezó a mirar alrededor, vio el suero allí colgado y al mirarse ella vio que estaba en ropa interior y con una camisa de chico, vio la nota en la mesa y la leyó.
Hola Zoe, soy Ares no te asustes si te despiertas en mi casa.
Estaba tirado en la carretera y te paraste y con tan mala suerte que te dieron un corte en el costado, pensé llevarte al hospital pero mi casa estaba más cerca, así que, aquí estas, te desinfecté y cosí la herida, he salido un momento, en cuanto llegue iremos a un hospital si tu así lo prefiere, y como si estuvieras en tu casa.
Ares.
Zoe se quedó un segundo pensando, se miro la herida.
—Joder, que mal rollo —se levantó el jersey y se quitó la venda—. No tengo nada, seguro que lo hice inconscientemente y si él lo ha visto, joder haber que escusa me invento, es imposible, de verdad para una vez que conozco a alguien en otra ciudad y me pasa esto.
Se levantó aunque le daba un poco de vergüenza porque le faltaba ropa, pero la curiosidad le pudo, observo aquella habitación donde se encontraba, era el comedor, decoración moderna, minimalista, y alguna que otra foto que suponía que era de su familia salió de allí y se asomó a la cocina vio la puerta que había al fondo, cogió el pomo, giró y abrió, se asomó no había nadie era como una cochera trastero, bajo un par de peldaños, iba descalza, así que notaba el tacto frio bajo sus pies, había un coche tapado levantó la sábana y vio un coche antiguo muy bonito, le vino una imagen a la cabeza, tan solo le duró unos segundos pero no podía ser, ese coche le era familiar, se acercó a las fotos que había colgadas en la pared en un par de ellas salía un hombre con Ares mucho más joven y el coche detrás.
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