🧧!! ' XXIX

—¿Estás haciendo un nido?

Jimin escucha las palabras del hombre frente a él, pero no logra registrarlas correctamente. El término no común en su diccionario lo hace sentir confundido. ¿Un nido? Era absurdo.

Excepto que no lo era tanto.

Rodeado de las sábanas, camisas, sacos e incluso ropa intima del alfa frente a él, todo apuntaba a un nido, hecho por nada más ni nada menos que él.

Cuando Jungkook da un paso más y se acerca, Jimin se tensa, escuchando un gruñido en advertencia viniendo desde su propio pecho. El alfa se detiene inmediatamente, y el castaño abre los ojos en sorpresa.

—Lo siento, yo... —Jimin intenta encontrar las palabras correctas, algo realmente difícil considerando que le acaba de gruñir al hombre frente a él. Sintiendo a su omega en flor de piel se esfuerza en dar respuesta a su comportamiento.

Se sentía nervioso y protector, era su nido. Lo había construido con sus manos y aunque no requiriera un esfuerzo grande, era especial para él. Sintiéndose en medio de la razón y su lobo, tiene la sensación de un ataque de pánico a punto de inundarlo. Todo eso era demasiado y nuevo para el de ojos grises, estaba asustado.

De repente, el olor atrayente del alfa lo envuelve por completo, mucho más fuerte que antes. Alza la cabeza y se encuentra con las ámbares del alfa, más brillantes que nunca en la oscuridad del cuarto.

Jungkook suelta una gama de sonidos lentos y bajos. A pesar de la extrañeza en la cabeza de Jimin se escuchaba realmente atrayente; no eran ronroneos, ese sonido era único en alfas, demasiado sensuales a odios de omegas. Era una respuesta, una petición a dejar que entrara a su nido.

Jimin respira lentamente y observa todo movimiento del gama, considerando si el alfa era merecedor de estar en su nido. Era una acción muy íntima, la situación era una escena de apareamiento.

Cuando Jungkook extiende su mano, con su cercanía latente, el omega de Jimin lo reconoce, era su alfa. El alfa no ve reticencia a su acercamiento, por lo que ve aceptación a su toque. Toca con delicadeza la mejilla del omega, ahuecando su rostro de manera lenta.

El castaño toma su mano y se recarga ante el toque, oliendo la piel de la palma y ronroneando ante la sensación placentera recorriéndolo.

Manteniendo su mirada en el alfa, traslada sus movimientos a su boca. Jungkook respira profundo cuando Jimin empieza a besar sus dedos, uno a uno, tomándose el tiempo necesario.

Cuando huele en el aire el dulce en el omega, cercano a sus muslos, sabe que ninguna medicina podría hacer efecto contra su poco control.

—Jimin —murmura bajo, una advertencia silenciosa.

El omega alza la cabeza, temblando cuando siente su entrada empezando a humedecerse. Hay una esencia aparte del olor natural de Jungkook, más picoso y fuerte. Casi quiere reír a la realización de que sus celos se habían sincronizado.

Era algo normal, en parejas enlazadas. Pero solo pasaba cuando las circunstancias de la unión fueran beneficiadoras, y con una atracción profunda de parte de ambos lados.

Había interés, de eso estaba seguro.

Jimin se inclina lentamente hacia atrás, pegando su espalda a las sábanas debajo de él. El alfa estaba controlándose, lo veía claramente en cada centímetro de su persona.

Jimin se asegura de que la mirada de Jungkook esté sobre él y nada más que él mientras desliza lentamente sus pantalones fuera de él, su piel temblando a su propio toque, ropa interior yéndose también. Desde que llegó a Turquía su ropa era muy delgada, por lo que no hubo mucha complicación para que no tuviera nada que cubrir su parte inferior.

El omega de Jimin disfruta ver los ojos de Jungkook oscurecerse conforme cada segundo pasa.

Lentamente y poniendo a prueba su impaciencia, abre sus piernas ante el fuego de los ámbares sobre él, una invitación silenciosa. Dándole al alfa una vista clara de dónde lo quiere.

