🧧!! ' LXVII
Los cuerpos temblorosos se convergen mientras inclinan sus frentes hasta tocar el mármol. Incluso cuando sus voces se reúnen en un eco unísono, existe inestabilidad en sus tonos al decir las siguientes palabras:
—¡Amir, te damos la bienvenida! [¡Amir, lo recibimos con gusto!]
Jungkook observa alrededor sin expresión alguna, y hace un movimiento desinteresado para evitar formalidades, sin embargo; las personas siguen en sus lugares como inmóviles estatuas. Con todos arrodillados, es capaz de ver con claridad a la única persona que no hace ningún ademán de respeto hacia él. Jimin rehuye su mirada y voltea hacia otro lado mientras alza los labios.
—Mis disculpas por no saludarlo —Jimin hace un movimiento veloz, apenas perceptible para que se pueda considerar un saludo. Jungkook frunce el ceño y sus labios se contraen en una expresión de irritación. Todos sudan ante su mirada y sus pobres mentes trabajan en los mensajes de expresión que están viendo desde su posición.
Hürrem siempre se ha considerado un omega tenaz e inflexible, la etiqueta de la Roja nunca fue algo que él considerase con mucha importancia. Este recibimiento simplemente era muy seco.
Jungkook camina hacia él y sus ojos hacen saber que quiere decir algo. Jimin voltea hacia abajo y observa cómo Marco ya empieza a enderezarse.
—¡Amir! —su voz suena tan melosa e insoportable, Jimin apenas si puede evitar chasquear su lengua.
Jungkook se detiene y mira hacia abajo, notando que no se había dado cuenta de la melena roja bajo sus pies. El razonamiento llega a él de inmediato mientras observa los ojos zafiros que le miran anhelantes. Marco había sido una presencia inexistente en los últimos meses, y su reputación en el clan había sido herida por sus actos groseros. No recordaba que se encontraba en Kilyos, relegado y castigado por su mano.
—Marco —dice seco, lo suficiente como para hacer que todos retrocedan temblorosos a su alrededor. Aún así, el omega parece ser ignorante del verdadero ambiente que fluye en el aire y su rostro se ilumina con una sonrisa sincera hacia Jungkook.
Jimin quiere reír ante la absurda escena, por supuesto que ese omega cambiaría su cara de inmediato frente a Jungkook. Su mano cruje y se retuerce, y requiere de mucha de fuerza pага retraer sus feromonas, si mostrara ese tipo de descontrol los rumores sólo incrementarían. Acaba de llegar a otra región de Turquía, en esta mansión tenía que mostrar una imagen benevolente, con su papel no podía saltar a la mínima provocación o las voces entre el clan se alzarían en susurros prejuiciosos contra él. Había veces en las que él mismo ni siquiera podía ayudarse.
—Amir —la voz dulce de Elit se extiende entre ellos de repente—. Pido permiso para hacer una acusación.
Jimin voltea sorprendido, Edith y Kenia parecen compartir su asombro en silencio. Jungkook alza una ceja en respuesta, no conocía mucho a las damas de Jimin, pero sabía que eran silenciosas y modestas. Eran mujeres que habían sido entrenadas para hablar cuando se requería, por lo que no podía ignorar este cambio de actitud.
—Habla —dice Jungkook mientras da una mirada rápida a Jimin, quien parece notar su atención hacia él y le ignora sin discreción.
—Amir, usted sabe el estado delicado en el que se encuentra Hürrem. En esta etapa. del embarazo y después de los riesgos que han sufrido los niños imperiales, es de suma importancia mantener la salud de Hürrem como mayor preocupación del clan —Elit hace una pausa ligera antes de continuar, todos guardan silencio mientras habla con una precisión tranquila—. Es por eso que Hürrem no puede enfrentarse a emociones fuertes. Con este atrevimiento que tengo para hablar, puedo sostener que recientemente Hürrem casi es arriesgado de nuevo... ¡Esta sirviente le pide la rectitud de su mano para que pueda castigar al causante!
Jimin jadea cuando Elit se arrodilla, intenta detenerla pero Kenia y Edith le siguen con la cabeza baja. Cuando se quiere inclinar para alzarlas, ellas rehuyen su tacto y le piden paciencia en sus ojos.
Alexander observa de lejos con miedo, y su banyalar le instruye para retroceder. Para el harem hay cosas en las que no pueden intervenir, este tipo de situaciones puede llevar a una ejecución de toda la mano de trabajo de la Mansión Mavi.
—Explicate —exige Jungkook mientras mantiene sus ojos en las tres mujeres arrodilladas.
