—Si tanto quieres retarme, esperaré a que puedas soportar las consecuencias.

Jimin respiró lentamente, la imposición de dominio gama en él estaba causando grandes estragos en su cuerpo, el cuerpo de un omega.

Ninguna persona, en toda la historia de la sociedad, podía rehuir de cualquier voluntad que un gama proclamara. Alfas menores, betas e incluso omegas gamas, con un gran control en sus celos y feromonas, no podían hacer frente a la amatividad desbordante de un alfa gama.

Había estado expuesto a la esencia de Jungkook antes, pero la imposición directa causaba que su marca palpitara como no lo había hecho desde que estaba recién hecha.

Su entrada se contrajo y mojó cuando Jungkook liberó su miembro sin ninguna vergüenza. Su rostro neutro y arisco hizo sonrojar a Jimin por la falta de pudor que podía tener.

Jungkook arriba de él sostiene su cabello suavemente, mientras otra ola de feromonas llega a Jimin y activa con fuerza su celo.

La voz ronca del alfa y la tensión sexual alrededor hizo hilos en sus manos que lo movieron voluntariamente al pene de Jungkook.

Nunca había hecho eso, por nadie. Y en general era virgen antes de conocer a Jungkook, la introversión impuesta por él mismo en sus años de florecimiento estaban trayendo en cara la falta de experiencia que ahora tenía.

Abre su boca ligeramente y da un chupetón inseguro, debía verse realmente patético.

Alza la cabeza lentamente pero no ve cambios en la expresión del alfa, quien inclina ligeramente la cabeza y acerca sus dedos a los labios de Jimin.

—Lámelos. —Ordena tranquilamente el gama. Jimin los observa por un segundo y es incapaz de no hacer lo que Jungkook dice.

«Malditos instintos naturales», piensa el castaño.

Abre la boca y los mete en ella, para empezar a chuparlos al ritmo ligero que estaba marcando Jungkook en su cavidad.

La saliva empieza a llenar los largos dedos del alfa, quien observa el rostro rojo y excitado del omega. Ve hacia abajo y ve el propio miembro de Jimin despierto.

—Ni siquiera te he tocado y ya estás así, ¿te calienta tanto tener solo mis dedos embistiendo tu boca?

Jimin gime cuando un pie del alfa toca su erección, haciendo una pequeña presión que solo hace mojarlo más.

Jungkook mantiene un intenso contacto visual, Jimin no sabe si sentirse enojado o más caliente por lo compuesto que parece el otro hombre.

Jungkook detiene sus movimientos en sus dedos y los abre como una tijera.

—Mantén tu boca así e intenta hacer lo mismo que hiciste con mis dedos.

Jimin se acerca más, el alfa no se mueve ni un poco, esperando a que el castaño sea el de la iniciativa en tomar su miembro.

El omega toma con más seguridad la situación, alza su cabeza y su boca busca el pene de Jungkook, pasando su lengua desde abajo hasta la punta ya húmeda.

El movimiento hace que el cuerpo del alfa se tense, por primera vez Jimin ve una reacción natural. Sin perder el tiempo, toma en su boca todo el falo grueso.

Jungkook jadea débilmente y el sonido hace temblar el cuerpo del omega. Apenas y el comienzo entraba en su boca, pero la reacción del alfa hizo una inspiración mayor en seguir.

Movió su boca lentamente, de arriba abajo, tratando de no rozar con los dientes y usar su lengua en lo posible, ignorando la arcada cuando el pene llegó al extremo de su garganta.

Jungkook observa la imagen abajo de él, el rostro lloroso del omega hacía que quisiera hacer un desastre mayor en él. Su mano aprieta el cabello de Jimin y empuja aún más su miembro en la profundidad de la boca del castaño, quien gimotea por el abrupto movimiento.

Había tenido muchas felaciones antes, incontables, y definitivamente con personas con más experiencia; sin embargo, ver a Jimin ahí, arrodillado y dando rienda suelta a su naturaleza... Era una emoción inexplicable.

La lengua del omega estaba haciendo un gran trabajo, lo que lo llevó a un pensamiento de posesividad al pensar en Jimin ganando esa experiencia con otros.

Jungkook no pudo evitar marcar un ritmo más rápido, haciendo que los sonidos sonaran sin límite alguno. La boca del omega lo aprisionaba con tanto calor, haciendo que su alfa gruñera con satisfacción.