En cualquier otra situación se sentiría completamente cohibido, con el rostro rojo por mostrarse de manera tan desvergonzada. Culparía al calor de su celo en incremento, pero sabía que iba más allá que eso.

Respinga cuando Jungkook toma uno de sus pies, alzándolo y haciendo una mayor vista a su parte baja. Muerde su labio cuando el alfa empieza a besarlo, subiendo lentamente del empeine a su tobillo. El frío de los labios del alfa se siente evaporar al calor de su cuerpo.

Su miembro se endurece y su entrada se lubrica aún más cuando la lengua del alfa toma cada milímetro de su pierna, de la rodilla hasta la parte interna de sus muslos internos, como si necesitara todo de sí para disfrutar y devorar cada parte de él.

—Ah... —Gime Jimin cuando el alfa empieza a poner más atención cerca de la zona sensible.

—Aún tienes oportunidad de decir no, no creo que pueda detenerme después —susurra Jungkook observándolo serio. El castaño se recarga en sus hombros y estudia las palabras con cuidado. Las nubes en sus ojos eran difícil de sobrellevar.

Estaba en celo, estaba consiente, y no sabía si había activado en respuesta el del alfa.

Justo como en la noche del día en que se conocieron; sin embargo, esa vez fue un reconocimiento pronto y salvaje entre sus lobos, no podía ni siquiera comparar esta situación con el episodio agresivo de Jungkook de hace unas noches.

El calor estaba latente, y era imposible soportarlo hasta cierto punto, pero su razón estaba demasiado presente por el momento. Jimin sabía dónde estaba y con quién, estaba seguro que Jungkook también se encontraba en sus cinco sentidos, con el deseo carcomiéndole, pero esperando una afirmación de parte del castaño.

A ese punto, encontraba realmente cansado dar negación a sus verdaderos deseos. Era insoportable y doloroso toda la amatividad de su lobo, sentía que era un reloj de arena con el tiempo contado, después de ese momento sería difícil volver a la realidad. Esta era una oportunidad para negarse, sabía que si decía no, Jungkook no dudaría en levantarse y proporcionarle todo lo necesario para liberarse a sí mismo por su cuenta, encerrando su propio deseo bajo llave. Por un lado podría hacer eso, pero otra parte más demandante dentro de él sentía que no era la mejor opción, Jimin estaba decidido a eso.

Su omega quería al alfa, pero él también.

Mordiéndose el labio, calcula sus próximas palabras con seriedad. Ya había tomado una decisión.

—Incluso si lloro, me sienta morir y grite, no te atrevas a detenerte. —El omega mantiene su decisión con fervor, cada palabra dicha con nada más que sinceridad. El arrepentimiento podría venir después con sus consecuencias.

Los ojos de Jungkook brillan en lo oscuro del cuarto, Jimin respinga con deseo cuando sus aromas salen sin restricciones, mezclándose en una armonía disfrutable a sus sentidos.

—¡Agh! —Jadea cuando el alfa levanta abruptamente sus piernas sobre los hombros contrarios. Su boca no pierde el tiempo y la lengua de Jungkook recorre un camino desde su muslo interno hasta su entrada húmeda. Jimin cierra los ojos cuando la lengua del gama se clava dentro de él, se sentía tan jodidamente bien.

Al principio son movimientos lentos y profundos, el alfa tomaba su tiempo para torturar con devoción su agujero. Jimin gimotea cuando el agarre de Jungkook en sus muslos se afianza.

Dirige sus manos a su propio miembro para una liberación pronta, pero es detenido abruptamente por el turco, quien agarra sus muñecas secamente. Jimin hace un sonido grave en molestia.

—Déjame...

—No te vendrás por otra parte que no sea aquí, no tendrás otro estímulo hasta que esté clavado profundamente dentro de ti. —Lo interrumpe Jungkook, su voz ronca de deseo. Jimin quiere volver a decir algo pero Jungkook vuelve a pugnar su entrada con la boca, de manera fuerte y con maestría, sus movimientos simulan embestidas que tienen a Jimin desfalleciendo.

