La pelinegra amarraba una venda al rubio mientras esperaban que Derek llegará.
-listo- dijo Derek aparcando el auto mientras que la diabla amarraba las manos del rubio.
-es necesario todo esto- dijo con fastidio Alex.
-son ordenes de Alessia ahora camina- dijo la pelinegra con autoridad mientras empujaba al rubio hacia la parte trasera del auto.
-ahh que amargada eres no aguantas nada- dijo el rubio divertido y Charlene rodó los ojos furiosa.
-ya cállate no soporto tu irritante voz- dijo la pelinegra y cerró la puerta con fuerza y después subió en el asiento del copiloto mientras Derek arrancaba el auto.

-¿ya llegamos?- preguntó el rubio y Charlene rodó los ojos fastidiada ya era la décima vez que el estúpido rubio preguntaba eso.
-¿puedo pegarle un tiro?- preguntó la pelinegra viendo con desesperación a Derek y el mencionado solo negó divertido.
-uy ya se enojó la gatita- dijo el rubio en la parte de atrás y la diabla tensó la mandíbula.
-tienes mucha suerte de ser hermano de Alessia, sino ya estuvieras tres metros bajo tierra- dijo la pelinegra con rabia y repulsión.
-como digas pelinegra teñida- dijo Alex divertido y Derek negó con la cabeza ya que su ahora nuevo amigo se estaba buscando una muerte segura.
-mejor cállate y mantén esa boca cerrada rubio oxiginado, sino quieres que se me olvide quién eres y te pegué un tiro en el entrecejo- dijo con rabia Charlene y el rubio sonreía con arrogancia como le encantaba sacar a esa gatita de quisio. Cuando eran pequeños algo que le encantaba hacer era fastidiar a la pelinegra y al parecer ahora también.
-uy que miedo- dijo divertido Alex y la pelinegra se tensaba.
-eres tan repugnante- dijo la pelinegra ya fastidiada.
-y tu tan amargada- dijo Alex con diversión y Derek solo se reía con la ecenita que estos dos estaban armando.
-insoportable- dijo Charlene.
-infantil- dijo Alex y la pelinegra ya estaba a punto de explotar.
-cálmate Charlene sólo unos minutos más y no tendrás que verle la cara a ese estúpido-  dijo la diabla mientras trataba de relajarse y Alex sonrió.
-sabés que estoy escuchando-  dijo el rubio y Charlene rodó los ojos.
-esa era la idea imbécil-  dijo la pelinegra y Alex negó divertido.

Bajaron del auto y la pelinegra soltó la venda de los ojos del rubio que pestaño hasta su vista volvió a la normalidad y la pelinegra empezó a soltar la cuerda que amarraba las manos del rubio y Alex empezó a comparar todas las ficciones de la pelinegra, sus ojos azules, su nariz respingada, su barbilla marcada, su piel pálida hasta que la pelinegra terminó de soltar la soga y levantó su mirada chocando con esos ojos azules que la observaban con descaro y eso la hizo ponerse nerviosa.
-¿que me vez?- preguntó irritada la pelinegra y Alex sonrió con arrogancia.
-lo fea que eres- contestó el rubio y Charlene lo fulmino con la mirada.
-imbécil, púdrete-  dijo con fastidio la diabla.

La diabla empezó a caminar hacia la mansión y el rubio sonrió mientras veía desaparecer la pelinegra.
-es una mujer de armas tomar-dijo el castaño y el rubio frunzo el ceño al ver a Derek en ese lugar.
-¿tú?-  dijo Alex sorprendido, no se esperaba que el castaño tuviera algo que ver con su hermana.
-que tal  se que no me esperabas aquí , pero trabajo para tu hermana- dijo Derek y el rubio asintió.
-acompáñame-  dijo el castaño y empezó a caminar en la misma dirección que la pelinegra así que Alex lo siguió hasta entrar a la mansión.
-espera aquí-  dijo el castaño y se acercó a una puerta y tocó tres veces hasta que Alessia le dio el pase y el castaño entró al despacho de la rubia.
-ya llegamos jefa- dijo el hombre y la rubia asintió y se levantó empezando a caminar hacia la salida del despacho.

Me encanta este capítulo y fue divertido escribirlo, mis queridos mafiositos😘

Les quiere Yarlin💜