Jimin muerde sus labios y alza el mentón con enojo, el aroma alrededor de Jungkook se ha espesado y puede causar estragos en los lobos de los demás. Teme que pueda afectar directamente a sus banyalarsi se les expone a él mucho tiempo, por lo que está apunto de decir algo para que Jungkook se controle mejor. Sin embargo, Namjoon surge desde la espalda de Jungkook y a lo lejos mueve la cabeza en negación hacia él.
"No interrumpas."
Jimin hace una mueca y lo ve con extrañeza, Namjoon suaviza su rostro y vuelve a hacer el mismo movimiento de negación. El omega duda, debido a los sentimientos negativos que ha reunido hacia Namjoon por la ocultación de información sobre su madre y su origen es difícil verlo a los ojos sin querer llorar y reclamarle. El mensaje de su enojo y desconfianza hacia él había sido claro al nо querer verlo tampoco, ¡por lo que no podía pedirle nada!, así que Jimin da un paso, ignorando a Namjoon de lejos. Pero el alfa no retrocede y vuelve a hacerle una expresión de súplica, Jimin lo ve de reojo y aprieta los labios. Demonios.
—Para responder a Amir, mi acusación va directamente a la sanguijuela bajo sus pies. Desde el palacete principal busca reducir a Hürrem, por lo que fue expulsado desde hace tiempo, pero viendo el orgullo en su rostro ahora, ¡realmente no aprendiste tu lección! —Elit señala a Marco sin tartamudeos, haciendo que este reaccione de inmediato.
—¡Mentirosa lamebotas! ¿¡Es que mi nivel no es lo suficiente para decir unas cuantas palabras a mi señor!? —Marco se alza y le grita enojado a la mujer, Jimin tiene el Impulso de querer voltearle el rostro para callarlo—. ¡Si es tan grande que no puede saludar a humildes sirvientes entonces se hablará de él!
—¡Simplemente lo es!
Y como una ola arremetiendo, todos se arrastraron en el piso. Tal fuerza de voz de comando calló hasta las cigarras de los jardines recónditos del lugar. Jimin mira el rostro de Jungkook con sorpresa... su voz, incluso en este distanciamiento su lobo respondía con ahínco.
—¡Desde hace tiempo se decretó la prohibición de rumores y chismes entorno a las altas posiciones del clan! ¿Quién se atrevería a decir algo de la figura materna de la dinastía!?
—¡No nos atrevemos a ir, nunca! [¡No nos atrevemos Amir, de ninguna manera!]
Jimin cierra los ojos en culpa de nuevo. Estas personas volvían a responder por algo en lo que no estaban involucrados.
—¡No quise hacer enojar a Amir! ¡Por favor perdóneme! —Marco se acerca de rodillas hacia Jungkook, tomando con manos temblorosas la manga de su camisa. Jungkook se aparta con brusquedad y le da la espalda.
—Nuevamente has ofendido a tus mayores, Marco. Mis consideraciones contigo eran sólo por el trabajo de tu abuelo durante todos estos años de servicio. En este punto no puedo ser indulgente —Jungkook espeta serio mientras todos observan atentos a sus palabras. Jimin da una ligera mirada a su expresión cuando los segundos pasan sin ninguna palabra dicha, la seriedad en su rostro no se ha esfumado, pero parece estar pensando en algo con seriedad. Justo después de que Jimin aparta los ojos cuando se encuentra de nueva forma con los de Jungkook, él habla—. Serás castigado con la pena máxima de nuestro clan a omegas por tu falta.
Todos guardan el aliento ante eso, Jimin alza la mirada y por fin enfrenta la de Jungkook. La Marcación de Amapolas, era un castigo que estaba desde el reinado del sultán Orhan I, era extremadamente cruel contra omegas con grandes crímenes. Implicaba la extracción de la glándula de marca, el extirpamiento de utero y heridas permanentes en todo el cuerpo del omega. Sin embargo, este castigo fue ligeramente cambiado en el reinado de Mehmed V. dejando el castigo a sólo una cicatriz en el rostro de no más de siete centímetros. Este castigo se mantuvo junto con antiguas reglas del imperio caído a época de la Roja. Si Jimin había aprendido bien, era la primera vez en cincuenta años que se volvía a aplicar.