—¡Ah, Dios! —Llora sintiendo las lágrimas de excitación desbordarse por sus mejillas. Jungkook pasa el agarre en sus muñecas a una sola mano, la otra empieza a deslizarse por su pierna, acariciándolo y provocando que la piel del omega se erice.

Antes de continuar, el alfa escupe en su entrada y levanta aún más las caderas de Jimin, manteniendo un agarre fuerte en ellas.

Acariciando su vientre por unos segundos, desliza dos dedos de manera tortuosa en el castaño. Parecía que el alfa se tomaba su tiempo para hacer crecer el libido dentro de Jimin.

El alfa se desliza a la altura de su rostro y lo besa profundamente, el omega se deja llevar por el mar de sensaciones que le proporciona el toque del gama dentro de él, embistiéndolo dulcemente. Cuando el alfa se traslada a su cuello, cambia la cantidad de dedos a tres, haciendo que Jimin no pueda contener los gemidos de su boca a tal estímulo.

El alfa hunde su rostro en la curvatura del cuello de Jimin, donde estaba su mordida. Las embestidas de sus dedos aumentan y la lubricación de Jimin también, el propio miembro del omega parece querer liberarse. La promesa de Jungkook de venirse por solo su entrada no parece tan lejana como en un principio pensaba.

Pero para frustración del omega, Jungkook retira sus dedos antes de que pueda alcanzar el orgasmo. Jimin jadea por el abrupto cambio y enfrenta al alfa para reclamar. Sintiendo un bulto grande rozando su entrada, las palabras se quedan sin sentido dentro de su mente.

Alza los ojos y ve en Jungkook una expresión complicada, poco a poco suaviza el agarre en las manos de Jimin y deja que se liberen. Ambos jadean cuando el miembro duro de Jungkook en su pantalón lude con más insistencia en su trasero.

Jimin sabía que estaba dudando, lo sabía porque el alfa no lo veía a él específicamente, veía la piel descubierta del pecho de Jimin, donde los moretones y mordeduras de noches pasadas aún seguían pugnando. El alfa cerró los ojos con fuerza, un intento vano para calmar sus instintos.

Sintiendo el toque suave de dos manos en su rostro, Jungkook abre los ojos sorprendido.

El rostro del omega estaba muy cerca al suyo, la luz de la luna tras la ventana hacía que los ojos cristalinos del castaño brillaran con más intensidad al rastro de lágrimas restantes.

—Está bien, estoy bien. —Susurra Jimin bajo, captando el olor de duda en el otro hombre.

Jungkook siente su alfa temblar cuando el omega sonríe sincero hacia él, una expresión tranquila en su rostro.

Jimin lo acerca y lo besa dulcemente, y el alfa se encuentra incapaz de no responder a tal calidez presentada. El castaño baja sus manos y abre botón a botón la camisa del alfa, acariciando su pecho y los músculos en la piel, producto de un entrenamiento pronto en la niñez; incluso, logra sentir algunas cicatrices pequeñas que no notó antes y también se toma el tiempo para acariciarlas lentamente.

Desliza sus manos al pantalón y lo desabrocha rápidamente. El alfa se separa del beso por un momento y se acomoda entre las piernas de Jimin, mientras este se abre a la dureza de Jungkook.

El alfa junta sus frentes, sostiene el lateral de la cadera de Jimin con una mano, agarrando con la otra la de Jimin mientras se alinea. El castaño cierra los ojos con fuerza cuando Jungkook empieza a entrar, sus gemidos ahogados en los labios del alfa.

Toma un momento para que Jungkook entre por completo en él, Jimin se da cuenta que sería imposible acostumbrarse a su tamaño alguna vez. El alfa empieza a deslizar su lengua por su cuello y sus hombros, poniendo especial atención en la glándula sensible de Jimin.

El castaño respira profundamente y rodea a Jungkook con sus piernas, un mensaje silencioso para que empiece a moverse. El alfa empieza un vaivén fuerte y lento, dando una puntería certera en cada empuje en algún punto dulce dentro de Jimin.