Jimin tenía la sensación disfrutable de la carne haciendo cosquillas en su lengua, yendo cada vez más profundo dentro de él. Escuchar los jadeos bajos del alfa hacía que fuera imposible ocultar su propia excitación.

Su entrada ya estaba completamente mojada, y cuando las pequeñas embestidas de Jungkook se hicieron en un ritmo más rápido llevó su propia mano a su agujero. Bajó un poco sus pantalones y rozó suavemente ese lugar, donde el dolor estaba siendo más visible por cada minuto que pasaba.

De un momento a otro, el alfa se retiró de su boca, provocando un sonido vergonzoso de pop. Jungkook lo carga con maestría y lo arrincona contra el escritorio frío.

—¿Q-Qué haces? —cuestiona sorprendido.

Todo sucedió muy rápido.

El alfa no contesta nada detrás de él y responde bajando su ropa inferior con facilidad. Jimin jadea en sorpresa e intenta girar la cabeza pero Jungkook lo sostiene rápidamente contra la madera.

—El único que puede tocarte aquí... —Murmura ronco mientras acaricia la entrada de Jimin, causando un gemido bajo en él—, soy yo, ni siquiera tú puedes hacerlo a menos que te dé mi permiso.

Jimin muerde su labio y está a punto de reclamar tal declaración del gama cuando siente la punta de este rozando su agujero. Siente el contorno del pene de Jungkook contra las mejillas de su trasero, frotándose suave y tentadoramente.

El alfa mantiene su cabeza contra el escritorio sin aplicar ninguna fuerza, y usa su otra mano para jalar el brazo de Jimin, usándolo como palanca para impulsarse profundamente dentro de él.

—¡Nhg! —Grita Jimin por la intrusión gruesa, sus uñas se clavan en la madera cuando Jungkook empieza a embestirlo sin piedad.

No hay vaivenes lentos y considerados, todos los empujones son fuertes y precisos.

—Te cogeré tan fuerte, tan profundo, hasta borrar el mínimo pensamiento de otros alfas en tu mente.

La vista de Jimin se vuelve borrosa, el sonido acuoso pugna en sus oídos una y otra vez. La sensación del pene del alfa en él y la declaración profunda de su lobo hace estremecer su cuerpo.

—¡Ah, Jungkook, más lento! —Gimotea Jimin. Sus súplicas son borradas cuando el alfa lo clava aún más contra el mueble, embistiendo con más fuerza, con una excelente puntería en ese lugar tan oculto dentro del omega. Jimin empieza a gemir sin vergüenza, las sensaciones son tan fuertes.

El miembro palpitante de Jungkook dentro de él lograba causar estragos extraños en el castaño. Su propia erección se siente dolorosa y no puede creer que esta vez no sea la única en sentirse venir por solo el trasero.

—Jungkook, Jungkook... agh —Jadea suplicante, las feromonas llenan el cuarto y lo marean con más fuerza.

Sus cuerpos se tocan de la cabeza a los pies, irritando por todas partes. El omega apenas puede soportarlo, y agarra con fuerza el mueble debajo de él, usándolo de soporte a los cada vez más agresivos empujones del gama, sus nudillos comienzan a ponerse blancos.

Se da cuenta que ha seguido sin objeciones las órdenes del alfa, cuando este ni siquiera ha murmurado una vocal con su voz, todo mientras estaba emocionado y temeroso de las consecuencias. Sin descanso, Jungkook continuó sus acciones en el agujero de Jimin. Jalando su cabello ligeramente, temblando al borde de lo demasiado y no lo suficiente.

El castaño se siente derribado con cada embestida, pero no es capaz de objetar. Estaba ridículamente perdido y no quería suplicar a que terminara. No algo que se sentía tan bien.

De repente, Jungkook vuelve dar en su próstata. El calor viaja a través de su cuerpo en forma de ondas sísmicas, a través de su estómago y la madera del escritorio. Jimin cae suavemente en los brazos del alfa; sin embargo, esto no lo detiene.

Jimin yace extasiado, lo que hizo que Jungkook buscara frenéticamente su liberación. El calor dentro de Jimin aumenta y sus paredes se contraen contra el cada vez más grande miembro de Jungkook.