—Amir! Amir, affet beni! [¡Amir! ¡Amir, perdóneme!] —Marco grita con más fuerza después de escuchar sus palabras y todos tiemblan ante sus alaridos de súplica, pero al ser ignorado la desesperación le llena. Sabiendo que no obtendrá respuesta alguna, se dirige a Jimin y se acerca de rodillas hacia él. Jimin no lo empuja cuando pega la frente en sus pies—. ¡Hürrem, le ruego me perdone por mi falta! ¡Si lo hace, prometo escalar la montaña de cuchillos y entrar en el mar de fuego por usted sin quejarme!*
Jimin observa el rostro de Marco contorneándose de miedo. El rostro de un omega, así como su glándula y vientre, definitivamente era lo que les hacía vivir. Ese castigo era ligero comparado a antes, pero incluso para él era difícil tomar una decisión.
—Amir ha sido paciente, tienes suerte de no perder tu cabeza el día de hoy Marcos. Sé agradecido —la voz de Namjoon se hace presente, haciendo que Jimin no dude y tome una decisión de inmediato.
—La cicatriz será de cinco centímetros. Después de eso, seguirás trabajando en la mansión Mavi hasta que tus huesos se calen sin descanso.
Marco muerde la parte interior de su mejilla y sus verdaderos sentimientos se ocultan bajo sus ojos rojos. Pero no se atreve a decir una palabra más, no cuando podía perder su lengua también. Alá había sido misericordioso con su destino, tampoco podía ser avaricioso con algunas cosas que no estaban en su control. Jimin gruñe y su voz ordena sin temblores.
—Llévenselo.
—¡Hürrem es magnánimo! —las voces unísonas vuelven a surgir con otra inclinación. Marco le observa en silencio mientras es llevado por ambos brazos y nadie dice nada de nuevo cuando la gran puerta se cierra detrás de él.
—Lamento meter a Amir en este tipo de problemas sin importancia —Jimin camina hasta Jungkook y baja la cabeza, haciendo que Jungkook tome su mano con preocupación. Jimin es capaz de soltarse antes de que alguien lo note—, le prometo que no volverá a pasar.
La mandíbula de Jungkook se tensa sin disimulación, y sus ojos se vuelven oscuros y feroces ante el rechazo. De repente, las personas alrededor que ya se enderezaban, volvieron al piso de rodillas por la pesadez que se posó en su espalda de repente.
–Veo que Hürrem está cansado, por lo que su servicio no será necesario —Jungkook voltea hacia las tres mujeres detrás de Jimin, haciéndolas temblar de inmediato por la amenaza que perciben—. Yo lo acompañaré hasta las alas principales.
Nadie refuta.
—Como ordene, Amir.
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Las puertas se cierran detrás de ellos con un sonido áspero. Jimin camina sin voltear detrás de él y aprieta la unión de su velo en su pecho cuando nota la cercanía de Jungkook detrás de él. No dice nada cuando el alfa se inclina e inhala cerca de su cuello, pero el sonido de disgusto que Jungkook hace después de eso le pone incómodo.
—Nuestros hijos son fuertes y sanos, puede parecer apresurado pero el tiempo pasa como arena entre dedos. Tal vez sea hora de que elijamos el método de parto para una mayor comodidad para ti —Jungkook pasa al lado suyo sin tocarlo, plantándose en medio del lugar empieza a observar alrededor con despreocupación y tranquilidad. Jimin ríe sin gracia y voltea a otro lado con molestia. Esta conversación tan fraternal y sin chiste le hace querer vomitar.
—¿Nuestros?
Jungkook gira la cabeza con parsimonia, el veneno entre las palabras de Jimin no tiene ningún efecto en él a primera vista. Pero por el cambio en su olor, Jimin sabe que lo ha desestabilizado.
—Jimin, sé que mis palabras ahora son vacías para tus oídos. Pero sé que me escuchaste cuando te lo dije, no me rendiré para lograr tu favor —Jungkook dice con voz suave, haciendo que Jimin se irrite más—. Hasta que me perdones.
—¿Es que para ti sólo se trata de ganar? —escupe sin miramientos—. Dejé mis creencias, mi estilo de vida y mi libertad por ti y tú... ¡Yo sólo pedí una cosa, una maldita cosa!
Jungkook suspira y aprieta los dientes. Su instinto le pide acercarse pero sabe que el rechazo está más que asegurado. Le habían indicado mantener la tranquilidad de Jimin, pero un paso suyo y ya ponía a su omega de esta manera.
—¡No pudiste ser sincero conmigo, mi padre... mi madre! ¡Mi madre, Jungkook, es más que un daño colateral! —Jimin camina hacia él, apuntando un dedo hacia su pecho y empujándolo. Jungkook no hace nada para detenerlo y retrocede—. ¡Tu maldita familia, sus malditas reglas y tú, ¡sobre todo tú, han sido el mayor error en mi vida!
