Alessia y Diego se sentaron en un escaño y ella suspiró mirando la noche estrellada.
-¿cuéntame de ti Alessia?- dijo el comandante ganándose la curiosidad de la rubia.
-¿qué quieres saber? Mi vida no es algo linda- dijo la chica y el policía frunzo el ceño.
-sabés quisiera conocer a la verdadera Alessia- dijo él y la rubia lo miró confundida.
-no a la temida mafiosa, sino a esa madre que ama a su hija o a esa hermana que protege a su família, a esa mujer sensible y de buen corazón que se esconde bajo un caparazón- dijo Johnson mirando fijamente a la rubia y ella suspiró.
-esa mujer es un poco complicada-  contestó ella y él sonrió de medio lado.
-mi vida no ha sido fácil, Diego-dijo Alessia y el policía frunzo el ceño.
-cuando era una niña, perdí a mi madre en una explosión y desde entonces mi vida se volvió un infierno- dijo ella y por su mejilla rodó una traviesa lágrima.
-por la muerte de mi mama y desaparición de mi hermano, mi papá se volvió un hombre frio y aterrador- siguió ella y un recuerdo pasó por su mente.

Flash-back

La gente corría desesperada, las ambulancias sonaban por todas las calles.

El señor Bianchetti tenía un mal presentimiento así que llamó a su esposa, pero no contestaba y eso lo desesperaba.

Alessia se levantó el otro día, así que bajó las escaleras de la gran mansión, pero su padre estaba con los ojos rojos e hinchados y cuando ella llegó, su papá la miró y suspiró.
-Alessia vamos hablar- dijo el mafioso con su voz entrecortada a su hija de tan sólo 5 años.
-¿qué pasa papá, por qué lloras?- preguntó la niña y con sus manitas acarició las mejillas de el mafioso.

Estaban en el velorio, Alessia lloraba desesperada y su padre sólo se matenía firme aunque por dentro estaba destrosado.

Después del entierro llegaron de nuevo a la mansión el gran mafioso Italiano y su hija pequeña.

El hombre se encerró durantes días en su despacho mientras se envolvía en el alcohol y la pequeña siempre lloraba en su habitación ya que había perdido a su madre , hermano y al parecer también a su padre. Las únicas que se preocupaban por el estado de la niña era su nana y su hija Charlene que era la mejor amiga de la niña.
-Ali vamos a jugar- decía la pequeña pelinegra.
-no quiero, vete- contestó la pequeña rubia.

Su padre después de meses se digno a parecer en la vida de la pequeña, pero ya no era el mismo hombre fuerte, estaba destrosado y al parecer se convirtió en un ser frio, ya no le importaba nada más que sus negocios dejando a la pequeña a un lado.

Pasaron 2 años y las cosas no cambiaba hasta que una mujer rubia acompañaba al mafioso.

La niña al ver esa mujer no le agradó para nada. Alessia podría tener 7 años pero no era nada tonta y esa mujer le daba mala espina.

Su padre reconoció a esa mujer como su esposa y la niña lloró de nuevo por que temía que el recuerdo de su madre se borrara de su vida y que esa mujer mala ocupará su lugar en esa casa.

La niña y la mujer esa nunca convivieron bien, esa mujer siempre la trataba mal y cuando estaba su padre se hacía la víctima dejando a Alessia como una niña mala frente a su padre y la pequeña siempre salía regañada.
-No puedo creer siempre va hacer lo mismo contigo, ya estoy cansado de tu actitud Alessia, te has convertido en un estorbo para está casa, siempre serás la causa de nuestra desgracia- dijo el mafioso y Alessia lloraba.
-papá ella mentía, yo no hecho nada de lo que ella dice-  dijo la pequeña mientras sus mejillas estaban mojadas de lágrimas.
-cállate eres una niña muy mala me escuchaste mala- dijo su padre y la pequeña salió corriendo, topándose con esa mujer despreciable que tenía como madrastra.
-eso te pasa por ser una torpe niña, que te quede claro mocosa, yo siempre gano y tu papito esta de mi lado,  para él todo lo que tu hagas esta muy mal- dijo la víbora y la niña la miraba con odio.
-eres mala, eres una bruja- gritó la niña y se encerro en su habitación.
Siempre era así, esa mujer siempre manipulaba a su papá y él siempre le creía a esa mujer mala.

Fin del Flash-back

-Alessia estás bien- preguntó el comandante sacando a la chica de esos pensamientos dolorosos.
-si, ya es muy tarde es mejor entrar- dijo la rubia y Diego asintió. El sabía que seguro ella había recordado algo horrible y se sentía culpable por haberla presionado.

Pobre Alessia y todo lo que ha tenido que pasar y eso no es todo mis lindos mafiositos😘.

Les quiere Yarlin💜