🧧!! ' VIII

El sonido de las aves, del agua correr en la fuente y el toque en la puerta de roble, hicieron que Jimin odiara las mañanas y se rehusara a dejar la suave cama de su habitación. Por primera vez no sintió extrañeza al llamar ese lugar como suyo y se regocijó al toque de las cobijas sobre él.

—Hürrem. —Volvieron a llamar en su puerta con más insistencia. El omega no pudo evitar jadear molesto, la voz de Elit se había vuelto más fuerte pero él no se quería levantar.

—¿Deberíamos llamar al amir? —Se escuchó el susurro de Kenia a sus compañeras. Ante la mención de Jungkook, el castaño se incorporó en su cama rápidamente, era muy temprano para lidiar con problemas de tal índole. Y su vergüenza en esos días y el poco control de su lobo que había tenido desestabilizaban sus sentidos, sería más agible evitar al alfa por ahora.

—¡No, no! Estoy despierto, pueden pasar. —Contesta apresuradamente. Las mujeres tenían una expresión divertida en sus caras y Jimin se preguntó si lo habían hecho a propósito.

—Buenos días, Hürrem. —Se inclinaron todas al mismo tiempo. Jimin solo asintió mientras restregaba sus ojos, sabía que no podía convencerlas de ser más informales con él.

—Le hemos traido el desayuno, Hürrem, puede tomarlo mientras lo vestimos. —Se acercó Kenia con una bandeja en sus manos. Eran... Jimin no sabía qué comida eran los platos frente a él, pero tenían un olor exquisito; así que comió un bocado mientras disfrutaba el explosivo sabor en su boca. Las mujeres empezaron a quitarle las batas a las que llamaban pijamas.

El omega se preguntó si era un requisito que fueran las ropas transparentes para poder usarlas.

—Esto es delicioso, ¿qué carne es? —Preguntó con sus mejillas llenas de comida.

—Es cordero, Hürrem, esta mañana se le mató. —Explicó Elit mientras arreglaba su cabello. El omega casi se atraganta.

—¿Mataron?

—Por supuesto, Hürrem, la carne que le damos a usted debe ser de la mejor calidad, no vamos a comprarla al mercado. Carne fresca implica más fertilidad en el omega. —Continuó Elit. La palabra fertilidad le quitó el apetito a Jimin.

—Ah, claro. —Murmuró antes de dejar el plato de carne a un lado y empezar a picar las fresas.

Mientras lo vestían con unas prendas similares a las del día anterior, pero menos elegantes, llamaron a su puerta por segunda vez en el día. Jimin sintió su corazón palpitar con rapidez.

—El doctor está aquí, Hürrem. —Anunció una voz un poco menos gruesa que la de Jungkook, si no se equivocaba Jimin era Namjoon. El olor del otro alfa no dio indicios de presencia.

—Pasen. —Indicó el omega ignorando la sensación ácida en su estómago.

Los dos hombres entraron con paso dudoso, palpando el olor del omega para saber que estaba bien entrar a sus "territorios".

—El amir tuvo que atender unos asuntos en la empresa, una disculpa, Hürrem
—Habla Namjoon con ese mismo aire despreocupado y amable. El castaño no pudo evitar un sentimiento de molestia al pensar que ellos creían que la presencia de Jungkook era necesaria, ¿creerían que se enojaría por eso?, Jimin decidió no decir nada y asintió.

—Un placer conocerlo, Hürrem. —El viejo dio un paso en frente mientras ponía sus manos sobre su cabeza. Soy Elak, el médico principal de los omegas en la familia Hasmet.

Tenían un médico propio, animales exóticos y personal que parecían ser de carácter élite, Jimin no se sorprendería si le dijeran que tenían un cohete espacial propio en la familia de Jungkook. Lo que sería absurdo para sus propios pensamientos.

—Yo soy Jimin, un gusto. —Se presentó él mismo con la misma amabilidad, el viejo le sonrió aún más. Las arrugas en su rostro y los ojos con brillo inteligente, hicieron que Jimin tuviera un sentimiento de alivio y confianza.

—¿Puedo? —Le preguntó Elak mientras señalaba el botiquín que traía. Sus acompañantes y Namjoon se alejaron de él y se clavaron en el centro de la habitación.

—Sí, claro. —Respondió Jimin. Sabía que el turco había mandado el doctor para ver la marca y verificar que estuviera cicatrizando de manera correcta, lo que agradecía desde su interior porque las palpitaciones que sentía de ella lo hacían dudar de si eso era normal o no. El señor se acercó hacia un extremo de la cama y palpó la glándula de Jimkn mientras acercaba una lámpara manual.

