Capítulo 21
Sin decir alguna palabra, se subió a la camioneta, preparándose para marcharse del lugar y llegar hasta el refugio. Junior se sentó junto a la calva, mientras JB se sentó en el asiento del copiloto y mirar a su alrededor. Mark decidió enviar a 8 hombres y escoltar a Tony, le preocupaba que aparecieran más enemigos y los atacaran.
JungKook descansaba sobre un sillón que robaron los hombres de Jimin para su hermano menor. Park lo observaba sentado desde la silla, junto a la ventana. Se sentía un poco más tranquilo al ver que su color natural regresaba, mientras que el enfermero estaba en la sala de al lado, siendo vigilado por Taemin.
Jimin desvió su atención hacia afuera, mirando por la ventana, sintiéndose inquieto y preocupado por Hailey, seguía con un extraño presentimiento y odiaba sentirse de esa manera. Las veces que se sintió así, siempre ocurría algo malo, aunque él lo llamaba como un "detector" de problemas causados por la calva. Las veces que sintió malos presentimientos, fueron aquellas situaciones en las que Hailey terminaba siendo encarcelada.
—Maldición, Hailey —susurró—. ¿Por qué aún no me llamas?
Se levantó de su asiento, acercándose hacia el sillón para ver de cerca al menor.
—Sigues viéndote adorable al dormir —volvió a susurrar.
En la sala de al lado, Taemin contestó la llamada de JB, exhalando al fin con alivio por recibir noticias.
—JB...
— ¡Hailey está herida! —gritó a penas el rubio contestó—. Se desmayó y no reacciona.
—Mierda...
—Estamos por llegar. Tiene una herida en el brazo derecho, pero lo más grave es una herida de bala en el abdomen... Está sangrando mucho, Taemin.
—Tranquilo. No llames a Jimin... Él podría enfurecerse y no es el momento para eso.
—Bien.
JB terminó la llamada, mientras que Taemin le informó lo sucedido al estudiante de enfermería. Éste se sentía cada vez más nervioso por la situación, por verse envuelto en medio de un enfrentamiento entre mafiosos.
—Tendrás que salvarle la vida a Hailey —le ordenó—, ya que, si algo le sucede a ella, Jimin acabará con tu vida y la de algunos de nosotros.
Minutos después llegaron Tony, JB, Junior y Hailey, aunque esta estaba siendo cargada por Tony. Entraron casi corriendo al colegio, Taemin esperaba por ellos junto al enfermero en el primer piso, mientras que Jimin estaba en el segundo, cuidando a JungKook, pero él escuchó el momento en que se estacionó la camioneta y sabía que se trataba de sus amigos, así que, llamando a Sungwoon y ordenarle que cuide de Jeon, abandonó la sala y bajó corriendo para ver el estado de sus amigos.
Su cuerpo se detuvo en la entrada de la sala. Sus pasos se volvieron lentos cuando vio la sangre en el piso, varias gotas de ella formando un camino hasta detenerse junto al cuerpo ensangrentado de Hailey. Sintió un enorme miedo al verla tan herida. Reiteradas veces la vio con sangre, pero jamás vio tanta provenir de su cuerpo, menos causada por una bala. Ella siempre fue la mejor esquivando los disparos, enseñándole a él a ser ágil y rápido con sus movimientos, entonces, ¿Por qué ella estaba herida?
Caminó hacia el cuerpo de la mujer, el estudiante ya había comenzado a tratar sus heridas. No eran muchos los insumos que tenía, pero haría todo lo posible para sacar la bala del abdomen de la mujer.
—Hailey... —la comenzó a llamar, no le gustaba verla inconsciente, necesitaba escucharla, aunque sea para que le gritara—. Hailey, idiota mírame. Abre tus malditos ojos y mírame.
—Jimin, ella perdió mucha sangre —le informó Tony.
Park lo miró y dirigió sus pasos hacia su amigo. Tony sabía lo que haría Jimin y simplemente esperó. Sintió una fuerte patada en el abdomen, aunque él es más alto que su amigo, sabía de lo ágil que puede ser, sobre todo cuando está enojado, por lo que, el golpe fue demasiado poderoso e incluso lo hizo retroceder varios pasos. JB quiso interponerse, llegando a pensar en la posibilidad de golpear a Jimin por su patada hacia Tony, pero Junior lo detuvo agarrándolo del brazo. En su lugar, Taemin se acercó a Park, ya que, éste tenía la intención de seguir golpeando al más alto.
—Jimin.
