Capítulo 6 parte 1
Riiing Riiiing
En estos momentos amo a Carla por haberme retrasado el reloj. Me levanto, despierto a Carla y me cambio, después voy al baño y me acabo de preparar.
- Carla, ¿estás?
- Sí.
Bajamos y nos sentamos a desayunar, cinco minutos después aparece Finn.
- Buenos días chicas.
- Buenos días - decimos las dos.
- ¿Qué tal habéis dormido?
- Bien - digo yo.
- Mal - dice Carla - Tengo mucho sueño.
- ¡Pero si has dormido diez horas! - digo.
- Da igual, tengo sueño - contesta.
- Pues id despertando que nuestra primera clase de hoy es química - dice Finn.
- ¡Qué! De buena mañana y ya me toca con mal genio.
- ¿Mal genio? - pregunta Finn.
- Manuel. El día de las pruebas tuvo muy mal genio cuando nos chocamos por accidente y así se quedó.
- Jajajajajaj.
- Deja de reirte y vamos a clase.
Nos levantamos, vamos a la clase y nos sentamos en nuestro sitio. Al poco rato llegan los demás y, por último el profesor.
- Bueno clase, vamos a empezar con un experimento sencillo. Tenéis que mezclar maicena y agua para formar un perfecto fluido no newtoniano.
- Eso es muy fácil - digo yo.
- ¿Pones tu el agua y yo la maicena? - pregunta Manuel.
- Vale.
En menos de diez minutos ya lo tenemos hecho, los demás estaban teniendo problemas. Levanto la mano y llamo a Lysander
- Profesor, ya lo tenemos hecho.
- A ver - dice mientras se acerca.
Veo como coge el bol y lo mueve lentamente, el líquido fluye. Después le da un golpe seco con el dedo y parece sólido.
- A simple vista parece que está bien, pero para comprobarlo lo vamos a meter en esa máquina. Manuel coge el bote y venid.
Nos acercamos y Manuel vierte el fluido en la máquina, hace unos ruidos raros y dice:
- El fluido está perfecto.
- Muy bien chicos, os habéis ganado un diez en este trabajo - dice el profesor.
- Bien hecho Claudia - dice Manuel mientras chocamos los cinco.
¿A este que le pasa? ¿Se ha vuelto majo de repente?
Como habíamos acabado, Lysander nos dijo que ayudáramos a los demás. Decidí ayudar a Carla y a Finn, cuando acabamos lo metimos en la máquina y dijo que estaba un noventa por ciento perfecto. A ellos les pusieron un nueve.
Nos pasamos toda la mañana dando temario, no había nada digno de recalcar. Manuel no me volvió a hablar en toda la mañana y yo decidí hacer lo mismo. Llegó la hora de comer yo me acordé de algo:
- Chicos, no hemos pedido los materiales para plástica.
- Es cierto - dijo Carla.
- Comemos rápido y los pedimos - dijo Finn.
En menos de diez minutos habíamos acabado de comer, nos levantamos y subimos corriendo a nuestras habitaciones. Entramos y Carla pide los suyos.
- Necesitamos tres rollos de precinto y unas tijeras.
Veo que acerca una tarjeta a la pantalla y alimento aparece todo encima de su cama.
- Te toca.
- Necesito tres rollos de precinto y unas tijeras.
Saco mi tarjeta de crédito y no me la acepta.
- Necesitas una tarjeta con dinero mágico, aquí no sirve el dinero normal - dice Carla.
- Yo no tengo una tarjeta así.
- ¿Cómo que no? Yo la he visto entre tus cosas.
Carla se acerca a mi baúl y saca un plástico rectangular sin nada en él.
- ¿Es esto? Creí que era un trozo de plástico de estos que vienen en los bolsos.
- Pues no. Antes de pedir, mira que tienes.
Carla toca unas cosas en la pantalla y puedo leer, consulta de saldo. Acerco la tarjeta y pone:
- Usted no tiene límite de gasto con esta tarjeta. Posee mucho dinero.
- Tía, no me habías dicho que eras rica - dice Carla.
- No lo sabía.
Aún estaba procesando la situación, tengo dinero y mucho. Vuelvo a pedir los rollos y las tijeras y pago, al igual que a Carla, los productos aparecen en mi cama. Los cogemos y vamos a clase.
- Hola chicos, hoy empezamos con las esculturas de celo. Vamos a hacer una figura humana, para ello vamos a usar a nuestro compañero de molde. Tenéis que dar una primera capa con la parte que pega hacia arriba y luego darle muchas vueltas hasta que quede rígido. Para desmoldar tenéis que cortar una parte del molde y luego la arregláis con precinto.
Carla, Finn y yo decidimos que ella sería el molde, comienzo con una mano y un pie. Cuando los acabo veo la hora y veo que quedan cinco minutos y le digo a Finn y a Carla:
- Quedan cinco minutos, ¿recogemos?