Pasaron unos minutos mientras el doctor seguía verificando la marca, y Jimin pudo ver el sentimiento apenas perceptible de emoción en las omegas. Namjoon tenía una cara neutra como siempre.

—Todo está bien. La mordida está cicatrizando perfectamente, después de que se cierre completamente empezará a tornarse. —Se dirigió el doctor a Jimin. El omega sabía a qué se refería con eso y una mueca se extendió por su rostro.

Cuando un alfa marca a un omega, la mordida es el único indicador que muestra la estrechez en la relación entre la pareja. Si una mordida conserva su color rosa alrededor, quiere decir que la unión entre el alfa y el omega es fuerte; sin embargo, si el color es gris y apagado, es totalmente lo contrario.

Jimin ya predecía el color de su mordida una vez que sanara.

—¿Puedo usar cubridores? —Le preguntó al doctor.

—Bueno... eso es inusual en omegas, casi siempre todos quieren mostrar presumidamente la mordida de su alfa, pero si Hürrem es más discreto en ese aspecto, no habría problema en la cicatrización. —Respondió Elak y el omega sintió alivio inmediato. Volteó a ver las cuatro personas al pie de su cama y con duda volvió a dirigirse a Elak.

—¿Puedo hablar a solas con usted, doctor? —Indagó con inseguridad Jimin. Las tres omegas y el alfa en la habitación captaron la indirecta y se dirigieron fuera de la habitación. Cuando el beta asintió a su dirección para que continuara, Jimin no pudo evitar el nerviosismo en su voz.

—¿Puede darme unos supresores? —Pidió. El doctor le dio una mirada extraña.

—¿Por qué querría suprimir su calor ahora, Hürrem? —Cuestionó el doctor confuso.

Jimin entendía el porqué preguntaba eso y no pudo culparlo por ser tan entrometido. Después de todo, ¿qué omega unido no querría pasar sus calores con su mate en vez de ahogarse en medicina para controlarlos?

—Es personal. —Contestó Jimin bajo. Sabía que ahora Jungkook y él estaban unidos, pero era una relación de beneficio y política. No había sentimientos reales en todo eso, quería evitar más accidentes como el de la última vez. El doctor lo miró con duda antes de asentir.

—Ordenaré unos supresores especiales para Hürrem. —Dijo por fin el viejo. El omega pensó que se iba a retirar cuando la mano del doctor se posó sobre su vientre, con un sonido de sorpresa se incorporó rápidamente de la cama.

—¿Q-Qué hace? —Tartamudeó asustado, era una reacción normal de cualquier omega ante el tacto en una zona tan importante.

—Oh, mis disculpas, Hürrem, esto es sólo una rutina normal de revisión. Solo estaba verificando algo, aunque aún es muy pronto para predecirlo. —Explica Elak paciente. El ceño en el rostro de Jimin se frunció más.

—¿Pronto? ¿Para saber qué exactamente? —El castaño anticipaba la respuesta.

—Para saber si está esperando, Hürrem.

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—Es todo por hoy, caballeros. —Jungkook se incorpora de su asiento mientras los hombres en la mesa también se levantaban. Les dio una última mirada para despedirse antes de retirarse de la sala de reunión, Marco, siguiéndole el paso desde atrás.

Usualmente era Ángel su secretaria, quien le acompañaba a ese tipo de reuniones. Pero su compañera omega había dado a luz apenas una semana atrás, la alfa le pidió un periodo para cuidar a su mate, que Jimin no dudó en darle.

También Berat le había pedido que ayudara a la formación de Marco para sus estudios en administración, casi siempre el pelirrojo estaba estudiando en línea desde que empezó su carrera, negándose a la propuesta de Jungkook de pagar la universidad por él, argumentando que también le gustaba trabajar en la casa junto a su abuelo.

—Necesito los registros de la deuda de la familia González para esta tarde. —Le indicó al omega mientras entraba a su oficina. Cuando se sentó para seguir con su propio trabajo se dio cuenta que Marco seguía ahí. ¿Pasa algo?

—Amir, es una duda que todos en la casa tenemos y nos causó gran curiosidad. —Jungkook dio un gesto de permiso para que el omega continuara cuando su voz se fue apagando poco a poco—. ¿Por qué se está uniendo hasta ahora? —La confesión del omega realmente sorprendió a Jungkook, no sabía la razón de la extraña actitud del omega en los últimos días y eso lo desestabilizaba más.

