Capítulo 22


JungKook terminó la llamada, dejando caer su brazo derecho a su costado, sintiéndose derrotado, totalmente decepcionado y dolido. Jamás imaginó en algún momento, ni siquiera en algunas de sus peleas con su exnovio, que él sería capaz de dañarlo de esa manera. Yugyeom era de las muy pocas personas en las que él confiaba ciegamente, pero lo engañó, le mintió, lo traicionó, porque así lo sentía en ese momento. Una terrible traición y eso es algo que JungKook no es capaz de perdonar.

Dio un par de pasos con claras intenciones de abandonar esa sala, pero Jimin, por instinto, se cruzó en su camino, parándose frente a él. El menor lo miró un momento y el cuerpo del mayor se estremeció al ver la apagada mirada de JungKook, no era como si sus ojos brillaran de sobremanera, pero tenía algo que deslumbraba de cierta manera, al mayor, pero en ese momento, sólo vio tristeza en ellos.

—Ahora no, Jimin.

Paso por el lado derecho de Park, pero éste, nuevamente en un intento, lo detuvo agarrándole la mano. Logró detenerlo un par de segundos, los cuales se volvieron eternos para el menor, soltándose cuando sintió como en esa zona, en la que la piel de su hermano mayor comenzaba a arder. Con un sentimiento de miedo, se alejó y abandonó la sala definitivamente.

—Deberías dejarlo solo —habló la mujer—. Acaba de enterarse de algo muy decepcionante para él, después de todo, ese chico era su novio. Se podía ver cuánto él lo quiere o quería. Está sufriendo en este momento.

—Por esa razón debería ir y apoyarlo. Decirle, hacerle saber que estoy ahí para él...

— ¿Cómo su hermano mayor?

Ambos se miraron fijamente. Hailey sabía las intenciones ocultas de Jimin con su idea de ir a apoyar al menor y no le parecía correcto que tuviera las intenciones de aprovecharse de la debilidad emocional que JungKook estaba pasando en ese momento.

— ¿Importa la manera en cómo quiero apoyarlo?

—Por supuesto. Es tu hermano menor, o al menos, él aún te ve y considera su hermano mayor.

—Sea como sea, no debería estar solo. Al menos, si quiere llorar, puedo permitirle usar mi hombro, ¿no? Es algo que, incluso como hermano mayor puedo hacer.

La calva suspiró irritada. No quería ser testigo de como aquellos chicos arruinaban sus vidas o que se dirigían a un precipicio.

— ¿Sabes qué? Haz lo que quieras —suavemente, se dejó caer sobre el sofá—. Descansaré. Sólo te pido que no confundas más a JungKook, por favor.

Jimin observó a la mujer un momento, luego abandonó la sala en busca de Sungwoon para que cuidara de ella y así, buscar a JungKook. Supuso que el chico buscaría un lugar en donde nadie lo molestara, donde pudiera llorar o gritar a solas, así que, no tardó en suponer que, quizás el chico estaba en la terraza de aquel colegio abandonado. Corrió escaleras arriba y en la puerta que llevaba a aquel lugar, vio a 5 de sus hombres.

—Su hermano menor nos pidió privacidad, pero nos quedamos aquí por si ocurría algo —informó. Sus colegas asintieron a lo dicho.

—Está bien. Vayan al piso de abajo y vigilen desde ahí —ordenó—. Yo me quedaré y cuidaré de JungKook.

—Como ordene.

Park esperó a que sus hombres bajaran por los escalones y segundos después, abrió la puerta. Una brisa golpeó su rostro, causándole escalofrío. Divisó a JungKook tirado en el piso boca arriba, mirando – o eso supuso el mayor – hacia el cielo. Entonces, una idea cruzó por sus pensamientos. Sigilosamente se encaminó hacia él y notó que tenía sus ojos cerrados, pero que varias lágrimas se deslizaban por sus pálidas y frías mejillas. Apoyó sus manos en el piso a ambos costados de la cabeza del menor, en posición de flexiones, primero de brazos y terminando en flexiones de codos, quedando a una distancia bastante intima entre los dos.

— ¿Tanto te duele?

jungKook se sorprendió un poco por la cercanía entre su rostro y el de su hermano, pero se sentía tan dolido y traicionado, que ni siquiera pudo reaccionar como a Jimin le hubiese gustado.

—Lo amaba, ¿sabes?

Al escuchar aquello, Jimin terminó por dejar caer su cuerpo en esa posición, pero junto a la cabeza del menor.

—Si, bueno, no es como si viniera con intenciones de escucharte decir eso.

—Estás aquí para consolarme, escúchame entonces, Jimin.

— ¿Entonces?

