🧧!! ' LVIII

Un aire ligero y frío danza de pies a cabeza en Jimin.

El sonido de sus latidos se vuelven claros mientras la movilidad llegaba poco a poco en él. Su cabeza punzaba mientras una mano se movía debajo de su pecho.

Un pitido conocido se sobrepuso al de su corazón, despertándolo cuando una mano caliente se desliza en su frente.

Su vista se vuelve cada vez menos borrosa mientras pasan los segundos, el conocimiento de su habitación llega cuando su cerebro empieza a trabajar.

Voltea hacia su derecha, donde Jungkook lo veía de lado. Jimin parpadea hasta que sus ojos dejan de arder y sus manos palpan el colchón en el que ahora se encontraba.

Viendo su cuerpo, se da cuenta que tiene una máquina Holter y otros aparatos que jamás había visto en sus escasos conocimientos de medicina.

—Hürrem.

Jimin dirige la cabeza hacia el lado contrario donde Jungkook estaba sosteniendo su mano. La expresión seria de Bangchan le vuelve a saludar en medio de su confusión, sólo estaban ellos tres... en un nuevo cambio de escenario al que Jimin recordaba.

—Ne... oldu? [¿Qué... sucedió?] —su mente trabajó con el primer idioma que pudo estructurar. Apenas pudo poner atención al dolor de su garganta cuando sus ojos se dieron cuenta de la falta de presencia que estaba buscando—, El doctor Elak...

—Muerto —responde Jungkook secamente, contestando su pregunta no dicha mientras sus ojos adquieren un color gélido—. Mordió su lengua, antes de que pudiera preguntarle más y cortarle la cabeza. Todo el equipo de investigación médica que se coló en nuestros hospitales ha muerto, mis hombres siguen buscando pistas.

Jimin presiona la cabeza contra sus manos con exasperación.

—Su familia estaba amenazada, la persona que le pidió guardar el secreto de su embarazo tiene grandes alcances, hürrem —Bangchan rasca su cabeza con desespero.

Jimin vuelve a sentir un mareo enorme cuando la palabra nueva llega a sus oídos.

Embarazo.

La razón por la que sintió el piso caer y el mundo reconstruirse para llevarlo a la cama donde estaba ahora.

Las ganas de vomitar vuelven de repente cuando su mente se mueve en una espiral confusa.

Hubiera expulsado la comida si no fuera por el frío que sintió en su estómago de repente.

—Jungkook estaba impaciente por ver tu verdadero estado y sacar una veraz ecografía de lo que sucede ahí. Despertaste antes, es bueno —Bangchan pone un pequeño aparato que parecer tener forma de manija, se sentía raro y viscoso junto con el gel que ha puesto repentinamente sobre él. Jimin hubiera quitado su mano pero el escepticismo apenas podía hacer trabajar al motor de su cuerpo. Fijándose en el aparato nota que es un transductor, Jimin abre los ojos cuando se percata del ecógrafo, su cerebro apenas acepta lo que está sucediendo de repente—. Ah, ahí está.

Jimin siente su cuerpo temblar, el sudor frío baja sobre la parte trasera de su cuello mientras ve la pantalla de colores negros y blancos.

Puede sentir que Jungkook ha dejado de respirar a su lado.

Su mano se aprieta con un pánico que le llega de repente, un miedo algo justificado a lo ahora inesperado.

Sintió que su corazón se volteó cuando Bangchan frunció el ceño.

—Eso... es... —su rostro parece desestabilizado, Jimin siente que por primera vez en su vida el hombre no tiene palabras. Su mano gira el transductor una y otra vez. Jimin permanece sus ojos en la pantalla sintiéndose embelesado como un insecto a la luz.

Se siente rendido tan pronto cuando ve las manchas en movimiento. Corazones saltando a la par con el suyo.

—Dos... —termina antes de que Bangchan siga, susurrando la palabra mientras el monitor cardiaco registra el aumento de su corredizo corazón—. Son dos.

Su mano cubre su boca para callar el sollozo involuntario que se quiere colar entre sus dientes. Una acción inútil cuando otros jadeos lo acompañan.

Su lobo no puede ocultar su naturaleza, la aceptación y la jovialidad de lo que su cuerpo ha hecho y lo que crece dentro de él le sobrepasan.

En medio de una confusión extraña no puede evitar reconocer la vibración que le sacude de pies a pelo.

El reconocimiento de los pequeños cuerpos hace que su respiración se vuelva irregular.

Mientras la humedad le llena las mejillas su rostro gira en automático a su alfa a un lado suyo. Su instinto toma acción para compartir el disfrute que le llena a su omega.

Dos cachorros, nuestros.