Inhala fuertemente cuando el alfa se libera con un gruñido, la sensación del semen dentro de él no parece más algo extraño.

Los dos recomponen su respiración lentamente. Abriéndose a la realidad de lo que sus instintos trajeron. Jimin se felicita internamente por no desmayarse por infinita vez.

Jungkook se da cuenta que se ha dejado otra vez por su alfa, la espalda del omega frente a él tenía ligeras mordidas causadas por su episodio no razonable.

—¿Estás bien?

El castaño reacciona a la voz atrás de él, el sudor en su cuerpo no se sentía bien y la posición no era muy buena para entablar una conversación. Aún así, la preocupación mínima del alfa hizo que el pecho de Jimin se calentara.

—Sí, estoy bien, gracias. —Responde lento, respirar le costaba y hablar aún más, por lo que no pensó mucho en sus palabras y se arrepintió después de decirlas.

«¿Gracias, por qué? ¿Por follarme?», Jimin piensa avergonzado, solo quería fundirse contra la madera y desaparecer.

El alfa no responde, pero Jimin puede jurar que siente una sonrisa contra su piel.

No pasa mucho tiempo después para que el nudo termine de bajar, por lo que Jungkook se retira lentamente de él, causando un jadeo involuntario en Jimin por el movimiento.

Su vergüenza aumenta cuando siente algo líquido salir de él. Agradeció en su cabeza que el celo de los dos terminara en los próximos días, si no es que mañana.

Se habían sincronizado sus feromonas, por lo que el calor en su cuerpo también acabarían el mismo día.

El castaño respinga débil cuando el alfa lo carga entre sus brazos, incluso así, sus piernas estaban temblando y sostenerse del mueble por sí solo estaba siendo difícil, Jungkook debió haberlo notado.

Jimin se sostiene del fuerte pecho del gama y rodea su cuello ante el cambio abrupto de la posición. Alza su cabeza y se encuentra con el rostro cercano del alfa.

—Quédate ahí, sostente —habla Jungkook cuando Jimin hace el ademán de separarse, el hombre más joven decide no decir nada cuando el alfa asevera su agarre.

Rodean el escritorio y salen camino al baño del dormitorio.

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—¡Achú!

Jimin se rasca la nariz y la frunce levemente, estaba frío y su cuerpo húmedo al salir del baño. Observa la puerta de al lado donde el sonido de la regadera venía.

Jungkook había insistido en limpiarlo, otra vez. Jimin no podía soportar más golpes a su orgullo así que se negó vehementemente.

Jungkook lo miró gélido y Jimin decidió guardar sus palabras por el día.

Fue rápido, afortunadamente. Después, el alfa lo rodeó con una toalla y le dio ropa limpia que habían dejado sus bayanlar en la mañana. Lo dejó en la habitación y se adentró para darse un baño propio.

—Alá... —suspira fuertemente mientras cubre sus ojos. Aún tenía la sensación de las manos del alfa; tocando y adueñándose de su piel, la sensación de sus dedos, de su todo—. Vaya límite que has puesto, Jimin.

Su padre siempre le decía que debía controlarse, que más allá de las acciones de los alfas que lo rodeaban, la culpa estaria en él si pasaba algo.

"Por lo menos haz eso bien y no me decepciones", le decía con una expresión de asco, como si ver su estado de omega trajera toda la deshonra.

Estudiando sus acciones hasta el día de hoy, la decisión de huir no fue tomada de imprevisto. Le tenía miedo a su padre, odiaba que otros decidieran su vida y se hicieran con él.

Esa era la causa principal del porqué no había tenido un segundo intento de escapar, no con tanta determinación como en los primeros días que llegó a Turquía. La inseguridad de volver a esas garras, a la casa con cara triste.

El hilo de sus pensamientos se corta cuando escucha el ruido de la regadera detenerse y la puerta del baño abrirse.

Jimin cubre con más fuerza sus ojos cuando ve que Jungkook sale desnudo, con solamente una toalla que estaba usando para secarse el cabello. Dios, qué seguridad de los alfas.

—Si mañana acaba el ciclo, me iré a un viaje corto de negocios —anuncia el alfa mientras camina a la otra puerta, donde estaba la grande habitación con ropa. Jimin alza una mano y escucha atentamente—. Mis hombres te cuidarán, a excepción de Namjoon y Ömer, los necesito conmigo.