—Lo amaba y saber que me ha mentido por tantos años con algo que era sumamente importante para mí, agrava todo, que tenía miedo de que lo dejara por ti, por volverte a ver y que por eso prefirió ocultarlo me parece muy egoísta.

— ¿Y no acabas de terminar con él por mí?

Ambos giraron sus rostros, volviendo a quedar a muy poca distancia de los labios del otro, mirándose fijamente.

—Terminé con él porque me mintió, no por ti.

—Dilo dos veces a ver si así te lo crees.

—No es precisamente por ti el hecho de que terminara con él. Me engañó, me traicionó. Sabes que te he buscado por muchos años, pude haberme reencontrado contigo mucho antes y él me negó esa oportunidad.

—También tengo algo de culpa. No sólo huía de nuestro padre, me escapé de ti cuando tuve la oportunidad de verte. No sólo tu novio... Exnovio te ocultó cosas.

—No puedes comparar. Él fue un amigo importante y luego mi novio, pero tú... Tú eres tú. Eres Jimin, mi Jimin. A ti te podría perdonar lo que sea ¿sabes?

Lentamente fue girando su cuerpo, llevando sus manos al rostro de Jimin. Éste cerró sus ojos, disfrutando de las caricias del menor, de su respiración chocar con sus labios, del leve roce de la nariz del menor contra la suya, del delicado y armonioso toque de sus caricias en sus mejillas.

Pasaron un par de minutos y ninguno cambió de acción, JungKook seguía acariciando las mejillas ya cálidas del mayor – gracias a sus caricias – observando su rostro, siendo esa la mejor manera en la que Jimin podría consolarlo. Entonces, Park quiso dar un paso más allá de lo que tenía permitido. Abrió sus ojos, encontrándose con aquellos que lo llevaban a un abismo de sentimientos y emociones que eran provocadas y calmadas por la misma persona. Con su diestra acarició el rostro del contrario, subiendo hacia sus ojos y cerrándolos con cuidado, y así, terminar con la tortuosa distancia diminuta entre sus labios y los suyos.

Fue un toque de labios, sólo una leve unión que no tenía un ritmo. Jimin temió de arruinar todo un poco más y esperó, pero no tuvo una reacción negativa o agresiva, así que, prosiguió. Jamás imaginó que los labios de JungKook serían tan suaves y fríos – aunque lo entendió por el clima y el lugar en el que se encontraban en ese instante – aun así, le parecieron los labios que los suyos esperaron por mucho tiempo, besar.

Movió sus labios, dirigiendo los de JungKook, los cuales no tardaron en seguir su suave e inseguro ritmo. En su interior, el menor sonrió, pues recordó como fueron los besos de Park con el rubio, dejándose ver seguro y ardiente, pero en ese instante lo sentía tan asustado como él. El beso fue tomando confianza y los movimientos comenzaron a ser más sensuales por parte de Park, guiando al menor y demostrándole que esperaba más.

—Estabas esperando a que terminara con Yugyeom ¿verdad? —preguntó cuando tuvo la oportunidad de hablar—. Esperabas que estuviera soltero para que dieras un paso más.

—Creo que no era el único en esperar por ello ¿o no?

—Nunca estuvo entre mis planes ser un infiel, menos engañar a alguien con mi propio hermano mayor.

— ¿Entonces?

—Entonces ¿qué?

—Te quiero seguir besando.

—Pero yo estoy triste, acabo de terminar una relación de amistad de años y de noviazgo.

—Es mi manera de consolarte, sólo aprovéchala.

—No follaré contigo.

—Cuando ocurra lo de tu madre, te buscaré para consolarte y veremos qué sucede —dijo. La sonrisa coqueta y divertida de Jimin le sacó una carcajada al menor.


Días después...

El dolor físico en el cuerpo de JungKook iba disminuyendo, el estudiante en práctica estaba haciendo un buen trabajo e incluso los hombres de Jimin consiguieron los medicamentos necesarios para el menor, como también para Hailey. Pero su estado emocional no era el mejor de todos, sobre todo porque las llamadas y mensajes de texto que su exnovio le enviaba no ayudaba. Su hermano mayor le repitió una y otra vez que apagara su celular, o al menos, bloqueara a Yugyeom si no quería saber de él, que no pudiera localizarlo, pero, aun así, JungKook se negaba.

Jimin aumentó la vigilancia, estaba en alerta porque algunos de sus hombres le informaron que habían encontrado a algunos enemigos cerca, pero que acabaron con ellos antes de que pudieran acercarse demasiado al colegio abandonado. Tony había contactado con su madre adoptiva, la "retirada" y ella no le dio, exactamente, buenas noticias. El enemigo de Park, o sea, su padre, ya le había quitado parte de territorio, en el cual ya había algunos de sus hombres vendiendo droga, pero no sólo eso, las personas, mujeres específicamente, estaban desapareciendo.