Las palabras no salen de su boca, y su voz queda atascada en su garganta cuando nota el estado de Jungkook. No hay una expresión extrañamente esperanzada ni un ceño fruncido en declaración de pasmo.

La frialdad en sus oscuros ojos sólo se acentúa más. Su mandíbula se mueve mientras veía el monitor con una mueca extraña.

Sus ojos se apagan rápidamente con lo que parece ser una expresión de repulsión.

Jimin vuelve a sentir un temblor, muy diferente y ajeno al de hace unos momentos.

—Bangchan, dile —su voz es dura y sólida.

Jimin lo mira extrañado, una mano cubriendo rápidamente su estómago de la exposición que de repente sintió.

A un lado Bangchan se mueve incómodo, una mirada algo conflictiva que no le quedaba al brillo jovial de sus ojos.

El olor amargo que viene de Jungkook estaba asustándolo.

—Como te he dicho, no eres infertil. ¡Jamás lo fuiste! —Bangchan se mueve al pie de la cama, después sus manos se mueven y toman unos papeles que no llegan a la visión de Jimin—. Pero sufres un cambio biológico sin precedentes que podamos estudiar. Algo que hasta esta época no se ha visto, y algo que no esperaba en toda mi historia como médico —sus dedos rascan la punta de su nariz con incomodidad, una respuesta natural a lo que Jungkook estaba exhalando por toda la habitación—. Tu cuerpo se está adaptando, cambiando y moldeando.

—¿Adaptando? —Jimin inquiere, ignorando el contacto con el hombre que ya no le sostiene la mano.

—A Jungkook, a su género y a su lobo —explica Bangchan mientras vuelve a rascarse la nariz—. Son dos noticias muy grandes de tragar, pero tuvimos que actuar en tu momento de inconsciencia para tomar estudios de sangre, los resultados... —el alfa alza la mano mostrando los papeles—, son claros ahora.

Jimin se acomoda entre las sábanas; de repente sintiéndose cansado y apagado. Pero la intriga que siente no disminuye por su agotamiento.

—¿Qué le pasa a mi cuerpo? —la pregunta era tan obvia, tantos sintomas que atribuyó al estrés parecían ser más transparentes ahora.

—Estás cambiando... —el hombre gira su cuello, un fugaz movimiento de sus manos delata que no sabe cómo llevar sus siguientes palabras—. A un omega gama.

Jimin aprieta sus manos juntas, conocimientos básicos de primaria y de artículos académicos llegan como una explosión a su razón para buscar una explicación a lo que sus oídos han escuchado. Conocimiento básico de la sociedad ABO no Ilena sus preguntas.

—Es imposible.

—Lo es —asevera Bangchan—. O al parecer lo era. Tenemos que hacer más estudios para un enfoca más preciso, una hipótesis pronta es la exposición constante de las feromonas de Jungkook contigo, las actividades sexuales y la marca solo es una atribución... una tormenta perfecta.

—¿Precedente histórico? —pregunta Jimin mientras toca el borde de sus uñas. Bangchan niega de inmediato.

—No hay, toda la red de los Hasmet no ha podido traerme alguna información clara. Razón por la que mi indagación me hizo dar cuenta en anomalías en los estudios anteriores que mal informaban su estado de fertilidad, mi cuestionamiento al doctor Elak lo puso tan nervioso que no fue difícil imponerme para que dijera la verdad.

Jimin toca su cabeza con pesadez. Es demasiado... todo esto.

Su mente apenas puede seguir el paso de los hechos que se le presentan.

—Jimin... —la voz de Bangchan le llama de nuevo, Jungkook no reacciona por su nombramiento como lo haría—. Tu cuerpo esta trabajando mucho, el cambio de lo que ahora es exige mucho de ti... sostener y solventar a dos personas más es demasiado para que resistas.

Jimin traga con dificultad.

—¿De qué hablas? —la exigencia se adueña de su tono mientras una preocupación más grande opaca las demás.

—El riesgo de sobrevivencia con un feto era exageradamente bajo, pero con dos... —Bangchan baja la cabeza con pesar—, no veo la posibilidad de un embarazo a término.

El silencio pasa entre las respiraciones pesadas del castaño en la habitación. Cuando baja la cabeza a su regazo, el brillo de la esmeralda que permanecía en su dedo le nubla la vista, sus brazos tiemblan mientras un frío le llega por la espalda.

—Yo soportaré. Conozco mi cuerpo y sé...

—Incluso con toda la avanzada tecnología e influencia de la Roja no puedo garantizar un parto exitoso, Jimin —le interrumpe el alfa con tono clínico, sus azules ojos muestran la empatía que siente ante la situación—. Es una decisión que tienen que tomar en base a la sinceridad de los resultados. Apoyaré a ambos con cualquier... método que quieran llevar.

