3
—¿Tienes hambre?
—Sí, ¿tú?
—También.
—¿Salgamos a comer?
—Mmmm, antes, ¿Te puedo pedir algo, kookie?
—Sí, Jimin, ¿Qué?
—Necesito tomar un baño urgente.
—Por supuesto, ven acompáñame te indico donde está el baño y las toallas...
—No, no, déjame explicarte lo que necesito —Jimin lo interrumpió antes de que Jungkook llegara al placard de la ropa blanca.
—Necesito un baño con mi forma animal. Ya sé que pensarás que a los gatos no les gusta el agua, excepto a mí. A mí me encanta, pero además mi pelaje tiene sangre. Necesito que me des un baño siendo Curry¹.
¡Los ojos de Jungkook eran enormes al oír ese nombre!
—¿C-curry?? ¿Quién es curry?
—Yo, gata. Mi nombre de gata calicó es Curry.
Y agregó:
—Hola JeongGuk, soy Curry, y te lo digo ahora porque cuando cambie de forma no podré hablarte.
—Hola Curry, será un placer darte un baño.
Jimin cambió rápidamente de forma y Jungkook quedó maravillado. Frente a sus ojos se erguía una bella gata de largo pelaje y poderosos ojos de dos colores. ¡Dos colores!
La tomó en sus brazos y llevó su rostro cerca de la carita del animal, Curry comenzó a ronronear y Kook le dio un tierno beso en el hociquito rosado.
—Eres bella Curry, esos ojos podrían enamorar al mundo entero.
La llevó a la bañera y le dió un largo y placentero baño con espuma de colores.
Luego la secó con secador de cabello e higienizó la herida en la cabeza que aún seguía abierta.
—Tendremos que ir al médico si esto no mejora, Jimin... digo, Curry, pero en ese caso sería un veterinario, o sea.. no sé.
Curry saltó al alféizar de la ventana y se quedó dormida por largo rato.
Jungkook la observó y sintió en su pecho que amaba a esa pequeña gatita aunque recién la conociera.
Él se dio un baño también, en lugar de vestirse se recostó y se quedó dormido.
Cuando abrió sus ojos, Curry estaba dormida en su pecho y él la abrazó fuerte. Eso la despertó y cambió de forma inmediata.
Ahora a su lado se encontraba Jimin completamente desnudo.
Ambos desnudos en la misma cama. Jimin dio un salto y corrió al baño mostrando su hermosa cola tricolor brillante gracias al baño de espuma recibido. Jungkook rió por la timidez mostrada por Jimin.
—Mimi, sal del baño. Te dejé ropa sobre la cama, cambiate así vamos a comer. ¿Sí?
—Sí, ya salgo.
Se encontraron en la planta baja y se largaron a reír a las carcajadas por lo grande que le quedaba la ropa de Kook a Mimi.
—Parezco disfrazado, jajaaa.
—Igual te ves lindo — Jungkook se sonrojó por lo que acababa de decir y el híbrido escondió la cara entre sus manos.
—Iremos a comprar ropa, Curry, digo, Jimin. ¿Quieres?
—Sí. ¡Me gusta!
Estaban por marcharse cuando sonó el timbre. Por la manera violenta de tocar, Jungkook supo que se trataba de su ex.
Jimin cambió rápidamente de forma y quedó oculto entre la ropa que JK le había prestado.
Kook abrió encontrándose con un colérico Gong detrás de la puerta.
—Por fin te dignas a abrir. Ya sabes a qué vengo. ¿Firmaste el documento?
—Buenos días —le respondió acentuando la mala educación del recién llegado.
—Déjate de tonterías, JK, entrégame los papeles
—No lo haré aún.
El hombre golpeó con su mano abierta la mesa provocando que Curri saliera disparada hacia el piso superior.
—Oh, vaya, vaya, ¿Qué tenemos aquí? ¿Un gatito? ¿Ahora se te da por tener mascotas? ¿Eres como una de esas viejas que se quedan solas y se compran una mascota en lugar de buscarse un novio? ¿No te aburres de ser patético? No contestes... Mejor dime, ¿Por qué no vas a firmar?
—Porque tengo una condición para hacerlo.
—¡Con que esas teníamos! Ya sabía yo que se vendría la extorsión. Habla rápido, ¿Qué quieres, dinero? ¿La casa de la playa? ¿Mis autos?
Mira, no des vueltas. Tú, firma, el resto se arregla entre abogados.
—No quiero nada de eso, por mí puedes perderte todas tus estúpidas cosas materiales por donde te quepan. Solo tengo una condición y es que Taemin venga a hablar conmigo.
—¿Estás loco? ¿Por qué crees que él querría hablar contigo?
—Porque si no, no firmaré, es simple.