—Jimin, no podemos permitir que siga sucediendo esto, tenemos que hacer algo.

—Lo sé, Hailey, pero ¿Qué puedo hacer? ¿Ir, enfrentarlo y que asesine a todo aquel que me ayudó? No lo puedo hacer. No lo haré.

—Muchas mujeres están desapareciendo. Muchos niños están perdiendo a sus madres, esposos perdiendo a sus mujeres. Madres perdiendo a sus hijas.

— ¡Lo sé! Pero no puedo enfrentarlo. Además, tú y JungKook aún siguen heridos, no sería fácil huir si tuviéramos que hacerlo.

—Sabes que lo hace para presionarte ¿verdad?

—Lo sé, Tony. Sé que todo esto es para llegar a mí, para provocarme, pero no le puedo dar en el gusto.

— ¿Entonces?

—Supongo que tendremos que marcharnos rápido a Corea del Sur.

La idea no le gustaba del todo a Jimin, pero sabía que no tenía mucho poder en EE. UU, al menos en Corea del Sur, sobre todo en Busan y Seúl tenía a hombres que esperaban por él e ir en contra de su padre, pero estaba el riesgo de que, exactamente estos enemigos lo usaran a él para llegar hasta su papá, pero era eso o seguir huyendo hasta ser atrapado y obligado a cometer un sinfín de crímenes.

—Allá hay personas que nos ayudarían —comentó la calva—. Cuando dejé a tu padre, logré hacer amigos que me ayudarán en lo que les pida. Incluso tengo una amiga que tiene mucho poder en Japón y podría ayudarnos.

—Una de tus chicas —soltó Park, la calva asintió con una sonrisa pícara.

—Una muy buena amiga.

—Bueno, tendremos que recurrir a todo —miró a Tony—. Tu madre se quedará a cargo de todo. No creo que vaya a regresar en un largo tiempo, así que, le dejaré mi parte a ella con varios de mis hombres.

—Se lo informaré, estará contenta de por fin deshacerse de ti.

Los 3 sonrieron por ello, ya que, eran conscientes del desprecio que le tiene la retirada a Jimin, pero que, a la vez, lo respeta por ser quien es, no por ser hijo de su enemigo, sino que, del respeto que logró obtener por sus propios medios.

—Entonces —los tres miraron hacia atrás, JungKook estaba apoyado en la puerta cruzado de brazos y serio. Había escuchado toda la conversación—. ¿Cuándo viajamos de regreso a Corea?

—Sabes que es de mala educación escuchar detrás de las puertas, JungKook.

—La puerta estaba abierta, Jimin.

La relación entre ellos no había cambiado mucho, a pesar de que, ya se habían besado. Hailey sí había notado un leve cambio, o al menos, uno después de que, bajaron de la azotea, cada vez que se miraban.

No hubo ningún otro acercamiento después de aquel beso, no por falta de querer, al menos Jimin demostraba que quería besarlo nuevamente, pero JungKook tenía muchas cosas en su cabeza, pensamientos en los cuales, besar a su hermano mayor, no estaba completamente en ella, pero sí el hecho de que su exnovio le mintió. Cada vez que miraba su celular y abría el documento con toda la información, su decepción hacia Yugyeom aumentaba, lloraba y sentía unas enormes ganas de darle un puñetazo por ocultarle durante 5 años aquella tan importante información.

—Nos iremos en cuatro días —informó. Hailey miró a Jimin, pero prefirió no dar ninguna opinión.

—Bien. Por cierto, tengo que ir por mis cosas a casa de la madre adoptiva de Tony –lo miró—. De paso, pagarle mi supuesta estadía, que finalmente, no hice uso, sólo para dejar mi equipaje.

—Mandaré a JB con Junior, prefiero que no salgas, aún no te recuperas del todo.

—Como quieras.

—JungKook –Hailey se acercó al menor, deteniéndose frente a él—. ¿Qué harás cuando lleguemos? Recuerda tu trabajo y el hecho de que, buscan a Jimin.

—Lo pensaré cuando ya esté allá, de momento, estoy con Jimin.

Éste lo miró y por primera vez —desde hace años — le regaló una dulce y sincera sonrisa, provocando más confusión en los pensamientos de JungKook. El menor desvió la mirada de su hermano, pues sintió cómo sus mejillas son sonrojaron por esa tan hermosa y sincera sonrisa.

—JungKook –lo llamó la mujer frente a él—. Quiero que me pongas al día de ciertas cosas de tu vida en Corea.

—Por supuesto, pero ¿para qué?

—Luego te diré para qué. Vamos con Sungwoon, quiero que él esté presente.

—Bien.