— ¡Maldición! —gritó muy fuerte, zafándose de las manos de Taemin hacia sus brazos, giró sobre sus pies y le dio un puñetazo al rubio, partiéndole el labio inferior—. ¡Te dije que debíamos regresar! ¡Les dije que no debíamos dejarla sola!
A pesar de que sentía ganas de llorar, de sentir un nudo en su garganta y el cómo por momentos su vista se nublaba, Jimin no lloró, no podía, simplemente quería desquitarse con todos por el estado de Hailey. Por lo que, al no poder seguir golpeando a Tony, en su lugar, volvió a darle un puñetazo a Taemin, gritándole que por su culpa —en parte— no pudo cuidar de la calva, quien había sido y seguía siendo, como una madre para él.
—Suficiente, Jimin —su cuerpo dejó de moverse cuando escuchó la voz de JungKook detrás de él, se estremeció cuando los brazos de su hermano menor rodearon su cuerpo.
JungKook estaba durmiendo tranquilamente encima del sillón. Su cuerpo herido y cansado necesitaba exactamente un par de horas de sueño, pero escuchó gritos o al menos, eso le apreció en sus sueños. En ellos, veía a Jimin gritando, con su ropa machada de sangre y la mirada perdida. De un susto, se despertó y al sentarse con tanta rapidez, le dolieron sus heridas. Sungwoon, al escuchar al chico quejarse, se acercó a él, aunque sin ser capaz de mirarlo a la cara, ya que, él sabe de la linda amistad que había comenzado entre Jeon y Hailey, sabiendo también, sobre la situación que se llevaba acabo en el primer piso.
— ¿Y Jimin? —el menor miró a su alrededor, recordando ver a su hermano mayor sentado en la silla junto a la ventana antes de dormir—. ¿A dónde fue Jimin? —preguntó preocupado y asustado.
Entonces, lo escuchó gritar. Se levantó lo más rápido que su cuerpo le permitió, Sungwoon al ver que le fue difícil al chico, se acercó más para ayudarlo.
— ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué Jimin está gritando?
—Han traído herida a Hailey.
—Ayúdame a bajar.
Sungwoon observaba a JungKook mientras se dirigían al primer piso. Él se veía preocupado y angustiado, y sabía que era por saber que la calva está herida. Cuando llegaron al primer piso, hasta caminar hacia la sala, de donde provenían los gritos de Jimin, Jeon se detuvo unos segundos en la puerta al ver el camino de gotas de sangre que se dirigían hasta el cuerpo inconsciente de Hailey, luego dirigió su atención hacia su hermano mayor, quien le dio el segundo puñetazo —el menor no vio el primero, ya que, estaba bajando por la escalera para llegar al primer piso— sin que Taemin tuviera intenciones de defenderse. Jeon siguió caminando con ayuda de Sungwoon y se detuvo detrás de su hermano mayor.
—Suficiente, Jimin —dijo. Sintió un poco de alivio al ver que su hermano se detuvo. Inconscientemente lo abrazó, no sólo Jimin sintió aquel estremecimiento, sino que, JungKook sintió algo muy parecido, aun así, no se separó del mayor—. Tranquilo, estoy aquí contigo.
—Mierda...
Dejó caer sus brazos a sus costados, totalmente rendido ante el abrazo de su hermano menor. Miró hacia el piso, sin ser capaz de mirar a Hailey, pero susurraba reiteradas veces un "despierta" siendo audible sólo para JungKook.
—Despertará —susurró en el oído derecho del mayor, causándole un escalofrío a este—, después de todo, es tu madre.
Jimin pestañeó al escuchar sus últimas palabras, ya que, desde que llegó a Detroit, lo único que hacia el menor era mencionarle a su madre biológica, y en ese instante, JungKook estaba reconociendo a la calva como la única madre que Jimin tuvo, tiene y tendrá.
—Ambos comparten una fuerza inquebrantable, ella es la mujer más fuerte que nunca he conocido —hasta él mismo se sorprendió de sus propias palabras, pero sabía que no había mentira en ellas, aunque lo que más le sorprendió fue aquel sutil y tímido beso que dejó en la parte de atrás del cuello de Jimin—. Yo... Lo siento.
Cuando quiso alejarse de Jimin y dejar de abrazarlo, Park agarró sus muñecas y se aferró al abrazo del menor, ya luego le preguntaría sobre el beso en su cuello, el cual, por cierto, si hubieran estado en otra situación, le habría causado muchas sensaciones que, probablemente, le habría llevado a algo más que sólo eso, pero él sabía que no era el momento. En ese instante, sólo necesitaba sentir cerca a JungKook, sentir y saber que el menor lo apoya y acompaña.