Jimin aprieta los dientes cuando adivina el proceso al que el hombre se refiere. Su boca se cierra antes de que pueda decir algo cruel traído por el instinto que le acompleja.

—Gracias, Bangchan —Jungkook vuelve a hablar, la sequedad en sus sílabas no se debilita. Sus ojos permanecen con dureza sobre el monitor ya apagado.

Bangchan entiende el tono de su amigo y se retira con lentitud hacia la puerta, no sin antes dirigirle una sonrisa débil hacia Jimin.

Cuando la puerta se cierra y el oxígeno se consume por las respiraciones nerviosas de Jimin, el instinto de tocar al alfa de vuelve más grande.

—Sé que no es algo que alguno de nosotros pudo predecir. Y ninguno planeó este tipo de acontecimientos, pero sé que podemos hacerlo bien y como lo he mencionado, serás un gran padre y...

—Haré los preparativos, Jimin —le silencia Jungkook de repente, como si el omega hubiera permanecido mudo todo ese tiempo.

El castaño le observa en silencio, dándose cuenta que Jungkook tenía una expresión cada vez más distante.

—¿Para qué? —pregunta con las manos temblando.

—Para el aborto.

Un trueno suena en el exterior, haciendo temblar las ventanas y puertas mientras anuncia una gran tormenta. Jimin se siente escandalizado cuando otro más le sigue.

Su instinto le exige apartarse de ahí, alejarse de Jungkook. La amenaza intangible que ahora presenta le da un pánico innegable.

—¿Esperas que me acueste en una camilla, abra las piernas y cierre los ojos a esperar que todo pase? —su propia voz pierde la dulzura, un veneno baila entre su lengua.

—Será lo mejor, no estarás solo, traeré a los mejores médicos y doctores de los cinco continentes. El ala derecha se volverá un area exclusiva, no tendrás que salir, ahorrémonos eso. —Jungkook se acerca e intenta tomarle la mano, Jimin la golpea antes de que lo alcance.

—No —finaliza mientras enseña los dientes—. Puedo comprender tu inseguridad, lo haré por esta vez. Pero a pesar de que es inesperado no significa que es indeseado para mí.

Jungkook choca los dientes, el cambio en su alfa es rápido y violento.

—No lo quiero si no estás aquí —Jungkook responde con la voz casi temblando.

—¡Conozco mi cuerpo, aguantaré! —replica Jimin con el mismo tono de enojo.

—¡Jimin! —Jungkook grita con dureza. Sus ojos arden hacia el omega, los colmillos se muestran y las feromonas parecen desbordarse mientras ambos sostienen la mirada con tensión pesada.

—Es mi cuerpo, yo decido qué y cómo llevaré cualquier situación que tenga que ver con él. Eres el padre, son tuyos de eso te aseguro no habrá objeción —Jimin murmura bajo, aguantando la picazón del lado de su mordida mientras su corazón late desbocado—. Pero no puedes decidir... ni siquiera tú.

—¡Has escuchado el diagnóstico, por una vez deja de ser necio y permite que me encargue!

—No te necesité antes, podré hacerlo solo si no los quieres. No creas que mi paso titubeará para irme de aquí, llevaré a Jabir conmigo, así tenga que morir no pediré tu ayuda al dejar Turquía.

Jungkook gruñe y se aleja de Jimin para tirar la mesa con instrumental médico de al lado. Jimin resiste los jadeos de lamento de su lobo mientras Jungkook se desborda en su ira y sigue con otras cosas alrededor.

Lo deja ser y destruir hasta que las inhalaciones de Jungkook dejan de ser tan pesadas e irregulares.

No baja la cabeza ni muestra su cuello, se jura a sí mismo no doblegarse si Jungkook decide usar la voz en él. No podía dudar en la decisión que ha tomado.

—Supongamos que llegas a término, pero no sobrevives y ellos sí —el alfa camina de nuevo hacia él, Jimin se pega al respaldo mientras pone una mano de separación, ignorando el dolor que muestran los iris dorados cuando lo hace—. ¿Crees que podría criarlos? ¿Tolerar su presencia mientras ellos respiran y tú no?

—Aguantaré —refuta Jimin.

—¿Y si no? Si es el caso contrario y no sobreviven ellos, ¿podrás vivir con eso?

Los labios de Jimin tiemblan mientras aparta la mirada. Dos pequeños cuerpos muertos llegan a la visión de su imaginación. Pensar en eso sólo hace que quiera rasgarse la garganta.

No.

—Si intentas hacerles algo... tendrás que matarme.