Los dos mantienen sus ojos sobre el otro, disfrutando el placer resultante de sus cuerpos unidos. Jimin se encuentra a sí mismo realmente caliente por la expresión de excitación en el alfa; con su boca entreabierta soltando jadeos. silenciosos, era una imagen muy diferente a la siempre fría y seria.

—Más... ngh, r-rápido. —Gime Jimin cuando el alfa empieza a clavar más profundo dentro de él. Si antes era fuerte el olor de la mezcla de sus feromonas, ahora era una explosión de sensaciones difícil de soportar.

Jungkook se incorpora y aumenta la velocidad de sus embestidas, el sonido chapoteante hace sonrojar a Jimin, pero no tiene tiempo de detenerse mucho en el pensamiento cuando los movimientos de Jungkook le hacen gemir con más fuerza.

En el ángulo que estaban, la vista a su entrada era clara, donde el miembro de Jungkook salía y entraba con demandantes empujones. Jimin podía ver el bulto en su vientre cada vez que el pene de Jungkook ingresaba en él.

El alfa sigue su mirada y agarra la mano de Jimin, guiándola a ese bulto y presionándolo.

—¿Lo sientes? —Jadea ronco Jungkook—. Aquí es donde tendrás a mi bebé, me aseguraré de eso.

Jimin muerde su labio en éxtasis, y grita en placer cuando los empujes de Jungkook se vuelven el doble de salvajes.

—¡Espera, si lo haces de esa manera me vendré! —pide jadeante Jimin, el alfa estaba haciendo un desastre dentro de él.

—Aún no —dice el gama, desliza la mano que estaba en la cadera de Jimin y lo jala hacia sí, haciendo que el omega quede sentado sobre él.

Jimin se sorprende al abrupto movimiento y se sostiene rápidamente de los hombros anchos de Jungkook, quien no pierde el tiempo y lo empieza a embestir en esa posición con fuerza. El miembro del alfa se sentía tan profundo dentro de Jimin.

Jungkook masajea su trasero y lo aprieta con sus manos, las marcas rojas no tardan en hacerse presentes.

—Dios, estás tan apretado.

Jimin sabía que su rostro y cuerpo eran un desastre, las manos de Jungkook lo moldeaban exactamente como querían, y él no se encontraba en negación para no disfrutar eso.

El alfa jala delicadamente su cabello, y Jimin siente a su miembro palpitar con más fuerza.

—¡Ah! —gime fuerte cuando Jungkook ocupa su boca en su pecho, atacando vehementemente un pezón con sus dientes mientras seguía entrando y saliendo de él. La estímulación era demasiado para Jimin, sentir la lengua de Jungkook en otra zona tan sensible lo ponían al límite, y más aún cuando el alfa lo hacía tan bien.

Jungkook lo rodea por completo y lo eleva un poco, usando nada más que la fuerza en sus brazos para mantener esa posición. Jimin siente el miembro de Jungkook hincharse poco a poco en su entrada y las embestidas fuertes son una señal de un clímax pronto. Su cuerpo se estremece en anticipación, y aprieta aún más al miembro que atacaba su agujero una y otra vez.

—¡Ngh! —Jimin siente la liberación hacer temblar su cuerpo cuando el alfa lo muerde, marcando la antigua mordida severamente. Su rostro lloroso sólo hace al alfa intentar buscar su propio clímax con más vehemencia.

El nudo se empieza a formar y Jungkook se viene dentro del cuerpo apretado del castaño. Jimin siente caliente sobre su interior, la semilla del gama llenándolo por completo.

Los dos jadean en busca de balancear su respiración. La realización del sudor en sus cuerpos se hace presente hasta ahora por la pegajosidad en sus pechos.

Jungkook quita un cabello travieso de la frente de Jimin, para después acunar su rostro gentilmente. Jimin se encuentra incapaz de no buscar más de toque del alfa.