Los presentes trataron de no darle mucha importante al extraño ambiente que se formó entre Jimin y su hermano menor, por lo que, prefirieron acercarse al estudiante y ver el procedimiento que llevaba a cabo en Hailey, aunque Taemin fue el único en seguir dándole importancia a los otros dos, sentía que aquello no estaba bien, después de todo, son hermanos biológicos.
Con lo poco que tenía a su alcance, el estudiante logró extraer la bala y cerrar la herida, no estaba del todo seguro que el procedimiento tendría excelentes resultados, después de todo, no tenía todo lo necesario, ni el ambiente adecuado, por supuesto, el lugar y circunstancia no eran las adecuadas para tratar las heridas de la calva, pero él debía hacer todo lo que pudiera, sobre todo, porque recordaba la advertencia de Taemin y no quería morir, no de momento.
Pero Jimin seguía preocupado, y aunque no derramó ninguna lágrima, JungKook podía sentir el leve temblor en el cuerpo del contrario.
—Cuando éramos niños, no te costaba mucho el llorar.
—No puedo llorar, JungKook —respondió con cierta frialdad en sus palabras—. No puedo verme débil, no puedo flaquear. Debo mantenerme fuerte, ellos me observan. No puedo verme débil ante nadie.
De cierta manera, escuchar hablar de esa manera a su hermano mayor, le causó cierta amargura. Era como si el mayor no tuviera del todo sentimientos o como si no le importara todo lo que sucedía, luego vio el labio inferior roto de Taemin y la herida en su mejilla, suponiendo que la única manera en la que el mayor expresaba su dolor era a través de la furia y golpes, por ello, soltó el cuerpo de Park y lo hizo girar para poder verlo frente a frente.
Jimin quiso retroceder cuando anticipó los movimientos del menor, pero su cuerpo no lo obedeció y se quedó quieto, listo para sentir la caricia de JungKook en su mejilla izquierda. El mayor se sorprendió por el gentil y delicado gesto de su hermano, cerrando inconscientemente sus ojos.
—Cuando estés conmigo, puedes llorar, Jimin.
—Lo sé.
***
JungKook se sintió incómodo después de acariciar de esa manera a su hermano mayor. ¿Por qué? Porque recordó que ese tipo de actitud las tuvo hacia su novio. Cada vez que Yugyeom se sentía extrañamente estresado o preocupado, Jeon lo calmaba de esa manera y agradeció no besar a Jimin, siendo otra manera de calmar a su novio cuando éste estaba mal.
Para cambiar de ambiente entre ellos, sugirió que subiera a Hailey a la sala en la que él estuvo antes y la recostaran en el sillón que usó. No le importaba mucho su estado, al menos él está consciente, mientras que Hai seguía sumergida en un sueño profundo, preocupando de esa manera a sus amigos, pero, sobre todo, a Jimin. Antes que éste ingresara a la sala y cuidar él mismo a la calva, se acercó a Taemin y a Tony, quienes daban ordenes de vigilar los alrededores, de que algunos salieran a dar rondas por turnos.
—Tony, Taemin —les habló.
Ambos dejaron de hacer sus cosas y miraron a Jimin.
—Lo siento.
—Ella estará bien. Ya escuchaste a JungKook, ¿no? Es tu madre y es igual de fuerte que tú —comentó el más alto, dándole una sonrisa al final.
—Ni te creas que te perdonaré tan fácil, Jimin.
El rubio sí que estaba resentido, después de todo, fue quien se llevó más golpes.
— ¿Entonces? —preguntó.
—Luego te diré, tengo cosas que hacer ahora.
Dejando solos a Tony y a Jimin, el rubio se acercó a MinHo, necesitaba saber todo lo que ocurría a su alrededor, ya no quería sorpresas, tampoco quería ver a otro amigo herido.
JungKook estaba sentado en la silla que anteriormente usó Jimin, pero Sungwoon se la acercó al sillón, ya que, Jeon quería estar cerca de Hailey, sobre todo porque de esa manera, Park se mantendría más concentrado y aliviado.
—Es increíble lo tranquila que se ve al dormir —mencionó con un poco de burla el menor—, porque cuando está despierta, es todo un torbellino, ¿no crees, Sungwoon?
—Tienes razón.
Sungwoon se acercó para observar a la mujer, viéndola tranquila al dormir, sonrió con nostalgia al recordarla de esa manera, pero por una situación diferente.
— ¿Recordaste algo?
—Sí —miró a Jeon—. Recuerdo haberla visto de esa manera en el pasado, pero fue porque estaba durmiendo sobre los muslos de Jimin, mientras él le acariciaba el cabello.