El omega alza la cabeza, el punto de aguante para que las lágrimas no vuelvan a fluir se rompe y se desborda sobre él. Un sollozo fugaz sale débilmente mientras Jungkook lo observa frío e impasible.

Su postura fluctúa cuando el alfa no dice nada más y empieza a caminar hacia la salida. El lamento llega cuando cierra la puerta y otro rayo retumba hasta sus entrañas.

Los gemidos de dolor le acompañan de inmediato.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Las figuraras sin vida se balancean en las luces del crepúsculo de la mañana siguiente. Los palos gruesos y grandes sostienen los cuerpos amarillos al tiempo que las moscas llegan como enjambre sobre ellos. Una capa blanca recubre la heridas salvajes que quedan en los cadaveres en putrefacción.

Jimin los observa desde la ventana, balanceando su mano mientras acaricia el cuerpo dormido de Jabir. Había ordenado que los cuerpos de los Nerit fueran llevados hasta él antes de que los plantaran a campo abierto, donde la prensa y noticias pudieran cubrir y extender el mensaje que otros grupos entenderían con claridad.

La Roja... sólo estaba por encima de la misma.

Sus bayanlar permanecen en silencio detrás de él mientras observa, y al igual que los cuidadores de Jabir, no alzan la cabeza ante él.

La ausencia de Jungkook es palpable tan temprano en la mañana como lo fue en el resto del día anterior. Su reunión en Varsovia con los otros líderes no traería un ambiente así, y sabía que la notica de su embarazo aún seguía en bocas privadas, eso le prometió Bangchan.

Namjoon era la tercera persona que sabía, pero también se había ido con Jungkook.

No. Las personas en el palacete debían intuir que el humor irascible de Jimin y cualquier situación con su amir estaban relacionados.

Y a pesar de que los omegas se marcharon esa mañana la gelidez que había contaminado el aire en los días pasados seguía estando presente de forma constante. Casi tan tangible como la presencia del invierno llegando a puerta en Turquía, donde la nieve había cubierto la extensión de la tierra y pasto.

Jimin sonrió ligeramente, de esa forma los cuerpos durarían en exhibición más tiempo.

—¿Tienes presente de lo que pasará si intentas algún movimiento de traición en contra de mí o mi gente?

Jimin voltea hacia la figura de movimientos nerviosos atrás de él. El pálido rostro de Alexander sólo se acentúa más cuando se inclina ante él por tercera vez desde que exigió su presencia.

Su pequeña cabeza asiente una y otra vez con inseguridad. El castaño entiende con empatía el miedo en el otro omega; después de todo, el cuerpo de su dama de compañía también se encontraba empalada en el exterior.

La expresión final de su rostro no expresaba una muerte tranquila.

—Estarás como mi invitado exclusivo hasta que termine yo mismo la estancia. Serás llevado a otra habitación aparte, sustituiré tus sirvientes y acompañantes para una seguridad mayor para ti y para mi —Jimin le observa mientras Alexander sigue asintiendo ferozmente—. Azra será tu guardia personal.

El efecto después de sus palabras fue deleitante. Los músculos del pequeño omega se contraen con sorpresa, y sus ojos se alzan por primera vez para observarlo. Jimin casi ríe por el rojo que le tiñe las mejillas al joven Cariporsi.

—Te acompañará todas las noches y todo el día si es tu deseo. Es un aprendiz rápido y un políglota excelente como todos, servirá como tu intérprete también.

Alexander abre los ojos con un brillo fugaz, sus movimientos dudan pero termine dando una inclinación más.

Jimin responde con respeto a la misma y le hace una señal de permiso para retirarse.

Cuando el omega se va, resiste el impulso de tocar la parte debajo de su pecho. Así que decide pasar su atención a otro asunto que le preocupa, dirigiendo sus pasos a Elit.

—Hürrem —la mujer da una reverencia, Kenia y Edith le siguen.

—Elit, necesitó que mandes algo a las familias allegadas a los Hasmet y de influencia en el continente. Con prioridad a büyük valide.

—Lo que ordene será inmediatamente prioritario como actividad fundamental en el clan —Elit se alza y junta sus manos—. ¿Qué tengo que mandar, hürrem?

Jimin camina nuevamente al lugar donde Jabir reposa, da una respiración larga y suspira con suficiencia.

—Un anuncio, el cual llegará rápidamente a Varsovia como justificante de la disolución del harem —Jimin huele la confusión en las tres omegas como respuesta.

—¿Qué tengo que escribir en él?

El castaño vuelve a dar una ultima mirada al exterior antes de continuar.

—La nueva llegada de la próxima herencia de la dinastía.

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