Jimin lo empuja otra vez, arremetiendo contra él hasta que Jungkook le sostiene la mano y lo jala hacia él.
—Y sin embargo aquí estás, a mi lado, donde siempre has pertenecido. Los lazos son más espesos que el agua, tu presencia y la mía en ese avión estaba marcada desde antes —Jungkook toma su rostro con ambas manos, juntándolos con ahínco. Jimin percibe el dolor en los ojos amatistas del alfa mientras sus exhalaciones se reúnen con fuerza, a centímetros de los labios del otro—. Eras mío antes de que nacieras.
—¿Destino? —Jimin hace una mueca con burla, provocando más heridas en el corazón de Jungkook—. ¿O la hegemonía de tu familia y sus horribles costumbres?
Jungkook niega mientras acaricia sus mejillas, ese rostro que se le presenta es un extraño frente a él, apenas es soportable para sus sentidos mantener la mirada.
—Siempre has sido más que eso, lo sabes.
Jimin siente su pecho arder mientras sus respiraciones se vuelven más lentas. Este acercamiento le asfixia con cada segundo cerca de ese hombre.
—El problema, Jungkook, es que yo ya no sé nada de ti. Ya no eres mi alfa.
Jungkook se separa por un momento y sus manos tiemblan mientras le apartan con delicadeza. Con cada centímetro de distancia la marca en el cuello de Jimin arde y duele bajo el velo que le cubre. La mirada de Jungkook se vuelve intensa, sus ojos brillan con un torbellino de emociones descontroladas, como un océano embravecido que amenaza con desbordarse en cualquier momento.
El alfa no dice nada y Jimin se siente cansado, por lo que quiere dar la vuelta e irse, da dos pasos hasta que Jungkook le toma del brazo otra vez y le jala sin cuidado. Jimin se siente atrapado por la fuerza de Jungkook mientras le besa con un sabor frustrante, aún cuando es agresivo no muestra ninguna reacción física que le detenga, pero con cada segundo su cuerpo se tensa en dolor mientras su mirada se vuelve fría y distante. Con un movimiento rápido y determinado, el omega aprieta con fuerza y muerde el labio de Jungkook en un gesto de rechazo y liberación. La sangre brota de la herida, pero Jimin no muestra remordimiento ni vacilación.
Ha sido suficiente, no puede soportar más este dolor y confusión emocional. Un recuerdo en su visita a Ayasofya se presenta entre ellos de repente, con una misma sensación de distanciamiento que parece ahogarlos a ambos.
—Gitmek. [Vete] —la voz de Jimin no tiembla incluso cuando su corazón lo hace ante sus frías palabras.
Jungkook permanece en un silencio pesado, su mano pasa por el rastro de sangre de su labio y aprieta los ojos en una expresión que Jimin no puede entender.
—Aún con palabras crueles en tu corazón, mi marca y mi desendencia siguen estando en tu cuerpo —Jungkook saca un pañuelo de su saco y limpia la sangre de la punta de sus dedos sin alguna prisa, su tono de voz se mantiene sin molestias al igual que su rostro—, necesitas mis feromonas para que el embarazo prosiga sin dificultades. Si insistes quedarte en Kilyos, no me importará mudar todo el centro de la organización. No te puedes librar tan fácil de mi.
—La organización tiene que permanecer en Estambul, no soy tan ignorante como crees, sé muy bien por las movilizaciones que has hecho en el continente que no puedes darte la libertad de ser tan ocioso —Jimin espeta con dureza, y sin dejar que Jungkook le interrumpa sigue hablando sin chistar—. Los ataques de los Yilmaz han llegado a todo el país, la desaparición de La Corse ha traído dudas en La Gran Mesa y las guerras en Oriente han vuelto a explotar, por lo que el flujo de nuestras armas puede inclinar la balanza en esa parte del mundo. Jungkook Hasmet, ¿qué clase de líder serías si dejas esos asuntos por temas personales conmigo?
Jungkook alza los labios ligeramente y su entrecejo parece temblar mientras lo observa. Jimin ha colmado su paciencia, es fácil verlo incluso entre la distancia entre ellos.
—Mirate, realmente eres el Hürrem de la nueva época —Jungkook susurra con peligro, una mezcla de ira y tristeza en sus ojos—. Si crees que puedes enfrentar todo esto por ti solo, entonces adelante, pero recuerda que también tienes responsabilidades que no puedes ignorar. Como figura de poder, tienes deberes que cumplir en tal delicado momento de la organización. Tu lugar es en la capital, con tu alfa.