—No perdió esa costumbre —susurró, pero Sungwoon lo escuchó.
— ¿Solía acariciarte también? Me refiero, cuando eran niños.
—Sí, era una costumbre en Jimin. Me ayudaba a conciliar el sueño de esa manera —sonrió, aunque detrás de esa sonrisa escondía dolor por el recuerdo—. Incluso al crecer, le pedía a mi novio que acariciara mi cabello cuando me quedaba a dormir con él.
—No creo que a Jimin le agrade escuchar eso.
—Supongo.
Un silencio incómodo se presentó.
— ¿Extrañas esos días junto a Jimin? —Sungwoon fue el primero en hablar—. Me refiero, en ese entonces, él debía verte como su hermano menor, ¿no?
—Desde niños, Jimin siempre me trató de una manera especial, no sólo como su pequeño hermano menor, sólo que yo no entendía el otro sentimiento.
— ¿Y tú? ¿Cómo te sientes hacia Jimin?
—Para mí sigue siendo mi hermano mayor.
—Entiendo.
Ambos dejaron de hablar cuando escucharon a la calva quejarse, comenzando a moverse en su sitio. Al abrir sus ojos, sonrió al ver la sonrisa y rostro aliviado de JungKook.
—Hola, tonto —le costó un poco el sonreír.
—Mala hierba nunca muere —se burló el menor.
— ¿Y dejar a Jimin y a ti, solos? Jamás. No es seguro que ustedes estén solos.
JungKook supo a qué se refería ella con aquellas palabras, seguramente los escuchó a él y a Sungwoon hablar hace minutos atrás o al menos, algo de la conversación cuando comenzó a despertar.
—Iré a avisarle a Jimin que despertaste.
Sungwoon salió corriendo de la sala, bajando de igual manera por las escaleras y acercándose a Park. Éste se preocupó cuando vio a su amigo acercarse a él corriendo, pero lo regañó por el susto y luego agradeció por avisarle que Hailey despertó. Sólo Jimin subió a verla, Tony sabía que lo mejor sería que sólo él la viera.
—Idiota.
Jimin se acercó rápidamente hacia la mujer, arrodillándose finalmente frente a ella, ya que, estaba sentada en el sillón —JungKook le ayudó a sentarse— y así, quedar a su altura.
—Seguro te asustaste y pensaste que iba a morir, ¿verdad?
—Te dije que no fueras. Debí ir contigo, pero eres tan terca y...
—Abrázame, idiota.
Jimin no lo pensó y abrazó a la mujer. JungKook admitió muy en su interior, un lugar en el que nadie podría indagar, que sintió envidia en ese momento hacia Hailey y tener esa fuerte conexión con Park. Envidió que él la abrazara de esa manera y demostrara sus sentimientos más débiles, frente a ella. Antes, ante él no dejó ver su debilidad, pero ante aquella mujer, no le importó, incluso, derramar un par de lágrimas. Entonces, deseó saber todo sobre el pasado de ella y él, del porqué y cómo llegaron a tener tanta confianza, cercanía, unión sin compartir sangre. Quería saber del sufrimiento que soportaron juntos, aunque también agradeció de que, ella cuidara a su hermano mayor como la madre —que ahora acepta— que es ella para él.
—Por cierto —ella fue la primera en separarse para mirar a JungKook—. Iré con ustedes a Corea del Sur.
—Eso es algo que ya sabíamos —comento el menor.
—Sí, pero ahora quiero conocer a tus seres más cercanos, JungKook.
El menor se sintió algo intimidado por la afilada mirada de la calva, como si antes no hubiera sido herida, pero le inquietó la desconfianza y preocupación en sus ojos.
— ¿Mis seres queridos?
—Sí. Ya sabes, tus padres, tus colegas, tu novio.
El semblante de Jimin cambió cuando ella usó cierto tono al decir "tu novio".
— ¿Yugyeom? Bueno, no sé si será fácil...
Entonces, JungKook recordó que su novio le enviaría información a su celular.
—Hailey necesito mi celular.
— ¿Tu celular?
Ella lo había guardado entre sus cosas, por lo que, Jimin llamó a uno de sus hombres para que fuera por el aparato, regresó minutos después de encontrarlo y se lo entregó a JungKook.
El menor inmediatamente desbloqueó la pantalla, viendo un par de mensajes de texto de Yu, pero extrañamente 3 llamadas perdidas de su mamá, con quien había preferido no tener contacto durante su viaje, pero no la llamó de vuelta, no de momento.
Abrió su correo y buscó entre ellos el que le envió su novio.
—Esto es extraño —comentó al comenzar a leer la información.