Jimin sabía que Hailey tramaba algo. La conoce tan bien, que sabe cuándo ella le oculta cosas y en ese instante, sabía que tenía que ver con JungKook. Pero si ella aún no quería comentarle algo a él, debía tener sus motivos y los respetaría, por ello, se quedó en esa sala junto a Tony, mandando a llamar a Taemin y MinHo para darles nuevas órdenes.

Hailey le pidió a Sungwoon que cerrara la puerta una vez que bajaron a la sala en donde antes estuvo JungKook, éste no entendía del todo la actitud de la calva, pero confía en ella y así como Jimin, sabía que ella tenía sus motivos.

—Bien —los tres se sentaron en el sillón que consiguieron para los heridos—. Yo seré sincera contigo desde este momento, aunque estoy segura de que sospechas de ciertas cosas.

—Tiene que ver con mi madre y su pasado ¿verdad? Y seguro ahora sospechas de Yugyeom.

—Por eso me agradas, JungKook –la mujer le sonrió—. Eres rápido para entender las cosas y las situaciones. Y sí, tiene que ver con tu padre, tu exnovio y también, tu trabajo.

—Creo que primero debo confesarle a Sungwoon sobre mi trabajo –lo miró—. Allá en Corea trabajaba del otro lado, yo perseguía a los criminales allá y algunas de mis cicatrices en el cuerpo, es por mi trabajo. Soy un policía.

—Mierda —musitó el chico—. Si Taemin se entera de esto...

—Sería capaz de matarme, lo sé, pero no le tengo miedo.

—Y Jimin no lo permitiría —afirmó la calva—. El asunto aquí es que, tu mamá tiene un pasado bastante interesante.

—Sé que ella tuvo que ver con el falso secuestro de Jimin, pero no sé el motivo o del por qué debieron fingir algo así.

—Probablemente, por el acuerdo de ellos. Yo conocí muy joven al padre de Jimin... Bueno, el padre de ambos, el biológico y sé que estuvo casado muchos años atrás. Tu mamá fue una prostituta, JungKook.

El impacto en JungKook habría sido mucho más si no fuera, por el hecho de ya saber sobre su participación en el falso secuestro de Jimin. Sabía que, si su madre fue capaz de participar en algo así, podía ser capaz de muchas otras cosas, aun así, se llevó una sorpresa con la confesión de Hailey y ahora entendía algunas cosas.

—Hubo un tiempo en el que estaba buscando información y utilicé el nombre de mi madre, ya sabes, para encontrar algo relacionado con Jimin y me sorprendió no encontrar algo relacionado con mi mamá, al menos, no con su nombre actual. Fue sospechoso, pero no presté la atención suficiente, ahora entiendo todo eso. Mamá se cambió el nombre con la ayuda de su exesposo, comenzando así, una nueva vida junto con mi padrastro.

—Así es. Tu padre biológico necesitaba un hijo, el siguiente heredero para el negocio, no sé exactamente qué sucedió para que tu madre odiara a Jimin, pero lo entregó después de todo, aun así, él no te quiere a ti.

—Lo tengo más que claro con todos sus ataques e intenciones de acabar conmigo, pero no abandonaré a Jimin.

—Me alivia escuchar eso, JungKook —dijo. La mujer, de cierta manera, se sentía aliviada de escuchar esas palabras—. Otro asunto que te quiero informar es sobre tu exnovio.

— ¿Qué pasa con él? —preguntó. Si por él fuera, no tocaría ese tema con nadie.

—Tengo sospechas sobre él y te aviso que he estado averiguando sobre su vida. Escuché una historia interesante sobre un tal Kim Yugyeom de JB y Junior, sería desafortunado para tu exnovio si él llega a ser ese chico de su pasado.

— ¿Por qué?

—Porque si fuera él, sería un peligroso enemigo para Jimin y para mi —afiló su mirada—. Acabo con cualquier enemigo de Jimin, cualquiera que quiera asesinarlo.

—Yugyeom no tendría un motivo para lastimar a Jimin —aunque no estaba del todo seguro de sus propias palabras.

—Te ocultó información del lugar en donde estaba Jimin, ¿no crees que podría ocultar algo más? Además, está siendo difícil encontrar algo sobre su pasado y eso es sospechoso para mí.

—No me gustaría que tus sospechas sean ciertas.

—Créeme, no me gustaría tener que acabar con alguien que sigue siendo importante para ti, JungKook, pero para mí, Jimin es primero.

—Lo entiendo.

—Por eso, Sungwoon —lo miró—. Tú me ayudarás a obtener esa información cuando estemos allá. Ellos no saben de ti ni de Taemin, pero el rubio arruinaría todo si le comento sobre mis sospechas y es capaz de acabar con ese tal Yugyeom antes de obtener información.

—Él... ¿Taemin ha cuidado mucho de Jimin? 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top