—¿Por qué preguntas, Marco? —Cuestionó en respuesta. Marco apartó su mirada y se concentró en el piso mirando sus zapatos. El silencio en la oficina dio un peso incómodo en el ambiente.

—¿Por qué él, amir? –Después de unos segundos, por fin habló Marco, el alfa dio un suspiro pesado. Después de su último calor hace un año, realmente esperaba que el omega no diera falsas suposiciones a sus acciones. Ignoró deliberadamente la mirada de afecto que le dio el omega durante todos esos años.

—Creo que eso solo me concierne a mí, Marco. —Finaliza el alfa, su tono no era seco, sonaba más como si le estuviera explicando a un niño, como contar y restar. Pero el de cabellos rojos sabía que también implicaba que no diría nada más. Así que con la opresión en su pecho se retiró del lugar para hacer la tarea ordenada. No tenía sentido buscar respuestas por ahora.

Cuando la puerta se cerró tras el joven, el alfa se reclinó sobre su asiento para girar su vista a la ciudad frente a él. No había tenido tiempo de digerir los últimos días que dieron un vuelco a su tranquila vida y el causante de todo eso.

Durante sus treinta y tres años de vida siempre había tenido un control total sobre los instintos de su alfa, el ser un AG había facilitado las cosas y puesto límites a los omegas, betas e incluso alfas menores que intentaban pasar las murallas de Jungkook.

El alfa no tenía intención de unirse, aunque su familia lo presionara, pensaba dejar recaer la responsabilidad de un heredero a su hermano. El amor y la construcción de una familia de su parte era un pensamiento muy lejano en su consciencia.

Estuvo indagando e investigando por su cuenta los instintos de su alfa de esa noche que se unió con Jimin, él era un hombre que se iba más por la ciencia y no creía en los conceptos del destino. Aunque los resultados de sus investigaciones apuntaban más a un encuentro predestinado, él seguía intentando buscar más respuestas al porqué de la falta de control de su parte.

Después de tratar de poner su mente en paz y seguir con su trabajo, el ruido de pelea afuera de su oficina lo distrajo.

—Le he dicho que no puede entrar. —Escuchó la voz de Marco, con un tono enojado que era poco propio de él. Estuvo a punto de incorporarse para verificar que todo estuviera bien cuando prácticamente tiraron la puerta de su oficina. Trató de controlar sus feromonas cuando se dio cuenta de quién era el causante de tal escena en su empresa.

—Ali. —Dijo con un tono seco mientras veía al omega molesto frente a él. Marco estaba agitado mientras se sostenía en el marco de la puerta.

—Amir, le he dicho que no podía pasar y la seguridad fue amenazada de ser acusada con usted si no lo dejaban entrar. —Explicó con voz cansada. El OG frente a él no decía nada y solo miraba insistentemente a Jungkook, esperando algo de su parte. El alfa sabía que permitir la libre entrada a Ali en su empresa traería problemas futuros y no se equivocó.

—Está bien, Marco, puedes retirarte. —Jungkook suspira mientras vuelve a acomodarse en su silla.

—Pero...

—¿No lo escuchaste? Retírate de una vez yetersiz. —Ali se dirigió a Marco con desprecio. El otro omega estuvo a punto de contestarle cuando un gesto de Jungkook lo paró.

—Marco. —La voz del turco trató de see lo menos dura posible, sabía que no era culpa del omega pelirrojo. Con una leve duda y un sonido de indignación, Marco dirigió sus pasos a la salida.

Ali se sentó frente a Jungkook antes de que el turco le diera la invitación. Por el olor en sus feromonas, el alfa sabía que no iba a decir nada bueno.

—Ali, ¿qué estás haciendo aquí?

—¿Ahora me diriges la mirada, o acaso es que era necesario que nadie de mi familia estuviera presente? —Ataca el rubio mientras interrumpía a Jungkook, el alfa torció la boca ante la grosería, pero tantos años conociendo el temperamento del omega pusieron su enojo a raíz.

—¿A qué viene eso? —Decidió preguntar esta vez.