— ¿Qué sucede? —preguntó su hermano.
—Aquí hay información de ti —lo miró—, pero desde hace mucho antes de que, obtuviera la información de que estabas aquí.
— ¿Qué quieres decir?
—Yu sabía que tú estabas aquí, mucho antes de que me lo dijera hace más de un mes atrás.
Aquello fue suficiente para que Hailey terminara de desconfiar completamente en el novio de JungKook.
Jimin observaba con atención el rostro de Hailey, sabía que estaba ocultando información y que, aquello tenía que ver con JungKook. Quería preguntarle qué era lo que la tenía preocupada e incluso irritada, pero no haría preguntas, no de momento, prefirió esperar a estar a solas con ella.
Por otro lado, JungKook no pudo esperar a regresar a Corea del Sur, por lo que, después de leer toda la información – o al menos lo más importante – marcó el número de su novio. En corea era de noche, pero por una extraña razón, Yugyeom seguía despierto, no podía conciliar el sueño, siendo de cierta manera, algo positivo, pues respondió enseguida a la llamada de Jeon.
— ¡Mi amor! —emocionado, se sentó en su cama, con un brillo que sólo JungKook provocaba en sus ojos.
— ¿Qué significa toda la mierda que me enviaste en el informe, Yugyeom? —preguntó. El tono del menor sorprendió a la calva como también a Jimin, aunque a este último le gustó escuchar de esa manera al menor—. ¡Tú sabías en dónde estaba mi hermano! ¡Lo sabías y me lo ocultaste por años! ¡Maldición, Yugyeom!
Yugyeom tuvo presente en el momento en que le envió aquella información a su novio, la reacción que este podría tener, pero quiso tener la esperanza de que, JungKook lo entendería, o eso deseaba desde lo más profundo de su interior.
—Mi amor, cálmate, por favor —pidió. Se levantó de su cama y caminó fuera de su habitación—. Hay una explicación.
— ¿Cuál sería esa explicación? ¡Sabías cuánto sufría por estar lejos de Jimin! ¡Sabías lo mucho que lo extrañaba y cuánto deseaba encontrarlo!
—JungKookie, amor...
— ¡No me digas JungKookie ni amor!
La sonrisa en los labios de Jimin poco tardó en asomarse. Hailey, al verlo, le dio un golpe en el abdomen, pero ni, aun así, Park dejó de sonreír. Le encantó escuchar al menor gritarle a su novio que no lo llamara "JungKookie" y más aún, "amor". Pero luego sintió culpa por esconderse de JungKook cuando tuvo la oportunidad de verlo nuevamente, después de tantos años. Escucharlo gritar en ese momento y ver como se formaban lágrimas en sus decepcionados ojos, le causó un sentimiento de incomodidad, inquietud, protección y odio hacia Yugyeom, como también, hacia sí mismo por ser parte del sufrimiento de su hermano menor en ese instante.
—Te lo puedo explicar...
Pero ¿realmente le podía explicar? No sería fácil decirle que él es parte importante de la mafia de su padre, del hombre que ha estado siguiéndolo a él y a Jimin desde que llegó a EE. UU, que fue adoptado por aquel señor, entrenado para matar, mentir, engañar y para negocios turbios. No podía explicarle de alguna manera y que siguiera con él después de eso, que sabía desde hace mucho tiempo quien era Jimin y en dónde había estado. Incluso, no sabía cómo confesarle que él había visto de niño a Park en varias ocasiones y desde entonces, sabía de Park Jimin y Jeon JungKook.
— ¿Por qué no me lo dijiste antes, Yugyeom? Me viste llorar muchas veces...
—Perdóname, amor. Pero tenía miedo —una vez más, usaría sus mentiras para mantener cerca a JungKook—. Temía que, si sabías sobre su paradero, te alejarías mucho antes de mí, que me abandonarías por ir en busca de tu hermano mayor, que no te importarían nuestros sueños, nuestras metas como parejas, nuestros planes de vivir finalmente juntos y formar una familia...
—Tus excusas no me sirven, Yugyeom —cerró con fuerzas sus ojos, derramando varias lágrimas—. Terminamos.
— ¡¿Qué?! No JungKook, escucha. Regresa a Corea, hablaremos sobre esto, te pediré perdón todas las veces que sea necesario, pero ¡No me puedes dejar!
—Lo acabo de hacer.
—Hice mucho por ti, por nosotros. Por mantenernos vivos, JungKook —su tono de voz cambió a una grave, a una amenazante, con un toque de advertencia—. No me vas a dejar, Jeon JungKook.
—Adiós.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top