Jimin asiente lentamente en aceptación, incluso si Jungkook no lo estuviera viendo, sus expresiones darían a relucir su decepción, así que era mejor.

Ömer y Namjoon, posiblemente más alfas, Jimin quería que por lo menos se quedaran Taehyung, Yoongi, Azra y Tristán con él. Una sensación extraña lo recorrió cuando pensó en ello, les había tomado mucho cariño así como con Kenia, Edith y Elit.

También se iba Jungkook, había dicho que era corto, pero Jimin se sintió más intranquilo al pensar en la separación prolongada, su marca no era especialmente nueva, pero tampoco tenía más de un año, una separación tan abrupta en los primeros meses de la mordida podía ser complicado para los omegas.

Tal vez esa era la razón por la que el gama no se había ido en el último tiempo, Berat le había dicho que viajaba mucho antes de que él llegara a la mansión. Sea cual fuera la situación por la que se iba debía ser muy importante.

—Ya veo, entiendo. —Susurra el castaño, Jungkook sale del armario cuando escucha un tono débil en la respuesta de Jimin, se encuentra con una expresión complicada.

—Puedes empezar a palpar el terreno de los centros de arte, aunque no dudo que mi madre te buscará primero para enseñarte, no creo que haya complicaciones con eso considerando tus conocimientos en el campo.

Jimin alza la cabeza con interés, la expresión oscura de su rostro se vuelve con ligeros matices de emoción.

—Daré lo mejor que pueda.

Los ojos tranquilos de Jimin hacen que la tensión en Jungkook desaparezca automáticamente. Huele el aire de manera no obvia y capta una reducción en las feromonas de celo en el castaño.

Debería estar bien esa noche.

Jungkook asiente después de unos segundos y empieza a caminar a la salida, al cuarto sobrante de al lado.

—¡J-Jungkook! —grita Jimin atrás de él, deteniendo sus pasos y girando su atención en el omega.

Cuando Jimin se da cuenta que ha llamado al alfa involuntariamente, su cuerpo retrocede inmediatamente. Ya no podía irse para atrás, no cuando el alfa lo veía así.

—¿Podrías quedarte?

Jungkook frunce el ceño un poco y parece algo desubicado por un segundo. Jimin lo observa insistentemente y espera una respuesta. El gama termina asintiendo y se dirige a la cama con él.

Jimin da un espacio grande, al punto de que está a la orilla de la cama. Pegarse sería demasiado, pero su omega quería la cercanía del olor de Jungkook, debía ser otro síntoma más de su calor.

—¿A dónde irás? —se encuentra a sí mismo preguntando. No es capaz de alzar su cabeza para ver la reacción del alfa.

—Canadá.

La respuesta con tono simple pasma a Jimin, ¿Canadá?

—¿Él está bien? —Jimin no tiene que especificar a quién se refiere.

—Sí, lo está. No voy por él, si esa es tu verdadera pregunta —declara Jungkook neutro, Jimin muerde su labio—. ¿Querías verlo? —el alfa pregunta.

—¡No! —responde rápidamente Jimin en pánico, tal vez con demasiada intranquilidad, el ceño raro en Jungkook le da a entender eso—. Yo... no quiero verlo jamás, con saber que está bien es suficiente para mí.

Jimin se encoge entre las sábanas y su olor empieza a cambiar.

—¿Es realmente el matrimonio forzado por lo que escapaste?

La pregunta de Jungkook le hace suspirar fuertemente, fue abrupta pero Jimin empezó a cuestionar primero. Las sensaciones que traía la respuesta eran algo complicadas.

—En parte, y... tal vez suene como un alivio para ti, pero la razón por la que no he dado rienda suelta a mis acciones de escapar no es por el miedo que te pueda tener. —Empieza Jimin con una voz débil—. Es realmente por el miedo que le tengo a él; si me voy, sé que me encontrará.

El silencio se hace presente poco a poco, la voz de Jimin se va apagando y el olor ácido en él también es palpable. La imagen de su padre realmente no traía buenos recuerdos en el castaño.

Su cuerpo tiembla cuando Jungkook se acerca un poco más y lo jala de la cintura para alejarlo del borde de la cama.

—Durmamos —susurra en su espalda.

Cuando el alfa se acuesta a su lado y siente el calor que su cuerpo emana, no es muy complicado para Jimin encontrar su sueño.