—Lo sé perfectamente. Pero según las reglas, mi estado me permite descansar de asuntos del clan que pueden mantenerse en tus hombros, a excepción del harem por supuesto. El único miembro de él está aquí, por lo que puedo permanecer aquí hasta dar a luz si es que me place.
Jungkook aprieta los dientes cuando un gruñido se filtra en sus labios. No importa cuán paciente puede ser, esta clase de actitud de su omega se siente un claro reto para sus instintos, el querer alejarlo de él es inaceptable para su lobo.
—Jimin.
—Además, Jabir se encuentra aquí. Su estado aún es delicado y como miembro importante de la familia principal puedo encargarme de su cuidado sin interrupciones —Jimin le interrumpe, dejando al alfa mudo por largos segundos debido a lo que ha escuchado. Jungkook había escuchado el reporte de la negación de Jimin ante la muerte de Jabir por palabras de Taehyung, por lo que había estado con gran preocupación desde entonces. Debido a la negación de Jungkook por verlo y su decisión apresurada de venir a esta región, no había podido verlo con sus propios ojos. Su furia parece disiparse ante la realización de la gravedad que Jimin presenta.
—Jimin —Jungkook habla con voz más suave, intentando tener un tacto paciente para él—. Esa noche en que ingresaste en el hospital, el estado de Jabir empeoró gravemente.
Jimin mantiene los ojos sobre él, con una expresión que no le dice nada. Jungkook duda e intenta inhalar a su alrededor con disimulación. El olor de Jimin se ha apagado, no hay nada que le diga el estado de su omega, así que se encuentra completamente a oscuras de cómo llevar este tema. Pero él sabe, la realidad es el primer paso que puede dar para que en un futuro no empeore el estado de la mente de Jimin, el cual ya se encontraba en una delicadeza preocupante. Jungkook tenía que ser cruel, nuevamente.
—Jabir falleció esa noche.
El rostro de Jimin se tensa y sus manos empiezan a temblar. El lobo de Jungkook le insta a acercarse al percatarse de un posible avecindamiento de otro ataque de pánico, pero sus pasos se detienen de inmediato cuando la mano de Jimin le voltea el rostro en un movimiento rápido. El sonido de la bofetada resuena en la habitación, seguido de un silencio tenso. Jungkook se queda en su lugar, con una pasmades que jamás había sentido hasta ahora.
—Vete, no lo volveré a repetir.
—Jimin... —sin alguna mascara encima, la tristeza y preocupación de Jungkook se muestran con una plena libertad que Jimin jamás había visto. La muestra de debilidad en el rostro del alfa le desorienta de una manera dolorosa, por lo que cuando Jungkook hace el ademán de querer acercarse otra vez no puede evitar el dejar salir su voz con desesperación y miedo.
—¡No!
Jungkook detiene sus movimientos en automático, como si un botón se hubiera presionado dentro de su mente, dejándolo congelado en su lugar. Su mente lucha por procesar lo que acaba de ocurrir y su lobo araña por tratar de comprender la reacción de su omega que se le presenta de frente. Una voz de comando, es lo que le ha detenido en primer lugar, pero lo que la ha instado a no continuar es la imagen de Jimin frente a él. Un rostro lleno de miedo y repulsión, eso es lo que le ha dejado en blanco.
La bofetada que Jimin le propinó aún arde en su mejilla, y es lo único que le hace ver que aún respira. En una situación fuera de su control, la sensación dentro de él es completamente desorientadora y devastadora. Sin saber cómo actuar, decide observar una vez más hacia adelante, donde el cuerpo aún tembloroso de Jimin le mira, su respiración pesada le llena los oídos mientras baja la mirada al vientre del omega. Después de un rato, se recompone y endereza su cuerpo, dando un paso sin mirar otra vez a Jimin le rodea y pasa de él. Jimin cierra los ojos cuando sus pasos se detienen a su espalda, pero la duda no dura mucho y vuelve a alejarse de él. Cuando la puerta se abre y el olor de Jungkook se disipa, otro surge entre la puerta que aún no se cerraba.
—Hürrem —la voz de Namjoon susurra a su espalda. Jimin lleva una mano a la glándula de su cuello y arranca el cubridor en su cuello. La quietud envuelve la estancia, sólo interrumpido por el leve susurro del viento que se cuela por las rendijas de la ventana.
—Tú también, Namjoon, no te quiero ver.
Jimin siente la humedad en sus mejillas de repente, sus brazos envuelven su estómago e inhala con fuerza cuando no escucha nada de nuevo. Lo percibe antes de darse la vuelta. Ya no hay nadie detrás de él.
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*Proberbio Chino que se refiere a no escatimó se esfuerzos por algo o alguno.
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