—¿Crees que tienes ventajas sobre mí? ¿Por qué Kook? ¿Qué te hace pensar eso? Yo sigo viendo en ti un chico débil y sin futuro.
—Insistes en lastimarme con palabras, Yoo. Ya lo hiciste con hechos revolcándote con mi mejor amigo... me dan asco los dos.
—¿Qué te da asco? ¿Que te haya cambiado por alguien más bello? Tú ya no me seduces Jungkook, te estás poniendo grande.
—¿Grande? Ja, ja ¿estás loco? Tengo veinticuatro, tú cuarenta y dos ¿de qué hablas?
—De que estás perdiendo atractivos, solo te la pasas acá encerrado lloriqueando. Si no fuera verdad lo que te digo ¿Por que aún, después de meses de nuestra separación, sigues solo?
Jungkook no alcanzó a contestar cuando se escucharon pasos en la escalera y de allí descendía Jimin con los cabellos mojados y su cuerpo envuelto en una diminuta toalla sobre su cintura que apenas tapaba su entrepierna.
—Amor, no encuentro mi ropa interior —comentó el chico mientras bajaba.
Los ojos desorbitados de Gong Yoo parecía que iban a salirsele de las cuencas.
Jimin era una visión de otra galaxia. Su cuerpo tonificado y sus abdominales marcados eran dramáticamente irreales.
—Oh mi amor —comentó con tono inocente el híbrido, rodeando con sus brazos la cintura de Jungkook— pensé que estabas solo. Perdón, no sabía que estabas con este señor... oh, pero, ¿Es tu papá?
¡¡Pfffff!! Jungkook se contuvo de largar una carcajada estruendosa.
Esa sí que fue una jugada maestra de Jimin, pegó donde más duele: en el ego de Yoo.
Este casi se muere. ¡Él que es tan vanidoso lo confundieron con el padre de su ex!
—Qué hermoso eres, Park —susurró JK al oído del felino.
—¿Yo, su papá? ¿Estás loco? ¿Tú quién eres? —La cara color rojo sangre de Gong parecía a punto de explotar.
—Nadie que te importe —intervino categóricamente Jungkook— Y deja de mirarlo, él es mío. Vete de mi hogar.
—Nuestro hogar, Ggukie —reforzó Jimin por detrás, acomodándose la toalla y dejando ver un poco más sus muslos desnudos.
Yoo no podía quitarle los ojos de encima y menos podía determinar qué sensación era más fuerte si el odio porque lo llamara viejo o la lascivia por su carne fresca. Jungkook que lo conocía al dedillo detectó esa mirada obscena y lo sacó a las rastras.
—Vete ya. Dile a Tae que me llame así acordamos un encuentro. Dile que desbloquee mi número y dé la cara como un verdadero hombre. Ah, y les sugiero que no se demoren mucho, estoy a punto de cambiar de opinión y mandarlos a cagar a los dos.
Jimin se había acercado aún más a Kook y acariciaba con ternura su brazo tatuado. Ajustó el abrazo contra JK. Todo su torso desnudo y mojado estaba sobre la humanidad de Kook que no podía dejar de pensar en otra cosa, más que si esa toalla se caía, él no podría controlarse.
Yoo salió hecho una furia y los chicos rieron a carcajadas. Kook alzó a Jimin entre sus brazos y lo estrechó fuerte sobre su pecho. Sus caras quedaron cerquita y Jimin lo besó sin mediar palabra. Kook respondió al besó con vehemencia.
¡Estaba alborotadamente feliz!
La boca del chico gato le parecía deliciosa. Ahí se acordó de la cola y las orejitas
—¿Qué hiciste con ellas?
—Me di una ducha helada. Y ya sabes, con el frío, desaparecen.
—¿Agua fría con esta temperatura? No Mimi, vas a enfermar...
—Creo que sí... necesito calor, ven, dame calor aquí —puso cara de cachorro y dejó caer la toalla.
—Qué descarado eres gatito...
Jimin giró para irse pero Kook lo tomó de su cola que ya se había hecho presente y lo atrajo hacia sí.
—Miau —Jimin emuló a su gata interior.
—Oh cielo santo, ven acá, maúlla en mi cuello, maúlla para mí, bebé calicó.
Jimin de un saltito se subió a la cintura de Kook y comenzó a dar pequeños mordiscos en el cuello de su compañero.
Jungkook tomó suavemente los cabellos del gato y jaló su cabeza hacia atrás dejando la nuez de Adán del chico completamente vulnerable a su boca.
—Oh Dios, Jimin, qué hermoso eres.
—Me vuelves loco, Jeongguk.
Dato curioso:
¹Curry es el nombre real de la gatita calicó que aparece con Jimin en el vídeo de la canción Serendipity.
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