Naruto avanzaba por un sendero que lo debería llevar a su destino, Nami seguía bajo el control de gato, después de la misión fallida, Hiruzen no envió a nadie más.
-"Naruto Sama, usted cree que sea bueno intervenir aún cuando nadie a solicitado su ayuda?"- preguntó Nora caminando al lado del pelinegro.
-" puede que tengas razón, pero veamos esto como la ampliación de nuestro territorio, así podremos llegar de un punto a otro de las naciones elementales, en esta tierra los conflictos son constantes por lo que aún tenemos trabajo para rato"-  Nora asintió.
Al llegar a la costa buscaron a un barquero pero al parecer no había nadie, Nora se agachó para ver su reflejo y de a poco su cuerpo fue rodeado por un aura roja, y sin esperar saltó sobre el agua generando pequeñas ondas, con Naruto sucedió lo mismo pero en color azul, no querían llamar demasiado la atención pero tampoco querían tomarse demasiado tiempo, así que a paso tranquilo se internaron en el mar, mariposas negras volaban detrás de la pareja.
En konoha las cosas seguían con relativa calma, el fallecimiento de Naruto para la mayoría fue un evento que quisieron olvidar pero hubieron dos genin que seguían pensando en el,
Sasuke Uchiha nunca creyó encontrarse en la situación que se encontraba ahora, su objetivo pudo sobrevivir gracias al sacrificio del que creía que siempre estaría en el fondo, un ninja sin lo necesario para sobresalir, pero mientras el estaba aterrado de morir, Naruto miró a la muerte a los ojos y le sonrió, recibiendola con los brazos abiertos, aún después de muerto no notó miedo en su rostro.
-"Maldito Dobe"- murmuró Sasuke.
Sakura Haruno, no tenía grandes expectativas, desde que conoció a Sasuke sólo quiso ser ninja para estar juntos el, ignorando los peligros que representa portar un banda regulatoria, el ver a Naruto casi partido en dos fue el golpe de realidad  que la obligó a dejarlo todo, quería estar con Sasuke pero no estaba a dar la vida por ello, por lo mismo se retiró del programa ninja.
Finalmente Kakashi Hatake, al no contar con dos miembros de su equipo, el equipo 7 fue disuelto en el acto, y el solo ejercía como cualquier jounin regular, no tenía motivos para seguir enseñando, el hijo de su sensri estaba muerto y nunca pudo saldar su deuda.
Hiruzen se encontraba en su oficina afinando detalles para el próximo examen chunin que se realizaría en un mes más en Konoha, su vista estaba en los documentos que tenía en frente pero su mente estaba en otra parte, en su gran lista de equivocaciones y descuidos con el hijo de su sucesor, su madre rogó durante sus últimos segundos de vida para que protegiera a su hijo y el aceptó la misión y de ahí fue error tras error, estaba seguro que pasaría al otro mundo arrastrándose en braza por todas sus acciones.
-"Hokage Sama, está bien?"- preguntó uno de los encargados del examen.
-"eh si si, por favor continua"- respondió Hiruzen sacudiendo su cabeza.
-"le comentaba que el departamento de I&T se encargarán de la primera y segunda fase del examen chunin"- Hiruzen asintió.
-"ya veo, y que sucederá en la tercera etapa y final?"- preguntó el Sarutobi.
-"la tercera serán batallas sin cuartel de todos contra todos en peleas de uno contra uno, donde deberán demostrar todas sus habilidades, se les dará un mes para que se preparen y puedan también investigar a sus rivales, creemos que este evento atraerá más atención al examen así también un gran ingreso de fondos para la aldea, ya sea en apuestas o en Misiones, si es que nuestros genin logran destacar y atraer atención de nuevos clientes"- Hiruzen sólo asintió, por un instante miró en dirección a las ventanas de su oficina y suspiró.
-"estoy más que seguro que ustedes lograrán que esto sea un éxito, no los entretengo más y sigan haciendo un excelente trabajo"- los organizadores asintieron, tomaron sus documentos y se retiraron -"hace mucho que no sabía de ti Jiraiya"- comentó el Hokage viendo cómo su alumno ingresaba por la ventana.
-"no tengo muchos motivos para volver a esta aldea, sólo vengo a verificar que sigas vivo"- respondió el sannin.
-"tienes alguna información para mi?"- preguntó Hiruzen, Jiraiya se recostó en el marco del ventanal y miró a su sensei.
