En Kumo todo estaba en silencio, hace mese atrás vieron llegar a su líder con un brazo menos y nadie sabía como explicar que parte de su ejercito fue eliminado por un joven, algunos dudaron de tal historia pero cuando fue el mismo Raikage que dio esa declaración era creer o creer, este hecho fue conocido por las aldeas más pequeñas cercanas a país del rayo por lo cual aumentaron sus defensas y dejaron bajo la lupa el actuar del país del rayo.
-"creo que tu estupidez definitivamente superó a la de tu antecesor A, como se te ocurre iniciar un movimiento armamentista para la expansión del país, además a un país que nos permitía el paso sin limitaciones sobre su territorio, ahora deberemos negociar para que podamos seguir con su permiso y no quedar aislados, los tiempos de obtener todo a base de derramamientos de sangre ya se acabó y como recomendación, comienza a elegir un sucesor que a este paso, al finalizar el año podríamos presentar un nuevo Raikage"- A solo apretó el puño, nada de lo que deseaba se pudo llevar a cabo, y todo se arruinó gracias a ese mocoso, su mirada, sus movimientos a luchar, nunca si quiera tuvo una oportunidad, su katana que tenía un filo que podía dividir kunais sin problema, los cuerpos de sus ninjas no oponían resistencia a sus cortes, brazos, piernas, cabezas, sobre todo sangre cubría el campo de batalla, lo que debía ser solo un trámite terminó en una gran mancha de lodo en la imagen del país del rayo, mancha que difícilmente sería olvidada.

Jiraiya se encontraba de paso por Shimo no kuni, llegó a este lugar gracias a los comentarios de personas, hablaban de una nueva deidad que llevaba justicia a los que no eran escuchados, en un comienzo no lo creyó pero escuchar a una mujer que tenía varias marcas en su cuerpo al parecer resultado de los constantes abusos de su marido, ella vino a este lugar e hizo su petición, y en menos de 2 días su esposo fue encontrado decapitado cerca de su casa, el no se reconocía creyente de ninguna deidad en general, pero creía ciegamente en las profecías que eran entregadas por el sapo sabio del Monte Myōboku, ya que todas se cumplían, excepto la muerte de Naruto, ese niño era la clave para poder lograr la paz entre las naciones y su vida fue cegada antes de cumplir su propósito en la vida. Después de caminar unos minutos más llegó a la entrada del templo, nunca había visto un lugar tan grande y cuidado dedicado a una deidad, ingresó y caminó por el pasillo observando los arcos rojos que llevaban al templo, que así como la entrada se encontraba limpio, la única persona que se encontraba en el lugar era una niña que miraba en dirección al templo -"buenos días niña"- esta miró en su dirección

-"buenos días señor, viene por ayuda?"- Jiraiya se ubicó a su lado.
-"no soy mucho de creer en deidades"- la niña volvió su mirada al templo. -"entonces que hace en un templo, si no cree?"- Jiraiya sonrió.
-"escuché por ahí que este dios si funciona, en comparación a los otros en los que creen en las naciones elementales, solo quise conocer el lugar donde mora"- la niña asintió.
-"por cierto que clase de dios es este?"- la niña sonrió con ternura.
-"es un dios de la calamidad o Magatsukami"- esto llamó la atención del sannin como una deidad que por su título debería llevar destrucción y sufrimiento era querido y respetado por la gente -"se que es difícil de entender como alguien destinado a destruir puede llevar justicia y calma a la gente que sufre por la injusticia del mundo, pero hay algo que algunos no entienden, uno no puede venir con sentimientos malignos y pedir ayuda para destruir a un inocente, ya que la justicia si o si llega, ya que no puedes engañar a un ser superior"- Jiraiya asintió, en parte era entendí ble.
-"tu eres alguna clase de sacerdotisa de este templo?"- la Niña sonrió.
-"yo estoy destinada a servir a mi señor por el resto de mi existencia, todos tienen un propósito en la vida y este es el mío"- Jiraiya no quería incomodar más a la niña y se acercó a una fuente donde se observaba varias monedas, aunque al rededor habían más objetos, y entre todos había uno que otro juguete. al parecer varios niños vinieron a pedir ayuda, si un niño en su inocencia creyó en esta deidad, daría un voto de confianza, sacó una moneda, cerró los ojos y la imagen de Naruto vino a su mente.
-"deseo que la paz llegue a las naciones elementales"- y dejó caer la moneda al agua, se giró para retirarse y la niña ya no estaba, la trató de sentir pero nada, levantó los hombros restándole importancia y siguió su camino, sin notar como Naruto miraba en su dirección.
-"tu petición ya fue escuchada"- Jiraiya a lo que escuchó esa frase se giró en dirección al templo pero nuevamente no había nadie, sin poder ver como Naruto pasó a su lado acompañado de Nora.
-"maldición debí pedir un harem de mujeres hermosas"- gruñó el sannin haciendo reír al pelinegro.