—Sabes muy bien a qué me refiero, después de tantos años sin verte. Cortando todo lazo entre nosotros, me entero de que el alfa que habían prometido para mí, el único compañero que quería, estaba unido a alguien más, ¿y no sabes a qué me refiero? —Ali no estaba gritando, pero la ansiedad en su voz era un mensaje claro en el turco del estado fúrico en el que estaba. De cierta manera sabía que el omega lo interceptaría en algún momento pidiendo respuestas, no esperaba que fuera tan pronto.

—Nuestro arreglo se acabó cuando subí al mando, Ali. —Le recordó Jungkook, la paciencia siempre había sido un adjetivo admirable en el alfa.

—¿Y qué hay de lo que prometiste cuando éramos niños? —Susurró Ali mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y el cárdeno en su mirada se tornaba rojo. El tenso ambiente se tornó incómodo, una promesa pasada sin cumplir siempre era origen de disturbios en el mundo negro del que eran parte sus familias.

—Eso fue hace mucho, éramos niños —Jungkook respondió ante la mirada dolida de Ali. Conocía los ojos determinantes que le estaba dirigiendo ahora y sabía lo que estaba a punto de decir.

—Muérdeme, Jungkook, no me importa que tengas uno o cuatro omegas más. —Su voz era una súplica baja, Jungkook negó en respuesta.

—Sabes lo que pienso sobre el harem, Ali. —Contradijo el alfa. El enojo dentro del omega creció aún más.

—¡No me importa si no soy el primero! ¿¡Tanto me odias!? ¡Yo no fui el que mató a tu padre! —Explotó Ali mientras se levantaba, tirando la silla en su acción. En los ojos de Jungkook el omega vio cómo su paciencia estuvo a punto de acabar—. ¿Tanto fue tu desesperación por no unirte de ninguna forma con la familia Yilmaz, que tuviste que unirte a un omega cualquiera?

—¡Ali! —Por fin contraatacó Jungkook, también irguiéndose sobre su asiento mostrando una postura enojada. El repentino grito del alfa hizo que el rubio se doblegara y volviera a sentarse. Su situación OG hacía que tuviera más resistencia ante las feromonas enojadas de un AG, pero la situación fue diferente.

—Nunca me habías gritado. —Tembló Ali mientras le dirigía una mirada acusatoria a Jungkook. El alfa cerró los ojos tratando de tranquilizarse, dándose cuenta que estuvo a punto de usar su voz en su amigo y eso era algo que no era característico de él.

—Ali, no vuelvas a dirigirte a mi mate de esa manera. —Pidió con un tono de voz más bajo. Vio cómo las lágrimas se derramaron libres en el omega frente a él, pero no detuvo las palabras seguras que continuó—. No quiero que vuelvas a venir a la empresa.

La sorpresa y el dolor en el rostro de Ali fue un recuerdo del día en que su padre murió. El omega le estaba dirigiendo la misma mirada de ese día y los recuerdos de ese suceso agitaron al alfa dentro de Jungkook.

—Debe valer la pena para tirar tantos años de sentimientos entre nosotros. Me equivoqué al pensar que no era unilateral. —Contestó Ali con un hilo de voz. El enojo fue cambiado por un sentimiento enorme de tristeza. Cuando no escuchó respuesta de Jungkook, como últimamente era el caso, se volvió a levantar de su asiento para dirigirse a la salida.

—No me rendiré, Jungkook. —Afirmó antes de cerrar la puerta tras él.

Con un sonido cansado, el alfa decidió dirigirse a las botellas de su oficina para calmar sus sentidos. Con el trago en la mano, se volvió a preguntar el porqué Jimin sacaba acciones y sentimientos que se obligó a enterrar con todas sus fuerzas dentro de él.

Cuando Ali salió de la oficina vio cómo el pelirrojo lo miraba con recelo. Sonrió mientras caminaba hacia su escritorio, el perfume de sus ropas caras y el sonido de sus zapatos de marca marearon a Marco.

—Puedes mirarme con todo el odio que quieras, pero no eres tan diferente a mí. Los dos estamos destinados a amar, incluso cuando no debemos. —Susurró Ali limpiándose las lágrimas, Marco no dijo nada y observó la figura desaparecer en el elevador.

Las palabras del otro omega le estrujaron su corazón por millonésima vez en esos días.

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Yetersiz: Insuficiente, aquí Ali se estaba burlando de la situación de Marco al ser un omega recesivo.

Cubridores: Son collares especiales que cubren las mordidas de los alfas en los omegas.

La voz: Es una característica de todos los alfas, sirve para controlar y dominar. La voz de un AG puede controlar incluso a alfas menores en un radio de un kilómetro

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