-"Suna cerró sus fronteras a cualquier ninja de Konoha, y según me informaron, gran cantidad de armamento a ingresado en los últimos días en territorio de nuestros aliados"-  informó Jiraiya, Hiruzen se recostó en su asiento.
-"tienes algunas sospechas? No me sorprendería que Suna quiera imitar las acciones de Kumo"- comentó Hiruzen.
-"En estos tiempos de supuesta paz puede suceder cualquier cosa, un aliado se puede volver tu peor enemigo, no tengo sospechas de nada ya que podría equivocarme, pero estar preparado para lo que sea nunca está demás"- con eso Jiraiya se levantó  para poder retirarse -"por cierto vengo de un país cerca de Kumo, el mismo que querían conquistar, me contaron una historia increíble pero al mismo tiempo fantástica que a más de alguno lo ha llevado a la existencia de los dioses"- Hiruzen miró a Jiraiya - "Un dios, y no cualquier dios, apareció frente al líder del país que se encontraba desesperado por su inminente desaparición, ofreció su ayuda con costo muy curioso"-
-"qué? Sacrificio de sangre? Dinero?"- preguntó Hiruzen curioso por el tema que se trataba.
-"pidió un templo donde morar y ayudar a las personas que solicitarán su ayuda, pero el no se encontraba solo, era acompañado por una sacerdotisa, una niña de mirada melancólica vestida de blanco, el líder del país aceptó el precio y al día siguiente comenzó la construcción del templo, dos días más tarde el campamento de Kumo se encontraba destruido y un gran número de sus ninjas asesinado y regados en el campo, el único testigo de esto vio a la sacerdotisa danzando en medio de ese valle de muerte"- Jiraiya terminó su historia y sonrió -"actualmente es un templo muy conocido en Shima no kuni"- terminó el sannin recordando a  la sacerdotisa del templo.
-"y que clase de deidad es, tiene un nombre?- preguntó Hiruzen, había escuchado de muchas deidades pero todo se mantenía dentro de lo que era mitología del continente elemental.
-"es un dios de la calamidad, Magatsukami"- respondió Jiraiya listo para marcharse.
-"acaso el investigar de dioses y seres mitológicos se convirtió en tu nuevo pasatiempo? No esperaba que ese tipo de temas llamara tu atención"- Jiraiya solo negó.
-"no es eso, es solo que quizás las personas ya perdieron la fe en nosotros para poder vivir en paz y prefieren confiar en un dios que si pueda hacer nuestro trabajo, quizás la paz no venga de nuestra mano, bueno si lo pensamos, somos nosotros quienes llevamos la guerra a los civiles, quizás los enemigos somos nosotros"- comentó Jiraiya mirando la aldea -"bueno sensei, iré a investigar un poco, creo que nos veremos después del examen chunin"- así Jiraiya se impulso para tomar rumbo a las aguas termales.
-"los ninja, enemigos de la paz"- murmuró Hiruzen.

De regreso a Nami.
Mientras Naruto avanzaban por las calles de la aldea mayormente formada por pescadores, eran testigos de la crueldad del ser humano, ancianos y niños mendigando en las calles, mujeres prostituyendose o escondidas mirando a todas las personas con miedo, no había mucho que salvar o no a corto plazo, Nora sintió como tiraban del borde de su Kimono, se giró y se encontró con una pequeña con evidente estado de desnutrición, pero notó una leve luz de esperanza en sus ojos, la niña estiró sus dos manos en su dirección con una pequeña sonrisa.
-"comida por favor"- la shinki no sabía cómo responder en esta situación, ellos portaban muchas cosas.
-"sucede algo Nora?"- preguntó Naruto  deteniendo su paso.
-"eh no Naruto Sama, es que esta niña"- trató de explicar la situación, Naruto regresó y se encontró con la niña que retrocedió asustada.
-"acércate"- ordenó Naruto a la niña que se acercó a Naruto lentamente, el pelo negro posó su mano en la cabeza de la niña y está fue cubierta por un aura azul, su cuerpo comenzó a sanar y su cuerpo recuperó peso, la niña cerró sus ojos, cuando él proceso terminó la niña abrió sus ojos y se encontró sola en la calle, Naruto y Nora aún estaban frente a ella pero está no podía verlos.
-"no podemos detenernos a ayudar uno a uno a todos ellos, si queremos marcar presencia, debemos solucionar esto de una vez, no te detengas si ves casos como el de esa niña, en este mundo hay cosas mucho peores"- Nora asintió para seguir el paso de su nuevo amo.