En un mundo desconocido para el mundo humano, aunque eran semejantes , se puede ver como en una gran civilización, personas que alguna vez vivieron y fallecieron aquí tenían otra oportunidad, tiene por nombre Rukongai que se divide en 80 distritos, en el centro había un perímetro circular que estaba reservado para seres llamados shinigamis o segadores de almas,  los encargados de enviar allí al resto de almas y mantener el orden y equilibrio del Universo, incluso llevando grandes masacres en el Rukongai para cumplir con su tarea. 

La vida en el Seireitei es muy diferente al resto de la población, al interior de los muros se encontraban las autoridades y los clanes nobles, así como las distintas divisiones, en total eran 13, y quién portaba el rango superior era el capitán general Shigekuni Yamamoto Genryūsai . Actualmente todos los capitanes de cada división se encontraban en el salón de reuniones 

-"creo que para el tema que nos convoca no son necesarios tanto preludio, el capitán Mayuri Kurotsuchi registró un aumento importante de energía espiritual en un universo alterno al nuestro, pero no por eso menos importante"- comentó el anciano abriendo ambos ojos, dando señal que esto era serio, siempre la energía espiritual estaba asociada al mundo humano, el capitán de la división 12 comenzó a reír.
-"como dijo so-taicho, en una dimensión donde la energía dominante es algo llamado chakra, donde hay una pequeña porción de energía espiritual, se detectó la aparición de un ser con un nivel de reiatsu similar si no es que superior a So-taicho con su bankai, pero crece y disminuye cada cierto tiempo, señal de constantes batallas o un descontrol de su energía"- la sonrisa que expresaba el capitán solo revelaba sus intenciones de experimentar con el ser portador de esta energía.
-"creo que lo más sensato, es enviar a algunos shinigami para verificar que esto no represente un riesgo para el equilibrio espiritual"- comentó Soi fong, Byakuya Kuchiki miró a la capitán de la segunda división.
-"qué riesgos tiene el equilibrio de este plano con la energía espiritual de otra dimensión? ni siquiera lo quieren porque sea un verdadero equilibrio, solo estamos malgastando nuestro tiempo, y si enviamos shinigami a un terreno que no es el de ellos podríamos enviar solo cadáveres"- Yamamoto golpeó el suelo con su bastón.
-"no estoy aquí para pedir su opinión, sino que planifiquemos enviar a personas calificadas que averigüen quien es este ser que tiene tanto reiatsu"- Byakuya cruzó sus brazos y guardó silencio, así como el resto, nadie quería enviar a uno de sus subalternos a una muerte casi segura.
-"creo que es obvio que iré yo"- el capitán de la división 11 dio un paso adelante mostrando una sonrisa escalofriante.
-"capitán kenpachi vuelva a su puesto por favor"- fue la capitán de la cuarta división quien detuvo todo el revuelo que levantó la decisión de uno de los capitanes más poderosos, la sonrisa en los labios de la capitán de la cuarta división hizo replantearse a todos los presentes si hablar o no.
-"cállate loca"- respondió Zaraki tratando de provocarla.