Cuando el nudo baja, ninguno de los dos duda en buscar los labios del otro.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Jimin se siente bien, perdido en sueños profundos apenas nota el dolor de sus extremidades provocadas por una noche en vela. Recuerda el sol y sus rayos de luz inundando la habitación cuando su cuerpo no resistió a otro orgasmo y descendió al cansancio.

Siente el calor próximo de otro cuerpo cerca del suyo y es imposible para él no buscar más contacto de este. Abre los ojos con pesadez, sus sentidos apenas adaptándose al despertar.

Quiere estirarse un poco, pero un agarre en su cintura le impide hacer movimientos grandes. Alza la cabeza pasmado y lo recibe el rostro dormido de Jungkook arriba de él.

Se había quedado dormido en su pecho. Aún había rastros de su actividad de la noche anterior en ambos. El olor a sexo en la habitación era mareante y el líquido que Jimin sentía entre sus piernas daba un mensaje claro; sin embargo, no sentía tanto semen saliendo de él, el alfa debe haberlo limpiado rápidamente, pero sería imposible sacar todo por completo considerando cuántas rondas tuvieron.

Jimin se sonroja ante el recuerdo.

Se habían consumido por completo, y Jimin sabía que el deseo proveniente de ambos era demasiado para ser solo instinto, considerando que incluso había hecho un nido.

El castaño recarga su barbilla en el pecho tatuado, observando el rostro sereno del alfa. Incluso en las mañanas se veía más atractivo, sin toda esa imagen formal y elegante; su cabello estaba revuelto, sus pestañas largas y sus rasgos varoniles eran de envidiar a la luz del sol.

Se quedó un buen rato contando los lunares en su rostro y cuello, trazando los tatuajes a su alcance, deteniéndose en el del pecho. Estaba seguro de haber visto ese símbolo extraño antes, pero no sabía dónde.

—¿Disfrutas la vista?

Jimin respinga sorprendido ante la voz abrupta que lo vuelve de su trance. Alza la cabeza y ve a Jungkook aún con los ojos cerrados, con una expresión impasible.

—¿Desde cuándo estás despierto? —Jimin cuestiona avergonzado, Jungkook abre los ojos sin esfuerzo o pesadez, sus orbes parecían brillar aún más por la mañana.

—Diez o veinte minutos tal vez —Responde tranquilo el alfa, y el omega se arrebola más. Debió verse ridículo al observar al gama con tanta insistencia.

Jimin gira su cabeza a otro punto, no sabía cómo sentirse a los ojos divertidos de Jimin. Hace el ademán para levantarse pero es regresado a su lugar tan pronto como lo intenta. Jungkook manteniéndolo ahí.

—¿Qué sucede? —pregunta confundido.

—¿Te duele en alguna parte?

El omega frunce el ceño con más confusión, abre y cierra la boca una y otra vez pero no es capaz de decir nada, aún procesaba la pregunta del gama, tanto interés era no tan común.

—No sé, mis piernas un poco pero tendría que ver en el resto del día —Contesta Jimin simple, no mentía, sentía hormigueos en sus muslos internos, y su cuello se sentía mallugado.

Jungkook asiente lentamente en reconocimiento, después de un momento estira su mano libre y acaricia el cabello despeinado de Jimin. El castaño se estremece al toque gentil.

El tema pendiente de hablar de lo que pasó anoche o el poco control en los dos picaba en la lengua de ambos, Jimin lo podía sentir, pero no estaba seguro para sacarlo ahora. Le gustaba estar así, sin ataques y palabras groseras.

Si él no sacaba el tema, Jungkook tampoco lo haría, y lo agradeció internamente.

El turco lo libera y se incorpora de la cama, Jimin se encuentra confundido a tal abrupto cambio y falta de contacto, así que empieza a levantarse también, pero es jalado de nuevo a los brazos del alfa.

Gime sorprendido cuando Jungkook lo levanta y lo carga.

—¿Qué h-haces? —Demanda Jimin. Jungkook se muestra tranquilo, como siempre.

Jimin tartamudea inseguro y se aferra rápidamente a Jungkook cuando este empieza a caminar al cuarto de baño.

—Tomaremos un baño.

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