-"Ya no tenemos a nadie que se resista a mi poder en esta isla, creo Sabuza que tus servicios como el de ese afeminado ya no son requeridos, toma tu pago y pierdete"- habló Gato dejando una bolsa con dinero sobre su escritorio, Sabuza tomó el dinero y se retiró sin mirar atrás mientras era acompañado por el único sobreviviente de su grupo.
-"Sabuza Sama, está bien?"- preguntó el enmascarado.
-"guarda silencio Haku y sólo marchemonos pronto de esta isla, no quiero saber nada de este lugar por lo que me resta de vida"- Haku asintió, el espadachín había estado actuando muy extraño desde el asesinato del genin de Konoha, otra cosa que había pasado por alto era la banda que estaba amarrada en la espada de Sabuza, era una banda de Konoha.
Sabuza sintió como todo a su alrededor se detuvo, miró al frente y se encontró con unos ojos azules que le miraban con curiosidad.
-"tu momento aún no ha llegado pero creeme que te tengo presente Sabuza Momochi"- Sabuza abrió sus ojos pero todo regresó a la normalidad, miró en todas direcciones pero no encontró nada extraño -"vete y ni mires hacia atrás"- esta vez la voz que escuchó el espadachín era de una niña, el sudor frío descendía de su rostro.
-"apresurate Haku"- ordenó Sabuza acelerando el paso, llegó a la planta baja de la mansión, y ambos se detuvieron para ver como sangre adornaba las paredes y los cuerpos cortados estaban regados por todo el piso, cortes limpios, Sabuza solo se apresuró a salir, no le temía a morir pero aún tenía muchas cosas por hacer, así que se tenía la oportunidad de seguir viviendo un poco más, la aprovecharía.
Gato estaba relajado bebiendo vino cuando en un pestañeo una niña apareció sobre su escritorio, sonriendo como si el fuera gracioso.
-"es que acaso no sabes quién soy yo? Maldita mocosa de mierda nadie se ríe de gato y vive otro día"- amenazó el empresario, trató de levantarse pero alguien afirmó su hombro.
-"termina tu vino y deja tu testamento ya que tu alma está colgando de un hilo muy fino"- escuchó la voz de un joven detrás de él, levantó la vista y se encontró con unos ojos azules que brillaban.
-"quién te envía? No importa cuánto te hayan pagado, te pago el doble, no el triple si matas al infeliz que te contrató"- ofreció el empresario sintiendo como el aire se volvía cada vez más frío.
-"eres un hombre repugnante, no tienes ninguna oportunidad de redención, tu alma está podrida y arderá en el fuego por toda la eternidad"- comentó la niña para desaparecer en destello, así mismo gato dejó de sentir la presión en su hombro, se levantó de su sillón y miró atrás de él pero su cabeza se separó de su cuerpo, antes de que todo se volviera oscuro pudo ver a su verdugo, espada en mano mirándolo con total calma.
-"tarea terminada"- comentó el joven mientras desaparecía de su vista y todo se hundía en la oscuridad.
Nora manchó sus dedos índice y medio para dibujar un remolino en la pared similar a su marca en su pecho.
-"ahora si volvamos a casa Naruto Sama"- el pelinegro avanzó entre los cadáveres para detener su paso en la entrada de la mansión.
-"Shinki"- pronunció Naruto estirando si mano derecha donde apareció Nora en su forma de espada, el pelinegro abrió la puerta y se encontró con varias personas vestidas de negro, y cubriendo sus rostros, entre ellos apareció una chica con vestimentas distintas, al parecer su líder.
-"desde el gotei 13 ordenaron investigar al responsable de emitir grandes cantidades de energía espiritual y determinar si eres un peligro para el equilibrio del mundo espiritual, ahora, cooperarás o deberé detenerte por la fuerza"- comentó la mujer de manera seria.
-"creo que no es el momento para tener esta conversación, te pido me permitas marchar en paz o deberé derramar más sangre de la necesaria"-   advirtió el pelinegro avanzando espada en mano.
-"mi nombre es Soi fong y soy capitana del segundo escuadrón del gotei 13, y si no te detienes serás catalogado y tratado como enemigo del seireitei"- Advirtió la ahora conocida capitana.
-"desde ya me disculpo"- comentó el pelinegro preparando su espada.