- Sí, así no llegamos tarde a las pruebas mágicas - dice Finn
- No me acordaba de que eran hoy. Carla, Finn, me van a echar.
- ¿Por qué dices eso?
- Nunca he hecho magia.
Los dos me miraron muy sorprendidos.
- ¿En el colegio no te enseñaron nada? - preguntó Finn.
- Me enteré hace un mes de que era bruja.
Pensaba que se les desencajaría la mandíbula de tan abierta que tenían la boca.
- Ya veremos qué pasa, pero no quiero que te echen - dice Carla.
- Yo tampoco me quiero ir.
Vamos hacía el patio, ya que según ellos ahí es la prueba. Llegamos y hay un señor de pie en medio del patio.
- Bienvenidos, esperamos un poco a que lleguen vuestros compañeros y empezamos.
Pasados cinco minutos ya estábamos todos.
- Vamos a empezar, me llamo Braeden Keys y seré vuestro profesor de hechicería. Hoy me encargaré de haceros las pruebas para ver si estáis o no capacitados para estar aquí. Estas consistirán en dar dos vueltas simples al campo montando en escoba y hacer cualquier hechizo de nivel uno.
Estoy perdida, no sé montar en escoba y mucho menos un hechizo. Pero si ni siquiera sé que son los hechizos de nivel uno.
Si que lo sabes, son aquellos que no hacen daño: levantar cosas, desarmar al oponente...
¿Quién ha dicho eso? Pero no obtengo respuesta.
- No voy a ser como los otros profesores. Vamos a hacerlo en orden de lista, pero a la inversa.
Tengo mucha suerte, que se note la ironía.
- El primero es Manuel Woodward.
Manuel da un paso al frente, coge una escoba y se monta. Se eleva y da las dos vueltas sin ni siquiera despeinarse, lo hace parecer muy fácil. Se baja y coje su varita, la agita y dice:
- Movilato.
Me fijo en el objeto donde lo ha lanzado y veo que este se mueve. Estoy flipando.
- Muy bien hecho Manuel, eres apto. Vamos con Claudia Wilson.
Todos esperaban mucho de mí por ser quién soy, pero si supieran la verdad...
No tengas miedo y no dudes, haz todo lo que yo te diga.
¿Quién eres?
Tu consciencia, hazme caso y todo saldrá bien. Coge la escoba con la mano derecha y metetela entre las piernas.
- Disculpe profesor, ¿podemos hacer alguna acrobacia?
- Si saben hacerla sí.
Eso nos viene bien.
Como que nos viene bien, pero si ni siquiera se montar.
Si que sabes, nuestro padre nos enseñó cuando éramos pequeñas. Sabemos un truco que los va a dejar impresionados.
Yo no sé nada.
Hazme caso y todo saldrá bien. Da una patada en el suelo.
Hago lo que me dice y noto cómo nos elevamos.
Ahora echa el cuerpo hacia delante para ganar velocidad, cuando yo te diga, lo echas hacia atrás y te pones de pie.
¿Cómo que de pie?
Confía en mí.
Hago lo que me dice.
Ya.
Me levanto y me pongo de pie. Pues es fácil.
Claro, porque ya sabes hacerlo. Ahora tienes que hacer un mortal hacia atrás y coges la escoba con una mano. Antes de tocar el suelo te la metes entre las piernas y te sientas.
Tú estás loca.
Hazlo, ¡Ya!
Le hago caso y acabo sentada en la escoba de nuevo.
Ves como sí que sabías hacerlo.
Ya me he dado cuenta.
Ahora estira de la punta de la escoba para frenar y bajas.
Lo hago y levanto la vista, todos me miraban con los ojos como platos y la boca súper abierta.
- ¿Cómo has hecho eso? - pregunta el profesor.
- No lo sé, simplemente sé hacerlo.
- Ese es un ejercicio que muy poca gente sabe hacer. Solo lo saben Gideon Johnston y otro brujo del cual no sabemos el nombre.
¿Enserio? ¿Por qué no podía haber hecho algo más normal?
Porque no eres normal.
Eres una voz diferente a la de antes, ¿quién eres?
Es la misma voz, solo que para no asustarte, la he camuflado.
Me suena mucho tu voz.
Normal.
¿Quién eres?
Lo descubrirás pronto.
- Señorita Wilson debe hacer el hechizo.
- Enseguida profesor.
Agita la varita y di teleportus.
Agito la varita y digo:
- Teleportus.
No había apuntado a nada y, sin querer, le he dado a Carla. Veo como Carla desaparece y aparece al lado contrario.
- Muy bien Claudia.
Siguen las pruebas y las hemos pasado todos menos un chico que no conocía de nada.
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