Capítulo 43
Alex llegó al banco e hizo todo sacando el dinero de la cuenta de Diego, luego marcó el numero del castaño.
-hola- contestó en comandante.
-listo tengo el dinero- dijo el rubio haciendo que el policía sonriera.
-perfecto, nos vemos en Starbuks- colgó el comandante y luego salió de la habitación con dirección al jardín encontró Alessia y a la pequeña jugando y sonriendo. Él al ver esa imagen sonrió aún más, por saber que esa mujer pronto iba ser su esposa.
Ni él podía imaginarse como su vida había cambiado de un tiempo para otro, de pasar ser un policía que lo único que quería era destruir la mafia, ahora estaba a punto de casarse con una mafiosa y no cualquier mafiosa sino la Reina de la Mafia Italiana, pero en realidad el no se casaba con esa mujer fría y corrupta, ahora sabía que en realidad se iba a casar con la mujer más dulce, tierna, cariñosa, sencilla, humilde, luchadora, valiente y de un inmenso corazón.
-voy a salir con Alex- dijo Diego y la rubia lo miró frunciendo el ceño.
- no tienes que pedirme permiso, puedes salir cuando quieras, acuerdate que confío en ti mi amor- dijo Alessia y dejó un casto beso en los labios del comandante dejando ese sabor dulce que le encantaba al castaño.
-te amo- dijo Diego y la volvió a besar como a él le gustaba, pero un pequeño gruñido los hizo separarse.
-iu- dijo la pequeña mirando a sus padres.
-cariño- dijo Alessia un poco avergonzada con su hija.
-papi casi se traga a mami- dijo la pequeña haciendo que Diego sonriera al ver la cara roja de Alessia.
-eso no se hace pequeña y si un niño quiere acercarse hacer eso, tu debes darle por donde más le duele- dijo Diego y la rubia lo miró mal.
-pero mami no lo hizo- dijo la pequeña y Alessia miró mal al castaño.
-por que mami no tiene que hacerlo, en cambió tú estás muy pequeña- dijo Diego dejando un golpecito cariñoso en la nariz de Lisa.
El comandante salió y se reunió con el rubio en la cafetería.
-¿tienes el dinero?- preguntó Diego y Alex asintió.
-aquí está- dijo el rubio entregándole un sobre amarillo.
-ahora acompañame a una joyería- dijo Diego y el rubio lo miró con una ceja alzada.
-primero que nada vamos hablar- dijo Alex serio.
-se que no estado mucho tiempo en la vida de Alessia, pero es mi hermana y no quiero que sufra y si la haces llorar se me olvidará quién eres- dijo Alex en forma de amenaza pero a la vez divertido.
-me conoces mejor que nadie, creés que haría esto, si no estuviera enamorado- dijo Diego y Alex sonrió.
-pasaste la prueba- dijo el rubio divertido y el castaño negó con la cabeza divertido.
Llegaron a una joyería, pero el comandante no encontraba el anillo perfecto para Alessia. Buscaban pero no era lo que él quería, todos los anillos eran hermosos, pero el quería algo especial para su chica.
La señora que atendía sacaba y sacaba anillos ya que ninguno era de su gusto.
-hermano aquí hay muchos anillos hermosos puedes escoger cualquiera- dijo Alex ya cansado, habían entrado a esa joyería hace mucho tiempo y el castaño aún no sé había decidido por uno anillo, que tan difícil era escoger uno.
Diego estaba desesperado, no sabía que era lo que buscaba pero ninguno de esos anillos llegaban a su expectativa, la dependienta sacó los últimos que le quedaban, ya estaba cansada de ese chico que aún no sé decidía, había sido el cliente más difícil que había atendido en sus tres años de trabajar en ese lugar.
-¿qué le parece esté?- dijo la mujer enseñando un anillo, que llevaba una piedra encrustrada, con pequeños brillos dorados que hacían resaltar la figura y Diego al verlo pensó que era el indicado, por que era como Alessia, una joya importante, hermosa, sutil, pero a la vez era sencillo, volátil y muy dulce.
Después de 2 horas y media que tardó Diego en escoger un anillo los chicos salieron de la joyería.
Diego llegó a la mansión y escondió el anillo en su bolsillo para que nadie lo viera.
La noche cayó y en la cena todos comían en silencio, pero cómodo hasta que Diego se paró ganándose las miradas de los demás.
-Alessia, ya te lo pedí, pero ahora frente a tu familia como testigo ¿aceptas casarte conmigo?- dijo Jonhson sacando la sortija que tanto le costó hallar.
Alessia lo miraba sonriendo, mientras los demás los miraban extrañados.
-si- contestó la mafiosa y el comandante colocó el anillo en el dedo de la rubia para luego besarla y los demás sonrieron.
Awww me encanta Diego mis queridos mafiositos😘
Les quiere Yarlin💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top